domingo, 31 de agosto de 2014

"Es la guerra santa, idiotas" de Arturo Pérez Reverte



ARTURO PÉREZ-REVERTE
Es la guerra santa, idiotas
Pinchos morunos y cerveza. A la sombra de la antigua muralla de Melilla, mi interlocutor -treinta años de cómplice amistad- se recuesta en la silla y sonríe, amargo. «No se dan cuenta, esos idiotas -dice-. Es una guerra, y estamos metidos en ella. Es la tercera guerra mundial, y no se dan cuenta». Mi amigo sabe de qué habla, pues desde hace mucho es soldado en esa guerra. Soldado anónimo, sin uniforme. De los que a menudo tuvieron que dormir con una pistola debajo de la almohada. «Es una guerra -insiste metiendo el bigote en la espuma de la cerveza-. Y la estamos perdiendo por nuestra estupidez. Sonriendo al enemigo».
Mientras escucho, pienso en el enemigo. Y no necesito forzar la imaginación, pues durante parte de mi vida habité ese territorio. Costumbres, métodos, manera de ejercer la violencia. Todo me es familiar. Todo se repite, como se repite la Historia desde los tiempos de los turcos, Constantinopla y las Cruzadas. Incluso desde las Termópilas. Como se repitió en aquel Irán, donde los incautos de allí y los imbéciles de aquí aplaudían la caída del Sha y la llegada del libertador Jomeini y sus ayatollás. Como se repitió en el babeo indiscriminado ante las diversas primaveras árabes, que al final -sorpresa para los idiotas profesionales- resultaron ser preludios de muy negros inviernos. Inviernos que son de esperar, por otra parte, cuando las palabras libertad y democracia, conceptos occidentales que nuestra ignorancia nos hace creer exportables en frío, por las buenas, fiadas a la bondad del corazón humano, acaban siendo administradas por curas, imanes, sacerdotes o como queramos llamarlos, fanáticos con turbante o sin él, que tarde o temprano hacen verdad de nuevo, entre sus también fanáticos feligreses, lo que escribió el barón Holbach en el siglo XVIII: «Cuando los hombres creen no temer más que a su dios, no se detienen en general ante nada».
Porque es la Yihad, idiotas. Es la guerra santa. Lo sabe mi amigo en Melilla, lo sé yo en mi pequeña parcela de experiencia personal, lo sabe el que haya estado allí. Lo sabe quien haya leído Historia, o sea capaz de encarar los periódicos y la tele con lucidez. Lo sabe quien busque en Internet los miles de vídeos y fotografías de ejecuciones, de cabezas cortadas, de críos mostrando sonrientes a los degollados por sus padres, de mujeres y niños violados por infieles al Islam, de adúlteras lapidadas -cómo callan en eso las ultrafeministas, tan sensibles para otras chorradas-, de criminales cortando cuellos en vivo mientras gritan «Alá Ajbar» y docenas de espectadores lo graban con sus putos teléfonos móviles. Lo sabe quien lea las pancartas que un niño musulmán -no en Iraq, sino en Australia- exhibe con el texto: «Degollad a quien insulte al Profeta». Lo sabe quien vea la pancarta exhibida por un joven estudiante musulmán -no en Damasco, sino en Londres- donde advierte: «Usaremos vuestra democracia para destruir vuestra democracia».
A Occidente, a Europa, le costó siglos de sufrimiento alcanzar la libertad de la que hoy goza. Poder ser adúltera sin que te lapiden, o blasfemar sin que te quemen o que te cuelguen de una grúa. Ponerte falda corta sin que te llamen puta. Gozamos las ventajas de esa lucha, ganada tras muchos combates contra nuestros propios fanatismos, en la que demasiada gente buena perdió la vida: combates que Occidente libró cuando era joven y aún tenía fe. Pero ahora los jóvenes son otros: el niño de la pancarta, el cortador de cabezas, el fanático dispuesto a llevarse por delante a treinta infieles e ir al Paraíso. En términos históricos, ellos son los nuevos bárbaros. Europa, donde nació la libertad, es vieja, demagoga y cobarde; mientras que el Islam radical es joven, valiente, y tiene hambre, desesperación, y los cojones, ellos y ellas, muy puestos en su sitio. Dar mala imagen en Youtube les importa un rábano: al contrario, es otra arma en su guerra. Trabajan con su dios en una mano y el terror en la otra, para su propia clientela. Para un Islam que podría ser pacífico y liberal, que a menudo lo desea, pero que nunca puede lograrlo del todo, atrapado en sus propias contradicciones socioteológicas. Creer que eso se soluciona negociando o mirando a otra parte, es mucho más que una inmensa gilipollez. Es un suicidio. Vean Internet, insisto, y díganme qué diablos vamos a negociar. Y con quién. Es una guerra, y no hay otra que afrontarla. Asumirla sin complejos. Porque el frente de combate no está sólo allí, al otro lado del televisor, sino también aquí. En el corazón mismo de Roma. Porque -creo que lo escribí hace tiempo, aunque igual no fui yo- es contradictorio, peligroso, y hasta imposible, disfrutar de las ventajas de ser romano y al mismo tiempo aplaudir a los bárbaros.

