miércoles, 10 de julio de 2019

Fuerteventura



Fuerteventura

A finales de la Edad Media, cuando los primeros conquistadores europeos (normandos, portugueses, castellanos...) comenzaron adentrarse en el Atlántico, Canarias era el único archipiélago habitado de toda la Macaronesia. Ni las Azores, ni Madeira ni tampoco en Cabo Verde había sido habitado. En el archipiélago Canario, los primeros pobladores, denominados “aborígenes canarios”, llegaron a la isla desde mediados del primer milenio a. C. , mucho antes de la conquista castellana, que ocurrió entre 1402 y 1496. Los habitantes de las siete islas eran denominados genéricamente aborígenes y estaban constituidos por diversos pueblos de origen bereber que también eran conocidos como antiguos canarios y de manera mayoritaria como guanches.
 
En los dos últimos años, diversas disciplinas científicas han hecho que ya casi nadie discuta su origen Amazigh. (https://bit.ly/2x0UoN5). Los guanches canarios eran bereberes, y hoy día se sabe que el 56 % de la herencia genética materna de los canarios actuales proviene de los aborígenes, mientras que solo el 39 % es europeo y el 4 %, subsahariano. Las islas Canarias son siete: El Hierro: (Ezarüh, “la montaña rocosa”); La Palma: (Wen-ahüwwar, “el lugar del ancestro Ahuwwara”); La Gomera: (Qumar/Ghumar, “notablejefe”); Tenerife: (Asensen/Asinisen, “resonancia, retumbo”); Gran Canaria: (Tamaran, “grande,valerosa”); Fuerteventura: (Mahar-at, “los hijos del país”); Lanzarote: (Titeroqqak, “una toda amarilla”). Hubo un tiempo, años ha dirían en antes, que a Venezuela, los canarios, la denominaban “la octava isla”, y había razones de peso para ello, pero… Esa es otra historia… En esta ocasión, les contaré algunas cosas sobre Fuerteventura… 

Fuerteventura pertenece a la provincia de Las Palmas, una de las dos divisiones territoriales que componen Canarias el archipiélago, que es una “comunidad autónoma” del Estado Español. Fuerteventura es la isla más extensa de su provincia, la segunda de Canarias y la de mayor longitud del archipiélago. También es, desde el punto de vista geológico, la isla más antigua de las Islas Canarias, y se encuentra situada a 97 km de la costa noroeste del continente africano, que corresponde a las tierras que otrora fueron “el Sahara Español”, ahora terrenos desérticos donde sobrevive el pueblo saharaui oprimido y esclavizado por el gobierno marroquí (https://bit.ly/2WYhPC3 ). A esta gran isla canaria, se le ha atribuido el topónimo de Fuerteventura quizás por el azote del viento o por los riesgos que conllevan las peripecias náuticas. También "fuerte ventura", haría referencia a gran fortuna, riqueza o prosperidad…
 
Fuerteventura en tiempos de los guanches, y para en el momento de la conquista, estaba dividida en dos tribus aborígenes, unos seguidores del rey Guize y otros de Ayoze. Los territorios de estas tribus eran Maxorata (al norte) y Jandía (al sur), separados por una muralla. En Fuerteventura, adoraban a la montaña de Tindaya. Según la obra Naturalis Historia de Plinio el Viejo, los romanos conocían la isla con el nombre de Planasia. El nombre indígena de la isla, antes de su conquista en el siglo XV, era Erbania, dividida en dos comarcas (Jandía y Maxorata), de donde deriva el gentilicio majorero (originalmente majo o maxo). Aunque hay autores que mencionan también el nombre Maxorata como topónimo aborigen de toda la isla y que significa "los hijos del país"

Guize y Ayoze, los reyes de Majorata y de Jandía

Los majos (gentilicio con el que se conoce a los pobladores prehispánicos de la isla) subieron hasta la cima de una montaña y convirtieron el lugar en un auténtico santuario. Tindaya es un templo al aire libre desde el que observar y precisar el paso de los astros a lo largo del ciclo anual. Nada extraño, por otra parte, en una sociedad que dependía de las lluvias para sobrevivir y que emparenta, directamente, las creencias de aquellas gentes con las de sus vecinos de otras islas y del cercano Norte de África. Los majos cultivaban algunos cereales; y para garantizar el éxito de las cosechas era necesario saber cuándo sembrar; justo antes de la llegada de las escasas lluvias que caen sobre la isla. Los podomorfos son grabados rupestres de diseño rectangular que simulan pies humanos. Hasta el momento, las diversas campañas arqueológicas han encontrado más de 250 representaciones de estos pies que se concentran, de manera abrumadoramente mayoritaria, en la vertiente sur y noroeste de la montaña sagrada. 

Tindaya sería algo así  como un enorme reloj astronómico; un calendario de piedra gigantesco. Los “dibujos en la piedra” que se realizaron mediante la técnica de picado contínuo, se sitúan en cornisas y grandes piedras lisas que permiten plantarse sobre ellos y mirar hacia donde ellos miran. Y no es cosa menor este detalle. La inmensa mayoría de estos grabados están orientados en una cuña que oscila entre el oeste y el suroeste. Apuntando directamente a las islas de Gran Canaria y Tenerife y, concretamente, a accidentes geográficos como el Teide o el Pico de las Nieves (máxima altura grancanaria). Según expertos del Instituto de Astrofísica de Canarias, esta distribución no es casual y apuntan a una orientación que combina lo geográfico y lo astronómico. 

Durante siglos, a Tindaya se la conoció como La Montaña de las Brujas y es fruto de numerosas leyendas, cuentos, anécdotas y supersticiones. La montaña sagrada se encuentra situada en la llanura de Esquinzo donde la geografía majorera muestra perfiles chatos de color pardo y huertos que sólo reverdecen algunos meses al año, con escasos grupos de palmeras dan ese toque norteafricano que tanto caracteriza a los campos de Fuerteventura. Los arqueoastrónomos, investigadores que estudian la relación entre los yacimientos arqueológicos y los cuerpos celestes, señalan que estos grabados en piedras sirvieron a los antiguos majos y majas para determinar con exactitud el solsticio de invierno y el tránsito de la luna y venus durante las diferentes estaciones. Tindaya es un santuario. Uno de los más importantes de Canarias. Los pobladores prehispánicos de la isla convirtieron en esta atalaya privilegiada en un auténtico templo al aire libre en el que el tránsito de los astros se convirtió en el pilar fundamental de las creencias de aquellos hombres y mujeres. Es muy probable que la cima de la montaña fuera el escenario de rituales religiosos y de prácticas de carácter mágico o simbólico. 

La Montaña Grande que apenas levanta 400 metros desde el nivel del mar hasta la cima, parece gigantesca y rompe la monotonía de un medio ambiente marcado por la horizontalidad. La montaña es una pirámide perfecta que llama la atención. Tindaya es un pitón traquítico. Un volcán aún más grande donde el magma, ascendiendo por el cono, se endureció en el interior de su continente y la erosión lo dejó al aire. Es una antigua montaña que tras miles de años de acción del viento y del agua, se transformó ahora en una pirámide de rocas. Tindaya resulta ser un ejemplo paradigmático del largo y lento proceso de desgaste que ha sufrido la isla desde hace millones de años y que son responsables de la geografía característica de Fuerteventura.

Mississauga, Ontario, vecindario de Toronto, el miércoles 10 de Julio, 2019


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