lunes, 12 de febrero de 2018

E.T.A. Hofmann








E.T.A. Hofmann
El 1 de septiembre del año 2015, escribiría en este blog, sobre Hofmann, y decía que en la página 254 de mi novela “La Entropía Tropical” dice: “Tú has venido escuchando Los Cuentos de Hoffman, de Offembach, en tus audífonos personales, los del 727, has oído cantar a Joan Sutherland y a Plácido Domingo”… “Ahora con la barcarola de Weber estás transportado a tu juventud, épocas de escolar, puedes ver la gran lámpara facetada de vidrio y barras de plomo en el centro del techo de multicolores retazos, puro Art Déco, del Teatro Baralt, y con las notas  musicales de Hoffman, escuchas su barcarola”… “Tan solo eres un muchacho, con tus audífonos, y ahora, estás viendo tu película musical en el Baralt, y Zizi baila ballet vestida de rojo sangre, ella gira, y luego regresa en puntas de pie, Hoffman suena profundamente”.  …”Escuchabas en tus audífonos la música de Offembach en los cuentos de Hoffman, y al reflexionar, años después, no entiendes por qué veías bailar a Zizi con unas zapatillas rojas”...”en el film homónimo”…”del año 48, donde sobre un cuento de Andersen bailaría incansable Moira Shearer bajo la dirección de Michael Powell, quien dirigiría en 1951 otro film de factura inglesa, precisamente titulado Los cuentos de Hoffman. En ésta ópera cómica veremos aparecer nuevamente a nuestro personaje como un brujo interesado en la ciencia, uno que construye muñecas mecánicas y curiosamente se llama Spelanzani, así, con una sola ele. De modo que Spelanzani con la ayuda del malvado Copelius, orquestado por la música de Offembach ha creado a Olimpia, un maniquí mecánico y Copelius le venderá gafas mágicas a Hoffman para que vea en Olimpia a un ser humano, aunque de pronto cantando se detenga y Spelanzani tendrá que correr a darle cuerda. Como en las zapatillas rojas de Andersen, Olimpia canta y baila sin parar pero Hoffman pierde las gafas y comprende que Olimpia de quien él se ha enamorado, no es humana. Cuando Copelius decide destruir a Olimpia, los invitados de Hoffman se burlarán de él por el engaño. Será en el Acto Tercero, cuando se escuchará “Belle nuit”, la barcarola de Offembach que te transportó a tu infancia en el teatro Baralt de Maracaibo”    Pero, ¿a qué viene este refrito, o replay si se quiere, sobre Hofmann?

Ernst Theodor Amadeus Hoffmann (1776-1822), fue un escritor, jurista, dibujante y caricaturista, pintor, cantante y compositor musical prusiano, del movimiento romántico de la literatura alemana. Autor entre otros relatos de El cascanueces y el rey de los ratones, El hombre de arena, El puchero dorado, Mademoiselle de Scuderi...  Son muy conocidas su ópera Ondina, sus historias Fantasías a la manera de Callot, Piezas fantásticas, sus novelas góticas Los elixires del diablo  y  Papeles póstumos del hermano Medardo, un capuchinoEra conocido como E. T. A. Hoffmann, aunque su nombre de nacimiento era Ernst Theodor Wilhelm Hoffmann, él adoptó el de Amadeus en honor del compositor Wolfgang Amadeus Mozart.

E.T.A. Hoffmann nació en Konigsberg, en la Prusia Oriental (actualmente Kaliningrado está en Rusia). Su familia era de origen polaco y húngaro. Tras la separación de sus padres en 1776 se crio con la familia de su madre, enferma y neurótica, una familia pietista ( movimiento luterano fundado por Philipp Jakob Spener en el siglo XVII que se desarrolló en el siglo XVIII influyendo, en la formación de filósofos y escritores, con autores como Emmanuel Kant, Gotthold Ephraim Lessing y Friedrich Hölderlin. Al ser hijo y sobrino de juristas, E.T.A.Hoffmann continuaría la tradición y estudió Derecho en la Universidad de Konigsberg, en Gloga, Berlin, Poznan y Plock. En 1800 fue nombrado auditor y destinado a Posen. Entre 1804 y 1807 trabajó en el tribunal de Varsovia, donde ya de 30 años retomó su vocación artística. 