Clemente vs Koufax: Novela de Humberto Acosta


El libro de Humberto Acosta, afamado comunicador social y un experto en periodismo deportivo, llegó a mis manos como regalo de mi hijo, Pablo Antonio García Escorihuela, quien también es comunicador social y está acoplado al periodismo deportivo en las páginas que aún puede mantener el diario El Nacional.

El libro de Humberto Acosta, además de ser un deleite para quienes gusten de nuestro tradicional deporte favorito, el beisbol,  nos revela a un excelente narrador. Acosta transforma sus sentidas experiencias personales de juventud y su pasión por el beisbol en una apasionante novela. 

Escribir novelas, en nuestro país es tarea dificil, sostenida por  pocos persistentes escribidores de éste género literario. Puedo aseveralo yo quien tras escrbir 8 novelas, siete de ellas ya publicadas sé que el interés del público lector no puede servir como aliciente para seguir trabajando en la literatura.  No obstante, auguro lo mejor para esta obra de Humberto Acosta, pues pienso que el tema probablemente estimulará a grandes sectores de venezolanos más identificados con el deporte que con la lectura, a recrearse en las vivencias de "El último encuentro".

Felicito a Humberto Acosta por su trabajo y espero que el éxito editorial que ha de tener, estimule su interes y persista en esta maravillosa labor de compartir literatura y deporte.

Jorge García Tamayo
Maracaibo 31 de agosto del 2014

domingo, 10 de agosto de 2014

No te hagas el loco, es contigo... de LorenzoGracíaTamayo para Uds.



No te hagas el loco, es contigo..

