viernes, 27 de diciembre de 2013

UN DISCURSO DE CLAUSURA en el año 1991 ...



DISCURSO DE CLAUSURA DE LAS XXXV  JORNADAS NACIONALES DE LA SOCIEDAD VENEZOLANA DE ANATOMÍA PATOLÓGICA
                                                                                                    Diciembre, 1991.
          Tres de mis queridas colegas, encargadas del Comité Organizador de estas Jornadas de la Sociedad Venezolana de Anatomía Patológica, me escribieron una carta hace un mes, instándome a decir unas palabras y me pidieron de manera especial que tratara de expresar un mensaje de optimismo. En la Venezuela de hoy, este pedido es casi una quimera utópica, pero yo hice un esfuerzo por complacerlas, entre otras cosas porque las quiero mucho y por ello, escribí estas palabras que resumen algunos de mis deseos referidos a nuestros jóvenes patólogos...



         He pasado un rato buscando ideas gratas y me ha tocado el ponerme a pensar en que ya tengo más de dieciséis años viviendo aquí en Caracas y que de donde yo vengo, que no es de mis soledades, hace ya casi treinta años que me inicié como patólogo. ¡Son unos cuantos años! Por eso, en este momento, más que decir lo que pìenso, debo expresar lo que siento...



         Por extrañas circunstancias del destino, (pudiera parecer un desatino revolver tantos recuerdos en penumbras), pero así fue, hace años ya que me alejé de la tierra infeliz de los palmares, donde a lo lejos está esa luna que se encumbra y un cielo azul de porcelana alumbra, y en el lago, la onda medio caliente, entumecida, coronada de espuma, continúa soñando melancólica. Apartado de aquella extraña medianoche de las regiones índicas, he vivido mirando al Avila empinado, entre edificios, humo y algunos techos rojos y hasta una blanca torre y al fondo las azules lomas que aún muestran bandadas de tímidas palomas; entre el follaje exuberante, hay ahora, diminutas ranitas silbadoras y en un instante ellas provocan que la noche gire en el cielo y cante. Todas estas cosas me hacen reflexionar y me pregunto  si en este andar cotidiano por el trillado sendero de la ciencia, no habrá llegado para mí el momento de regresar... Resuenan en mi mente las estrofas del bardo, aprendidas en mi bachillerato caletrero por la gracia de Dios. “Es tiempo de que vuelvas, es tiempo de que tornes”...

         Los afanes, las cuitas y la faena del diario trajinar, frecuentemente nos impiden meditar un rato y algunas veces, hacer introspección, reflexionar, es necesario y además es grato. Pienso que existe en esa entrega a la vida académica, a la obsesiva lucha por la investigación, al amor desmedido por la Universidad y al hecho de convivir con quienes año tras año salen de nuestras manos, una parte vital de mi renuncia al lar. Son muchos jóvenes los que hemos amasado queriéndolos moldear como patólogos, presentándoles quijotescas opciones, enseñándoles, en una pose a veces francamente anormal, el cómo renunciamos un poco a lo que antes quisimos en pos de un ideal y desbarato encajes para tomar a cada rato el hilo de sus vidas, hebras que se entrecruzan, telaraña de hilazas, como las describiera en Rayuela Cortazar, y regreso al despertar del sueño, para en un socavón tener la dicha cierta, de que me estoy bañando en la savia de mis discípulos, como Sigfrido debajo del dragón, sin hojarascas interpuestas...
           I es que hoy en día parece estar vigente más que nunca, aquello que nos dijera Andrés Eloy:
“Lo que hay que hacer es amar lo libre en el ser humano, lo que hay que hacer es saber alumbrarse ojos y manos y corazón y cabeza y después ir alumbrando.
Lo que hay que hacer es dar más, sin decir lo que se ha dado, lo que hay que dar es un modo de no tener demasiado y un modo de que otros tengan su modo de tener algo. Trabajo es lo que hay que dar y su valor al trabajo”.
Aquí, en el trabajo, he tenido la fortuna de cosechar a la sombra de nuestra querida Universidad Central y con un grupo de patólogos soñadores, los frutos de muchos jóvenes médicos, sus triunfos, sus avatares, el padecer sus pesares, queriendo en todo momento disipar sus nubarrones, que llegan solos, con frecuencia cuando estudiantes y después en el correr expectante de sus vidas, esos ríos que van a dar a la mar, porque hay días de resaca, y en ocasiones las corrientes pueden ser tumultuosas, y no obstante, es allí donde está lo estimulante, en el saber que tras de cada nublado hay un lucero y que aunque se doblegue por la ruda tormenta sacudido, florece hasta morir el limonero...
           Florecer es amar. Nuestras vivencias de la especialidad, no difieren de las de los patólogos de la América hispana, desde México hasta la Patagonia, incluyendo al Caribe y a Centroamérica nuestros problemas terminan siempre siendo variaciones sobre un mismo tema. Tal pareciera que necesitamos regresar al Arielismo de Rodó al observar ante nosotros el avance desmesurado del pragmatismo, el brillo de los ídolos del norte, y esa anhelante persecución por los bienes materiales, cuanto valen los riales?, y sentimos la moral claudicante en desmedro de la vida interior. Ante los embates de Calibán, las ideologías derrumbadas parecieran estar como la sombra del cuervo de Edgar Allan, ellas del suelo quizás nunca se levantarán... Pero, hay que tener fe. ¿En que y porqué? Vuelvo y repito. Florecer es amar. Año tras año, al escuchar el murmullo de la germinación, en las Jornadas, al ver trabajos de investigación que surgen de la nada, al escuchar a algunos de nuestros residentes, al sentirlos progresar año tras año, al despedirlos en diciembre, pareciera que son algunas veces tiernos brotes, flores que se abren, y son esos retoños, los que cada vez hacen parecer más cercano ese ideal que uno tiene en la mente...
Yo voy a decirles lo que yo quisiera, muy sinceramente...
          Yo quiero patólogos que todo lo indaguen, que entiendan de historia, que aprecien la música, yo quiero patólogos que todo lo sepan, que sientan el soplo de la poesía, que escuchen a Mozart, a Bach y a Ilan Chester, que todos los días cuando lean la prensa les duela la patria, que al diagnosticar un tumor muy malo, de esos que no saca cualquier cacha e palo, tengan siempre en mente que ustedes trabajan para ese paciente, sin falsos alardes, sin echonerías, estudiando mucho, con tanto tesón y tal gallardía que en todos sus actos se irradie alegría.
            Patólogos quiero que bien se conozcan nuestra geografía y la idiosincrasia de nuestras regiones, que capten del hombre común de esta tierra de gracia sus entonaciones. Yo quiero patólogos que sepan de beisbol y literatura, que tengan buen juicio haciendo el diagnóstico diferencial entre Omar Vizquel y Luis Aparicio, que capten como un testarazo de Hugo Sánchez es una cosa tan hermosa como una salpingitis ístmica nodosa y que si han de enfrentarse con un tumor que es grado III, lo sepan precisar como si fuese una canasta triple del mago Sheppard, ves?
         Quisiera patólogos que se entusiasmasen y se llenasen de emoción al ver publicados los resultados de sus trabajos de investigación, que les guste Chaplin, Agua Santa y la Bassinger catira y que disfruten por igual de una película de Bertolucci que de un filme de Kurosawa Akira; que consideren de los escritos de Santa Teresa, su mística grandeza, de van Gogh el colorido de su cielo arlesiano con todo y el dolor de sus retorcidas encinas y castaños, y que de Héctor Battifora sepan reconocer los ocres tonos de la diaminobencidina; que sean unos propios expertos en dar buenos diagnósticos, que sepan de estrategia, de terapéutica y un poco de logística para que semanalmente discutan y relean la columna de Alexis Márquez sobre nuestra lingüística.
         Quisiera patólogos que se encanten repasando los textos de Asturias, Lezama Lima y Alejo Carpentier, que no solo disfruten a rabiar con el Robbins y el Anderson y el Enzinger y Weiss, que gocen por igual con Carlos Fuentes o con el Gabo García Márquez y que también, pues claro está, se lean el Baltzakis, y de memoria, bien caletreadita se aprendan la Santa Biblia de Juancito Rosai. Confío en que logren entender la austera prosa de la doctora Dallembach, ojalá que en el Delta, vean sonriendo el reflejo de las casi setecientas palmeras que plantó José Balza y que tras sus largas medianoches de vídeo, reconozcan al mago de la cara de vidrio que creó Eduardo Liendo, que sientan palpitar la inmensidad infinita del Unare tal y como la viviera Armas Alfonso, y les alcance el tiempo para tener el goce de releer a Uslar  y al maestro Gallegos, volver sobre Canaima y Doña Bárbara, una por una, y así también quisiera que tuviesen la suerte de disfrutar de la amistad sincera de nuestro hermano mexicano Mario Armando Luna, que conozcan a Ayala y a Nelson Ordoñez, al singular Carlos Bedrossian y a varios de nuestros famosos vecinos colombianos como Carlos Restrepo, a Salazar y a Pelayo Correa, y que sepan que de los patólogos latinoamericanos, el chivo, o sea, el gran gallo, sigue siendo y será el gran maestro Don Rui Pérez Tamayo.
           Yo quisiera tener muchos patólogos cantantes, pero no de esos que solo lo hacen en sus regaderas, no, yo digo de los que pegan lecos con emoción sincera y a quienes siempre les sale su coro como un eco, patólogos que hagan vibrar un aria igual que una ranchera, o un suave valsecito peruano, que disfruten tanto de un cuatro o una bandola como del escuchar un concierto de viola y que gocen con un pasaje o un joropo, o una gaita de cualquier buen zuliano, y claro está, también de un buen polo coriano, que igual les guste el teatro de Breth que el de Ibsen o el de Cabrujas el brillante maestro, que se vuelvan expertos en la llamada salsa erótica, hasta que aprendan tanto como el doctor Mujica, el nuestro, a percibir los encantos de la ópera.
         En fin, quisiera ver a los patólogos diciendo lo que sienten, gritando lo que quieren, que sean contestatarios, luchadores sociales, no quiero verlos encerrados en los sótanos de los hospitales; que entiendan que el secreto de la felicidad estriba en querer con pasión su trabajo y decir todo el tiempo la verdad; que limen las aristas, que pulan asperezas... Que perciban y conozcan de frente las luchas, los pesares y las grandes desdichas de nuestros inocentes y sufridos ciudadanos y que por ellos batallen sin desgano, les ofrezcan su mano para modificar tantos entuertos como se ven en el entorno nuestro... Hay un detalle en el que quiero insistir: al patólogo, nunca le estará permitido mentir. Debe ser vertical y sin dobleces, sin verdades a medias, sin mentiras piadosas, sin titubear ni pensarlo dos veces si es necesario reconsiderar una opinión juiciosa.
         Concluyo esta jerigonza, transformada en interminable letanía y no estoy muy seguro todavía si complací el deseo de mis queridísimas colegas, de no ser regañón y pesimista al hablar un poquito sobre como yo siento y veo nuestra patología. En el fondo de todo, mis más caros deseos son para que nuestra especialidad sé enrrumbe por una senda de perfección  gracias a ustedes, los patólogos jóvenes quienes tienen todo el futuro frente a frente, ahora, cuando ya estamos casi finalizando el siglo XX, con un ejercicio de la especialidad cada vez más decente, el cual se hará una realidad cuando nosotros mismos consideremos a nuestra profesión con mucho más cariño del que le profesamos, cuando repletos de optimismo avancemos por el claro sendero de quien asume con valor sincero, que lo importante es trabajar con amor verdadero, no solo dedicados a la investigación o a hacer diagnósticos certeros, sino a ser más humanos todavía, para poder sentir y vislumbrar como en la madrugada, bajo un cielo preñado de luceros, florece cada día, en el solar de cada quien un limonero.


De Luis Perozo Cervantes "No sabría cómo explicarlo"