Creó una orquesta, organizó conciertos, compuso música, y se emborrachaba escandalosamente con problemas con la autoridad por sus caricaturas. En 1806  regresó a Berlín, donde sufrió de fiebre tifoidea. En 1808 hasta 1813 residió en e Reino de Bavieral como tramoyista, director y escenógrafo en el teatro de su amigo Franz von Holbein, donde fue director de orquesta y arquitecto.  Luego en  Leipzing tuvo un empleo similar y comenzó a colaborar como crítico musical. Vivió en Dresde  y de nuevo en Berlín, donde en 1814 aparece su Fantasiestücke. Estrena Undine y acepta el cargo de consejero de justicia de los tribunales. Escribe su novela gótica  más oscura y célebre, Los elixires del diablo. Papeles póstumos del hermano Medardo, un capuchino (1815 y 1816) y se entrega a una vida desordenada que destruye su salud por alcoholismo y sífilis con accesos de locura, atacado de parálisis murió en 1822. La fama de E. T. A. Hoffmann se debe más a su obra como escritor que a sus composiciones musicales. Ejerció gran  influjo sensible en Edgar Allan Poe, Theophile Gauthier e incluso en Kafka. Sus obras de ficción, de horror y de suspenso combinan lo grotesco y lo sobrenatural con un poderoso realismo psicológico, se encuentran entre las mejores y más influyentes del movimiento romántico. 

E.T.A. Hoffmann era un magnífico músico, admirado por Bethoven y otros, sus creaciones literarias inspiraron muchas piezas musicales de otros autores. Algunas de las más famosas son, los cuentos fantásticos en los que Jacques Offenbach fundó su ópera Los cuentos de Hoffmann(1880), donde E.T.A.Hoffmann es el protagonista de las historias: “El hombre de arena”, “La noche de San Silvestre”, “El puchero de oro”, y “El violín de  Cremona”. El célebre compositor francés, Léo Delibes, también utilizó “El hombre de arena” para su ballet Copelia (1870).. Su personaje del   kapellmeister Johannes Kreisler también inspiró la obra para piano Kreisleriana del compositor alemán Robert Schumann. Richard Wagner usó un tratamiento de E. T. A.Hoffmann en Los maestros cantores de Núremberg. Vicenzo Bellini usó “El dux y la dogaresa” para la ópera Marino Faliero, Gaetano Donizetti toma muchos rasgos de “Signore Formica” para su ópera bufa  Don Pasquale, etc. Así mismo, E.T.A. Hoffmann se inspiró en la ópera Don Giovanni de su admirado Mozart para su complejo relato Don Juan.  E.T.A. Hoffmann, fue siempre un artista completísimo, que imprimió un horror deliciosamente elegante en obras magistrales como El magnetizador, El mayorazgo, Vampirismo, Los autómatas y otros.

Maracaibo 12 de febrero de 2018

miércoles, 7 de febrero de 2018

La próstata del viejo dictador




La próstata del viejo dictador

A finales de 1921, es decir a los 64 años, Juan Vicente Gómez hizo una retención de orina de características graves, pero la acertada intervención del doctor Adolfo Bueno, logró que se recuperase. El registro que de la evolución clínica del benemérito, que llevaba uno de sus edecanes, el Coronel Benjamín Velasco Ibarra, hablaba de los galenos que actuaron en los cuadros de retención aguda de orina y resultan valerosos aportes en la investigación histórica de los hechos alrededor de la enfermedad del general Gómez. Al principio los médicos eran Chacín Itriago y el doctor Núñez Tovar, quienes trataban al General dándole píldoras de Urotropina, baños de asiento y usando bolsas de agua caliente, con lo cual lograba aliviar muy poco las crisis de retenciones urinarias que lo aquejaban. Posteriormente llaman a Caracas al doctor Rafael González Rincones quien le realiza un cateterismo vesical, extrayendo abundante orina. Luego, los cateterismos uretrovesicales se hicieron infructuosos y llamaron a Caracas a los doctores Adolfo Bueno (1881-1967) y Elías Rodríguez quienes al pasarle una sonda más rígida lograrían extraerle litro y medio de orina de olor penetrante, característico de vejigas de gran capacidad y descompensadas, compatible con una vejiga obstruida de larga data complicada por corresponder a una vejiga diabética.