Hay dos frases que encierran toda la crueldad oculta tras el perverso Chávez benefactor. Son axiomáticas,  porque demuestran como el sociópata de Sabaneta, las utilizó bajo el subterfugio del engaño, para envolver a propios y extraños con medias verdades.  Un lenguaje que creíamos desterrado,  devino agigantado en él. Tanto así, que no solo los seguidores sectarios del chavismo son quienes se empeñan en parlotearlo hasta la saciedad, sino que absolutamente todos los colaboracionistas de la MUD, enchufados o con aspiraciones a serlo (léase parlamentarias o diálogo), lo practican con soltura inusitada.
Me refiero a “ser rico es malo” y “hay que darle poder a los pobres”.
Son frases que muestran la enorme estafa del engaño dadivoso que no persigue sacar al pobre de su pobreza,  sino que lo condena a ser siempre esclavo de quien ofrece dar poder subjetivo a su marginalidad,  obligándolo  a creer que salir de ella es malo. 
La perversidad en pasta.  
Pero ojo!.. antes también era igual. La pobreza, los excluidos,  y la necesidad del liderazgo con agenda social, son patrañas enraizadas e ineludibles en el lenguaje mediocre de casi todos los políticos  latinoamericanos de finales del siglo XX y de este decadente inicio del XXI, salvo honrosas excepciones. Que las hay, pero que no enumeraré, para evitar herir susceptibilidades  de grandes mayorías ignorantísimas.
¿Hasta cuando la compasión y la caridad van a seguir siendo el instrumento político que se vale del sufrimiento de quienes están en desventaja, para alcanzar privilegios?
A los barrios van los políticos a buscar votos. Todos lo hacen en función del proselitismo político para poner mano a la tajada que representa estar cerca de las arcas gubernamentales en Gobernaciones, Alcaldías, Concejos Municipales y Parlamentos. Los pobres no necesitan líderes que los sigan engañando. A los pobres lo único que los puede rescatar del atraso y su precariedad del día a día,  es defenderlos de quienes siempre los han jodido. Los políticos de la cuarta y de la quinta. Todo lo que hicieron por los pobres más allá de mantenerlos en su marginalidad se reduce a eso,  ayudas y misiones miserables para que nunca sean ricos sino unos pobres poderosos (o sea bien pobres).  Con esta fórmula perversa solo lograron mitigar  la sed de justicia,  porque la sustentabilidad de ningún tipo,  logró  dar respuesta adecuada al sin fin de sus limitaciones.
A los pobres lo único que puede sacarlos de su pobreza es hacerlos ricos. Por eso,  mientras el rancho que habita el lenguaje, la mente y la estrategia de los políticos del gobierno y de la MUD, siga siendo el mismo que causó y causa la pobreza y la marginalidad en el pueblo, resultará casi imposible revertir esa ecuación.
Los pobres no están pendientes de mirar jueces, fiscales y magistrados que alientan la impunidad. No les interesa donde van los dineros del narcotráfico. No tienen idea de los ingentes recursos del estado que se reparten oficialistas y colaboracionistas. No saben que su tragedia clientelar es su condena, porque ignoran que su poder de decisión en masa es el salvoconducto de su perdición.
Así que no es utopía desenmascarar a estos farsantes fariseos de siempre que han alentado el burocratismo sedentario, las corruptelas compartidas y el criticar lo visible sin ofrecer soluciones y sin llamar las cosas por su nombre.
Razón infame la de Giordani ante Chávez y Guaicaipuro, cuando aseveró que a los pobres había que tenerlos siempre en su estado natural de pobreza porque esa era la única manera de tenerlos bajo control. Siempre ha sido así. La marginalidad en este País tiene nombre y apellido,  y sus beneficiarios directos e indirectos,  sabemos todos quienes son.
La tarea comienza en casa. Para revertir la pobreza, no solo no basta con pintar el rancho o ponerle TV cable, o construir una escuela en el vecindario “pobretón”. El barrio hay que “voltearlo” de un solo sacudón. El barrio debe ser eliminado. La igualdad solo llega si somos todos iguales en oportunidades. La vía expedita es,  que quienes sean los más aptos para lograr estos cambios de sustentabilidad económica, social, política, y ambiental, sean los que instrumenten las acciones que reviertan el desarrollo en libertad. No te hagas el loco es contigo…
Lorenzo García Tamayo                       Isla de Margarita, 10 de agosto de 2014

lunes, 4 de agosto de 2014

¿Quieres a Margarita, la perla del Caribe? Lee entonces...