No sabría cómo explicarlo…
No sabría cómo explicar mi descontento con lo que se ha venido a llamar “la revolución bolivariana”. Haber nacido en 1989 me pone en desventaja empírica ante muchos de mis compatriotas. No conocí el Muro de Berlín. No conocí la caída de Allende. No conocí la pacificación, ni la integración de la guerrilla a la vida política nacional. No estuve en Caracas cuando cayó Pérez Jiménez, ni estuve en la Avenida Urdaneta cuando bajaron los cerros a saquear en el Caracazo, mucho menos vi a Carlos Andrés Pérez enterrar con sus propias manos a los miles de hombres y mujeres asesinados esa noche. Para ser sincero no tengo ningún recuerdo propio de Carlos Andrés Pérez. Tenía tres años cuando sucedió la insurrección militar del 4 de febrero de 1992, donde el Teniente Coronel Hugo Chávez, pronunció esa promesa que lo llevaría a la presidencia: “Por ahora los objetivos no han sido cumplidos”. Tengo un recuerdo, propio y televisivo: soy yo en el cuarto de mi casa, con el primer televisor que mi papá compró, en el 1996 o 97, un Samsung de 20 pulgadas: las colas de los ancianos en el banco reclamando su pensión de miseria, y después el sonido de la cadena nacional y el chuchumeco presidente, Rafael Caldera (el hombre más preparado para ser presidente de Venezuela en sus mejores tiempos, no en esa época), casi babeándose sobre el micrófono, para que después, su hijo, Juan José Caldera, interrumpiendo a su padre, el presidente, y terminará de leer el discurso que el viejo no podía.
Recuerdo un afiche de Hugo Chávez, donde parecía Rambo, que mi tío Natalio Perozo, guardaba celosamente bajo el colchón de su cama y que mi abuela no le permitía sacar. Recuerdo al presidente Caldera presionando el botón para demoler el retén de Catía, símbolo de la tortura.
Tengo una desventaja empírica, que me ofrece libertad de conciencia.
Cuando Hugo Chávez ganó las elecciones, de 1998, yo estaba aprendiendo a jugar ajedrez, gracias a mi difunto tío-abuelo Juan Marín Barrios. Tengo muchos recuerdos de esa época. Por ese entonces nos estábamos mudando a nuestra casita: lejos de las medianas comodidades hipotecadas de casa de abuela. Fuimos a perdernos en un lugar desierto y desasistido del oeste de la ciudad, donde los ventarrones se llevaban el techo de las casas; donde había que vivir encerrado porque la tierra entraba y convertía en barro. Los primeros meses en mi casa (la casa de mis padres), ahora que los recuerdo, fueron terribles: no teníamos ventanas, no había agua potable, todos dormíamos en un mismo cuarto y las culebras buscaban refugiarse en lo seco de la casa después de la lluvia: solo teníamos dos vecinos. Hoy día mí casa está en un sector popular consolidado, con casi todos los servicios públicos (menos el gas y el teléfono), han pasado largos 15 años.
Mi primer trabajo lo tuve a los doce años de edad: era el encargado del aseo, los fines de semana, de los baños públicos en la Vereda del Lago (el único parque metropolitano de Maracaibo, a una hora de viaje de mi casa en transporte público). A esa edad empecé a admirar a Hugo Chávez. Vale la pena decir que desde 1998, hasta el 2002, su gobierno fue solo un juego de cartas con la burocracia instalada por los partidos hegemónicos de país: Acción Democrática (AD) y el Comité de Organización Política Independiente (Copei). En el 2002, después de la aprobación de la constitución en el 2000, Chávez logró zafarse de las luchas por lo formal y aplicó el primer paquete de leyes relativamente revolucionarias (también empezó a hablar de “Revolución Bonita”): la más importante, la ley de tierras, que tocaba los intereses de todos los terratenientes del país. Venezuela era el segundo exportador de Café de Suramérica, también tenía importantes ingresos por la exportación de cultivos como cacao, plátano, leguminosas y otras frutas: todo esto lo sé, porque en 2003, después de más de 15 años interrumpidos de estudios, mi padre Luis Antonio Perozo, alcanzó el título de Ingeniero Agrónomo.
Por aquellos días le llegaría la muerte al primer novelista que leí en mi vida: Arturo Uslar Prieti. Se usó mucho su nombre para alabar la ley de tierras, por su famosa frase “hay que sembrar el petróleo”. Hoy en día, todos estos rubros: más el arroz, la azúcar, las carnes, y otras fuentes de alimentación, en su porcentaje mayor, deben ser importados, porque la producción nacional no da abasto para, apenas, poco más de 30 millones de personas. Pero la ley de tierra no tiene la culpa. Realmente es una buena idea que una persona no pueda ser propietario de más de cinco mil hectáreas de tierra. (Aunque evidentemente, hay gente que aún posee extensiones similares). Yo soy de los que creen que la tierra no debe tener dueño. Ni siquiera debe ser del estado. Eso me hace recordar un cuento de Juan Rulfo.
Entre 2002, 2003 y 2004, Chávez enfrentó sus más grandes pruebas; menos mal que se libró de sus peores asesores (hablo de Luis Miquelena y compañía) y se acercó a un hombre que sabe mucho de derrotas y siempre soñó con ser presidente de Venezuela, como José Vicente Rangel. Creo que sin la sabía conseja de Rangel, Chávez no habría resistido el paro petrolero y mucho menos el golpe de estado (que siempre he creído fue un autogolpe). Fidel Castro jugó un papel importantísimo en el periodo 2004-2006 de su primer mandato. Allí nacieron las misiones sociales.
Las Misiones son la respuesta a su imposibilidad de activar el aparato público. Ante un ministerio de educación deficiente e infestado de gente en su contra, trajo a los cubanos para impartir un sistema educativo por medio de videocasete de VHS: Misión Robinson, Misión Ribas, Misión Sucre (Primaria, Segundaria y Educación Universitaria). Ante la situación crítica de nuestros hospitales y ambulatorios y contra el orden constitucional que pedía la descentralización de esas funciones del estado central, creó la Misión Barrio Adentro, y construyó ambulatorios médicos en todos los barrios de Venezuela: con arquitectura cubana y médicos cubanos. A ocho casas de mi casa hay uno. Recuerdo con mucho cariño a la doctora Milagros, que fue muy amiga de la familia, y siempre nos contaba las penurias de la vida cubana, con su actitud enérgica y alegre. El gobierno fue eficiente en dos años. Y el dinero del petróleo se convirtió en inversión social. El bienestar era evidente. La corrupción no había dañado aún el sistema, como si había afectado a las estructuras clásicas del estado, que era, en su mayoría, inoperativo.
En ese entonces tendría 15 o 16 años, y era chavista. Había fundado en mi comunidad una escuela de ajedrez llamada José Raúl Capablanca y tenía quince alumnos, a quienes atendía gratuitamente. Fui fundador de uno de los primeros consejos comunales de mi ciudad, cuando apenas la ley de consejos comunales era un germen. Estaba orgulloso de todo. Recaudamos y fundamos la Casa de la Cultura Luis Hómez, con el aporte de la constructora PROVECA (que había construido la avenida principal del sector, y de la cual le tocaba el 8% a los consejos comunales). Meses del pues sufrimos nuestro primer golpe: se nos aprobaron recursos para tres proyectos: Escuela de Danza, Taller de Muñequería y Programa de Huertos Familiares. Cerca de mil millones de bolívares (antes del cambio, hoy será como un millón de los bolívares fuentes) a través del CONAC (Consejo Nacional de Cultura). Hubo un desembolso para la Escuela de Danza; después nos arropó la disolución del CONAC, y nuestros recursos aprobados, se perdieron el bululú administrativo de la eliminación de un brazo del Ministerio de la Cultura. Hoy día nuestra Casa de la Cultura está cerrada por falta de presupuesto.
Me he desviado un poco: mi experiencia con Chávez fue de contundente apoyo, hasta el año 2007, cuando se hizo la primera propuesta de reforma a la constitución, donde había maquillado la reelección presidencial indefinida entre una cantidad de excelentes y revolucionarias propuestas, como la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo, el seguro social gratuito para todos los mayores de 60 años o la legalización de la mariguana. Chávez perdió en esa oportunidad por poco más de uno por ciento. Había comenzado yo a estudiar letras, era ya mayor de edad y por lo visto mis sospechas de que el PSUV (partido creado por el conjunto de partidos que apoyaban anteriormente a Chávez, que fue la estrategias política que le hizo tener un victoria elevada en 2006) solo estaba interesado en la reelección de Chávez era cierta: se convoco en 2008 un referéndum para enmendar la constitución con un solo punto. Las demás propuesta fueron olvidadas, y algunas, han sido recicladas para beneficiar a los miembros del partido, a través de leyes por decreto. La única intención de reformar la constitución era mantener a Chávez en el poder.
El periodo 2007-2012 estuvo lleno de propuestas en la campaña política: Venezuela sería una potencia si éstas se cumplieran. Por el contrario, el acercamiento con Cuba y otros países donde las elecciones no se hacen por voto universal y directo, fueron haciéndose mayores. La generosidad del pueblo venezolano se hizo enorme en este periodo. Y Llego la debacle: la enfermedad del líder. Durante seis años, todas las propuestas del estado fueron pospuestas, primero por los referéndums de Reforma y Enmienda, y finalmente por el largo periodo de enfermedad. Toda la opinión pública estuvo allí. Y cada intento de mostrar los problemas del país, fueron acusados de desviar la atención a lo “verdaderamente importante”.
En este periodo las misiones se multiplicaron, su razón: el aparato público sigue siendo un monstruo inoperante. Para desgracia de las misiones, el aparato público, celoso de la efectividad de estos sistemas alternativos de gestión, las convirtió en una oficina de sus respectivos ministerios. Así llegamos a la Venezuela de 2013, con sistema de misiones tan burocrático como el propio sistema regular; pero impregnado por una falsa conciencia de clase, que esconde la discriminación reinante en el país: quien no pertenezca al partido o se le vea evidentemente cercano a otra tendencia ideológica, no debe gozar de los beneficios públicos de las misiones. Todo esto ha demostrado que la exclusión y persecución de la clase dominante caída (que puede ser cualquiera que no esté de acuerdo con Chávez) da buenos resultados: nunca tuvo más vigencia el dicho “divide y vencerás”.
La escasez es cierta: los gobiernos fracasados nunca reconocen sus errores. En 2006 se hizo mucho más evidente y Chávez sólo tuvo tiempo de acusar a los sistemas de distribución por ella, sin darse cuenta de que la falta de producción nacional, nos conducía a la inoperancia y la inflación. Como “ficticiamente” los culpables eran los dueños de los supermercados, el estado adquirió (con su grandiosa cantidad de dinero gracias al bum petrolero) las más grandes redes de supermercados del país. Igualmente, entre 2003  y 2006 el gobierno se hizo propietario de todas las empresas de producción de alimentos que pudo, creando la Misión Mercal. Entre 2004-2006 se vio que la política pública de subvención de alimentos a través de Mercal funcionó. Desde 2007, siendo dueño de todos los supermercados grandes del país, el estado acusó a los productores agropecuarios “terratenientes” de sabotear y comenzaron a decretarse las primeras misiones fracasadas: Misiones agrarias que no han levantado la producción nacional, ministros regañados, tractores iraníes arrumados, en una palabra: ineficiencia. Desde 2010, todos, todos los supermercados tienen colas (los precios de alimentos permanecen regulados), pero la enfermedad del presidente era la única matriz de opinión. Hoy, es un fiesta conseguir, a pesar de las colas, la Harina de Maíz, la Margarina, la Pasta y peor aún, el pollo; entre muchos otros alimentos desaparecidos. Vale la pena decir, que somos el mayor importador de carne de res de Suramérica, aunque parezca absurdo, ante la gran extensión de tierra que tiene este país.
La muerte de Chávez ha sido otra asquerosa cortina de humo para los problemas reales del venezolano. Hay crisis en las universidades y en los hospitales; el índice de construcción de escuelas públicas es el menor que en cualquier periodo de 15 años de la democracia representativa. El estado, más que nunca, es el mayor empleador del país. El gasto público, solo en salarios, podría comprarse con el gasto público en la mejor salud de cualquier país del primer mundo y sobraría dinero para otras áreas del hacer nacional: por encima de todo esto, está la compra, anual, de nuevo equipamiento militar a Rusia, a China y Bielorrusia; compras que nadie puede entender, ya que la soberanía reside, según la constitución, en el pueblo y no en las armas. Todos sabemos que Venezuela no está ni estará nunca preparada para una guerra. Pienso que solo son juguetes para mantener contentos a los militares venezolanos, que representaban el principal apoyo autoritario de Hugo Chávez. Muchas veces se escucha decir: El pueblo y las fuerzas armadas unidas. En una revolución que cuando tomó las armas en el 4F fracasó, y a la cual, sólo el pueblo, con el voto, logró darle el poder.
Puedo decir muchas otras cosas sobre el difunto Chávez y su gobierno, pero quisiera detenerme finalmente, en algo sumamente importante: su sistema ideológico para la nación. Lo que ellos llamaron socialismo del siglo XXI, tiene muchas similitudes con el socialismo del siglo XX, con los sistemas nacionalistas africanos y con un depravado capitalismo de estado. Las verdaderas propuestas socialistas comenzaron después de 2008 a hacer más evidentes: con la articulación de los consejos comunales y el sistema nacional de comunas, con las propuestas de redimensionar la nación y los ejes de poder: “entregarle poder al pueblo”. Su peor error: hacerlo desde el poder central y a través del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). El pastiche ideológico de este partido, más el viciado sistema burocrático de la nación, llevaron a Hugo Chávez a la frustración. Y al pueblo venezolano a una situación incómoda, donde funcionan paralelamente, dos proyectos de ejecución: el ejecutivo (el poder popular) y el constitucional (gobernaciones, alcaldías, concejalías, juntas parroquiales), en pugna o cooperación.
Con este panorama, anuncian la muerte de Hugo Chávez, el 5 de marzo de 2013; de quien se supo muy poco de realidad desde diciembre de 2012. En cadena nacional salió un enfermera jurando haberlo visto caminando y saludable. Lo mismo que un soldado. O que sus ministros exponiendo las firmas de decretos, nombramientos y devaluaciones. La muerte Chávez no ha cambiado nada en este país, porque desde que anunció su enfermedad, con excepción en la campaña política, el gobierno estuvo en manos de los mismos ministros de hoy.
Le debo mucho a estos 15 años de gobierno, porque representan más de mitad de mi vida: toda mi educación desde el primer grado de básica, hasta mis estudios de letras en la Universidad del Zulia, ha sido en instituciones públicas, gratuitas (como fue desde el siglo XIX, cuando Guzmán Blanco decreto la Educación Pública). Mi primer libro impreso, lo publicó la Fundación Editorial El Perro y la Rana, creada por el gobierno de Chávez. Así mismo, la gobernación de mi estado, hasta hace poco en manos de un partido de oposición a Chávez, fue ejecutando las acometidas de aguas negras, aguas blancas, aceras, brocales, asfaltado en mi sector. La electricidad nos llegó de mano de una empresa privada, antes de que el gobierno la nacionalizara y se detuvieran las inversiones. ¿Pero todo esto no debería exigírselo a cualquier gobierno?  ¿Cuál es la diferencia entre un gobierno de derecha o de izquierda cuando la ineficiencia se hace presente? La cantidad de millones de dólares que Venezuela ha recibido en estos quince años, solo en ingreso petrolero, supera el coste del arsenal nuclear del mundo. Las obras de envergadura del país se quedaron en proyectos, o son monumentos a la desolación. Grandes construcciones de hormigón inconclusas.
Apagones, escases, inflación, devaluación y delincuencia son algunos de los problemas que la oposición, acusada de “derecha”, ha tomado como bandera. (Todo el que se oponga a este desastre es considerado de derecha: o escuálido, o pitiyanqui, o majunche, o apátrida). La oposición propone frenar la entrega de petróleo a Cuba y a otras Islas del Caribe que no lo pagan, o en su defecto, como el caso de Republica Dominicana, que paga petróleo con caraotas. La oposición propone sincerar las cuentas petroleras y sus gruesas importaciones a Norteamérica. La oposición propone reevaluar el presupuesto suntuoso de los ministerios, que todos los años implican la compra de aviones y camionetas blindadas. La oposición propone parar la compra multimillonaria de armamento militar a Rusia y otros países. Propone volver a nacionalizar la franja petrolífera del Orinoco, la más grande del mundo, que está sectorizada por naciones “inversionistas”, pero que realmente significa la garantía de pago del grandísimo endeudamiento que tiene el país.
Pueden ser solo propuestas: pero hay un reconocimiento del problema. Nicolás Maduro, el proclamado hijo de Chávez, significa la soberbia de una falsa izquierda y la continuidad de la crisis política, económica y social. Nicolás Maduro significa que las oportunidades de cada individuo se vean aplazadas,  por una supuesta oportunidad nacional, que está signada por el abuso de poder y la falta de contraloría transparente.
Mi experiencia, como hombre pobre de este país, como trabajador y como poeta, me llevan a ser parte de la oposición, siempre, de cualquier sistema arrogante que no quiera reconocer sus errores. Y más aún, de uno que vive de la manipulación. Quiero dejarles un poema que leí en el 14 de octubre de 2012, en una actividad que llamamos “Ciudad en construcción”, en la lucha que adelantamos por la transformación poética de mi ciudad y de sus ciudadanos.

“Cuando quiera escribirle un poema a la patria
estaré en problemas
ya no sé donde se encuentra
mi país estacionado

debe ser un problema geográfico
que arrastro desde la escuela
o un síndrome de paria
una mala costumbre adquirida en la literatura
esa caja de creyones
que me hace creer en el arco iris

no sé donde hallar sus clases sociales
sus estamentos
sus campesinos o sus ricos
no sé donde se encuentran los trabajadores del petróleo
muchos menos sé
del paradero de los escurridizos artesanos
siempre tan rebeldes, tan contra revolucionarios
—digo, contra la revolución industrial—
no sé donde hallar al pueblo
ni en cual acera se encuentra la aristocracia

estoy extraviado en este país
que no deja de moverse

con sus balancines zigzagueantes
sus madres costureras
de vela y medianoche
sus nacimientos continuos
sus ríos y sus lagos contaminados

no sé si la patria está en la esperanza del voto
o en el festejo de la victoria

no distingo si las patria brinda con ron o whisky
o si toma café todas las tardes en un sitio de caché
si le gusta el jamón serrano o la sardina
si come yuca o lomito
si tiene carro o va en por puesto

quizá la patria no esté en todo eso
sino en una cédula sudada
en el bolsillo

sino en una fotografía familiar
que acompaña al inmigrante
sino en la frialdad de un recuerdo
que se niega a ser olvidado

no sé donde está la patria
Se mueve mucho
siempre sale borrosa

veo cruzar los edificios por los cielos
museos, casa curales
destacamentos de policías corruptos
cárceles llenas de niños
quizá una pensión de abuelos o un manicomio
en este país movido
todos los ranchos con palacios presidenciales
y en las esquinas oscuras los obispos venden su credo

quizá en algún callejón
reconozco la mano tibia de la patria
dando de comer a los perros
a las ratas gordas
a los caballos
secando, para los gatos, las ubres de una vaca

quizá esa sea la patria
y nosotros la golpeemos
con nuestros mocasines negros
con nuestros pañuelos que limpian la sangre
con nuestras noticias que alejan el recuerdo

este país que no deja de moverse
que me trae por los pelos
obstinado
a ver el mármol brillante de los héroes
la carcajada sonora del regente
los comensales erectos con su hambre de poder

es el mismo país que se escurre
se mueve entre las mujeres bonitas
cruza en cada esquina
cambia de nombre
va saltando de metro a autobús
de burro a tractor
de cenicero a cáncer

es el mismo país que se dializa tres veces por semana
que lleva, sin falta, el pan a los hijos
ese país cursi
que no se rinde
aunque ya el hueco sea más grande que la pared
y del tesoro público
solo quede el petróleo por sacar

este país
que no tiene otro oficio que moverse
que salta de un lado a otro huyendo de los políticos
este país
que no sé muy bien  dónde está
ya empieza a revelarse

con su zapateo tradicional
de joropo y suelas de goma

con su gaita, su danza, su tambora
su estridencia agreste

su alma llanera, su bravo pueblo
su Felipe Pirela
traficando droga a Puerto Rico

con Simón Bolívar, rico de cuna
con su José Antonio Páez, rico de tumba
con sus negros, sus blancos, sus mixtos
con su izquierda, digna, pero corrupta
con su derecha, decente, pero corrupta

con sus ocho estrellas
con su Zulia independiente
con sus barbas en remojo

este país, que se levanta
que se revela, que se arrecha
se engorila
este país
mal llamado Venezuela
va a ser un problema
cuando quiera
escribirle un poema.”

Un pequeño, dispar y fraccionario aporte de la situación política venezolana, y amarga realidad de un autonombrado socialismo, que juega con las esperanzas sinceras de lucha de América Latina, mientras conduce a su pueblo a la recesión y la miseria.
Luis Perozo Cervantes

sábado, 14 de diciembre de 2013

Nuestra vieja democracia antes de los depredadores (visión de niños)





VISIÓN DE NUESTRA VIEJA DEMOCRACIA ( AHORA DESFIGURADA POR LOS DEPREDADORES )
MIRADA COMO JUEGOS DE NIÑOS EN TIEMPOS YA IDOS, DESDE LA “TIERRA DE PESCADORES”, O DEL SOL AMADA, MAS COMO SIEMPRE  MARGINADA Y SIN UN REAL.
Jorge García Tamayo