Después de éste episodio llamarían con frecuencia al doctor Adolfo Bueno o al doctor Ramón Ignacio Méndez Llamozas quienes le aplicaban la sonda urinaria y se la dejaban por 24 a 48 horas hasta que pasara la crisis. Al General Juan Vicente Gómez, a sus 74 años una Junta Médica de su confianza, le aconsejó una cirugía prostática y se analizaría la situación considerando que el mejor cirujano de la época era el eminente urólogo francés Georges Jean Baptiste Marion (1869-1960), por lo que se le recomendaría que fuese a Francia. Es curioso e irónico este paralelismo histórico si lo comparamos con la situación de su compadre Cipriano Castro el 24 de noviembre de 1808, cuando siendo el presidente, decidió irse a Alemania para ser operado de una fístula rectovesical por el famoso cirujano berlinés James Adolph Israel. Castro nunca pudo volver a su país. A Gómez le propusieron también irse a Europa pero el dictador se negó diciendo: -“Me muero en Venezuela pero de aquí no salgo”… En 1932 traerán al eminente doctor Marion, de Francia a Venezuela. El Dictador Juan Vicente Gómez obligará al doctor Marion a que antes de operarlo a él deba operar a dos pacientes del Hospital Vargas de Caracas, y da la mala suerte de que uno de ésos pacientes morirá a las 24 horas de haber sido intervenido quirúrgicamente, por lo cual el General Gómez, desconfiado, envía de regreso al profesor Marion a Francia y nunca se operaría.

Juan Vicente Gómez, va a morir tres años después, padeciendo por una insuficiencia renal producto de la obstrucción de la salida de orina por una glándula prostática de gran tamaño, posiblemente tumoral. Sabemos, según nos ha dicho Potenziani Bigelli, que las causas de muerte del General Gómez fueron: adenoma o hiperplasia prostática complicada al final con un cáncer prostático, que lo llevó a obstrucción urinaria con insuficiencia renal agravada por la diabetes mellitus (riñón diabético) que lo condujo a una anuria mortal. El adenoma prostático posiblemente se habría transformado en cáncer de próstata y provocó trastornos de vaciamiento urinario, con todo el cortejo sintomático, de dilatación de vías urinarias superiores, la hidronefrosis con pielonefritis, insuficiencia renal, y anuria terminal. Todo como complicación de la diabetes mellitus que agravó y precipitó los trastornos urinarios. El general Gómez falleció el 17 de Diciembre de 1935 en horas avanzadas de la noche, en las Delicias, Maracay, casualmente el mismo día que murió el Libertador Simón Bolívar, quizás otra de las ironías de la historia.


 REFs: 1-Caballero M. Gómez , el tirano liberal. Monte Avila Editores Latinoamericana 2da edición, 1994;   2-Potenziani B. Julio C. Historia de la Urología. Cronología histórica de la Urología mundial y venezolana. Editorial Ateproca 2002) citados por el mismo Dr. Julio César Potenziani Bigelli, en “Cuando las enfermedades urológicas cambiaron la historia de un país. Venezuela: Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez” Vitae Academia Biomédica Digital; Julio-Septiembre 2009 N°39 (http://vitae.ucv.ve/?module=articulo&rv=89&n=4010).

Maracaibo, 7 de febrero  2018

martes, 6 de febrero de 2018

El Bosco y un Juicio Final




El Bosco y un Juicio Final

Hyeronimus se calló la boca y dirigió su vista al rostro de su Señor El Príncipe Felipe El Hermoso, quien continuaba mirándolo. Estuvo así, atisbando la faz arrugada del pintor durante un rato, sin decirle una sola palabra. La explicación detallada del cuadro por hacerse le había hecho vivir al Príncipe el momento del Juicio Final como una lacerante realidad. No quería negarlo pero el pintor le había provocado una sensación de terror indescriptible, era como si hubiese conocido la escena anticipadamente. Se llevó la mano a la barbilla frotándosela. Hyeronimus continuaba en silencio... Entonces el Príncipe se levantó y le recomendó esmerarse en la ejecución de la pintura. ¡Tendrá que ser mi Juicio Final! Cuando se lo dijo, le prometió que lo promocionaría como un gran pintor si le cumplía a cabalidad. Estaba por demás convencido de que aquel hombre extraño, ya entrado en años y con una voz y una sonrisa muy peculiar, sería capaz de complacer todas sus expectativas. Decidió pagarle por adelantado y dejó que sus secretarios resolvieran la parte legal en lo referente a la redacción y el registro del documento por el cual habría de asegurarse el cumplimiento de la obligación pendiente por parte del pintor...         