Algunas consideraciones sobre  “Libertad y Desarrollo”
“Si te acostumbras a vivir en un chiquero,
terminarás formando parte de él.”
Lorenzo García Tamayo
Nuestro supremo fin es lograr que todos los individuos, sin distingos de naturaleza alguna,  puedan ejercer todos sus derechos con plena libertad.
Quienes durante décadas desde cargos burocráticos o a través de cúpulas  influyentes sobre estructuras gubernamentales, ejercitaron deshonrosamente el noble oficio de la política, son responsables directos de la catástrofe económica, social, ambiental y política que sacude al País.
No existe escusa alguna que pueda justificar el rotundo  fracaso de sus gestiones,  ni el irreparable mal infligido a la Nación. Es la más indeleble mácula que demuestra el porqué deben ser relevados. Depredadores de presupuestos en Gobernaciones,  Alcaldías y Legislaturas.
La verdad, solo la verdad.
No aspiramos parecernos a un Partido Político al estilo venezolano. No  perseguimos aglutinar grandes muchedumbres. No abrigamos recolecciones solidarias de firmas,  o prosélitos partícipes que nos acompañen en romerías o jornadas protestarías. No aupamos derrocamientos de gobierno alguno, porque no es de nuestra posible potestad, salvo,  quienes se amparan en  la ignorancia.  Rechazamos la improvisación y la retórica trillada tan en boga y puesta en práctica por los políticos que ejercen la tal función en el País, porque ella desmerece y va en contra  del mejoramiento hacia la excelencia en la calidad de vida y la cultura colectiva de superación.  No queremos ideologías impuestas, ni dogmas para educar sin libertades ciudadanas. No propiciamos posturas filosóficas de interpretación porque estamos del lado de la ciencia. Combatimos a quienes contrarían los avances que proporciona la Investigación y el Desarrollo y la Ciencia y La Tecnología (ID y CyT) contraponiendo soluciones pragmáticas probadas en otras latitudes como vía expedita para superar el estancamiento involutivo que nos agobia por causa de quienes hasta ahora han fracasado  en sus responsabilidades para lograrlas. Rechazamos y combatimos el lenguaje y las actitudes populistas y demagógicas entronizadas sin excepciones de manera radical en el ámbito político del País. No queremos Populismo,  porque es estático e intervencionista. Su propósito mayoritario es conducir y sumergir a las masas en un letargo efímero o transitorio de bienestar social.  Y no queremos demagogos,  porque es bien sabido como utilizan la retórica emotiva para crear esperanzas que lucen expectantes y atractivas. No queremos una masa embelesada y frenética acostumbrada a la dádiva que recibe con jolgorio, y rechazamos rotundamente a quienes con responsabilidades políticas las esgrimen bajo el subterfugio de verdades necesarias,  para engañar a todos. 
Este panorama desolador y avieso va de la mano con un componente militar que devino en cívico,  para contrarrestar la homogeneidad cultural del venezolano contemporáneo que logró el arraigo de importantes valores democráticos, en un período costoso de varias décadas. Dicha irrupción militar en el campo civil,  generó una sociedad dividida bajo la égida maquiavélica de degradar a los  partidos políticos. En poco más de tres lustros, la carga antidemocrática que desde el régimen autocrático existente ha recaído sobre una generación de jóvenes venezolanos,   ha permitido sembrar en muchos de ellos, valores contrarios a  los de la escuela cívica y moral. ¿Acaso es el chavismo un signo cultural democrático? ¿O por el contrario, un remedo de los valores en democracia? Lo cierto es que el daño existe bajo la mirada complaciente del colaboracionismo y las soluciones se tornan más difíciles de afrontar. Porque no basta la comprensión del problema ni las interpretaciones del tema en positivo, para encontrar vías que enmienden la brecha generacional que escinde la sociedad. Es imprescindible crear conciencia de grupo en los estratos más civilizados de la sociedad.  