De La Habana llegó un barco cargado de caramelos, polvorosas, besitos, templones, paledonias, calabazates, alfandoques, panelas, melcochas estirables hasta el infinito, almendras, turrones, catalinas, mejor dicho cucas, un cuquero loco y conservitas de coco y huevos chimbos y dulce de hicaco y de limonsón y suspiros, sí de todos los tamaños y de colores, con la anilina vos sabéis, y bueno, además unos bocadillos de guayaba, dulce de membrillo y de plátano maduro, conservitas de maduro y una pila, un montón, un mollejero de pirulíes, durísimos, de esos que vos te los podéis chupar durante todo un día, puyúos, amarillos, verdes y rojos, como las flores de las cayenas, como los cepillados, ¿de frambuesa?, creo que es así como les dicen a los rojos, ¿no? Tal como llegaron en sus mulas los andinos para asentarse por añales en el meollo, así en los cascarones arribó también el genovés y con él vino el florentino de nombre perdurable, desembarcaron en Macuro, ya habían guananiado bastante en la Española, anclaron en Maracaibo?, allí fondeó Don Alonso y el de la jaiba, Juan el bimba, de la cosa si, la vostra?, el trucupei de la bicha, il nostro Juanito dibujando linderos y confines. Il mio caro Giovanni. ¿Come tu diche? Las dichas les cayeron. Eran unos marineros, con Colón? ¿Juan de la bicha? ¡Pardiez Amérigo! Traes un itálico impulso que ya te digo? Cebolla, pan y un refresco de botellita. Eah!, ragazzo ¿e la mezcla? Ma veramente las crías per seculorum se desenrrollarían como unas criaturas bien buenas. Es la argamasa, quien no lanza flechas tocará el tambor, la cal y el granzón para la mezcla, ellas crecieron en todo sentido. Concretamente se volvieron de rechupete. ¡Resalao! Nuevo ideal nacional, la cuchara!, el cemento y los bloques de la construcción, todas obras para el único futuro de la nación, vinieron ellos y trabajando duro, crearon auge y progreso y con el cuatro y las maracas, con un arpa y una uña bien puyúa, se le dio su toque criollo. En ese entonces fue cuando gozábamos un bolón con la semana de la Patria, carnestolendas con carrozas y puñados de caramelos. Al finalizar la época de las rumberas, los pachucos y la militarización, todo cambió. Los niños a sus escuelas y los adultos a entender lo que es ser ciudadano!, para ese entonces sería la época cuando de la Habana llegaría aquel barco...  De la Habana llegó un barco... ¡A la jaiba sigue la guachafa! ¿Continúa el jueguito? ¡Ve pues! Llegó cargado de intenciones, solo con ellas dicen que no basta ni tan siquiera para empedrar el camino del infierno. Los asesores y los comunicadores, casi siempre mienten, se lo dicen en la oreja y los Presidentes, ellos siempre se dejan, per secula seculorum, así es y así ha de ser, desafortunadamente... Pero tranquilos, no existirán grandes inconvenientes. En ese entonces desde el comienzo, el principito, desde los propios prolegómenos fue cuando comenzó la representación magistral que conduciría al el acto final. Ya desde el inicio, el público comenzaba a ponerse de pie, vociferante, ¿acaso pidiendo sangre? Quemando etapas, una tras otra, habría de llegarse al momento de las definiciones y todo, en aquellos tiempos idos, se iniciaba con un ímpetu tal que ya no se podría dar marcha atrás.
Dónde están las llaves, matarile rile lero, dónde están las llaves, matarile rile ró, en el fondo del mar, matarile rile lero, ¿los aviones a volar?, matarile ya les dieron, ¿aeroplanos en el cielo?, matarile rile ró, palestinos en el suelo, ¿es un sueño?, ¡inación!, ¿quién los va a buscar?, matarile rile ró. De Bouillón es Godolfredo, ese nombre no me gusta, lo pondremos avechucho, matarile a mí me asusta, si parece maracucho, vos estáis de mollejón, lo pondremos Absalón, ¡igación!, ese nombre no me agrada, que lo llamen Salomón, ¡pero qué nombre usaremos?, era un presagio divino, la guerra de los seis días, pobre pueblo palestino, desmantelen los cohetes, ¿es el día?, bereberes claudicantes, ¿que querías?, los egipcios, los romanos, mahometanos, ¡Jeremías!, los cristianos, antes fueron babilonios, ¡por Alá!, ¡son el demonio! Scherezada echame un cuento... No más llantos ni lamentos, en las marismas de Gaza, las arenas del desierto, ¿cuántos árabes han muerto?, los sacaron de sus casas, Jerusalén dividida, ¡que tragedia!, es tu destino, ¡sufre pueblo palestino! Escuchemos al rabino, él señalará la clave, ¿dónde están las llaves?, matarile rile ró, en el fondo del mar Rojo, yacen tan solo despojos, los beduinos, sus camellos, ¿sus cabellos?, sus caballos de metal, perecieron, se murieron, los aviones en acción, es dinero americano, ¿dólares de la nación?, en el fondo del mar, ¿es hebraica?, judaica és, pago y gano, así sí, ¿vos veis?, y él tomó una ruta que a todos nos pareció de lo más extraña, ciertamente era poco prosaica, ¡idea tamaña!, ¡irse a vivir a un kibutz!, su familia lo esperó, durante meses, no llegó, sus amigos lo esperamos, durante años, ¡se jodió!, servir a la madre Israel, natural y procedente del barrio de la Pomona, ¡hay que ver! Mangos verdes, guásimos negros, aceitunas moradas, redondas y dulces las cotoperices, encaramarse en las matas, montados allá arriba, a comer mamones, y el olor del níspero y de los limones, miel de hicacos, dulce de limonsón, pepas de tamarindo y semillas de almendrón. Le dolía no haber vivido el holocausto europeo, ¡bolas!, era tropical, ¡pero qué lindo por lo burdo le quedó!, absurdo desvarío por una sangre que para nosotros era ajena. ¡Ni me lo discutáis! Daba pena, de verdaíta, y vos, decime, ¿hallaría las llaves?, ¡en el Arca de la Alianza sería!, y ¿vos que querías?, vivir con Jetzabel, circunciso y en confianza, con Deborah o con Raquel, mi amiguito de la infancia, ¡como se enrolló de feo!, aquí lo creíamos medio bolsiclón, en realidad no lo asociamos nunca con las hurís del profeta, ella, pudo llamarse en vez de Ercilia, Rita, o más vulgar tal vez Sara, sin la hache intercalada. Dicen algunos cristianos que de puro vivito se dejó circuncidar, ¡se anegó el Jobo! La verdad sea dicha, eran muchos los cobres, no tan solo el cuerito de la dicha, lo que sea dizque dijo el viejito, ahora los que disfrutan son los hijos y sus nietos. El olor de los pepinos, col agria, con mostaza y vino, ajos y la cebolla sempiterna, pan de centeno y el aroma rancio de la tía Elvira, por la línea materna. A míster Morris, el tabaco en la boca le cuelga, adherido a su labio inferior, fresa con crema sobre la mancha leucoplásica, la saliva marrón, comisuras de un sepia burbujeante, lo mueve, se lo traga, reaparece, lo asoma al exterior, la entonación afásica de su inglés neuyorkino y ese gesto, las palmas de sus manos hacia arriba, fabrica mil arrugas cuando sonríe, encoje los hombros y protruye esa giba, zapatos de Charlot, el pantalón manchado, judío de Nueva York. No tengo cobres, la mala situación, ¿sabéis?, eso le respondió. El pariente alzó sus hombros y la cara arrugó. Desde tu cuarto se observa el elevado, ella se despoja de su cofia de enfermera, relampaguea con destellos dorados, son las ventanillas del tren que pasa haciendo ruido, chas tras tras tras, y tú entre los libros en la penumbra amarillenta del rincón, estás sentado, arropado en la cama, envuelto en sábanas, cesará el rítmico estruendo del elevado y ella con suavidad deslizará sus medias blancas, las desenrollará y tú extasiado admirarás sus piernas que parecen de seda, de un blanco transparente, de un rosado cerúleo, colocará las medias sobre la silla donde desordenada estará tu ropa, arriba, sobre el tibio radiador depositará su sweeter de lana virgen y el gorro protector que parece un erizo de pelos, luego, suavemente sus ropas se deslizanrán y quedarán en el suelo. Ella reposa en la bañera, y escucharás las malditas cañerías que suenan anunciando el sabath, trompetas que pregonan todo el año que ese es el día del baño, y observarás con un dejo de ternura como se te enjabona tu judía, es solo tuya, es tu enfermera. Matarile en el Bronx.  Imaginate vos lo que significa que andéis buscando las llaves, bueno y de repente venga y te ocurra aquello, lo que vos sabéis, es como si dijeras… ¡Lo imposible pues!, aquello, lo que pasó cuando encima del lago, ¡chico!, se vino guardabajo el puente. ¡Mollejeichon! ¡Pero esperate! Vos te podéis imaginar lo que significa chico, ¿que se caiga el puente? Cuando vos seguro estoy de que recordaréis que uno venía y decía, ¿sabéis cuándo?, cuando se caiga el puente, y se la mantenía en aquello de que, ¿sabéis cuándo?, ¡nunca!, hasta en ritmo de gaita lo cantaba la gente, “paque vos sepáis y lo tengáis presente, Maracaibo tiene un tronco de puente”. ¡A la jaiba chico, que motrenca!, ese año, si chico, el del cuatrincentenario capitalino, ¡se viene y se esmondinga de a pabajo el puente!, y dejame decirte que eso no fue todo, guradabajo se vino también la ciudad capital, ¿vos me entendéis? ¿Los edificios? ¡Virsia chico, como galleticas quedaron!, ve qué molleja, ¡matarile!, colapsaron par coño, y era chico, que se había cuarteado la regorgalla aquella, creo que la llamaban, la falla, como que era una falla, sí, eso era, y vino y se cuarteó el Valle de Caracas y las montañas se agrietaron y se metió el mar, ¿o era que la falla venía del mar?, véis, no sé, pero sí puedo decirte que cuarteó el techo y las paredes del cuarto del hotel en la playa, en Macuto, donde una de las hijas del dueño de la Casa Tabacalera, ¿ya vos sabéis?, el mismo, bueno, ¡atendeme pues!, por poco Chela se queda en el sitio, por andar temperando, así fue. Maracucha no tempera en la playa... ¿Habéis visto?, así fue y paque vos veáis, entonces, ¿en la capital?, ¡a jaiba chico!, hubo más miedo que el siruyo, hubo damnificados por bojotes, cobijas, lluvia, porque vos sabéis, en esos casos siempre llueve que da miedo y todo se vuelve un charquero y un bululú, aquello fue como un barullo, y la gente se quedó pensando que iba a sonar otra vez el ruido, fue como un eco, una especie de murmullo en las tripas de la tierra… Así que vos véis, pero fue a vos mismo a quien se te fueron las luces, y vos, yo sé, ¡de bola que frenaste!, el puente de repente todo se te quedó vuelto una boca de lobo y tu carro se te fue patinando, se te coleó, y vos viste las luces rojas del carro de adelante, las miraste hasta que desaparecieron en el aire, y el estruendo y aquella tembladera, ¿y el freno?, lo zampaste hasta el tronco, ¡imaginate!, saltar en el vacío y no caer ni tan siquiera sobre el tanquero como el chofer de enfrente, frenar, el patinazo y venirse guardabajo desde el mero borde para ser tragado por el lago, ¡que arrechera!, y ya cayendo ver desde allá arriba las luces amarillas, y ¿los foquitos rojos de los faros traseros?, por un instante nada más, después dentro del agua fue puro glu gluglu, pero nadaste y flotaste y fue un asunto jodido de verdad, y es que era un grupo de comandos judíos, fue rejodío, te digo, ellos llegaron con la noche, la mayor parte de los cohetes ya habían sido inutilizados, desmantelados, se podían leer las indicaciones en ruso, los comentarios los harían después pero en inglés, risas en yiddish, Abraham recordaría el asunto en maracucho, aquello de que el que pega primero pega dos veces, el General con el parche en el ojo, preguntó por las llaves, allá las tienen chico, ¿en la ciudad santa?, la del muro, las llaves de la Puerta del Edén, ¿las llaves del andén?, entonces fue cuando volaron los aviones, matarile a los árabes, arenas del Sinai, murallas de Jericó, pero no me digáis vos nada, porque yo conozco algunas situaciones... En ese entonces, en lo que espabila un cura loco, cualquiera la ponía. El padre de Lucy Baines tampoco lo pensó mucho para ordenar la escalada. Él tuvo entonces que venirse, ¡la pusieron!, ya te lo decía. La guerra en su apogeo, te lo podéis imaginar, ¿y él?, recién casado, ¡que peo! Hermosa la judía, enfermera del Bronx, ojos de caramelo, de Nueva York, la de los rascacielos, a él lo llamaron a servir, ¿qué inventaría? Se pintó de colores, hechos los locos se vinieron a vivir a su tierra, huyendo de la guerra, regresar a ese suelo caliente que él mismo maldecía pues lo consideraba poblado de salvajes, ¡con todas esas!, las que mientan, sus gentes. Entonces vino y preguntó, ¿y dónde están las llaves? La respuesta estaba de anteojito, lindo y bello, será tu padre el que te allanará el camino. ¡Suerte la de los cobres!, ¿de los pobres?, ¡no jo!,  
Mambrún se fue a la guerra, que dolor que dolor que pena, Mambrún se fue a la guerra y no sé cuando vendrá, que do re mí, que do re fa, no sé cuando vendrá. Tal vez vendrá mañana, quizás, no sé, repican las campanas, ‘que hor es?, ‘las diez?, murió Juan Veintitrés. ‘Entramos en acción?, sonrió Carlos Andrés, somos revolución. Año sesentaitres, viva la insurrección, ¿vamos a la ucevé, a qué?, te lo diré, un pelo achanta, ¿La Planta?, oposición, ¿Junquito?, evacuación, no resiste un pelito, Oswald y el almacén, lo manda Romulón. Mando, ¿hasta cuándo? Asaltemos el tren. Allanamiento, procedimiento, detengan el vagón, descarrilamiento, lo lamento, se matan en Saigón, lo siento. ¡Si sabréis vos! En el sesentaidos, allá en el norte, antes de Dallas, el Presidente, les dio a los vietnamitas, pertrechos y armas hasta los dientes, miles de balas, tanques y dinamita. ¿Quien dice que no es más que una?, ¿la rueda de la fortuna? Hoja dorada, humo y una plomazón, Puerto Cabello, Carupanazo, prisión y fuga, ¿perdiste los zapatos? ¿Quien dice que no son cuatro?, ¿tres guerrilleros y un sapo? Que do re mi , que do re fa, no sé cuando vendrá. Hombres de oliva verde. ¿Eran de Mao? Raspao, Mayakoski, ¿discípulos de Trotsky?, ¡vainación!, cazas a reacción, ¿a propulsión?, ¡a chorro!, al paredón, ¿el Castillo del Morro?, helicóptero Bell 222, la capacidad máxima de un cuartico, cayó el gobierno de Dien, quedó muertico, fusil Kalashnikov. ¿Mayobre? ¿Quién es? La vieja Inés. ¿Mambrun tal vez?, pum pum... Mambrún se fue a la guerra que dolor, que dolor, que pena, Mambrún se fue a la guerra y no sé cuándo vendrá. Si vendrá por la Pascua o por la Navidad, que do re mí, que do re fa, o por la Trinidad, que do re mi, por Berckely, que do re fa, ya se nos va, Mambrún regresará. Raúl es Presidente, el hombre nunca miente, que gente tan pendeja, apliquen la corriente, los muertos bajo tierra, encontramos los dientes, el Ché se fue a la guerra. Que do re fa, alguno vencerá, ¿nos vamos a la guerra?, alguno sapiará, nos vamos a la sierra, será de Perijá!. ¿Quién dice que no son dos? Las ratas, no tienen tos. Que do re mi y do re fa, no sé cuándo vendrá. Fuer democrá populá, Domingoalbeto Rangé, Ramogimene y el ARS. ¿Vas a ganá? ¿Donde me dejá epapé, emanifiesto Iracará, vas a perdé?, que huevoná. ¿Te vas jodé? No jó, anda a peliá. Cojé efusí, tú vas a vé!, ñangará. ¿Te vaoponé? Ya va a caé, tú lo va a vé, lo puesjurá. ¿Mambrún, se fue? Pun pin, Clausewitz, el líder Ho Chi Min. Premio Nobel de paz, el negro Luther King. Pun pon, que diezman al Viet Cong. Pan pin pon. ¿Que qué?. Fan Vam Dong?, que do re mi y do re fa, nos vamó a Panamá. Seremos vencedores, nos vamos a entrenar. Fue muerto con honores, como es la huevoná?, tallón de cazadores, la arepa ta cuadrá! La navidad se acaba, que dolor que dolor que rabia, es tiempo de votá. La navidad se acaba, abstenció electorá, ¿que qué?, Mambrún no viene ya, se fue, que do re mi, Goulart cayó en Brasí, que do re fa, ñangará ñangará, ya no regresamá. Paralelo 17, no vuelve má. Echen plan de machete. ¿No llegará? La caña vá cortá. ¿Quién dice que no son tres?, ¿dos gusanos y un ciempiés? Que do re mi y do re fa, no se cuando vendrá. Que Mambrún ya se ha muerto, que dolor que dolor que entuerto, ya nadie nos engaña, estamos descubiertos, me voy a la montaña. ¿Que fue que fue?, murió Camilo Torres y nadie ha visto al Ché. Machete en la maraña, nos vamos a luchar, allí defenderemos, la hermosa libertad. Desde Humocaro a San Luis, de Tacarigua al Castillo, metidos en la manigua, sacudiremos los grillos, en esta selva intrincada, mientras que en sus guaridas los jefes, comiendo y bebiendo, se dan vida. La guerra se traga a los soldaditos, la selva se engulle a los muchachitos, no hay malos ni buenos, marchan en la espesura, cargados con peroles, hambrientos, vida dura, nos siguen digepoles. ¿Tú que has pedido? ¡Un puesto en el partido! La base popular, la hemos perdido, aquí ninguno puede manifestar. Paciencia, hoy les decretan estado de emergencia. Aniquilar, ajusticiar, es la ley, asesinar y silenciar, ¡hey! ¡Policía, caraota fría! Policía pata podría. ¿Quien dice que no son cinco, cuatro marrones y un tinto? El negro venezolano, ¿cuál es?, guerra maldita y café. Johnson se lava las manos, bombardearon a Haipong, matan a los vietnamitas, persecución, entre los mismos hermanos, tombos, guardias y vietcongos, nos salvamos de vainita, la guerra, si te fijáis es perra, ¿te duele?, lo siento, ¿vos no sabéis que en Bolivia, como quien no quiebra un plato, Barrientos, clausuró los sindicatos y por millares, recorren las montañas los militares? Mambrún se fue, je je, él volverá ja já, tu vas a vé, ¿paque varegresar?, ¿tú no lo sá?, yo sí lo sé, en casa su mujé lo está esperá, a Dió cará, ¿se fué?, hombé, que cosa seria es, Mambrú se fue a la guerra, oh no!, ¿tu mihabla de Lucí?, no tie mujé, es la internacioná, ja já, él volverá, ¿pa Navidá?, él si vendrá, Emí, no sé, ¡tú ve!, quién sá, la cosaenaturá, no pueosabé, ¿ulo vauscá?, Lucí, no Emí, ¡quién es quienstá escondí!, lo andan buscán, no sé, jalá y los partí, ja já, orales que risa me da del que je uicida ejando lo bello que tiene la vida, y me pasa mi guarapita vea, MIR; jojo, prin, jiji, FLN, ajá, ARS, je jigenez, FALN, esa culata!, chacho que dice!, FDP jajajaja, fierm, arr, atención, arrr!, carta desde el cuartel, ja!, DAR y el MIR, ja je ji, URD y JVR jujoja y otra, jajaja, Mambrún se puede regresar. A replegarse, a desbarajustarse, ¡ar coño Mambruncito!, es el destino, ¡marisco!, cobíjense, aguanten, pujen. Pero, las cabezas pensantes, ¿están presas?, a la viiiirga y entonces ¿que somos?, cabeza de ajo, de ganado, de ñame, de ñema, ¿e mamila?, caliente, ¿dura?, hueca. Atención, cuidado, creo que nos han descubierto, ¿que Mambrún ya se ha muerto?, parece ser bien cierto, si ya Mambrún se ha muerto, que dolor que dolor que entuerto, que Mambrún ya se ha muerto y lo llevan a enterrar, a sepultar, si lo echan en el agua, lo saca una piragua, atado con cadenas, que dolor que dolor que pena, comido por pescados, que dolor que dolor que enfado, los cables, alambres, llegó la policía, las gorras, los sombreros, ¡carajo ya es de día!, observa bien sus caras, son hombres de la CIA, disimulan, se amparan y ¿quién se atrevería? Occiso, sin identificar, en caja de terciopelo, que dolor que dolor que duelo, en caja de terciopelo con tapa de cristal, que do re mí y do re fa, así vamo a velo, vamoa reconocelo, ya todos callarán, ¿talvé hablarán?, y presos van, a donde irán, a punta eplan, tal vé a San Juan, a dioscará, talán talán, repicarán, talán talán. Mambrún ya está bien muerto y lo llevan a enterrar. Venimos al sepelio, lo tiene en capilla, tras luchas y batallas y guerra de guerrillas, combatir hasta el fin, abrazar con pasión la justicia, tomarla como causa, después de aquella afirmación, los ideales revolucionarios consolidados, después de... El Presidente ratificó en su cargo al ciudadano Ministro de la Defensa. Atención, firm! Presenten armm. Aplausos, abrazos, besos, también consternación, suspiros y gemidos. A discreeeción... Envuelto como un tequeño en el pabellón nacional, el duque de Malborough ensordeció ante la retumbante presencia de las autoridades, se estremeció vibrante por las salvas, el fuego chisporroteante y las cenizas rodeadas por humo blanquecino, fue naciendo en la boca de los veinte cañones y casi lo hacen estornudar. Escuchó el rumor de cientos de miles de palomas aleteando, sin misiva, torcazas al aire sin destinatario, tuptucú, ellas ascendiendo, rucptucú, remontando su vuelo, como espesa cobija alada y plumosa, el celestial cobertor nubló El Paseo de Los Próceres y lógicamente algunos corrieron asustados, era un fenómeno inusual, se desparramaron para ubicarse alrededor de las fuentes, para resguardarse como si fuesen las mismísimas estatuas de piedra, fornidas mujeres semiocultas bajo la capa de moho y algas, para guarecerse entre los jarrones gigantescos, debajo de las palmeras y de los chaguaramos, corrieron pasando sobre los helechos de un verdor exuberante y allí esperaron... Dentro del catafalco, imponente, un muerto elegante, Mambrún, aspiraba su propio denso perfume, aroma de inquilino difunto y consideró seriamente la necesidad de incorporarse, lo pensó porque sin lugar a dudas, él tenía una curiosidad natural irrefrenable, él hubiese querido divisar a través del vidrio, la facies de cada uno de los gordos truhanes de leontina y paltó levita y los de los gendarmes con sus gorras ribeteadas de espigas de oro, todos ellos con sus sonrisas empalagosas, empero lo que percibía era tan solo el tener sobre el rostro aquel pañuelo. Es el blanco lienzo, pensó, más calmado. Entretanto el cortejo marchaba y unos sollozaban y otros silenciosos, se organizaban, reculaban, hormigueaban, murmuraban ante la pira. Es por todos y cada uno de los del pueblo, los que fenecieron, y gajo pelaron, es por los que se piraron, también es por ellos... Eso comentaba la gente, otros hablaban del último deseo, lo del epitafio de Mambrún, ¿del adefesio? Indalecio con otro maracucho le sugirieron a José Alipio, una idea más a lo gocho, escribir sobre la tumba su último adiós con mil balas. ¡Ora pues! ¿Acaso no ve usted que el que se fue no vuelve? Chivo que se devuelve sesnuca. ¿Volver, volver, volver? Venga y vea, ¿acaso vuelve el polvo al polvo?, ¡quizás va el alma al cielo!... Girando ahora, la nube aleteante descendió vertiginosamente. ¡Birsia atendele que se vienen en picada! "Su cuerpo dejarán, no su cuidado, serán cenizas, más tendrá sentido, polvo serán, más polvo enamorado." Alas Alipito, ¿se me está enamorisqueando? Otro cañonazo, luego chispas, lengüetas, ¿como él?, ¿lengüeteo dice?, en volutas tenues, ascendió al morir... Ahora enfilan todas hacia arriba, un cardumen alado, hacia el fúlgido cenit disparado. ¡Soñador! Hasta quedar desecho, vuelto polvo de amor, desintegrado para el porvenir.