“Ars Moriendi”, el arte de morir, era una obra impresa en Alemania y en los Países Bajos, muy popularizada entre los devotos católicos del siglo XV. En este breviario, los demonios se disputan el alma del moribundo al pie de su cama, y al final el Ángel del Señor triunfa y se lleva el alma al cielo. La popularización del Apocalipsis de San Juan, los dibujos visionarios de Leonardo da Vinci en Italia y de Alberto Durero en Alemania, reflejan las ideas del pueblo sobre los sombríos días tan esperados del próximo Juicio Final. Todos los textos los ha hojeado el sin par Hyeronimus. Él pinta con febril energía las tablillas llenas alucinantes criaturas. También ha escuchado una canción religiosa denominada, “Días de Ira”, se ha popularizado en esos días, es una tonada que habla de los horrores que deberán verse el día que el mundo tenga que ser reducido a cenizas...
Una nube azul flota sobre la tierra calcinada. Hay valles y montañas y desfiladeros, todo es muy oscuro y arden cientos de fuegos chisporroteando sobre los farallones de manera tal que los incendios iluminan el cielo y se van reflejando como resplandores en lagunas con aspecto de charcas y en los contornos de las grandes piedras que oscurecen la tierra, mientras contra ellas se estrellan chorros de agua hirviente, humeante y se producen salpicaduras de fuego líquido, turbulencias y explosiones fantasmagóricas. Es posible observar a cientos de hombres desnudos que huyen desesperados, algunos se hunden en negros socavones, tratan de ocultarse, más los destellos luminosos permiten detectar una caterva de monstruos transformados en sus torturadores, quienes los persiguen y los arrastran en tanto que otros grupos de seres desnudos e indefensos son llevados hasta los desfiladeros y los acantilados donde aguardan paralizados de terror.

En el plano frontal, los monstruosos perseguidores de los hombres utilizan las más extrañas máquinas e instrumentos de tortura. Sobre este paisaje aterrador, encima de una nube celestial, flota Jesucristo, Dios Todopoderoso, rodeado de sus apóstoles y de cuatro ángeles de albas túnicas quienes anuncian con largas trompetas doradas el acontecimiento. Ha llegado la hora del Juicio Final. La Virgen María con San Juan esperan detrás del Señor, quizás ya es demasiado tarde para que ellos puedan interceder por los seres humanos. Es la hora del Apocalipsis y los mortales enfrentan la violencia aterrorizados. No hay demonios, sólo algunos seres, posiblemente son los mismos hombres quienes se han metamorfoseado en monstruos y en primer plano, en radiantes colores esmaltados, disfrutan torturando a sus víctimas.
Texto extraído del Capítulo XI de mi novela “Para subir al cielo…” Ganadora de Bienal de Literatura Elías David Curiel 1977, Narrativa.
Maracaibo, 6 de febrero 2018

domingo, 4 de febrero de 2018

Pestíferas campañas presidenciales




Pestíferas campañas presidenciales

Las campañas presidenciales son peligrosas. En general, no huelen para nada bien… Estamos viendo  al ex presidente Correa recibir una lluvia de huevos y de basura del pueblo ecuatoriano al correr por las calles en su país, perseguido por sus conciudadanos que no quieren que regrese… Vemos al delincuente Timochenko recibir una lluvia de insultos, calificándolo suavemente de lo que se merece, por el pueblo colombiano que lo repudia nauseoso ante el desafuero de postularse para presidente de Colombia. Recién vimos al ex vicepresidente colombiano del actual gobierno, Germán Vargas Lleras, actualmente en campaña como candidato a la Presidencia de la República por el Movimiento “Ciudadano Mejor Vargas Lleras”, respaldado por sectores políticos, a proferir denuestos contra los venezolanos, insuflado de patriotero populismo… Fíjese usted, no más, en las metidas de patas en las que se embarra…

