Médicos esclavos se rebelan
Durante décadas la ilusión tejida desde La
Habana hizo creer que el profesionalismo de los médicos de la Cuba castrista era casi irreemplazable. Se mintió diciéndole al mundo
que sus conocimientos eran superiores a la media de la salubridad que se
ofrecía en el resto de los países, de tal modo que la propaganda médica se
tejió durante años y fueron muchas las naciones que fueron cómplices en esta
falacia. Trágicos ejemplos podrían citarse en Angola, Venezuela, Brasil,
Nicaragua. Según Padura, más de 10.000 cubanos fallecieron en Angola: ver “La
guerra innecesaria”… Es imposible no recordar “las misiones” del chavismo y el
desvelamiento del fraude de “Barrio adentro”. Ahora más recientemente de nuevo
médicos-esclavos van a México donde todavía el gobierno acepta ser cómplices de
aquella especie de fantasía.
Fue así, de esa manera, como Cuba planteó el
negocio perfecto para conseguir dinero para sus arcas a expensas de un trabajo
precarizado, y con el tema del “internacionalismo militante”, exportó sus
médicos y personal paramédico a varios países hasta convertirlos en esclavos.
Así lo denunció Héctor Schamis,
profesor de la Universidad de Georgetown, quien hizo pública una
demanda de cuatro de esos profesionales: Ramona Matos Rodríguez, Tatiana
Carballo Gómez, Fidel Cruz Hernández y Russela
Margarita Rivero Sarabia, quienes
radicaron su querella en el Estado de la Florida, en los Estados
Unidos.
El periodista Laureano Pérez Izquierdo
expandiría esta noticia el 26 de marzo de 2019, en Infobae, información que fue
igualmente presentada en el diario español El País, destacando en
detalle la manera cómo perpetuarían la increíble farsa en el Brasil. El
académico Héctor Schamis, descubrió el velo que pesaba sobre el
"tráfico de personas, el trabajo
forzoso y la explotación de las misiones cubanas" en el resto del
continente americano. El título de su columna (Mais Médicos) fue el nombre que se le dio al programa
que el gobierno de Dilma Rousseff creó el año 2013.
"El Programa Mais Médicos, se suponía era
creado para enfrentar el problema histórico de la falta de médicos y para
mejorar la Atención Básica en Brasil, principalmente en las regiones más
carentes". Esto dice el sitio aún activo de una iniciativa que a
simple vista parecería saludable y popular. Sin embargo, encerraba una historia de explotación humana. Al
colmo del negocio era que el programa acordado, irónicamente fue perpetrado entre
2013 y 2017, por Dilma Rousseff quien representaba al “Partido
de los Trabajadores” en Brasil y por Raúl
Castro quien mandaba en Cuba, en una época cuando ya Michel Temer había
reemplazado a la presidente del Brasil.
Los esclavos médicos y enfermeras cubanos, se
atrevieron a llevar adelante una querella presentada en la Florida, y la
denuncia recayó sobre autoridades de la Organización Panamericana de la
Salud (OPS). "Los cargos son,
por violación de leyes y convenciones internacionales contra el tráfico de
personas y el trabajo forzoso". Schamis, señalaría como fue esa institución (la OPS) la que
firmó los contratos con la “Sociedad
Mercantil Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos”.
“Mais
Médicos” fue
publicado como un libro por el gobierno brasileño al cumplir dos años de su
implementación. En el diálogo con Infobae,
Schamis indicó que luego de que el presidente Jair Bolsonaro diera
por terminado el acuerdo con Cuba, "muchos de los médicos,
enfermeras, masajistas otros que se quejaron, se quedaron en Brasil porque la
pasaban muy mal en su país". Alrededor de 300, huyeron hacia
los Estados Unidos, y de estos, cuatro de ellos decidieron
demandar a la OPS, que actuaba como broker,
como una “intermediaria" con La Habana. "El pago
del gobierno brasileño iba dirigido un 5% a la OPS, un 10% al salario del
médico y el 85% restante a Cuba". Estos detalles fueron
manifestados por el académico Schamis
de acuerdo a la demanda presentada en el
Distrito Sur de Florida.
"La
demanda relata y describe el sistema de reclutamiento y explica por qué un
cubano no puede rechazarlo. Cuando es convocado, debe firmar un papel aceptando
las condiciones. No se les dice adónde van, cuánto van a cobrar. Se enteran de
estos detalles poco antes de llegar a destino. No pueden ir con pasaportes. Ni
siquiera pueden ir con su familia”. El círculo íntimo de los
"misioneros" que permanecen en la isla son la "garantía" de la dictadura para
que el profesional siempre regrese a su país. La documentación
internacional, en cambio, representa un peligro para que abandonen la isla.
Pero los profesionales de Mais Médicos no
van solos. A cada uno de los países a los que son convocados bajo planes
similares van acompañados por agentes de inteligencia que los vigilan a toda
hora. Ya sea en Brasil, en Venezuela, en Bolivia o en Angola.
"Son espiados, y los obligan a
cumplir con funciones políticas y de propaganda", añade el
profesor de Georgetown. "Estos programas se hicieron durante años.
Son importantes por las divisas que representan. Lo dice la demanda: son
alrededor de 8 mil millones de dólares cada año", sintetiza Schamis. Infobae tuvo acceso a
la demanda. De acuerdo a ella, desde 2013 la OPS obtuvo una ganancia de 75
millones de dólares sólo en concepto de intermediaria entre el gobierno
brasileño y el régimen cubano. En la demanda se acusa a Joaquín Molina,
representante de la institución ante Panamá
y Alberto Kleiman, Director de Relaciones
Externas del organismo.
Matos Rodríguez,
Carballo Gómez, Hernández y Rivero Sarabia trabajaron en un
informe detallado sobre su presentación ante una fiscalía de Florida, donde se
explica cómo fue el proceso de reclutamiento: "Fueron convocados bajo
presión política, amenazas sobre su bienestar económico, amenazas contra los
miembros de sus familias y otras formas de intimidación". "Su
negativa para unirse a cualquier 'misión revolucionaria en el extranjero' es
considerada por las autoridades como una falta de compromiso revolucionario que
automáticamente marca a la persona como políticamente 'desleal y
peligroso'. A partir de entonces, el individuo entiende que él o
ella enfrentaría continuas represalias".
En otro párrafo la presentación explica como:
"Cuba genera al menos 8 mil millones de dólares cada año por las
'misiones médicas' en las cuales el gobierno 'exporta' doctores y otros
trabajadores de la salud a países extranjeros. La generación de estas
astronómicas sumas de Cuba es conseguida a través de prácticas universalmente
condenadas y fuera de las leyes internacionales que proscriben la explotación y
el trabajo forzado como el tráfico de personas".
Mississauga,
Ontario, miércoles 31 de julio del 2019
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