¿Dónde están las llaves?, en el fondo del mar, ¿quien las va a buscar?, yo que sé, ¿que se yo? ¿Las tiene Romanoff? Tendréis vos que emigrar, ¿te engañas?, te irás a las montañas, ¿te evades?, tú corres, tú huyes, tú buscas tu mañana, ¿escapas del pasado? En estos días Regis Debray ha sido procesado, te ofrecen una opción. Ahora tú sabes, te informan de chicos y soldados, ellos se hacían sacrificar, oh que desgracia!, tan equivocados, por la revolución, ahora todos fervientemente defienden el sistema, viva la democracia! Tu amigo continúa encanado, lo mantienen preso, él sigue encarcelado. Días de paz y amor transcurren, cantan los Beatles y los Rolling Stone, en Africa del Sur el doctor Barnard transplantó un corazón. La lucha armada tiene menos adeptos, en efecto, todo es duro y ubicuo, en Nicaragua viven en estado de sitio y Tacho Somoza en las urnas fue electo, ¿en las urnas del pueblo? En Buenos Aires los sindicatos están siendo disueltos, en Caracas el popular partido, nuevamente se ha dividido. Los adecos tampoco hallan las llaves, se les han perdido. ¿En el fondo del mar?, ¿quien las va a buscar? El país está que parece un reverbero, matarile rile lero, suben y bajan dentro del sancocho, son los albores del sesenta y ocho, es año electoral, ¿quien sabe si podremos, en las urnas votar? Golpe de estado, ¿dónde están las llaves?, ay mijo, Omar Torrijos, tomó el gobierno de Panamá, ¿era acaso un infierno?, na nai na ná. Las llaves o el candado, golpe militar, golpe de Estado, ¿quien las va a buscar? Estado civil, casado, ¿capado?, de sitio, no no, soltero, ¿que es este vainero?, ¿de dónde es pues?, ¿es cuál? El del canal, no hay exclusa posible, es un golpe de estado, ¿de ebriedad?, estado lamentable, ¿Estados Unidos?, no no, es Panamá, bueno eso es, canalzone. Matarile rile ron, ¿ron?, con limón y cocacola, el mío con soda, ¿paquenote?, oh you mean Cuba libre?, dont mention the rope, shame on you. ¡Se prohibe cantar!, and the flag was still there, tú verás, latin people, militares, no digas nada, no debieras mencionarlos, han perdido las perspectivas, en ocasiones, frecuentemente, ciertamente, ¿dementes? En la Argentina cerraron la Universidad de Córdoba, cashllateché, no digás pavadas ¿y qué pasó con los coooordobeeesesss?, ¿y que querés que te diga?, ¿las shllaves? ¿No sabés que a mediados del año el hombre shllegó a la luna, sí?, puso la patita, ¿el pie?, dejó la huella imborrable, calzado de marca, mucha gente no quería creerlo, los escépticos, ¿estíticos?, no jó chico, decían que si los rusos y que si los gringos andaban en una de teatro, otros que si los marcianos eran chiquitos y verdes que habían llegado hacía ya muchos años bailando chá chá chá. En fin, aquel era un año apoteósico, el año del número famoso, materile rile ró, pero pá que vos te lo cepilléis, te lo creáis o no y fijate que no es con el tonito del cono sur, es maracucho del de su madre. Pero escuchame, los militares argentinos, ¡y dale chico!, ¡esto en vos es ya una idea fija!, ¿que le estará pasando a este cristiano? Te digo que intervinieron la CTG, ¿y qué? ¡gran jaiba!, aquí tenemos la CTV, la CVP, la RCTV, la otra que no te ve y hasta la ETC, la JPC, la JRC, la JCV casi todas las JOTAS son juventudes, ¿veis?, vos sabéis, ¿ya te váis? Los herederos de las glorias de los próceres de la nación madre del padre de la patria, el Libertador, bueno ellos vinieron en apoyo al gobierno socialcristiano legalmente constituido y conquistado por el pueblo en libérrimos comicios, perdieron la paciencia, se les salió la piedra pues!, y que pasó?, allanaron la UCV. Matarile rile lé!, no no, ¿URD?, no jó chico, ¿la JRC?, la jota pe ce, eso es, ¡jodíos pero contentos!, eso sí, okey, eso si es lo propio y adecuado mano, o sea chévere. ¿Que más queréis?
A propósito de las llaves chico, ¿vos supiste que en el Brasil promulgaron la pena de muerte? Ya me vais a venir a decir que te me vais a meter en una de llanto y tragedia. ¡De muerte lenta! ¿De suerte? De muerte chico, de muerte. ¿El escuadrón? No chico, muerte a los subversivos. Creo que esos son algunos poetas de sótano, vesificadores underground, o algo como eso, ¿no es así? Si no son poetas me figuro que seguramente estarán coaccionados por ciertos y determinados procedimientos revulsivos, esbirros y esas cosas, ¿verdad? En Irlanda del Norte la lucha religiosa se ha tornado violenta, con dinamita, ¿con explosivos?, chico ya lo único masivo es la comunicación o masivas son las cosas que ocurren en la China o en la India, donde si hay gente palacaraermuerto. Se avecinan tiempos difíciles para algunos países, la masa no estápabollos, ¿no te lo decía yo chico? ¿Pero que nombre le pondremos? A propósito chico, salió ayer en Panorama que en Viet Nam se murió Ho Chi Min. ¡Vainación! ¿Como está la cosa del Viet Cong? Entre nosotros chico, aquí paquevosveáis, metimos un jonrón vivimos un movimiento hermoso, le dicen, la renovación. ¡Iinación! Sí o no, ¿chico?  La vaina renovadora fue la de las universidades pero en el país la onda es otra, ¿como la llaman?, la pacificación. Del monte regresaron cabizbajos los últimos muchachos. Adiós a las armas. Los rezagados, son muchos pero están siendo rehabilitados. ¡Que historia tan llena de desgracias chico! Triunfó la democracia, somos una nación del carajo, venga esa mano pana, ¡somos hermanos! Es que regresan, llenos de frustración. No exageréis. ¡Palarevainación! Bueno, muchos cargan burda de depresión, o sea, es que algunos, los menos creo, lo hacen por convicción, ¿no será más bien que todos están enfermos de decepción? Liberados, chicos descarriados... Señor por ellos hagamos oración. Colgó su pabellón, ¿la sombra? Ahora el propio país es el que está en el negocio, repartimos petróleo y disfrutamos del ocio. ¡Es que somos el tercer productor y el primer exportador del mundo! Corre el año setenta y se elevan los precios del oro negro, millones comienzan a llegarle a la nación. En Chile, Allende asciende al poder por voto popular y en Jordania la guerra al pueblo palestino, comienza a exterminar. En nuestro suelo la paz es tal, que aunque sean los marxistas hijos del propio Averno, romper con la dialéctica, decide el mismísimo gobierno y renuevan las relaciones con la Unión de Repúblicas, ¿con el Soviet Socialista?, ¡con la propia Unión Soviética! Cesó ya el matarile, casi es final del juego, calle ciega, dead end, black out or back alley? Kaput, no se hallaron las llaves, nadie las fue a buscar, el nombre que le pondremos sin duda será extranjero, seguramente gringo, andá decime si te parece bien Rudolph o tal vez Tom, o si es mejor Willy, Henry, Jimy o Harold John, ¿o quizás Bobby?, estamos percibiendo que las llaves las estaban abriendo y va a venir un chorro! Inmensa catarata de dinero que ahogará a la nación, va a servir para cambiar al fin la faz del país, que a todos les toque algo, aumentar el trabajo, pero, ¡qué ilusión! Pongámosle atención, por vis a tergo, podemos ingresar en la gran rueda de la corrupción. Habitantes del incomparable país de jauja, estamos en el introito, la puerta al Paraíso, golden gate, altare Dei, de lo que las futuras generaciones conocerán populacheramente, forever seculorum, como “La Gran Venezuela.”
Estaba el Señor Don Gato sentado en su silla de oro, cuando vino misia Gata, a decirle con decoro, que se acomode y se apreste, se puede meter la pata! Mi gato se está quejando, ciclo inclemente, se ríe la gente, se está quejando, quemando etapas, nadie se escapa, hasta que todo queda consumado, ¿mi gato se ha chamuscado? ¿Acaso existe cierta semejanza con aquello que le ocurre a tanta gente ociosa?, vivir en la asechanza, el peligro inminente, el temor, ¿una risa nerviosa y el miedo persistente? Quizás miedo al amor, ¿temor a amar?, ¡que ya no pueda vacilar!, Don Gato estaba sentado, donde quiera que se mete, en situación muy propicia, ¡tu lo sae!, lo tenían jugando banca, cuando llegó la noticia, su gata lo va a buscar, él tenía que estar casado, pero de noche brinca la verja, si señor, andaba enamorisqueado, con una gatita blanca, hija del gran gato pardo, que vive atrás, que está bijhaind de mi jhauss, ¡racachán! Arroz con coco, Don Gato ríe y se hace el loco, a ver si puede fugarse sin que ella lo pueda ver... Arroz con leche, me quiero casar, ¿qué dice?, ¿he escuchado mal?, me quiero casar, con una viudita de la capital, ¿pero tan pronto de fiesta ya tú estás?, ¿quién anda?, no puede ser serio. Estaba el señor Don Gato, sentado en la silla ansiada, le pusieron en un plato la solución del conflicto, la nación pacificada mejorará, si liberan los convictos... Corría el año setenta y el país comenzaba a conocer la paz, el clima afortunado, el Presidente era un hombre muy culto, un ser engominado, un tanto acartonado, ciertamente, el siempre encorbatado, empaltosado, muy ilustrado, ni sádico ni cojo, afortunado sencillamente, un tipo persistente, su inaccesible ilusión al fin se había realizado, ¡ser Presidente! Lo que siempre soñó, su esperada ocasión y florecía la nación, bajo la cautelosa tutela del nuevo Presidente, se producía el milagro, ¡la pacificación! La gente retornaba al trabajo con cariño, se abandonaba el frente, las grandes inversiones, los negocios, marginaban, relegaban y desplazaban aquellas desquiciadas guerrilleras acciones. El Presidente estaba entusiasmado, él era preparado, muy eficiente, altivo sí, un poquito soberbio y hasta engreído el condenado!, eso dice la gente pero todos coinciden, el tipo es muy inteligente. Idi Amín, sanguinario, en otro continente revivía la imagen ya olvidada para nosotros del dictador, gendarme necesario, un hecho superado en esta latitud del Ecuador. El país estaba ya enrumbado hacia adelante en un sueño pujante. Al sur en la esmirriada nación austral de América, se cosechaba al fin la conquista social. El Estado, del cobre, los bancos, el teléfono, muy pronto habíase apoderado, ideas y decisiones temerarias, los rotos se entusiasmaron con la reforma agraria. Los poderosos se iban tornando descontentos, la patria de Neruda, al mundo daba ejemplo civilista, mas en la sombra el miedo se escondía, ciudadanos medrosos, militares fascistas, la vía legal, el triunfo socialista, la fuerza electoral ya despuntaba y un mañana esperanzador y esplendoroso, era la propia nota, en la costa empedrada, el mar se sentía borrascoso, en el cielo, agudos ayes emitían las gaviotas, reventaban las olas entre las piedras y allá arriba gritaban revoloteando insanas... Estaba el señor Don Gato, en silla de oro sentado, comiendo su arroz con leche, que no era un arroz con mango y en Bolivia se cae Banzer y es promocionado Ovando y en la Argentina aflora un Lanusse petulante e insurgen de una mala vez los comandantes. En Camboya los marines marchan hacia adelante, selva intrincada y maldita, en Laos los survietnamitas diezman al Viet Cong, la coca y la mafafa retoñan en Saigón, en May Lay espantosa masacre de civiles hay. Palestina en el Medio Oriente se desangra, guerra hay. ¡Ay! Es cruel la guerra. En Jordania se lucha palmo a palmo reclamando la tierra, ¿la tierra prometida?, es un combate el mundo y los terrícolas se arrancan a jirones la vida. Estaba el señor Don Gato sentadito en su sillón, cuando los gatos chiquitos y la gata, sorprendidos, lo vieron con emoción, descender melifluamente de su sitio y sin un miau, en la puerta del salón, allí desaparecer, sin un leve ronroneo, sin un rumor y ni dijo tan siquiera, como el cuervo, never more.
Three blind mice, three blind mice, vente pequeño que es hora de jugar, raise your hands, okey, pico pico merolico, quien te dio tan largo pico, ¿pico largo?, ¡suena a pargo!, scream dear, cut their tails, parapicar, in suplication, tears?, ¡tails!, no es tan grande merolico, yes no fear, es que rima con mordisco, tequeñito, el piquito, somos ricos, made incantations over me, ¡ay que sueño!, comenzaste este jueguito y ahora tienes que acabar, dont be coward, held it upward, solo un sueño y nada mas, ¿como el cuervo sepulcral?, ¡si te encanta morbosear!, hablas muchas pendejadas, raised, driped, plunged back. La gallina la jabada puso un huevo en la cañada. Don Gato y su gata se quieren casar. ¡Santos que estáis en el cielo!, del matrimonio libradnos, ¿se quieren casar?, y ella de inocente se puso a llorar. Todo esto es un juego, de envite y azar, invita y azahar. ¿Que van a jugar? Arroz con leche me quiero casar. La Emulsión de Scott es un remedio de valor incalculable, la del hombre con el bacalao, es medicinal, es productor de carnes. Meat, carne y leche, welldone, sangriento, lomito, beef, rib, bloody fool. Los israelis son masacrados por los comandos árabes. Se están realizando las olimpiadas mundiales en la ciudad germana de la cerveza. Rodilla de cochino. Rehabilitan a Perón. Los yanquis dejan Saigón y Vietnam es evacuado. Los gringos después de tanto esfuerzo y con una juvenil mortandad intercalada, de nuevo la han puesto. La emulsión le han recetado. Los hiposforitos son un perfecto acompañante del aceite de bacalao, hígado de bacalado, que fisno sois, si vale, como Chacado, no jose, será como Mercado, tú si eres educado, ¡diréis bacalao!, da fuerza y vigor al cerebro y a los nervios. ¿Sí? ¡Que emoción! Somoza dizque es reelecto en Nicaragua, del tiro un terremoto, destruirá a Managua. ¿Sí? ¡Que horror! Escándalo en Watergate, kermese en el Palacio de Justicia, ¡que impresión! Renunció Richard Nixón. La Emulsión de Scott es un milagroso remedio de valor inconmensurable, es el mismo aceite de hígado de bacalao, digerido en parte y listo para su inmediata absorción por la sangre. Se vive la guerra del Kipur. Se muere dirás tú. Regresó Perón y en el aeropuerto de Ezeiza ¡se produce tremenda matazón! Tú vale, sigues con la palazón, ¿o en la pelasón?, ¡igación! Ya se acerca la elección, ya la campaña electoral está en su apogeo y al llegar Septiembre, gracias a las diligencias internacionalistas de la CIA, ¿no es de sus actividades en Angola que hablaremos?, no, ¡bolas!. Es en la propia Moneda, donde liquidarán a Salvador Allende. Los hombres como los árboles mueren de pie, pero los árboles no se defienden, tampoco mueren con las botas puestas. Se acabó un sueño democrático aplastado bajo las botas de las bestias militarizadas. ¿Si? Israel, Palestina y el Líbano sangran también. Hay guerra en Irlanda y en el Africa, como moscas se muere la gente de hambre y de sed. ¿Sí? Todo es bastante significativo, uno hasta podría pensar que premonitor est. Culmina el año setenta y tres y en el país habrá nuevo Presidente. ¿Si, y quien es? ¡Carlos Andrés!  Estaba el Señor Don Gato en silla de oro sentado y se puso tan contento, puesto que estaba tomado, que se fue de a paratrás y se quedó desmayado. Llamaron a siete médicos y a otros siete cirujanos, dijeron que estaba muerto, no era que estaba rascado, lo puyaron, lo auscultaron y por muerto lo dejaron, a todos impresionó la opinión del más versado, por comer arroz con leche, de perfil se había pintado, estirando su patita, el gatito había panqueado, sin darse cuenta siquiera, era un gato intoxicado... Estaba el señor Don Gato, en silla de oro sentado, se casó con la gatita y ahora es gato diputado, es un gato locutor, un gato muy destacado y además escribe bien, es un gato muy versado, lo llevaban a enterrar por la calle del pescado y el olor de las sardinas al gato ha resucitado, pensaron que estaba muerto, que ya estaba liquidado, que va!, Don Gato si acaso, se encontraba desmayado, dando un salto de la caja, se ha metido en el mercado, y con la caja de votos, lo nombraron diputado...  Se fue Don Gato pirado, salió corriendo de un modo, realmente desesperado y por irse calle arriba se embaló en la cuesta abajo, tropezando con un perro que le arrancó medio rabo, le echó las tripas al aire, ¡Don Gato despanzurrado!, en la punta del bigote, la sangre se ha coagulado, cara al cielo, pobrecito, ciegos sus ojos rayados, entonces quedó bien muerto, como en la guerra el soldado.