Germán Vargas Lleras ex vicepresidente de Colombia, quien ocupó ese cargo desde agosto del 2014 hasta marzo de 2017 cuando el Senado aceptó su renuncia, para lanzarse a su campaña presidencial, dijo la semana pasada desde Tibú, municipio fronterizo con Venezuela, que las casas que allí construye el gobierno neogranadino no deben ser entregadas a "venecos", expresión discriminatoria para referirse a ciudadanos venezolanos. Escuchémosle hablar… “No vayan a dejar meter a los venecos por nada del mundo, esto no es para los venecos, no hay un solo lugar en Colombia donde se permita que personas que no sean del país, se beneficien con programas sociales. Así se manifestó el que fuera el vicepresidente colombiano de Juan Manuel Santos. El presidente Santos tuvo que intervenir, delicadamente moderado, para poner fin a las críticas de Vargas Lleras, tanto contra la Cancillería colombiana como a las ofensas que hiciera contra ciudadanos de Venezuela. “El señor Vicepresidente tiene unas funciones específicas, él está encargado de adelantar todo lo que tiene que ver con la infraestructura y la vivienda (...), y la Canciller es la encargada de las relaciones internacionales (...), y así tienen ambos que obrar, de acuerdo a sus fueros. Hago un llamado al respeto en cualquier comunicación con cualquier país y en cualquier circunstancia”, expresó Santos.
 
El ex vicepresidente colombiano del actual gobierno, Germán Vargas Lleras, al exigir que no adjudiquen viviendas de interés social a ciudadanos colombianos que hayan vivido en Venezuela o a sus hijos con nacionalidad venezolana, nos obliga a recordar La Explosión de Cali. Una historia triste, que pareciera desconocer el candidato presidencial de Colombia, hoy en campaña. La historia se refiere a un obsequio venezolano hecho a Colombia en 1957, cuando una explosión en Cali, causó miles de víctimas y gran cantidad de damnificado, desastre ocurrido el 7 de agosto de 1956 en el centro de la ciudad de Cali, por la explosión de seis camiones civiles acompañados por el ejército cargados con 1053 cajas de dinamita provenientes de Buenaventura que transportaban 42 toneladas de explosivo plástico gelatinoso, que se iban a emplear en la construcción de carreteras en el departamento de Cundinamarca. En 1956 la ciudad de Cali contaba con 400.000 habitantes, de los cuales 4.000 fallecieron a causa de la explosión, y otros 12.000 más quedaron heridos; este incidente ocurrió durante el gobierno del presidente Gustavo Rojas Pinilla, quien atribuyó la tragedia a la oposición, que había firmado el pacto de Benidorm (que derivaría en la creación del "Frente Bacional").  La tragedia tomaría entonces tintes políticos. Tal y como sucede actualmente con la espantosa tragedia y mortandad de los venezolanos que llega y toma tintes de politiquería insólitos y podemos presenciar asqueados a politicastros preparándose para precipitadas campañas presidenciales…

La Unidad Residencial República de Venezuela es uno de los famosos “superbloques” donado a Colombia, por Pérez Jiménez que era el presidente de Venezuela, y se puede ver en la fotografía, emergiendo en el terreno donde se levantó que fue igualmente donado por el médico venezolano Adolfo Bueno Madrid, (se los muestro en una fotografía) quien era un reconocido galeno que había atendido a Juan Vicente Gómez con cateterismos uretrovesicales para aliviar su “vejiga diabética” y otros padecimientos prostáticos infecciosos. El doctor Bueno Madrid debió exiliarse en Colombia tras el golpe de Estado de octubre de 1945, contra Isaías Medina Angarita, y allá en Colombia se dedicó al negocio inmobiliario. Formalmente las viviendas las erigió y adjudicó el Banco Obrero de Venezuela, gratuitamente a los beneficiarios. La realidad es que uno de los edificios que debía haber sido construido en la parte oeste de Caracas en lo que ahora es el muy conocido complejo residencial “23 de enero”, el llamado bloque No 8, no existe, y el motivo es precisamente debido a que ese complejo residencial de 140 apartamentos fue entregado a los sobrevivientes de la tragedia de Cali, tras quedar sin sus hogares, donado a Colombia por el presidente de la república de entonces, Pérez Jiménez. Como dice mi primo hermano, que oiga quien tenga oídos, aunque uno teme ya que todo parece indicar que hemos de proseguir “¿quousque tándem?”, padeciendo ante esta la cáfila de truhanes que aspiran a seguir en sus campañas presidenciales, expoliando la pobre patria venezolana.

Maracaibo 5 de febrero 2018