Porque la fuerza decisoria de lo que está ausente,  es una fuerza de civilidad y de valores. Si no se logra interiorizar el pleno convencimiento sobre esta dolorosa interpretación, difícilmente los cambios colectivos benéficos y sustentables puedan llegar en el corto o el mediano plazo. Y eso sería lamentable para las generaciones con porvenir,  que pudiendo gozar de tales beneficios,  sean también condenadas a perder las valiosas oportunidades que como País, nos fue legada,  y que hoy se marchitan ante la mirada cómplice de quienes las destruyen,  o de quienes permiten destruirlas. 
UN PLAN PARA LA REGION.  LA POLIS.
Rechazamos el exacerbado maniqueísmo que sobre la inclusión y ayuda social se ha pretendido entronizar en la sociedad como un sistema permanente y necesario. Es indispensable poner orden en casa. Primero lo sustantivo. La casa. El entorno urbano; que en nuestro caso,  es caótico;  por llamarlo de alguna manera,  y tiene condición de inservible.
 “Si te acostumbras a vivir en un chiquero, terminarás formando parte de él.”
Hay que rediseñar el casco urbano y el conjunto de sus periferias perimetrales habitadas en desorden por millares de ciudadanos abiertamente desprotegidos para ejercer y gozar de las prerrogativas que otorgan sus derechos en absoluta libertad.  De manera tal que los recursos para alcanzar la suficiencia sustentable en los ámbitos  ambiental, económico, político y social, sean no solo posibles, sino equitativamente excelentes.  
Nunca en Nueva Esparta alguien ha hecho algo por controlar, purificar, medir o calibrar la calidad del aire que respiramos. En el año de 2011 (febrero-diciembre) por espacio de once meses en el Ambulatorio de Macho Muerto en el Municipio García se recopiló una estadística en la que se presentaron 325 casos de AMIGADALITIS AGUDA; 312 casos de FIEBRE; 410 casos de RINOFARINGITIS; 120 casos de BONQUITIS AGUDA; 45 casos de LEUCORREA; 115 casos de FARINGITIS AGUDA; 31 casos de RINITIS ALËRGICA; 73 casos de CRISIS ASMATICAS;  43 INFECCIONES URINARIAS; 345 casos de DIARREAS; 55 casos de NEURALGIAS;  17 casos de ANEMIA;  18 casos de virosis y otitis, 32 casos de SINUSITIS AGUDA;  21 casos de NEUMONÍAS; y 17 casos de DERMATITIS.
Fueron MIL NOVECIENTOS SETENTA Y DOS los casos atendidos en consultas sobre enfermedades infecto contagiosas. Este es un pequeño centro de asistencia de salud pública donde acuden personas de pocos recursos. Pues bien, las mismas calamidades médicas, continúan afectando al grueso de la población clase media que habitaba y aún habita en esa gran porción de territorio que va desde el río el valle, arrancando en el vertedero de basura El Piache, e incluye múltiples urbanizaciones a ambas lados de la autopista Juan Bautista Arismendi hasta el aeropuerto. Pero no solo son los aires mefíticos del Piache los agentes infecto contagiosos que contaminan el aire que respira la población que habita esos lugares, son además los agentes tóxicos que emanan de los millones de litros de gasoil que se queman desde la Planta Luisa Cáceres de Arismendi, enclavada desde hace muchos años en la vía hacia La isleta del Municipio Mariño, donde se produce el setenta por ciento de la electricidad que se consume en la isla. Dióxido de carbono y Oxido Nitroso, que son gases altamente contaminantes, son solo dos de los múltiples agentes tóxicos y venenosos que se desprenden de la quema de ese combustible. ¿Quiénes han hecho algo,  por lo menos en preocuparse,  por medir los niveles de concentración de estos agentes nocivos a la salud del pueblo que vive y visita Margarita? ABSOLUTAMENTE NADIE. Nos estamos refiriendo al AIRE. Sigamos pues solo con el aire. Desde hace más de cuatro años se instalaron al lado del Canódromo unas treinta Plantas eléctricas operadas a Gasoil en un sector totalmente urbanizado. Siguen allí y no solo nadie dijo ni dice nada que pueda determinar una acción que permita validar el aire que se respira en ese sector del Municipio Maneiro densamente poblado mientras  los casos de asma y problemas broncopulmonares se agudizan. Como si esto no fuera suficiente para encender alarmas epidemiológicas y de salud ambiental, se sabe que los lodos de las lagunas de la Planta de tratamiento de los Cerritos, como cualquier otra planta de estas características, contienen millones de bacterias en estado latente. Ahora, lo más alarmante es que esos lodos una vez secos se volatilizan y son ricos en una especie de hogos conocidos como Aspergilium, que una vez que penetran el sistema respiratorio en humanos, causan complicaciones bronquiales y pulmonares de pronóstico y una enfermedad que puede ser mortal, la Aspergilosis. Esta enfermedad produce enquistamientos pulmonares.  Es sabido que el diseño de quienes construyeron esas lagunas no tomaron en cuenta la trayectoria de los vientos (siempre del noreste) ni pensaron que algún día, como en efecto ya sucedió, esas zonas no pobladas al oeste de las Lagunas iban a estar habitadas por millares  de personas que hoy se encuentran afectadas porque las construyeron en el lugar menos indicado.  Es inaplazable abogar porque al menos con carácter de obligatoriedad, el aire de Margarita sea monitoreado. ¿Acaso no son razones suficientemente válidas,  para exigir la solución inmediata de estos graves, innegables y demostrables males?
El sistema de obras hidráulicas sanitarias (cloacas) hace muchos años que colapsó. Cada rincón poblado de la isla tiene su caudal emblemático de aguas negras surcando una calle, frente a una escuela o dispensario médico, o inundando una plaza o una cancha deportiva. En Porlamar y Pampatar hay sitios “ejemplares”. Las Casitas de Pampatar. Los Cocos y Ciudad Cartón. Guaraguao. Los desarrollos habitacionales circundantes en La Caracola. Playa Moreno y Circulo Militar. Toda la Playa Bella Vista. La cloaca al descubierto (sin tapa) hace más de dos años en la redoma de Los Robles frente al Liceo Augusto de León, por donde semana tras semana fluyen aguas negras fétidas sin que nadie se inmute. Los cuatro puentes (4 de mayo-Fajardo-Díaz-Velásquez) sobre la inmundicia del Río el Valle en pleno casco central de Porlamar. La siempre inoperante y defectuosa - frente a Venentur - estación de bombeo de la Auyama en plena avenida Bolívar. Como antesala a la laguna descomunal (150 mts) que se forma cada vez que llueve en la misma avenida Bolívar frente al C. C. AB. Podría seguir enumerando una lista casi interminable porque no existe un solo lugar en la isla que no escape a problemas graves de drenajes adecuados y servicios sanitarios colapsados. Aricagua, El Tirano, las Lagunas de Los Mártires y de Las Marites, deben ser sumados a estas listas vergonzosas. Son sectores y lagunas colapsadas por las descargas de aguas negras, y por la inoperancia de los sistemas sanitarios y escasez consuetudinaria de agua. Esto es solo un paneo tratando de  demostrar de alguna manera lo que tenemos por delante y lo difícil que nos ha resultado a los venezolanos sembrar el petróleo. Y como aquí también el atraso y la involución estremecen a Margarita. En Nueva Esparta, ante la ignorancia,  somos paladines del estancamiento  sin vacilaciones.  Al inicio  referí una frase que reza: “Si te acostumbras a vivir en un chiquero, terminarás formando parte de él”.  
Nada se ha perdido que no pueda ser rescatado o enmendado. Me parece la respuesta adecuada al axioma anterior.
El primer paso tiene que ser hacia una perspectiva que ilustre a los más conspicuos a entender que sin agua no es posible ni siquiera merecer excelencia en la calidad de vida. La  precaria dependencia de tierra firme del Turimiquire y Las Clavellinas, debe ser subsanada de manera definitiva por vía de Las Plantas Desaladoras.  No quiero extenderme en este tema porque además de complejo es muy técnico. Solamente añado que el primer inconveniente de las Desaladoras, era el excesivo coste por consumo de electricidad para operarlas. Sin embargo hoy día (a partir de este año) ya tenemos gas por tuberías que abaratarían los costos de manera ostensible.  Esa razón económica debería impulsar la instalación de esas Plantas de manera inmediata. Sería tal vez la mejor y excelente vía para dotar a Margarita de agua potable abundante que satisfaga la demanda a muy largo plazo.  Si creamos la conciencia sobre este tema, los más capaces empezaran a desplazar a quienes sin voluntad política ni visión para hacer los cambios necesarios, nos han mantenido en el atraso.  De igual manera, con el tema de la basura y de los tan nefastos vertederos, también el gas deberá ser utilizado en las Plantas Incineradoras.
El AIRE y El AGUA son de vital importancia para el fin que perseguimos, pero aún hay mucho más y de mayor envergadura que atender para transformar el medio físico en el que nos ha tocado vivir. Queremos que en Margarita se dejen de utilizar (quemar) los combustibles fósiles y toda la energía que se produzca en la región Insular sea Renovable y Limpia (Plantas Termo Solares). Queremos un Distrito Metropolitano que incluye Maneiro, Mariño, García y Arismendi con un Casco Urbano de la ciudad marinera de Porlamar, totalmente rediseñado, en obras hidráulicas, centros financieros, espacios verdes y peatonales para los ciudadanos donde los niños y la familia obtengan calidad excelente de vida. Transformación de las periferias del casco (Los Cocos y Ciudad Cartón) con el mismo rediseño urbano con edificios de viviendas de primera, subsidiadas por vía del beneficio que las edificaciones comerciales y financieras otorgarían. Existen modelos desde hace más de cien (100) años en Suecia y otros países europeos en que esta modalidad ha sido exitosa. Es necesario dejar de pensar en el tránsito vehicular como condición o excusa de desarrollo urbano. Le hemos dado espacio físico al motor vehicular en detrimento del ciudadano. Esa ecuación debe revertirse. Hay que humanizar los espacios donde la gente va a vivir. Mas espacios para los peatones y amplios lugares para que la sociedad en familia pueda compartir espacios abiertos y agradables en paisajismo y verdor. El trasporte urbano también es una necesidad que debe ser abordada sobre la premisa que otorgan los avances que ofrece la modernidad en ciencia y tecnología. Monoriel y trasporte rápido para enlazar las poblaciones distantes. Son solo algunas de las muchas innovaciones para el desarrollo que tenemos como retos para salir adelante. Precisamente  ahora se está hablando de construir un elevado o una vía subterránea en La Redoma de Los Robles. Tienen años contabilizando el flujo vehicular en todos los sentidos. Se conocen hasta las marcas y el peso de todos los vehículos que abordan esas intersecciones en las horas pico, los fines de semana, en temporadas bajas y altas. Los usos de los mismos si son de transporte públicos, privados, escolares, de uso particular, sedanes, 4 puertas o dos puertas y hasta convertibles. Particulares de motor pesados, de transporte de mercancías secas o con cargas anchas. Y hasta el número de vehículos de dos ruedas motos o ciclas que circulan por allí.  Han sido capaces de  contabilizar todo eso. Pensando solamente en el transporte,  y donde y como ubicarlo y “digerirlo”;  y el ciudadano que reviente. No se ha tomado en cuenta al ciudadano de a pie que es la mayoría. No se ha pensado en los millares de niños y jóvenes que estudian en las dos emblemáticas instituciones de enseñanza pública; la UE Víctor Cedeño y la UE L Augusto de León. Ya lo dije anteriormente, espacios verdes y peatonales para los ciudadanos,  donde los niños y la familia obtengan calidad excelente de vida. Esa insaciable sed de crecimiento urbano que trae tras sí el ensanchamiento, prolongación y amplitud de las vías de tránsito vehicular, han ido arrinconando cada vez más como hacia un gheto,  a un ciudadano acorralado que poco a poco sufre y vive en carne propia, la ciudad que se tragó los espacios que anteriormente le brindaban confort. Ahora las aceras, plagadas de huecos,  son reducidos espacios donde es peligroso deambular porque los carros pasan raudos y veloces poniendo en peligro la vida de los peatones. Esto es lo que NO QUEREMOS y necesitamos revertir.
No pretendemos la imposición de una fórmula mágica como si se tratase de un patrón fijo o una receta inequívoca para lograr la excelencia en la calidad de vida de todos los ciudadanos, porque no existe una respuesta única y no es por decreto como se determina. 
Es necesario llamar la atención sobre ciertos factores que han incidido en la formación del estado involutivo que nos agobia. A saber: El Insularismo. Los procesos selectivos ausentes, como los de la Meritocracia. La Voluntad Política. La creación de la Institucionalidad en Políticas Públicas para la Sustentabilidad. Y el Estancamiento cultural.  Si verdaderamente queremos “levantar cabeza”, estas son solo algunas de las variables enraizadas, negativas o ausentes,  por corregir y/o enmendar. Sin voluntad política la sustentabilidad no puede ser llevada a la práctica, porque si la sociedad no interioriza voluntariamente la comprensión de los cambios necesarios  en plena libertad y con actitudes positivas hacia los valores y principios, es imposible desterrar la involución presente. Estamos inmersos en un proceso de estancamiento generalizado. Y quien se estanca,  no solo no progresa sino que involuciona. Es por ello indispensable fraguar en libertad para todos los miembros de la sociedad, una gestión pública encausada en las cuatro (4) variables medulares de la sustentabilidad.  La ambiental, le económica, la social y la política. Y todo ello comienza como dije al principio, por el ordenamiento de la casa.
Sin agua abundante. Sin obras hidráulicas de envergadura. Sin un transporte masivo moderno. Sin Plantas Desaladoras. Sin Energía Limpia. Sin Incineradoras para un Plan basura cero. Sin un rediseño de toda la infraestructura para un Distrito Metropolitano capaz de brindar sustentabilidad en la calidad de vida de todos sus habitantes, nada será posible. Hacia allí es que hay que marchar. Esa tiene que ser la orientación de los Planificadores del futuro. No existe otra vía mejor para el desarrollo sustentable.
Esa es una de las razones, tal vez la más dramática, por la que los manejadores de la política local evaden estos compromisos sin afrontar estas soluciones.  Las más de las veces suelen calificarlas como  “sueños”, “utopías”  o “no viables”. El motivo es simple, no están aptos ni califican intelectualmente para el tratamiento de estos temas ajustados a principios modernos en ID y  C y T. Una ignorancia supina los hunde en el atraso, con el agravante de que  arrastran con su torpeza,  a toda la población que debe  sufrir soportando las carestías por cusa de estos oficiantes ineptos.  No han podido ni permitido llevar a la práctica propuestas ya probadas,  que están dando frutos en otras latitudes,  muchas de ellas, ni siquiera consideradas.
En definitiva. No somos portadores de ideas o dogmas filosóficos ni doctrinarios.   La causa motora de los males que hoy agobian a la polis es el haber permitido que en tan poco tiempo,  quienes tuvieron la oportunidad de hacer una Ciudad Sustentable abundante en excelencia en su calidad de vida para todos sus habitantes, la hayan convertido  en un enorme rancho, y aún se piensan y pretenden que les aceptemos que lo están haciendo bien. 
Queremos despertar conciencia en los ciudadanos más conspicuos, porque sabemos que existen y están dispuestos a reemplazar a los manejadores oficiantes de siempre. Es a ellos a quienes, pedimos hagan posible la corrección de estos entuertos mediante la aplicación de soluciones acordes con la globalidad y la modernidad hacia el futuro.