Cuanto hay pa eso: Venezolanos, venezolanas, ya se fue la época del hambre, pasaron los años de la desgracia, se acabó la guerrilla, jejé, quiero decir, la exterminé, eso fue una falacia, trataron de inculcar el mal en ciertas mentes. ¿Todos asienten?, es bien cierto, todos están muertos, se lo aseguro yo a la gente. Es en la manera de hacer la lavativa donde se ve la dijeriencia, allí está el cuento, vean ciudadanos y barrunto, la campaña contra la corrupción, yo la haré a jondo, será, a fondo blanco, así :Corrupción en el Ministerio de Obras Públicas, por la denuncia parece un hecho cierto, no puede ser, se transforma en misterio... Luchan en el desierto palestinos e israelíes. Hay corrupción en Corpomercadeo, es un asunto serio, corpus delicti, porcus dedicti, puerco el mercadeo. Un asunto muy feo, en las dunas del Golán yacen los muertos. Solezjnitzin escritor ruso expulsado de su suelo natal, se deleita en Nueva York, ante una sopa de goulash llena de sabor y él se pregunta, ¿acaso la quiere usted hermano?, ¿los camaradas por aquí quieren saber si es goulash húngaro o es gulag siberiano? La cárcel de los vivos estaba en el archipiélago de Gulag, ahora, la cárcel no es para los vivos, aquí parece que el archipiélago es para los bolsas, los procesados, los indiciados, las meretrices y los pelagajo, los comenabo, los pendejones, los sin juzgar en el país se cuentan por montones. Son los sin juicio, no lo tuvieron, no lo tienen, ni lo obtienen, no lo logran, ni lo tendrán, porque son pobres, ¡no tienen cobres!, son del grupo fatídico, mayoritario,  de los mochilas, maruzas, busacas, plenan, llenan sin palancas ni abogados, calabozos, celdas, jefaturas civiles, todos los confinados, están amenazados, ¡pueden ir al Dorado!, mas no serán juzgados, sólo cuando Dios quiera, o al consignar que tienen dinero en la cartera, entonces sí serán procesados, una tajada, la más grande la obtendrán los abogados, te escapas si tienes charreteras, de otra manera, sin billetera, caes en el grupo mencionado, ya son millares, en estos días la denuncia señala a algunos militares, los han cachado, no pasa nada, escandalosa negociación es destapada, el affair de la chatarra reciclada, que cosa!, aparece entre escombros de retorcidas vigas y de metal virutas, la hasta ha rato impoluta rectitud de las Fuerzas Armadas... Si vas a juicio por un queso, estás seguro de escucharle decir al juez, ¿cuanto hay pa eso?
Y dijo la pastora, larán larán larito y dijo la pastora yo tengo un rebañito, no tengo miedo a nadie, me cuidan soldaditos, me basta mi petróleo, me ayuda un pastorcito... En las Naciones Unidas, habló Jasser Arafat, voluntades reunidas para enfrentar el destino, reconocen los derechos del pueblo palestino, tantos años de paciencia, terminarán en una mediatizada independencia. Esto ocurre en la lejana Palestina, y acá cerca vienen y nos dicen que estamos independizados, nacionalizados, medio rebolsiclados, es así como algunos notan al país, mediatizado, cada día crece nuestra dependencia. Es la riqueza y la buena situación, los insumos y las importaciones siguen llegando a la nación. En la bonanza, el trabajo creador decae, pero no hay porqué preocuparse, sobre todo si se está carnetizado, nadie padece de desesperanza. En el otro extremo, en la República Argentina el terrorismo desatado en comandos los está aniquilando, es un desastre que ha venido siendo observado por el trío de ases que está al mando, no son la triple A pero se aplican, son María Estela, Perón y López Rega, ya su final les llega, la herida de tan profunda se ha transformado en llaga, al menos eso dice la prensa, lo que relata en esos días, sobre la lejana República del Plata. Mas rejodía se encuentra su vecina austral; Pinochet, un chacal que se ensaña y aprieta día a día sus garras de alimaña, escapa la saliva desde sus fauces ensopándolo todo, en un Estado militarizado, gobierno criminal, no es populista ciertamente, se trata de impedir que regresen los rojos comunistas, los que se comen a la gente. Cuidado viene el lobo, larán larán larito, cuidado viene el lobo que come corderitos, que mata rebañitos, ¿que dices pastorcito?, que el lobo en ocasiones anda oculto bajo la blanca piel del corderito?, que no son todos los que están?, que Mary had a little lamb?, little lamb, little lamb...
Cucú, cantaba la rana, cucú en el setenta y cuatro, cucú, responden los sapos, clocló entre el verde pasto , cucú el dos de Noviembre, cucú cantaban las ranas, cucú ya duermen los sapos, debajo del agua, en la prefectura, allá por el Táchira, se muere un recluso y hablan de torturas, es solo un muchacho, llamaron al cura, cucú cantaba la rana, del joven la mama, a Dios se aferraba, cucú estaba la vieja, la doña lloraba, el cura en sotana, ya lo ha confesado, gimotea la misia, diablos desgraciados, lo habían apaleado, hijo de su alma, la vieja decía, me lo han malogrado en la policía, occiso golpeado, en la prefectura, muchacho pateado nadie ha protestado, cucú pasó un caballero, vendiendo romero, cucú lloraba la vieja, el diez de ese mes, son identificados plenamente, a vaina jodida!, dicen los gendarmes en la policía, imposiblemente, vea aquí no existe error, matamos al menor porque era un delincuente, cucú yo quiero rosquillas, cucú comida de pillas, yo quiero masato, bebida de gatos, ¿que dice Vicente?, lo sabe la gente, toelmundo lo sabe, venga vea y se calle, ¿no hay caspiroleta?, ¡se calle la jeta!...
El tres de Diciembre son detenidos algunos funcionarios, cinco de ellos por soborno, la luna no es pan de horno!, los cinco serían pasados a los tribunales, cucú no hay jueces venales?, cucú ya todos lo saben, pronto estarán libres, eso es un bochorno!, pero así es la vida, prenda querida, cucú pasó el caballero, cucú se acabó el romero, el siete e Diciembre, ¡imaginate!, en Prado e María, no es un policía, es un detective, liquidó por la espalda a un estudiante, un propio chamo que tan solo tenía dieciseis años, el mismísimo día un DISIP se echó en Simón Rodríguez a un jovencito de dos plomazos, lo peinó de perfil, lo dejó frito. Algo similar aconteció en Sarría y al día siguiente el país supo que el funcionario era el mismito PTJ que mató al estudiante, el propio chamo del Prado e María, paquesefijen qué rápida y eficiente es nuestra policía, cucú la rana cantaba, cucú afuera llovía. El catorce de Diciembre, muere otro estudiante como si fuera un criminal, es liquidado por la policía del Litoral. La doña pasaba, la rana cantaba y nada que nada cambiaba. El treintaiuno de Diciembre, se acaba el año, el Ministro de la Defensa, declara ante la prensa, que no hay engaño, que es una ofensa cuando dicen que han coparticipado, en esa acción, que ellos jamás formarían parte de aquella Comisión, que en esos días, ellos nunca sabrían quien secuestró a la profesional de la sociología, la misma que aún tienen en prisión, que esas son cosas de suprema inteligencia, que son medidas contra la insurgencia, pero no es cosa de ellos, son cuestiones de alta policía, las ranas mas viejas repiten queremos lentejas, ¡ah ranas pendejas!... El trece de Enero de un nuevo año, se comenta que un escolta del Ministro de Justicia, se echó al bigote a otro estudiante, diantre!, eso ocurrió en La Vega y el tipo no ha sido capturado, dicen que anda escondido, no es preciso que de muchos brincos, el hombre es de todos conocido, y está bien protegido, así se inicia un nuevo año, setenta y cinco, ay que vainero!, cuando es veinte de Enero, la madre de un muchacho, un jovencito que murió en PTJ, llora frente a los periodistas, ellos la escuchan y redactan notas, nunca pudo ver a su hijito fallecido mientras estuvo detenido, decían que era izquierdista, cucú, que vida tan dura!, cucú es vida de pobres, el once de Febrero en Barcelona, a un DISIP se le acusa, de haberle disparado a un abogado, a la lona!, cucú comentan las ranas, cucú que desaguisado. El quince de Febrero, ¡otro vainero!, un guardia nacional es indiciado como asesino, de un penalista marabino, un día más tarde, el guardia confesó su culpa, el autor del atentado contra el doctor Obando Sardi, era otro abogado, son hechos consumados, cucú así están las cosas, cucú las ranas silbaban, ¿como es la molleja?,¿ hay ranas que silban?, no joda, no creo... El día cinco de Marzo, un guardia que es escolta del Señor Presidente, mató de un par de tiros a un dirigente, pa más señas adeco, un hombre del partido, hombre del pueblo, ¡el del partido quedó bien rejodido!, o sea quedó bien muerto, fue precisamente en el barrio Aeropuerto, en la propia querida Maiquetía, al tipo, preso se lo llevó la policía, cucú las ranas decían, cucú jiede a porquería, las ranas cantaban, pupú, y se lamentaban, la cosa podrida, el catorce de Marzo por allá en el Táchira, se produjo una curiosa situación, la Inspectoría de Tránsito fue intervenida sin vacilación, se le imputó el delito de moda para ese entonces, la corrupción, eso fue en San Cristóbal capital de un Estado, eso no es nada nuevo, la denominan reiterativa, a la conducta de los agentes, que matraquean siempre que pueden a la gente, procedimiento calificado por ciertos tontos, como es la lavativa?, esa que denominan, corrupción administrativa!, el diecinueve del mismo mes de Marzo un juez y un petejota son acusados y se decide averiguar de nudo hecho a los funcionarios, es algo regular, ordenamiento por demás rutinario, no es nada desusado, cuando les viene en gana, hacen como las ranas, tan solo cantan, cucú, ¿qué dices tú?, ves que fácil es, oír, cucú, cucú, el veintitrés de Abril la Fiscalía investiga el extraño y desagradable caso de los nueve individuos que fueron liquidados, ahora dicen que ya no hay evidencias, ocurrió en la pobre pensión de un barrio, allá en Valencia, ¿asesinados?, se sabe poco y aunque la gente diga y las ranas canten una cosa, es otra de esas, cucú, ya les da la cabeza?, cucú el plomo pesa, ¿cucú piden cerveza?
Una pastora estaba, larán larán larito, una pastora estaba cuidando un rebañito. ¡A la jaiba! Que motrenca. Otra vez con la regorgalla de la pastora, ¿la remolleja del gavilanes?, ¿será más bien el jueguito del rebañito?, ¡vesajaibachico!, reba, baño, bañito, pequeño baño, tequeño, año, baba, balan, las cabras del rebaño, ¿balan o balas?, ¡bolas!, ¡hala!, alas, órales pues... De singular importancia la nacionalización del petróleo, ¿óleo quetal?, con mucha siricutancia, también la del hierro, ¡perro!, nació Petroven, creció Nitroven, ya ni ven, ¡viva Locoven!, y como yo tengo arrogancia, a mí me tratan, como a un cochino, pero que importa, voy abriendo caminos... En el rebañito, le hemos dado nombre, a cada cabrito, Exon, Mobil, la cabrita Gulf, la cabra más grande es Chevrón, ¡que mal pensado!, a la chivita Shell le han colocado sendo lazo rosado, con listas amarillas, ¡listas!, partida, que chiva más ladilla, chivita bandida, ella era la más pescuesipelicrespa, a la otra la llamaban Britishpetrol, chivata que rima con digepol, pero aquel año, no había un pastor, el perro todavía era cachorro, eran dos los pastores del gran rebaño, Abdul Tarik y Pérez Alfonso, ellos creían en pueblos, nunca pensaron en nada de eso, nunca soñaron con hacer quesos, ni tan siquiera suponer eso, no concebían lo que ese año sucedería, sobrevendría, acaecería, ¿ocurriría?, acontecería ¿y qué pasó?, ¿se resbaló? Gato, rabo, queso, confesión, ¿cuánto hay pa eso? ¡Vainación! Un bojote de cosas que van muy ligaditas con lo que llaman la nación, la remollejación, y claro está!, con la bendita corrupción. No lo presentían aquellos patriarcas, abuelitos de antaño, en aquellos nefastos años, las situaciones comenzarían a escapárseles de las manos. De aquí en adelante todas serían coyunturales,  ¿y los problemas?, cosas de lo más naturales, no se hallan a la mano, ¿de quiénes?, de los conciudadanos, el doctor Fausto, ¡ni Papetti ni Verdial mi hermano!, el diablito, no lo toméis a broma, ¡que nos compraba el alma!, el propio Satanás, si, a nosotros los mismísimos cristianos, no a los venezolanos, no un momento, los del trato, ¡big diial!, eran pocos, en realidad eran un rebaño, políticos, aprovechadores, depredadores, todos unas peludas ratas, ya lo veréis. ¿Vendéis ánimas? Tan baratas. Dame dos... Con leche de sus cabras, larán larán larito, con leche de sus cabras hacía los quesitos. Ponga mucha atención mi estimado amigo, el país nacional ha entrado en una onda de producción y de progreso, se ha reimplantado, ¿reiniciado?, reactivado, ¿acicateado?, recomenzado?, la inversión, no le hablo de la reversión ni estamos conversando sobre valores, ¿la bolsa?, no sea idem, de todo eso que hablamos, sea como sea, esta, ¡es la época del queso! ¡Estamos en La Gran Venezuela! Vendrán años y meses y semanas con noches y con días, nos llegará la locura del derroche, del pleno empleo, la importación de bienes y el despilfarro ad libitum, todas esas delicias conformarán un solo devaneo. ¡No sean toches! ¡Atención! El Contralor Nacional dejó oír su voz tronante. Estamos, eso dijo, sumergiéndonos en la corrupción. Vivimos arrastrados, so canijos!, por el remolino de una locura delirante, cual medievales apestosos sanviteros flagelantes, es una peste loca. ¡No seáis bestias!, en la corte de los milagros pululan los ladrones, con furor desquiciado se baila la danza de los millones, desgraciados! No le paréis que él está de huevito... Alzá tu copa, tomate un trago, date unos pases, echate un palo, comprá la coca, el humo de tu boca, llegó la peste, ¡la peste loca! Conciudadanos, enanos, estamos, los amos, siendo engullidos, idos estamos tullidos, nosotros mismos, ¿miasmas?, sismos, ingeridos por la exaltación, ¡igación!, colectiva, selectiva, ¿delictiva?, del consumismo, idem, cinismo, con su mismo pan se lo coma... Trague, abra la boca, ingiera, era, deglute zute, late, latetera, ¿mas té?, la boca, ¿la loca?, este, la peste, ¿no? Trágatelo, bébetelo todo sí, insisto, es el excremento del demonio, negro del demonio, ¡trague!, ¡se habrá visto!, es oro negro, coma, engulla, no se atore que es caca, es negra, como melena vieja, ¿después de ingerir morcilla con arroz?, ¡escuchen!, ¡grita el viejo patriarca!, lo ahogan, ¡atiendan!, lo sofocan, cantan las ranas, se hacen las locas. Nos llega el pleamar del recurso, no hagáis olas hijos míos, borbotones, ¿oyes?, son chorros, ¡es petróleo!, no mano es leche, ¿leche?, ¡la pinga! Es de las cabras, ¿de las cabras?, seguramente, indudablemente, lechecabra, la pastorcilla, pastorzuela. El chorro no se para, sigue fluyendo el precio del barril continuará ascendiendo, me pregunto si me vais vos entendiendo, ¿vos comprendáis?, esa es Venezuela, si mi compadre, vengan a vela, si no pueden, lleguen remando...
Siete cabritos tiene mi tía, en una ventolera, se le escaparon, se le perdieron, ¿a mi tía?, o mas bien sería que se perdió el control, como a quien se le va la corriente. La guerra del Medio Oriente fue el inicio de la increíble crisis petrolera, el que tiene tienda, al tomar la OPEP las riendas, pues sino que la venda, nosotros nos beneficiamos, ¡favorecidos de guerra y de crisis! Aunque uno diga, bueno y ¡de cuando acá la nación de Bolívar estará en esto!, ¿cuando en la vida? ¡No ha sido nunca nuestra historia! Con el Yom Kippur vino una sacudida, se estremecieron los países consumistas de occidente. A muchos compatriotas pasados de oportunistas se les abrieron las agallas y pelaron los dientes, les brotaron los ojos, de quijada caída. Cual un sismo nos llegó de repente un ataque de ismos, nuevoriquismo, consumismo, desarrollismo y hasta quiso ponerse de moda otra vez el perejimenismo. Comenzó la temporada febril del ta-barato y el desespero, la pasión desordenada por las mesadas, el propio mollejero, con un gesto mordaz y muy sincero se trataba de ver quien era el verdadero candidato capaz de ordeñarle, hábiles dedos y ritmo contumaz, hasta la última gota de su leche, al país nacional. Habrá queso parrato, ¿para ratas?, ¡y palosgatos!, ¿Don Gato?, ¡zape gato!, los gatos en la menguada hora son muy felinos y desde luego, miraban todo el taim a la pastora, ¿acaso los mininos le están haciendo ojitos? El gato era ladino y la miraba con ojos golositos. ¡Ah! Los gatos le miraban morbosos sus quesitos. Popule, populis, el populismo, iba a repuntar para la época. Siempre cuando el fenómeno se da en un gobierno democrático, ofrece un fortuito ventajismo, tú ves!, la gente lo disfruta con fruición, o masoquismo, es lo mismo, o sea, lo mismo es. Para ese entonces había recursos e ingresos petroleros, cual nunca nadie los soñó, no se había visto jamás ni nunca algo similar, y es que era mucho el real!, no fueron espejismos, eso lo vivimos aquí mismo, sin embargo, no en todo sitio la cosa sería igual. Ponga usted por ejemplo, el polo austral. Ashllá decaerá una estrella, se apagará la Mariaestella de Perón, un eclipse estelar, un apagón, que papelón, ¿volver?, tal vez, con la frente marchita, ¿pero volver es regresar? En España el franquismo se viene guardabajo y lo que por aquí subió y subió fue el blanquismo, ciertamente fue Carrero Blanco quien en España ascendió también, ¡la ETA lo elevó, por los aires!, hasta las nubes, comando Txiquia, y el dictador quedó sin sucesor, el viejo enfermaría, y Juan Carlos le sucedería, no hay mal que dure cien años, después el destape les llegaría, ni cuerpo que lo resista, pélalo, sácalo, no te resistas, que llegó el destaparse en la España socialista, pero en la nostra tierra, la de gracia que mientan, con el negroro a precio de gallina flaca, nos tocará nosotros la des gracia, sin ningún decoro se destapó el derrape, el despepe, el despiporre, ¿un desespero?, el despilfarro, la propia depraven, depinga, la absurda faraónica saudiven y así maifren, a cada quien su merequeten, en su casita, quintica, hogar, house, jom suitjom, ¡que jamón! ¿un motor-home?, y si se es viejito y por demás politiquero y más aún si se es sindicalero un viaje a Houston y un buen baipass y por el Caribe con sus casinos, muchos cruceros, por la Florida y en las Bahamas, queda el reguero, ¿que más queréis?, y te preguntaréis ¿que nos trajeron?, desde Mayami, ¡huy!, muchas cositas, costales, sacos, neceseres estilo sansonait, baúles repletos y muchos conteiners, bultos, maletas, paquetes, maruzas, bolsitas y busacas de plástico, por montones las cajas, hasta los tequeteques de peroles, ¡un jaibero! Los mayameros, llenos de coroticos, de lavativas inservibles, de bichitos eléctricos, o de cuerda, de aparatos y de guindalejos, con cuentas y bolitas, jueguitos de abalorios, catalejos con caleidoscopios, como unos mismos indios, atiborrados de espejitos, gozando con nuestras propias marramucias, los más estrafalarios en un mundo no tan complejo, los venezolanos recrearán un paraíso hermoso de pura fantasía, un Disneyland para cualquier pendejo, quien lo diría, Alice in Wonderland, el paraíso terrenal, estaba de anteojito!, del cielo sucursal era Mayami la nueva capital, todo te llevará a vivir al día, ¡oh yeah!, up to date y además, es chévere cambur, hay un rialero y estará locoebola quien no goce un pullero, ¡vale!,¡no te de pena!, ¡echale bola!...  Si tú me hincas las uñas, larito lay larán, si tú me hincas las uñas te dejaré chiclán. ¿Cómo?, perdón, si me arañas gatito, te cortaré el rabito, ¡el rabo!, ¿en serio? Te dirán gatochuto, es de mal gusto, ¡mejor el cat chucuto!, tú no te atreverás!, ¿di cuti cat? Es que hay muchoadeco de uña en el rabo, ¿uña de garra félida en el rabo?, uña de danta lionzina, uña de la raza felina, uña encarnada, uña y mugre, como Gilberto y Yolanda, ¿como Emidgio y Robertico?, como Crisanto y Sotico. ¿Que quién es Sotico? Pues es Lucidio. ¿El preso? ¡Miarma! ¿Ya él salió de eso? ¿Qué te pasa? Zape gato, vos como que vivís en el pasado. Eche palante, hay el rial hereje, hay cobres por bojotes. Pero, ¿es de veras? ¡Ay almamía! Si, ¡de dólares rebosan los pipotes! En Cordiplán repartirán, hay mucho en Fundayacucho, todos aplaudirán... Se oyen aplausos, escuchen, aunque sean de uñita, son ensordecedores, acudan los estamos esperando... Te cortaré el rabito, le dijo y se cuadró, con los brazos en jarra, con porte militar, firme, uarrr, como los de la chatarra, para ponerse a pensar, ellos saben de logística y de estrategia, las fragatas eran misilísticas y la compra jue regia, donde manda capitán no manda marinero. Vea démosle un barquito de regalo a Bolivia, si no tiene mar, ¿que otra cosa le podemos regalar? Para esos tiempos se destapan algunas tropelías, no muy decentes, sobre la flota y la marina de guerra. ¿Quien lo diría?. Tranquilo, ¡nada dirá la gente! Silencio en la noche, se canta de nuevo el popule meus. Es que chico, ve, ¡es tanto el derroche! La Contraloría, ¡qué grosería!, objetará más de cuatrocientas cincuenta órdenes de pago, pero el Consejo de Ministros las ratificará, no hay rollos pana, hay burda e lana y por otra parte al que parte y reparte siempre le queda la mejor parte. El Contralor volvió a hablar. Más sabe el diablo por viejo. Eso dijo y fue destituído, como un mismo pendejo. Le hicieron como hace años ocurriérale a los hermanos Pinzón, le cortaron, la retirada, y ahora al señor que los tenía bien puestos, le quitaron, el cambur, una maniobra orquestada. La uña se la hincó, larán larán larito, la uña le clavó y el rabo le cortó. Y dijo el señor Don Gato al verse en tal situación, me cortaré la coleta, como torero corneado, si me tienen de veleta y con el rabo mochado, ¿que me queda?, ¡que jareta!, la pregunta de las cincuentamil lochas es. ¿Que dijo el gato cuando le picaron el apéndice posterior? Answer. El félido musitó, ¡me cortarán la cola pero me quedan bolas! La ETA en España, la violencia desata, ¿la eta o la ata?, los amarran y se desatan, más bien deshojan, ¿etarras?, ¿desolas?, ¿en olas? Videla en el cono Sur asume el mando, ¿cuándo?, a nadie engaña, vela, ¿mirala? Desde la presidencia, Videla viola los derechos, los torcidos, rectos con defectos, vencidos, violencia, padece la Argentina, impotencia, izquierdas, el centro y la derecha, se desgarran, se desmembran. Tened paciencia, ¡que macana!, parecés demente, ¿sí?, escuadrón de la muerte, esperanzas desechas. ¡Oh las madres! ¿Y los hijos? Las hermanas de los hombres desaparecidos, destrozándoles el corazón, ¿y la violencia?, ¿que me decís?, ¿ideales vencidos?, ¡el arma de los que no tienen la razón!, ¿vos que contás? Atención, ¡firm! Bodaberry es depuesto en Uruguay, ¿es defecado?, sí, ¿y que hay?, una causa perdida, en su vida, en subida, embajada venezolana invadida, relaciones entre ambos países, suspendidas, crisis, las cosas andan mal. ¡Sí sché! Quizás es conveniente confesarse, ser capaz de...  A confesar su falta, larán larán larito, a confesar la falta fue a que el padre Benito. Padre, quiero confesarme, se lo he cortado, estoy casado, ¿capado?, castrado, ¿liso?, ¿y tu mujer?, es buena, más no soy feliz, you unhappy?, ¡ay papi! Perdóneme padre, pero no entiendo un sebo, father yo ando mal, malacaba quien malandra hijo, ¿quién?, padre yo estoy casado, pero en el Inos hijo ¿es la cosa?, ¿o es el anos?, ¿es de años?, ñoña, ¿el queso?, ¿lampazo o mopas?, pasmo, la misma miasma es. Padre Santo este queso a ratos, ¡me agobia tanto!, no es eso, estando preso yo bien lo medité, cuando ella era mi novia, estuvimos pelando, mal nos fue, pero sobrevivimos y ahora, ¿será que nos estamos desquitando? Acúsome ante usted querido padre, ella sabe rezar, si, ¡me estuvo enseñando!, ella fue mi pupila, es una estrella, ahora otras cosas se estilan, ¡ay padre se nos fue Domitila! ¡Como pasan los años!, ¡cuanto la quiero a ella!, pero me debo a mi familia, defenderlos, protejerlos, a mis hijitos mejorarlos, todo se va cambiando y en el fondo, ¡es tan fácil entender las cosas! Todos somos víctimas de un terrible engaño, fuimos diré mejor. Todo lo hicimos, ¡todo y era por el país! Pero al fin ya lo veo, estamos progresando y es que, escúcheme usted padrecito, el Congreso es machete, es chévere cambur, es de pinga, es cagante, ¡es lo máximo!, es lo que uno necesita si quiere echar hacia adelante, es algo de tener muy bien puestos los riñones, es una dicha cierta vivir de comisiones, trabajo fatigoso, faena productiva, mejor que mis esfuerzos siempre infructuosos en la Legislativa, padre si yo le cuento aquello del mercurio, ¡todaesalavativa!... ¡Pardiez, hijo! ¿Coqueteas con el queso? ¿Qué hace uno padre? Recibo sin esfuerzo, me pasan el paquete, ¿soy pecador acaso?, sencillamente, ¡no soy zoquete! ¡Jolines hijo, si ya tú casi eres un senador! No padre usted está equivocado, soy un sencillo y ramplón diputado, de bola que está usted muy pelado, no exagere la nota, esto no es queso, esto es algo de lo más natural, son sanos los ingresos, de cajón está errado, ser diputado, delegado estatal, es el culmen, es estar precisamente así, al fin acomodado... Se fue a que el padrecito, quejel padre Benito; yo le corté el rabito, lo dijo francamente, cajel padre bendito. Pero él no lo podía absolver y es, querido pana mío, ¡que propósitos de enmienda no existían! ¿Arrepentirse?, ¡ni que estuviera de huevito! Tenía todo el apoyo, irrestricto sin rollos del Ministro de Hacienda, quien tiene las ventajas ni lo piensa, los mejores contactos desplegados y activos con el de la Defensa, como ves, ¡eso es vida! Precisamente él, ¡un vacilón!, una manguangua inmensa, y hallarse en esa situación… Hubo de conferirle la franca absolución. Era imposible no aceptar la chamba, sería tener nublada la razón, magnánimo perdón. Benito tranquiliza su amable corazón, acalla su conciencia y con ternura al oído le murmura. Hijo mío, tú recuerda que aunque seas una vil sabandija, eres hijo de Dios y si a buen árbol te arrimas, la buena sombra te servirá de abrigo, será gruesa cobija, te cubrirá, si mijo, puede que te acusen de dolo, pero ¡vaya!, ¿que pueden importarle al país cien millones de bolos?, vete despreocupando, ya veo que te estás acostumbrando, espérate confiado, que más vale llegar a tiempo y con el pájaro en la mano, que no ser convidado, ir a parar a un peladero, habiendo tal profusión de eventos y el queso es nacional. Yo te voy a decir una cosa. Cuídate porque andan unos cuantos gallinazos volando, los veo flotando, te están circunvalando, ¿te estás riendo?, ¡el loco te estaréis haciendo!, te estáis desternillando, ¿el qué?, ¿que te andáis, ¿ando?, ¡de la risa será! No, si ahora yo lo entiendo y es la pura verdad, el secreto es sencillo, ¿lo vais captando?, se llama impunidad. No te importe un sebillo si acaso alguno te condena, tus jueces todos sufren de lenidad, es la última cena, aprovechá, pero ¿y es que acaso el mundo de girar cesará?, preocuparse no vale ni siquiera la pena, ¡joder!, jodé bastante y todo el tiempo y ya veréis, todo funcionará. Acusan al sujeto, el mismo Presidente lo señala, ¡pero alas!, le dieron tremenda comisión, se rumora que el tipo la ha aceptado al comprar el avión. Al hombre lo han llamado falsario, ¡es el propio aeroplano del primer mandatario! No corre, mas bien vuela, es un lince, él está por la goma, muy pronto es liberado, saldrá impoluto, libre, libre al fin, como una paloma, tan solo dijo, si me apresan yo hablo, en boca cerrada no entran moscas, ¡ay mijo!, el que rabo epaja tiene no se arrima al candelero. De rodillas postrado, rezando el funcionario, se excusa, se acusa, un desespero, en la soledad del tiempo se ven las velas, ve la candela, esperando le den su penitencia. A lo sumo un rosario, tened paciencia, diez rosarios, como brisa fugaz, pasaste ayer, Cabrera, canta, cuenta cabritos, la pastora hacía sus quesitos y él viene y dice. A vos padre me acuso, larán larán larito, a vos padre me acuso que le moché el rabito. El frente Sandinista lucha en Managua, viven una ofensiva hermosa que los acerca al triunfo contra Somoza, la heróica Nicaragua, ¿otra revolución? ¡Que mamón! Fijate que aquí gozamos un bolón, el Contralor hizo otra revelación y va quedando cada vez más clara la situación. No importa mucho el hecho, del dicho y poco trecho, ¡pero es aterrador! ¡Se están llevando el oro!, sale del suelo, ¡vainación!, la queja al cielo, no es solo el oro negro, ¡ahora saquean las arcas del tesoro!, ¡es alarmante!, ¡el oro chico!, del color que queráis, con sabor, como sea, escocés on the rocks, si el oro te cogéis, ¿que más queréis?, un solo anhelo, en espiritual vuelo, ¡el oro!, que desesperación, será esta jaiba lo que mientan, ¿la más completa total y depravada depredación? De penitencia techo, larán larán larito, de penitencia te echo que me des un quesito, ¿que reparta el quesito?, andate, ese pecado ya está castigado deme su perdón. Si, ¿y entonces?, ¡toma tu tomate! ¿Quesitos o besitos? ¿No te sirven ponquecitos? ¿Sí?, ¡mordeme aquí!, quesitos de coco nena, ¡coño!, ¿besitos?, coco, ¡sebillo!, ¿quesillo?, ¡guillo! No chamo, queso e bola, de mano, ¿ques eso hermano?, ¿queso emano?, compa, queso, pero del bueno!, porque de eso es que vamos a vivir! No solo de pan vive el hombre, de ahora en adelante, o es de antes en AD, ¡oras!, no ya verás a Copei, AD lo mismo es, vos no sabéis que el pueblo votó por un Presidente para cambiar las cosas, había un exceso de cobres, tal vez por eso, quizás solo por eso, la gente quiso, no queso, quiso elegir, ¡un Presidente para los pobres! Ahora y siempre, ¿como el aceite?, con el queso vamoefrente. Pero chamo, es un llanero, va a cavar con los pobres, va a acabar con ellos, ¿me entendéis?, ¿y si te portáis bien?, te darán un cambur también. Queso y cambur, buena dupleta, puede que no rime, que no sea una comida completa, pero es buena la combinación, si no decíme, ¡vaya palaremollejación!, cambian los gobiernos, un chorro de petróleo continúa entrándole al país, ¡y sigue la misma golilla! Con firmeza, con coraje o con la bola untada. ¡Como se progresa en esta nación! ¿Verdad que nos gusta el cambur y el queso? Ya nadie se asusta, ¡vainación! La consigna parece ser clara. ¿Cuánto hay pa eso?
La manzana se pasea de la sala al comedor, el setenta y siete, es año de manzanas, la cifra expresa, nuestro sabor, ¡es que somos machete! Venite y vela, estamos en la gloria, considerá el asunto: "Venezuela vive el mejor momento de su historia". No la piquéis con cuchillo, picala con tenedor. ¡Los numeritos mi amor!, son muy sencillos, nos bebimos de un solo tanganazo en ese año, treinta millones de litros de escocés, ¡conste que no te engaño! Calate esta belleza, nos tomamos al año setecientos millones de litros de cerveza y pensaréis que la botamos de jonrón cuando te cuente que ingerimos veinte millones de litros de buen ron. Transcurrirá la historia, se gozará una esférica, muchos afianzarán su identidad en los Mayamis, otros se quedarán pelandobola, son mayoría numérica, ¡ve que mamón! Quien mal anda mal acaba. No logró conocer Disneyworld y se quedó guindando de un horcón. ¿Vos fuiste al Fontainblue? Llegaste a Miami, ¡de vainita llegaste!, ¿bebéis ron taparita o caña anisada dobleú? Desde un tiempo a esta parte vos andáis en una de puro guiskicito. Pero si te fijáis, ahora bebemos menta verde, con ellos nadie pierde. Perico verde, el perico aunque basuquee siempre es verdoso, ¡perico con ala corta es el que más aletea! ¿Del verde verde limón? ¡No he visto cosa más fea! ¿Y tu motorhome? Limón francés, ¿con soda el ron?, si me querés, ¿vos no conociste Bocaeratón?, ¿y Fort Lauderdale?, ¿y el Jayalida?, San Luis el Rey era francés, el que aquí hay no es de la jai, pero es el Rey, ¡que vida!, manzana roja, naranja dulce, pana querido, dame un abrazo, limón partido, ¿con cuchillo o tenedor?, ¡bertia cristiano sois jodedor! Un Kyrie eleison, con un safari de segunda mano, dos manzanas por un penique, ¿Dadeland?, ¿un safari de fique?, sí, baratas están, dame dos, lustrosas manzanas alineadas, ¿alienadas?, y sacarles el brillo con un trapo, handkerchif perfumado, ¿buen lustrado?, shine. Vere dignum et justum est, ¿en el Omni tú le ves?, te reciben con flores, es todo un gran gazapo, el refranero popular ha conquistado a Miraflores. Las manzanas señores, ahora se preparan horneadas, se cubren con azúcar moscabada y de pronto, súbitamente o sea de repente, se reparten Torontos. Con el país hipotecado y todo cuento, se pasar un buen rato, dirán ¡ay!, lo lamento, pero nos lloverán los cobres, vos no te preocupéis es un diluvio calculado, ni te lo imaginéis, el tipo lo ha afirmado, yo acabo con los pobres. ¡Diosito! ¿Donde me dejaréis a los guaros aquellos?, ¿vestíos e poloecoco? ¡Vos si metéis mentiras! No te me hagáis el loco. ¿Los adecos? Si. Pedile a Dios que no te cojan fuera e base porque ¡pierde el Pastora! ¿Me vais siguiendo ahora? ¿Y tanto carajito lombriciento?, llenos e mocos, los coñitos fañosos, de cachimbo brotado, carricitos hambreados, ni pael recaodeolla les alcanza, ¿ni paun racimito de guineosquinientos? ¡Avanza! ¿Estoy exagerando? Andáis orondo pero culilloso, vos te la mantenéis de fiestecita, ¡vos diréis que yo soy un arbolario! Ahora te la pasáis de casimir. Es justo y necesario. ¿Te acordáis de Caldera? El compañero era una lumbrera, ahora nos encontramos con San Luis, en la perrera, va a acabar con los pobres. Pasame un cepillao. Será de hambre, porque ya para comer no hay cobres, están pelando, ¡pasando el hambre hereje!, están esperecíos, alzá la pata y comé calambre. Atapusalos de pan, los maderos, queso y pan, los de Roque y de San Juan, queso y pan, alfandoque, pico y pala, los de Riqui, alfeñique, queso y pan. ¡Coño, pero a mí no me dan! ¡Me dan sebillo! ¡Chucho te asista! ¿Y yo? De repente y tal, tal vez si vos sois cursillista o lasallista, ¿chellista? ¿Vos componéis? Opus 45 ¿La componéis o de oro en polvo la ponéis? ¡Hey!, ¿vos y que sois del Opus dei? Atendeme respinflay, ¿del opus day o del opus night?, ¿opusnain?, el nain es nueve, pero nadie se mueve. ¡A ver si arriman ese mingo! Es una millonada la que ingresa, nuestra bonanza pudiese ser eterna, crece, florece y cada día se agiganta. Como la deuda externa. ¡Vainación! Cataplasmas de mostaza, contradicción. Parchos porosos, la tradición. Sinapismos de linaza, vos si seréis ocioso… ¿Hierbamora?, la traición. Andáis de casimir, ya te lo dije, sois importante, hierbasanta, tienequehaber algún remedio. ¡Diosito, si está e lomás jochao! Convencerlo de algo, viiirga, ¡es más difícil que coger la cucaña de Pepe Ochoa!, ¡que mondenga! Pero entiéndalo ciudadano, le están untando vaselina a la esférica. Oídme atended compañeros copelianos, es culpa de ellos, son hijos del infierno, la culpa mis queridos hermanos, la tiene el anterior gobierno, siempre es así, ¡y eso nos reconforta tanto!, ante ustedes están los desafueros, perfectamente lo hemos demostrado, robaron hasta salirles sietecueros, ni con genciana se curaron sus niguas, son los propios, los sicarios, los doce del patíbulo, hicieron un macuare del erario, apóstoles del pasado período, ahora son millonarios, se llenaron de un solo carajazo, ¿recordad Nitroven y que tal el Tablazo?, ¿y dónde me dejáis a Puercomercadeo y a Mersifrica?, ¡dígame el Inos! Inos estamos enterando de que sobrevivimos en un peladero, como el de Camaguán, un solo estero. ¡Sin lo bello del llano compañero! Una raza de chivos, tantos depredadores, son unos vivos. Acérquese mi amigo vea lo que pasa, volando como en Viasa, ¿se toma un cafecito?, ¿que tal?, beba un sorbito, ¿no quiere un ponche? ¡Es que éste Presidente refranero si es un bonche! Amigable y llanero, bonachón y por demás gordito... ¡Soy periodista, querido fablistán! Al tascarlo, el país va a arrancar, se lo puedo jurar, vamos Berroterán... Religioso, el tipo es buena gente, él, sobre todo es de lo más consecuente, tiene una runfla de amigos y además es más joven que el Páez del billete de a veinte. ¿Quiere otro tequeño? Es que son mis hermanos los amigos larenses y los portugueseños, compañeros pedropabloherrereños. ¿Como no alimentarlos? Impulsaré las artes, siempre he sido amigo de los curas. Para mí, con mi arte ya me basta y tengo suficiente, esto se pone de locura. Bueno, y no te olvidéis de lo de la cultura. ¡Ah! Ciertamente, a eso si le dará su buena empujadita. La jaiba no te importe, dales la alternativa, lo que mejor funcionará será el deporte, se harán estadios y canchas deportivas, seguramente después se dejará perder toda esa lavativa, el abandono, vos sabéis, pero no te importe, ni te me procupéis, lo importante será que no existirá la juventud ociosa, mirá fijate ve, ¡se cogerán los cobres en el ienedé!... Me parece que es mejor que se calle. ¿Y el indulto? ¿Dónde me lo dejáis? Y no por robo ni por drogas, ¡por asesinato! Pero es que hay que entenderme, no es cualquier cosa el ser pana del La Salle. Son viejos araguatos, ¡sin antiguos rencores! ¡Urpia dolores! ¿Y el endeudamiento? Es que así nos dejó el otro gobierno, ¡efigies del Averno! ¿Y el atraso de nuestros campesinos? Ciertamente compadre, ¡están más atrasaos que bolas de cochino! El tiro lo barajo. Hubo mucho relajo. Hemos quedado como rodillaechivo. El pueblo está jodío. ¿Aonde barro si no ha llovío? Ahora es cuando hay centavos pacomprar más corotos. Con jumo mi compadre no se asan los jojotos. ¿Le parece compae que el asunto está malo? Morrocoy ni tortuga se suben en un palo. ¡Esto es un desespero, como nos han dejado! Tranquilo mi compadre, tenemos un rialero, pero pedir de a fiao como que es lo certero, pedir el rial hereje, existen las reservas, pidamos emprestao, pásame una conserva y me perdona el léxico, entienda compañero que conviene tener una ilusión viviente, el ser llanero me hará populachero, ¡sea usted inteligente!, es un asunto de conservar la imagen aunque no existan para repartir los cobres, el pueblo apreciará mi aguaje, seré el rey de los pobres. La deuda externa ya es impagable mi señor Presidente. Amigo, no sea tan repelente; Dios proveerá, atienda por favor a esta viejita, viene de Caucaguita, páseme usted la bola, ¡hola!, vamos a darle al boche, bien pronto, la avellana es lo más sabroso del Toronto. La tiene a pata e mingo Presidente. La tengo si y fíjese loqués clavarle este bolazo por tuelmedio. Usted es cual si fuera monedita de a medio. ¡De oro querrá decir colega periodista! Recuerde que no es oro todo lo que brilla y lo del cura para la iglesia siempre se va, y el que se va a la Villa, de Cura, pierde su silla, con estatura, este arrime me ha puesto, estoy juntico al mingo, en el barquito congelado encerrarán al pingo y asunto terminado, al fin y al cabo, es su partido el que lo ha condenado... Lance su última bola Presidente. ¿Esa es la bola untada que usted tiene?, perdón, ¿la que dice la gente? La voluntad, colega cabeza de taturo, lo que yo tengo en el bolsillo es nada menos que la pepa del zamuro. ¡Guillo!  La cena había sido copiosa, no podía llamársele opípara, pero fue suculenta y muy bien escanciada. Al momento de saludarlo, él captó la oscura profundidad de su mirada tras las pestañas densas, bajo sus cejas pobladas y ese gesto, mohín de niña malcriada, le revivió el ayer, a pesar de los años. Ahora él estaba en la primera posición, situación privilegiada, había llegado al tope de su carrera política, había venido encaneciendo y engordando progresivamente, pero con todo y lo parsimonioso de su circunspecta imagen, esa mirada le había traído lejanos recuerdos perdidos en el tiempo. Aquella noche en Estambul. Fue durante uno de esos eventos de la democracia europea, en los Clubs internacionales. De Belgrado pasaron a Bucarest y luego los Dardanelos y ver el Bósforo con la luna rielando y detrás, cientos de torres, de minaretes y cúpulas, envueltas todas en la bruma del atardecer. El pensar entonces en el mismísimo Constantino y en su profesora de Derecho Romano fue un solo hecho, era uno de sus fuertes, en el propio Bizancio, soñar con el Derecho, ley de las doce tablas, estar en Estambul, ¡en la propia Constantinopla!, una misma urbe cuajada de milenios de historia y extasiarse en la cúpula de la catedral inmensa digiriendo lo que llegaba hasta su mente, pandectas y digesto, si y siempre Justiniano con su manto malva, y su profesora de Derecho. ¿Podría envolverse en ella?, era la mismísima toga purpurina!, o quizás era, por encima de todas esas cosas que venían como oleadas de recuerdos, el viaje y el evento y los contactos para su futura proyección, los viejos amigos de su promoción, veladas culturales, la niñez en Barquisimeto, las embajadas, los arreglos de la cancillería y hasta un par de pendejos tours, esta vez los había tomado, sí, todo aquello cimbreando, oscilando con ese vaivén de ella y su mirada tras las pestañas pobladas y las cejas negras y espesas. Oscilaba toda ella, sus amplias caderas se movían suavemente, serpenteando, escamas plateadas relucían, brillaban sus pupilas con destellos de fuego, ella hacia sonar sus castañuelas de metal, las tocaba muy quedo, ahora sonando brillantes, con sus manos, con los dedos, tintineantes, la música era lánguida, encantada, era una música soñada, de las mil y una noches, ¿Scherezada?, ¿era turca?, ¿con pinta de morisca?, ¿sería árabe?, o quizás ¿mahometana?, ¿tal vez egipcia?, ella iba y venía, regresaba, era como un mar con oleaje agitado, con gaviotas y espuma, era su vientre, hacía sonar las campanillas en sus pies, cascabeles en sus tobillos, envuelta en una especie de celofán, ¿con lentejuelas?, la rodeaba la envolvía, atornasolada en sus muslos como una verdadera muñeca, odalisca, irreal, reptante, serpenteando, su cabecita y sus ojos, que ahora lo miraban fijamente y él los veía, de frente, eran profundos, de un verde denso, jade magenta, hermosos y tras el velo que cubría su rostro, él adivinó una sonrisa pícara, ¿un guiño cómplice?. La música espesaba los ondulantes velos, formas opalescentes, destellos en la pedrería con el vaivén, y en la penumbra él la miró extasiado y en aquellos instantes, se sintió el Califa de Bagdad, Simbad el Marino, Harum al Raschid, Solimán el Magnífico, Blackamán con su turbante rojo y la pepa brillante en la frente, tal y como llegó al mismísimo Barquisimeto de sus mocedades, era... ¡Carrizo! Era estar dentro de un cuadro de Eugene Delacroix. Era una sensación tan extraña, hacía ya tantos años, porque ahora esos, eran ya recuerdos idos, casi huraños... De verdad, de verdaíta era para engrincharse, como esa cantinfora, se sintió machorreado, ¿por qué venir ahora a pensar en zaparapandas?, ¡el ladrón de Bagdad!, Sabú, un Tamakum moderno, ¿Alí Babá? ¡Vade retro! ¿Dónde se estaba ubicando entonces? ¿Y los cuarenta ladrones? ¿Es que acaso él estaba representando el papel de un sultán de La Arabia Saudita venezolana? ¡Estaba atortajado carach!, y los precios del crudo fluctuando, cayendo, ¡decreciendo! ¡Se me está yendo el roto por el descosío! La manga ancha, manga de coleo, caballo, camello, estrecha la manga, el ojo de la aguja ¿y qué vendrá después? ¿La piedra de molino atada al cuello? ¡Naguará! Tranquilo y sin nervios, se dijo afónico a sí mismo.  No me piques con cuchillo, en la sala comedor, las manzanas se paseaban, en estos tiempos de amor, ¡las manzanas escaseaban!, ¿eran tiempos de dolor?, pícala con tenedor, es que mencanta ese olor, las manzanas importadas son brillantes, rojo intenso, son de un carmesí radiante, son bermejas, son manzanas escarlata, no es un rojo rosa vieja, es intenso bermellón, y además están baratas, ¿acaso queréis horchata?, ¿vos no las habéis probado?, nuestras pequeñas manzanitas del campo, olorosas manzanitas de un amarillorosado, en estos tiempos es muy bueno lo importado, ¿las de Tom Yons?, ¿las manzanitas verdes?, ellas nunca se ruborizan tanto, ¡en un taturo las colocas y ni te digo con qué!, con caña blanca, qué placer, degustarás del mejor ponsigué. Las manzanas se paseaban, son hermosas, ¡importadas!, olorosas, aprovéchenlas al día. Los chicos buenos de La Salle y Carora, esos si que saben de economía!, carpetas, verdaderos infolios, dizque luchando por salvarnos del desaguadero, sacan sus portafolios, subieron los intereses en los bancos y se les va el dinero!, aunque fluye incontrolable el petróleo, sale en un chorro inagotable, las cosas que se cuentan, ¡son horrorosas! Se dice que las roscas los presionan, solicitan subsidios, la deuda externa crece y el país ya parece dirigirse al suicidio. El petróleo saliendo del subsuelo, los dólares entrando, ¡vení a verlos salir!, solo los pobres serán, de acuerdo a lo previsto, quienes el pato pagarán, estarán pelando, sin queso ni pan, perecerán. Los ricos, del país, que los ha alimentado, sacan sus caudales, ¿el gobierno?, bien gracias, de la nación comienzan a escaparse a raudales los riales, ¡y a millón!, son miles de millones, astronómicas cantidades de billetes, se va depauperando la nación, parece todo una absurda conjura, quienes no pueden ni opinar son la inmensa mayoría, los pobres y los que viven en crítica miseria, el gobierno estimula la sangría, ¡impávido!, impertérrito... El Presidente y sus Ministros observan la diablura y dicen, ¡es una porquería!, sigue entrando el dinero, los intereses del Estado, ¿de los aprovechados?, indefectiblemente colapsa, para siempre, se aplasta nuestra economía, ¿que hacerle?, se sienten maniatados, ¿están comprometidos?, la demanda por los productos crece, todo signo de inversión desaparece, es una peste, asunto lamentable es este. Es el caos económico y es lo cómico, o más bien trágico, es casi abominable, observar la actitud del gobierno y la de los banqueros, en contubernio, los ricos dicen haciendo gestos que ¡ya no hay quien resista esto! ¡Mijo, ¡nos iremos a Miami! Todo parece ser producto del cerebro de unos economistas, ¿serán acaso los peores enemigos de la nación?, uno lo piensa, ¡no pueden ser tan animales!, ¡dicen!, seguramente son algunos genios ¿lasallistas?, y el conductor quien es más terco que una mula, él reniega diciendo que si existe una brújula, que es todo una conjura, mal que no tiene cura, es una peste venida del Arcano. ¿La Banca?, hay que reconocerlo, es internacional, y siempre sobran traidores por dinero, ¡mi hermano! ¡El desorden es tal que ni se sabe cuanto debemos allá afuera!, el Presidente día a día se enferma poco a poco con un virus, más serio que el agente de Norwalk, el que da origen a las más graves y espantosas diarreas, el señor Presidente padece de sordera, escucha los consejos de sus Ministros quienes parecen socios de Mefisto, peor que si viviera flotando como un globo allá en la estratosfera, él no se excede en la bebida pero por un mondongo da la vida. Por un lado le entra y si le sale es igual, al país el dinero me refiero, el tipo está como aquellos monitos, no ve ni oye ni dice nada, la cosa está bien fea, se pone paso a paso, como la vio Colón en el mismísimo mar de los sargazos, y no es Santa María, ni es la Niña, la Pinta se parece a la pájara, es del verde verde limón, con el pico la hoja y quéhorror ya no queda ni flor! La economía sostenida por una triste hebra, un guaral, un hilito, lleva al país directamente vía satélite a la quiebra, ¡qué ironía!, ¡no nos salvábamos pero ni por un pelito! En vista de que el aparato productor es sumamente ineficiente, "cagantemente inoperante", como me dijo un chamo que de economía tan solo es estudiante, nos parece, mi señor Presidente, que un sistema alternante de pan y circo, o sea mucho sport y un buen queso para repartir, puede ser suficiente, siempre y cuando sigamos allí pegados, solicitando, negociando y pidiendo prestado, eso es lo que modernamente denominan economía de mercado. Unos juegos florales, repartamos entretanto los caudales del maíz africano. No hay problemas hermanos. Nadie entiende porque carrizo el Presidente, con su magna presencia, su bigote, papada y complacida expresión de chorizo, sufre del mal de la condescendencia. Estos defectos muy humanos que lo exoneran, son los comunes de los presidentes, no es exclusivo de esta presidencia, no que va, bien le consta a la gente, nada que hacer, ¡paciencia!
Riqui riqui riqui ran, el pan era de pobres, la arepa es noble, hay una boda que ha ser suspendida porque los novios pelando están, no tienen queso ni tienen pan, están como en San Juan, en la propia indigencia, indigestos no están, armados de paciencia, han invitado al Ministro Machado, el de la inteligencia. El grillo su sombrero se ha puesto, gabán verdoso y medias de verdes listas, ha sido contratado de primer violinista. Se ha arreglado el problema musical, los músicos, ¡que situación!, son estudiantes del grupo cultural más talentoso de la tribu Pemón. Con ramitos de azahar, los dos novios ardientes, resultan ser precisamente, la pulga y el piojo, se quieren casar y no lo han logrado por falta de rial. Les darán los cobres, les darán arepas, les darán el pan y, ¡harán raqui riqui y riqui riqui harán! ¿Pero entonces, hay pan? A que Roque hay alfandoque, queje Riqui hasta alfeñique, y riqui riqui riqui ran. Si tú no te duermes niño inocente, te daré mere mere con pan caliente. Mamá luna, dame pan con queso. No te lodoy porque está tieso. Mamá luna dame pan con mantequilla, ¡chacho!, no sea tan fastidioso... La pulga y el piojo se quieren casar, y que maravilla, a todos invitan al acto nupcial, ya no es por el pan que ya lo tenemos, nos falta quien baile, ¿donde lo hallaremos? A la una está la luna, a las dos suena el reloj, que se casan la aguja (apodo que le endilgan a la pulga papuja) y el granito de arroz (sobrenombre del piojo quien por ser orillero siempre tuvo fama de arrocero). A la una la novia con el novio a las tres, en la cola colita del pianito marqués, con la música bailan y girando les ves, de cachete pegado, de danzar no han parado, hasta que dan las diez. Ya no es por el baile del piano marqués, con todas sus patas lo brincó el ciempiés, ahora es por quien cante, ¿donde lo hallaremos? Así  dijeron los novios al ya no bailar, respondió la rana desde el platanal, mi crocró yo canto, canto sin parar, el cucú las ranas no pueden callar. La luna se asoma, la noche se viste de cal y coral, se esconde el gorgojo en el chamizal, con la gorgojita hace riquirrán. Rielando en la toma, el brillo lunar, alumbra a los novios que brindan con vino. Del hato cercano no hubo quien no vino, un inconveniente frena a los presentes, no obstante la dicha de novios y allegados, no encuentran padrino que sea el adecuado. En el coche a las tres, los novios han venido, brillando en los esteros, los cocuyos henchidos revientan alumbrando a los novios y amigos. A la pulga amorosa dice el piojo querido, dame tu lucecita cual bucare encendido, vayamos a encerrarnos novio querido, abrázame en tus alas y cierra los postigos. ¿Ves? Los cocuyos hermosos ya están alumbrando, ya son casi las tres, el caballito de la lluvia baja girando, desciende en su coche hecho con una nuez, ¿llega tirando? La fiesta está en su punto, hay mucho queso y vino, ¡pero que buena broma!, no aparece un padrino. Desde el matorral sale el mapurite, vino a perfumarles el regio convite. Da vueltas la hormiguita a la sopa en la olleta, es un caldoegallina, con los palos quien quita que se ponga la cosa bien buena, ¿en la cocina? Le da vuelta al caldero la preciosa hormiguita y viene el Ratón Pérez de manera discreta, ¡pudiera ser fortuita!, y propone un asunto muy delicado, les dice que el negocio ya lo ha pensado. Encierren a la gata que yo seré el padrino. La pulga y el piojo se besan felices, tendrán un padrino con bienes raíces y un tronco e apellido, es novio de la hormiga ¡y para que mas señas!, ella muy servicial salió un momentito, se fue a consolar a la niña pequeña, quien se puso a berrear pues su pobre meñique se cayó en el dedal, desde allí el muy bandido se ha quedado dormido y roncando ya está; por eso la niñita se le ha puesto a llorar. Se consumió la sopa de la hormiguita. Se fugaron los novios por la puerta de atrás. Los invitados cogieron su peíta... ¡Se emborrachó el padrino! Llegaron silenciosos ronroneantes mininos, cuando todos dormían por efecto del vino, entró la gata gorda, venía ayudada por malvados felinos, ronroneó sonreída y en un santiamén, se manducó al padrino.
Cucurrucucú paloma, un oscuro viernes de Febrero, el signo monetario fue devaluado, entonces el país se encontraba hipotecado, se encuentra, ¿no?, más bien, se halla, anda perdido, ¿desorientado?, ido, hip, ¿hipotecado dices?, hip, hipócritas, jalamecates, hipódromo, me encanta, por eso, hip, me gusta, es mi oportunidad, soy como un padre, soy un amor, soy como tú, si, de gallo mamador, sonrisita meliflua, rosagante, fasces de bambino, soy como un bebé, jodas!, bebedor, hip, empedernido, no, tanto no, empecinado?, no mejor digamos jodedor, pero eso si, enamorado, ¡ay ríquiti! Bebé feliz y de familia blanca, paloma, que bebe unida, a la blanca paloma de gentil plumaje, permanece unida, ¿a la banca?, soy hip, soy como un monje, soy Ye monk on the rocks, serio pero bonchón, ¿rochelero?, ¡epa!, sin motoneta!, correteando por los salones de Miraflores, en interiores, el Esculapito enternecedor?, al Ministerio me refiero, ¿el Ministro del Señor?, él organiza el asunto, tú te callas y punto, te quedas haciéndote el difunto, toda esta regorgalla, este vainero, comenzó a verse desde aquel veintitrés de Enero... El se ganó la silla, ¿acaso es tracalero?, el partido lo presentaba como la panacea, el tipo discurseaba en los mítines entre una y otra pea, para colmo de males el contendor era demasiado formal, que va usted a hacerle, la gente siempre detrás de medio real prefirió un presidente que quisiera bonchar, él, ¡mal no la iba a pasar! Palomita blanca, copetico azul... ¡Guaralealo chamo!, tan enamorado, ¿sí? No me lo mate no, señor cazador, este es el guarandol de mi corazón. ¿El guaral y el corazón? Tirá tirá, tirá, tira jala, tirá del curricán, jalá el guaral, tirá de la cabuya, dale pita, el volantín cabeceará a tu antojo, palomita a tu antojo, dale, suéltale, aflójale. Mejor decile así, soltale la cabuya, vai dale, andá aflojando. Ve Eufrosina, es mejor que te me vayáis a que Beto, vos misma sí, de bola que es si vos queréis!, paqueteme encarguéis de freírme, o de fritarme como vos queráis, si, unas huevas de lisa, ¿me entendéis?, si queréis podéis usar la cocinita de gasplán o las preparáis en un anafre, cogéis unos chamizos, usáis kerosene y ya sabéis, de un solo viaje, con el recaíto podéis prepararnos el mojitoecurvina, si no encontráis curvina, no importa, nos podéis preparar un jurelcito con unos cocíos y queso palmita o de año, con aguacatico vos sabéis y no te importe un sebillo por la gente, ve que son todos una pila e saporabúos, despreocupate ya sabéis, vos nos ponéis los platos bien rebosaos, en el mantelito aquel que tenéis, el de cortinaebaño, nos acomodáis la comía y quedamos listos patirarnos esos troncos debajo del matapalo, en el solar y que no te se olviden las cervecitas, acordáte de que tienen que ser Regionales y estar como sieso e foca, ve que el jefe raja la caña que jode y que cachea, vos me entendéis, ¿no?... Blanca paloma, haceme la caridá, palomita. Mirá decímele a Manuel que no sea tan frijolillo, que se venga, que no diga como el gocho, si no me vengo me matan, que se esmachete pacá y deje la taguarita, que nos acompañe, pero se lo avisáis con tiempo no lo vayáis a encontrar echogolilla, ve que con su carterita el se hace leña en un solo raspinflay, ¡nomelo creáis si vos no queréis pero así es!, fijate quelotrodía estaba a que Carmelo y Manuel andaba con el maifren, vos sabéis, paloteao estaba, pero ya te voy a contar como se le pasó la pea, en un segundo, nos la vimos bien pelúa, ¡virga!, maginate que le entró un ataque a Chinca, páque la hubieras visto,¡ cayó erollete chico!, y el vivalapepa del maifrén que es quien ha debido estar en la vaina, no le paró bolas!, y yo dije, ¡a la vé!, ¡que mondinga!, pero él ¡pataebola!, como que si no fuera con él, ¡tiene que ser que está acostumbrao, mialma! Yolanda y Críspula se esmachetaron pagarrarla... Bueno, a la paloma no, vos sabéis...Cogito ergo sum, ¡así está funcionando el país! No te me descarriléis que la vaina no es así como vos creéis, eso de pienso luego existo, bueno, con eso estáis pasaoeculto, ¿que?, ¿er cogito era un gozón? Fijate, ya eso pasó de moda, ahora tenéis que decir... ¡Verga hasta pienso!, ¡quiere decir estoy vivo par coño! Aprovechá entonces tu oportunidad, después te preocuparéis por los detalles de si existo o no existo, ¿el existencialismo es como le decían a aquella golilla?... Entonces chico, vino él y me dijo, pero restregale un sapo en la barriga, y yo le dije, ¡veeerga!, ¿un sapo?, ¡con leche sapo!, y él de lo más fresco que lo confirma, sí, dijo, vos no véis que la leche es blanca, ¿aunque sea de sapo?, eso me preguntaba yo casquirrioso, entonces tan solo murmuré bajito, ¡de bola! Yo entendía que esa era su preocupación, y él estaba creyendo que la vaina se le iba a quitar de un solo mamonazo y por eso yo pensé, vergación, ¿tendremos que darle una frota con Bay Rum o con loción Marazul?, pero el maifren no se contentó con eso, así que yo le eché coco y propuse ron de culebra, o árnica, ¿unos tragos de chirrinche?, un parche de caraña en el ombligo con eso y la tacamahaca, ¡ni hablar del peluquín! Entonces me quedé con los ojos claros y sin vista porque vino él y me explicó que cuando se le pasara toaquellavaina le recomendáramos que se lavara la conserva y ni tan siquiera con Las Llaves sinó con Neko, por una lavativa sobre las miasmas y otras explicaciones alquímicas muy difíciles de entender. ¡Te podréis figurar todaquella molleja!, y con esa pata jinchá ¿paonde vais a coger? Ellos son así, con riales como cascajos y no nos quedó más remedio, ¿que íbamos a hacer?, ¡aceptamos!, no había vueltas que darle, entonces nosotros esperamos un ratico y en lo que pasó el peo nos fuimos palataguara con Manuel Gerardo y Beto y el mascapaila, Mestre, Carmelo y hasta a Vinicio lo convidamos y yo los acompañé porque, ¡chico!, ¿que creéis vos que podía hacer yo? ¡Ah! Pero atendeme, no te me durmáis, que es verdad tuestavaina que te cuento, aunque vos no me la queráis creer.                 
En aquella época llegaron los chimbangleros, los sambeniteros y los sanviteros, todos con ese merequetén de bailar al santo para auyentar la peste. No era loca ni era de bestias, quizás por eso vos los veías descender desde el Cerroeloscachos y del Nuevomundo, de los Altos de Jalisco, de la Pomona, de por La Limpia, La Curva y las Playitas, por la CañáeMorillo y hasta del Empedrao allá por Santa Lucía. Venían con la cantaletica de "San Benito cayó/ en la puerta mayor/ se rompió la cabeza/ con un plato de arroz". Arroz con leche y arroz con coco. Venían sucios, cubiertos de cenizas, con una pintaelocos!, vestidos con bartolas suplicando perdón, mesándose los cabellos, jalándose y tironeándose las parraguerras como si estuvieran de huevito, emollejaitos de bola, como si el coco les patinara, con chivo o con iguana, siempre en coco. Venían con sogas en el pescuezo, curricanes en el cuello, pitas en el cogote, más sucios que el siruyo. Con velas y relicarios, azotándose hasta sacarse la chicha, correazos sobre ellos mismos y dándole a los demás. Querían expiar las culpas creyendo que el mal era un castigo del cielo, venían repartiendo, dame, a mí, ¡dame dame más!, dale más duro, ¿queréis maduro?, y juápiti y zácata y así por las calles, largando el forro, levantando un polveroloco, y con ese pocoteeperros que se les pegaban atrás. Venían esgañitándose, cantando, perdona a tu pueblo señor, misericordia, no estéis eternamente enojado. Venían en un verdadero rebullicio, ese que mantenía el barón Giles a su alrededor, ¿Mengiles? Mesie Giles, si, el sirviente del Señor. Los clérigos de la colegiata, los diáconos, los coadjutores, los vicarios, capellanes y monaguillos, corrieron, la paloma estaba en las alturas. Venid y vamos todos, ninguno parecía saber nada, todos prestos para proteger y defender del fuego las almas de sus fieles y Giles como el Esculapito, eran unos barones santificados, ¡las vainas del poder!, ellos defendían el pellejo de sus allegados, eran como doscientos fieros caballeros, los felices, ¿felinos?, con sus respectivos criados, pajes, alabarderos altimarinos y sus respectivos espalderos, perdón!, digo, escuderos, ¡los doce del patíbulo se quedaron pendejos! Al anochecer el castillo de Champtocé se bañaba en sangre. ¡Es plash! Miraflores menstrual. Entonces fue que aparecieron los flagelantes. ¡Juápiti, flíquiti y zuácata! Venían en un solo cardumen, embartolaítos, como una onda epidémica, ellos eran, que locura!, eran la propia peste, una miasmita, parecían verdaderos mamarrachos, algunos disfrazados hasta de curas, otros de gorra militar, había mancos, quebraítos con su popora atrás, enanos, tuertos virolos, tullíos, escrofulosos, machetepandos, se colearon algunos leprosos de contrabando, unos venían con la chingolita y otros con la pata coja, varicosos, maricosos, mocosos, ociosos y bastantes morbosos. Eran los simuladores. Ya viene la plaga, cantaban unos, les gusta bailar aullaban otros, venían bailando al son que les tocaban, unos parecían ser víctimas del rascabucheo, se estremecían brincando, parecía ser por la piquiña, con movimientos desesperados, exagerados, eran una propia turba de suplicantes, esguañangándose para lograr el perdón divino, algún iluso, probablemente soñando con acceder a la torcaza del Señor, muchos religiosamente convencidos de que con la penitencia lograrían algún subsidio, aunque fuese con la Beneficencia, o del pote sin fondo del hipódromo, o manque sea un pisito en el complejo Juan Veintitrés, que de valor!, había que verle la cara a esa remollejamentasón de locos, hasta cienmil, bueno como unos quinientosmil más o menos, e iban de pueblo en pueblo, de casa en casa, repitiéndole a todos, pero con una ilusión del carajo!, ¡la torcaza nos sacará de abajo!, ¡y ese tambor!, dale que dale, los chimbangles sonando, culoepuyas, kukurbatas, minas y hasta bongós. ¿Y los látigos? No te me vayáis a olvidar de los bejucos, con agujetas, corozos, cascajos, con alfileres, hasta con alpitas los arreglaban y juqui y juaqui, con pepas de guásimo, los más suaves, ¿vos me entendéis?, dándose fleje mano!, y de vez en cuando a cualquiera le daba un patatús, era por el sol!, soponcio, hasta un tabardillo les podía entrar a esos pobres cristianos, venían envueltos en aquella ola de calor, pero ellos palante con el entierro y se sacaban los chisguetes, los pedazos, los trozos, estrozaos iban quedando. Venían en una sola lamentadera, suplicando y pidiendo perdón, querían los cobres y pedían misericordia, ¡era mucha la necesidad mi hermano!, bueno daban más funciones que el Variedades y fuete y fuete. En realidad, se quejaban más que camión de cochinos, ni que decir de aquel perfume, puro berrenchín, butacón de tullío, bragueta de loco, era lógico porque ¿como se iban a bañar?, vos te podéis figurar el olorcito tropical, sin cambiarse los sayones, durante semanas escuchando letanías y sermones, en aquel sofoco. Terminaban por llegar al sitio, arribaban a la ciudad de fuego, resplandeciente, ¡fulgurante la sultana del lago! Eso si, abajo de las matas de mango, de nísperos y de mamones, estaban los vendedores de cepillado, los chicheros, el de la horchata y el de la vitamina, los buhoneros, tipos raros con cucuruchos en la cabeza, con boinas terciadas, con cachuchitas y pañuelos de colores, algunos lucían cristinas, otros con chisteras, venía el empanadero, el cafecero, un mandoquero, el proveedor, el distribuidor, el vendedor de pitillos, un montón de poleros, por el calor ya sabéis, aquello era una ventolera, parecía venir del mismísimo cipote viejo, sin ton ni son. Tuvieron que llegar los señores banqueros a tomar cartas en el asunto, a todos los compraremos se dijeron, gendarme necesario maifren, eso fue lo que les propusieron, y entretanto le hacían carantoñas a las gorritas, en realidad les ofrecían todo el dinero del mundo, money para tenerlos tranquilos, dólares para las cúpulas, aplacados ellos, ¡a organizar la fiesta! La cosa cambió radicalmente. Timbales, tamboreros, charrasqueros, furreros, la tambora y el cuatro, ¿como es?, el güiro vos sabéis, guapachosos, con una rochelita, merecumbiando y al ratico aparecieron unos vallenatos, llegaron con sus porros acordoniando, siempre con la cumbiamba, con un verdadero samplegorio montado, como que si todo lo que estaba aconteciendo fuese una sola mamaderitaegallo. Los doctores, los expertos, los investigadores, los que examinaban el humor colérico y el flemático y el sanguíneo y el melancólico, solo decían "parchos", ponémele parchos porque ya le llegaron al serote. Parchos si, y no vulcanizados, parchos porosos, en la barriga, en las costillas, de caraña en el ombligo o de tacamahaca, pero parchos. Algunos con más interés en la madre natura, olían las brisas para interpretar lo que les llegaba desde las fosforescencias del lago, juraban que con la paloma emparejada podrían contar, con el Escula de parejo, estaba bien dotada, pero queva mijo!, vana ilusión, amor de lejos, eneaconrinquicalla, les caería hasta coquito. Humo color zapote venido del Tablazo y pescados con más mercurio que un termómetro, eso era lo que obtenían en la ciudad de fuego. Los galenos hubiesen recetado sanguijuelas, sangrías para el desaguadero, pero, pobre Hipócrates, se fueron por la línea de los purgantes, un delicioso, tamarindo sin pepas, aceite de ricino, un kiloesulfato, si la gusanera era muy vermichélica les daban leche de Higuerón, así andaba la gente, regresando a las hierbas aromáticas porque ya ni con las lavativas!, telas de araña tenían obstruyéndoles el tracto gastrointestinal, y si veían un hinchón, sangría y cauterio!, no conocían del tratamiento quirúrgico de los bubones, puro emplasto caliente, sinapismos, azufre, vinagre, miel de abejas, cuernoeciervo, polvo de unicornio, al del cachito torneado me refiero, e igualmente usaban polvos de antimonio del que espanta al diablito, los otros polvitos, los blancos, de lavar y de aspirar, penetraban a raudales sin récipe médico. La medicina simplificada y la familiar como la botella grande, estaban fuera del perol, pero de la prevención ni hablar. Naiboa, que es la misma ensaimada. Por eso es que yo digo, estimado diputado, concañebrio. ¿Que más queréis?
Blanca paloma, cuatromilmillones y medio de bolívares y el Ministerio de Sanidad no pudo decirle a la Contraloría que se habían hecho, dónde estaban, ¡o sea quien se había birlado ese pocotecobres! ¡Se esfumaron¡, se volatilizaron, ¡se los peinaron! Nadie respondió. Pero la peladera está en su punto, en hospitales y ambulatorios, medicinas no hay, ¿gasa?, ¿algodón?, no hay. ¿Mercurocromo y yeso?, no hay ¿y eso?, tampoco Los centavos se van rasniando, unos se los llevan a Nueva York, otros con más fru fru se van a Suiza, camino de los bancos del exterior, todo el dinero del país está escapando. Misia Carmela en un platicoepeltre me había puesto mi cuarticoemajarete, lo recuerdo porque estaba parrelamerse como si en vez de coco le hubieran rallado ambrosía y yo me conseguí mi piazoecanela. Doña Luisa entonces vino y nos echó el cuento de misia Carmela que mascatabaco y no tiene muelas. Yo la recuerdo bien con aquel pañolón en la tumusa, raspando el coco, la leche para el mojitoecurvina y en la cascarita ir metiendo el asunto para que queden los huevos chimbos como para chuparse los dedos, y doña Luisa sin pararle a la pájara pinta, que paradita en el verde limón, se bajaba de lamata pal solar y se metía con el paujil todo el santodía, después se quedaba sentada, tranquila, agachada, echada, la pájara pinta bajo el limonero. Recuerdo la figura gordota de Carmela a horcajadas, ¿empollando sería?, me voy a Miami diría ahora, en cuclillas estaba, es tan fácil, vos véis y orinita vengo, ¿eso nos dijo?, como que lo recuerdo y nosotros nos quedamos pensando, como será eso de que se fue a miarbolito. De la noche a la mañana las cosas se han transformado. Si es por dolor de muelas vos sabéis, en vez de empegostarte de yodoformo o de yodex como cuando te dieron las paperas, te vais a Jiuston, solo los que pueden como vos después del viernes, se dan ese lujo, pero para algo se es político, o banquero, hijoeputivo, ¿o hasta gerente?, ¡socio pues!, no? ¿Vos cuanto sacaste cuando el peo? Porque lo que sois vos ¡te la mantenéis en Orlando disfrutando con Mickey Mouse! Vos de inocente no tenéis un pelo ¡y me venís con lapreguntadera!, ¡yo que sé de esa jaiba chico! El friday, el fritey me decía él y yo pensando que era una lavativa relacionada con la fritanga, yo dizque, ¿te referís al viernes deportivo?, ¿o al friday aquel?, ¿el del gobierno pasado? ¡No bicho! Nosotros sacamos el rial que juega marullo, acordate, vos sabéis que no somos gafos, por eso estamos okey. Si es cólico, te podéis ir a Nueva York. ¿A pesar del maricaje con la vaina de las locas? ¿La peste? ¡Ogay! La receta dice madera y clavos en cantidad suficiente, urnita y pal degredo si te decides. Mano a esa ulbe neuyolkina van los altistas, van a vel el tiatro, los museos, las exposiciones, es cultural, es que se yo quéchévere, van las delegaciones, los jailosos y unos cuantos políticos que eran pelabolas, pero tú sabes pana, son del rebaño de los nuevos ricachones venezolanos, felices, amigos y familiares de Alí Babá. Métete al sogüey broker, ¡es burda de bien! ¡Pero concretá coñito que andáis disvariando! Es que en la Casa del Partido me dijeron que hablara con ella, con la torcaza, que le tocara el punto a la paloma de Escula, que le echara una consultadita. ¡Ajá!, y yo no te dije que te cuidaras, que no salgáis con partidos. Es que el partido le dio su apoyo al reyecito, por lo de la palomita, ¿véis? ¡Después del alboroto de la Universidad y ni te cuento lo de Mérida y hasta en Maracaibo! El pueblo en la calle, protestando, por el hambre y las necesidades que están pasando y el gobierno dándole plan y gases lagrimógenos y perdigones a todo el mundo y llamándolos ultrosos, narcoestudiantes, desestabilizadores, conspiradores y otros brillantes adjetivos calificativos de esos que vos sabéis... Entretanto los sindicalistas, con el gorogoro del pueblo hambreado andaban recorriendo las calles, y dijeron rápidamente, nosotros también nos queremos chequear blanca paloma, ¿hacerse un chequeito?, ¿desean un chequecito?, y de bola, a ellos más que a nadie les cabía derecho. Hay muchos que andan volando bajo, aleteando, sospechosos, ¿funcionarán con un polvito?!, y blanco, como si fuese del partido, ¿el de la palomita?, cucurrucucú, ¿polvito blanco?, ¡son marisqueados!, de gentil plumaje, parecen estar en algo de narcolavado, cucurrucú, ¡bad milk!, ¿pero decime vos conocéis algo más blanco que la leche? A pesar de todo esto y de lo otro, a pesar del jaibero que se veía venir había mucha gente arbolaria que no hacía más que decir ¡Bértica la pájara pinta va a pelar gajo!, y el señor Monroe que no estoy seguro si era primo de la catira aquella, vos sabéis a la que se le levantó la falda cuando el viento, en la piquiña del séptimo sello apocalíptico, que era el mismo año cuando todo el mundo andaba tocándole a Raschmaninoff. ¿Sergei es como lo llamabas vos? ¿Mirá y decime que le tocaban? ¡Bersia! ¡Interpretándolo chico! Bueno chico, figurate vos que el señor Monroe escribió su doctrina en una hoja de parra, creo que se la quitó a su prima cuando estaba posando para el almanaquito aquel, rebuenaza que se veía, ella, no se veía ella misma porque era miope, pero el caso es que en la propaganda que repartían con el calendario, el horóscopo, la carta astral y toaesamolleja, esa en letra chiquita, la que estaba en la parte de abajo, en la inferior, a la del almanaquito me refiero, ¿véis?, con lo de las píldoras del doctor Ross y el tricófero de Barry, allí en un pedazo de pergamino simulado decía "América es para los americanos”, pero todos sabíamos que se refería a los gringos, y uno leía aquellajaiba y de bola que pensaba en Monroe, porque él se la mantenía con aquella golilla subliminal, maclujiana, el slogan, ¿me comprendéis?, ¡siempre Marylin y las plantas!, no criatura no las de los pies, las de las que te vé, en la pantalla, ¿si?, bueno ellas repartiendo los eslóganes, untate, bebelo, probalo, rociátelo y el primo de la miope Marylin, gozando un bolón, de Alaska a la Patagonia, y parte de la otra en las Bahamas, la isla Caimán, ¿o era en las Malvainas?, ya ni se. ¿Como le quedaría a Simón Antonio y a su combo? El matter no importaba, palante con el entierro. Estar en la onda, ese era el rollo, o sea el bussines, el biyuyero si vos queréis. Lo que es, de cada quien. Por eso era lo de la cuchara y la botijuela y la olla de peltre con su raspadura, se les venían los pedazos con los restos del majarete. ¡Vivianes!, la rasparon hasta el serote, ¿el cipote?, no chico ni cipote ni siruyo, el serote del majarete, se lo sacaron, calculá vos como sería la arañadera ¿Sabéis que es bien arrecho? Sacarle brillo al peltre. ¡Ve que manteca! El rubicundo hijo de Esculapio, con su sonrisa estereotipada, disfrazado de dios Baco, por gordo, obtuso y concañero de partido, se iba de frente en una rumba mitológica. Decime, vos acaso sabías que Mercurio... ¿El que tiene alitas en los ñames? Si ese, pero no me interumpáis. No, es que te iba a preguntar si era de la familia Cromo. ¡Bírtica!, ¡vai cristiano dejate hablar! ¡Ajá! Bueno ve, figurate vos que Mercurio era jalabolas de Zeuss... ¿Zeuss es el mismo Presidente Júpiter verdad? ¡A vaina chico, me vais a chalequear el cuento!, oíme, Mercurio era como te dije el alcahuete de Zeuss y andaba a que Vulcano poniéndole unas curitas en sus cauchos, los de él no, los neumáticos, okey, ¿entonces vos no sabéis lo que le pasó?, inmaginate que se encontró a dos culebras que estaban peleando, y él que andaba siempre con una varita, cogioles dioles un toquecito y las separó. ¿Separoles? Ve chico, ¡queboles!, ¿como el hada madrina? Sí, tan dulce y fina, por eso es que la varita con las culebritas son el símbolo de Mercurio. ¡A la vé!, ¿quien lo hubiera dicho?, ¡por eso usan el símbolo y el mercurio en los hospitales! ¡Bueno, yo no se sobre esa molleja chico!, a lo mejor es verdad, pero atendeme, yo te digo que por eso Mercurio es el Dios de la paz, el que tiene la vara y separa. ¿Cómo un referí? Poco más o menos, de allí posiblemente sale aquello de, con la vara que midas serás medido. ¿Eso no tiene nada que ver con el Rey Midas? No, ese era otro Presidente, a ese también le gustaba el oro, ¡con bolas! ¿Pelotas de oro?, ya entiendo, son las bolas, y decime, los que miden, ¿no son los jueces? ¡Pero bueno que varilla con vos! ¡Ladilla no!, yo solo estoy preguntándote para aclarar vainas. Está bien, fijate cristiano, ¿por casualidad vos sabías que Mercurio es el Dios de los médicos?, ¿no?, ajá, veis, ¡ya te agarré fueraebase!, y decime, ¿vos sabías que Mercurio también es el Dios de los comerciantes y de los ladrones? ¿De los ladrones? Sí señor, paquetelocepilleis. ¡Coño, eso si es una novedad!, eso parece una interpretación mitológica de los fenómenos de la historia contemporánea. Si, eso es casi como una solución por arriba y con alitas en los pies a un problema de aquí, de por abajo...
Soñar no cuesta nada, eso mismo dijo la Comisión. ¿La de la Educación? Si. Atraso de décadas fue el dictamen. Pero Zeuss cerró el informe, le puso su rolliza mano, casi pata de elefante y ¡closed! Les dijo, cerrado está, y chao, ¡se me van pal Callao! Los mandó a cerrar el pico. Los escogidos dijeron entonces. ¡Ay, y que va usted a hacerle! El informe no estaba escrito en hojas de parra, era un rollo y le sacaron fotocopias y las pusieron para su uso en todos los relojes de agua de los liceos y las concentraciones escolares del país nacional. ¡Todos los estudiantes en el water respectivo se acordarán de Zeuss! En eso andaban en el Monte Olimpo, cuando Mercurio, como un Rafito cualquiera organizó la pelea. Las que les brilla el pelo fueron al ringside, como el Gran Lotario, el del moño rojo, Basil Batann, el enano negro, como el mismísimo Dragón Chino y si no es porque la sustancia se agota en las boticas y el propio mentol no se encontraba ni para remedio, el demonio rojo hubiese controlado el país. Si el proyecto hubiera sido aprobado por el elefantino Esculapito, la nación entera hasta lo hubiera considerado en sus desmanes, a lo mejor los hubiesen elevado a los altares, a los dos, a Zeuss y a Mercurio, o sea Escula y a la palomita, ranquiados o por lo menos candidateados para el hall de la fama, ¡que diría Luís! Pero ¡que va!, con los precios subiendo, sin linfa antipestosa y la gente esperecía, falleciendo de peste pulgosa, muriéndose de paludismo y de cuanta enfermedad transmitan los zancudos, como la fiebre amarilla, el dengue y la peste loca! ¡Pero sobretodo medio país pereciendo de hambruna! Era evidente, no cabía dudas, si al que dirige esta golilla no le duele la miseria de la gente,  entonces ¿que podéis esperar? Esculapito mirando impávido los cuerpos enfermos, los carajitos lombricientos de maruto brotado, enfermos con diarrea, con las patas en el suelo y se les mete la bilharzia, los enfermos renales sin equipos de diálisis, las mujeres pobres con sus úteros cancerosos, huérfanos van quedado los hijitos, ¿los sidosos?, allí aumentando, ¿educación?, ¡no se rían!, no hay tu tía, inmaginate que en algunos sitios si tomáis un sorbito de agua te coge la hepatitis! Pero que caray, para quien tiene el dinero en Suiza y el alma en Mayami, no existe en su mente otra cosa sinó su beneficio personal, desde épocas inmemoriales, te lo dicen, además se sabe, es el destino, es algo evidente, es manifiesto, los pobres se mueren de hambre, es por ello, la voluntad divina, tanto indigente y nada puede hacerse, en todo caso están allí para facilitar la caridad, pueden rezarles un responso, si tienen como pagarlo... La salud es importante, pero, no puede alcanzar para toda la gente, solo si tenéis cobres y sois inteligente, si te queréis curar, te vais pafuera, obviamente, te tenéis que largar, ¿me entendéis?  ¿Sabéis que en Houston le hacen a uno su baipaseo? y en Boston lo ponen como nuevo para el meneo, ¿en Mayami vais?, unos spaa hay que te dejan fino, y hasta en Alemania donde le cosieron a Don Cipriano su fistuleo, cualquiera logra realizar sus más caros deseos. Así somos los jefes pana, los presidentes, los caudillos, los gerentes y los hijoeputivos, eso lo han aprendido todos los escogidos, hasta los sindicaleros cuando fungen de dirigentes, todos los parásitos perféricos de la riqueza y del poder. ¡Así, la pájara pinta paradita en el limonero, queda de pinga! Bueno, ella pica y pica y pica hasta acabar con la guarandinga... Picando o pecando. Pica pica chico! ¿Como las sardinas? Si, tal cual…

El texto pertenece y ha sido extraído enteramente de “La Peste Loca”, novela publicada en 1997, por la Secretaría de Cultura de la Gobernación del Estado Zulia, durante el primer gobierno de Javier Arias Cárdenas.
Puede accederse a la novela por Internet …
En AMAZON donde dice “la propaganda”: Se ha afirmado rotundamente que el protagonista de la novela "La Peste Loca" es el lenguaje. Utilizando un barroco muy consubstancial con los personajes, García Tamayo ha escrito una novela que explora las vivencias de médicos, periodistas, profesores universitarios y de políticos, en la Venezuela de los años 60, 70 y 80. La trama se desenvuelve a través de la pasión por la investigación científica, y en particular sobre el estudio de "la peste loca de las bestias", denominación para una encefalitis equina, pero también pareciera englobar a otra peste loca, la del consumismo, del derroche y de la corrupción, en un país intoxicado por el "oro negro", el petróleo transformado en "el excremento negro del diablo".