Fuerteventura
A
finales de la Edad Media, cuando los primeros conquistadores europeos
(normandos, portugueses, castellanos...) comenzaron adentrarse en el Atlántico,
Canarias era el único archipiélago habitado de toda la Macaronesia. Ni las Azores,
ni Madeira
ni tampoco en Cabo Verde había sido habitado. En el archipiélago Canario, los
primeros pobladores, denominados “aborígenes canarios”, llegaron a la isla
desde mediados del primer milenio a. C. , mucho antes de la conquista castellana, que ocurrió entre 1402 y 1496. Los habitantes de las siete islas eran
denominados genéricamente aborígenes y estaban constituidos por diversos pueblos de origen bereber
que también eran conocidos como antiguos
canarios y de manera mayoritaria como guanches.
En
los dos últimos años, diversas disciplinas científicas han hecho que ya casi
nadie discuta su origen Amazigh. (https://bit.ly/2x0UoN5). Los guanches canarios eran
bereberes, y hoy día se sabe que el 56 % de la herencia genética materna de los
canarios actuales proviene de los aborígenes, mientras que solo el 39 % es europeo y
el 4 %, subsahariano. Las islas Canarias son siete: El Hierro: (Ezarüh, “la montaña
rocosa”); La Palma: (Wen-ahüwwar,
“el lugar del ancestro Ahuwwara”); La
Gomera: (Qumar/Ghumar, “notablejefe”); Tenerife: (Asensen/Asinisen, “resonancia,
retumbo”); Gran Canaria: (Tamaran,
“grande,valerosa”); Fuerteventura: (Mahar-at,
“los hijos del país”); Lanzarote: (Titeroqqak,
“una toda amarilla”). Hubo un tiempo, años ha dirían en antes, que a Venezuela,
los canarios, la denominaban “la octava isla”, y había razones de
peso para ello, pero… Esa es otra historia… En esta ocasión, les contaré
algunas cosas sobre Fuerteventura…
Fuerteventura pertenece
a la provincia de Las Palmas, una de las dos divisiones
territoriales que componen Canarias el
archipiélago, que es una “comunidad autónoma” del Estado Español. Fuerteventura es la isla más
extensa de su provincia, la segunda de Canarias y la de mayor longitud del
archipiélago. También es, desde el punto de vista geológico, la isla más
antigua de las Islas Canarias, y se encuentra situada a 97 km de la costa noroeste del continente africano, que corresponde a las tierras que otrora fueron “el Sahara Español”,
ahora terrenos desérticos donde sobrevive el pueblo saharaui oprimido y esclavizado
por el gobierno marroquí (https://bit.ly/2WYhPC3 ). A esta gran isla canaria, se le ha atribuido el
topónimo de Fuerteventura quizás por el azote del viento o por los riesgos que
conllevan las peripecias náuticas. También "fuerte ventura",
haría referencia a gran fortuna, riqueza o prosperidad…
Fuerteventura en tiempos de los guanches, y para
en el momento de la conquista, estaba dividida en dos tribus aborígenes, unos
seguidores del rey Guize y otros de Ayoze. Los territorios de estas tribus eran
Maxorata (al norte) y Jandía (al sur), separados por una muralla. En Fuerteventura,
adoraban a la montaña de Tindaya. Según la obra Naturalis Historia de Plinio el Viejo, los romanos conocían la isla con el nombre de Planasia. El
nombre indígena de la isla, antes de su conquista en el siglo XV, era Erbania, dividida en dos comarcas (Jandía y Maxorata), de
donde deriva el gentilicio majorero (originalmente majo o maxo). Aunque hay autores que mencionan también el nombre Maxorata
como topónimo aborigen de toda la isla y que significa "los hijos del
país".
Guize y Ayoze, los reyes de Majorata y
de Jandía
Los majos (gentilicio con el que se conoce a los
pobladores prehispánicos de la isla) subieron hasta la cima de una montaña y
convirtieron el lugar en un auténtico santuario. Tindaya es un templo al aire libre desde el que observar y precisar el paso de los
astros a lo largo del ciclo anual. Nada extraño, por otra parte, en una sociedad que dependía de las
lluvias para sobrevivir y que emparenta, directamente, las creencias de
aquellas gentes con las de sus vecinos de otras islas y del cercano Norte de
África. Los majos cultivaban algunos cereales; y para garantizar el éxito de
las cosechas era necesario saber cuándo sembrar; justo antes de la llegada de
las escasas lluvias que caen sobre la isla. Los podomorfos son grabados rupestres de diseño rectangular que
simulan pies humanos. Hasta el momento, las diversas campañas arqueológicas han
encontrado más de 250 representaciones de estos pies que se concentran, de
manera abrumadoramente mayoritaria, en la vertiente sur y noroeste de la
montaña sagrada.
Tindaya sería algo así como un enorme reloj astronómico; un
calendario de piedra gigantesco. Los “dibujos
en la piedra” que se realizaron mediante la técnica de picado contínuo,
se sitúan en cornisas y grandes piedras lisas que permiten plantarse sobre
ellos y mirar hacia donde ellos miran. Y no es cosa menor este detalle. La
inmensa mayoría de estos grabados están orientados en una cuña que oscila entre
el oeste y el suroeste. Apuntando
directamente a las islas de Gran Canaria y Tenerife y, concretamente, a
accidentes geográficos como el Teide o el Pico de las Nieves (máxima altura
grancanaria). Según expertos del Instituto de Astrofísica de
Canarias, esta
distribución no es casual y apuntan a una orientación que combina lo geográfico
y lo astronómico.
Durante
siglos, a Tindaya se la conoció como La Montaña de las Brujas y es fruto de numerosas
leyendas, cuentos, anécdotas y supersticiones. La montaña sagrada se encuentra situada en la llanura de Esquinzo donde
la geografía majorera muestra perfiles chatos de color pardo y huertos que sólo
reverdecen algunos meses al año, con escasos grupos de palmeras dan ese toque
norteafricano que tanto caracteriza a los campos de Fuerteventura. Los arqueoastrónomos, investigadores que estudian
la relación entre los yacimientos arqueológicos y los cuerpos celestes, señalan
que estos grabados en piedras sirvieron a los antiguos majos y majas para
determinar con exactitud el solsticio de invierno y el tránsito de la luna y
venus durante las diferentes estaciones. Tindaya
es un santuario. Uno de los más
importantes de Canarias. Los pobladores prehispánicos de la isla convirtieron
en esta atalaya privilegiada en un auténtico templo al aire libre en el que el
tránsito de los astros se convirtió en el pilar fundamental de las creencias de
aquellos hombres y mujeres. Es muy probable que la cima de la montaña fuera el
escenario de rituales religiosos y de prácticas de carácter mágico o simbólico.
La Montaña
Grande que apenas levanta 400 metros desde el nivel del mar hasta la
cima, parece gigantesca y rompe la monotonía de un medio ambiente marcado por
la horizontalidad. La montaña es una pirámide
perfecta que llama la atención. Tindaya
es un pitón traquítico. Un
volcán aún más grande donde el magma, ascendiendo por el cono, se endureció en
el interior de su continente y la erosión lo dejó al aire. Es una antigua
montaña que tras miles de años de acción del viento y del agua, se transformó
ahora en una pirámide de rocas. Tindaya
resulta ser un ejemplo paradigmático del largo y lento proceso de desgaste que
ha sufrido la isla desde hace millones de años y que son responsables de
la geografía característica de Fuerteventura.
Mississauga, Ontario, vecindario de Toronto, el
miércoles 10 de Julio, 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario