sábado, 30 de septiembre de 2017

Simón de Montfort (3)



Simón de Montfort (3)


Simón IV de Monfort (?1160/1165-1218).Señor de Montfort-lÁmaury,quinto conde de Leicester, conde de Tolosa, vizconde de Béziers y del vizcondado de Carcasone,  fue el principal protagonista de la Cruzada albigense. Simón IV de Monfort pertenecía a una familia con el rango de barones de la Isla de Francia por parte de su padre Simón de Montfort y, por parte de su madre, Amicie de Beaumont, señora de Leicester, descendía de la baronía anglonormanda y era la heredera de la mitad del condado de Leicester con derecho al título de senescal de Inglaterra. Su bisabuelo, Amaury III de Montfort fue conde de Évreux y senescal de Francia. Su abuelo, Simón de Montfort, fue conde de Évreux y gruyer  real del bosque de Yvelines.  Su padre Simón era el segundo hijo de Simón III.  En 1181, tras la muerte de su abuelo, el condado de Évreux fue heredado por Amaury V su padre. Simón recibió solo el señorío de Monfort y el cargo de gruyer. A la muerte de su padre en 1188 los títulos pasarían a su hijo Simón IV. En 1190 casó con Alix de Montmorency, hija de Bouchard de Montmorency y hermana de Mathieu II de Montmorency, condestable de Francia. Su madre era la hija mayor de Robert de Beumount, tercer conde de Leicester. En 1199 Simón de Montfort se unió a la Cuarta Cruzada. Sin embargo, cuando los venecianos decidieron unilateramente atacar la ciudad cristiana de Zara el año 1202, Montfort abandonó la cruzada y, por sus propios medios, conquistó los territorios franceses de ultramar en Palestina, (posteriormente los cruzados conquistarían y saquearían Constantinopla).


Simón de Montfort en 1209 se unió al llamamiento papal de una cruzada contra los heréticos cátaros conocida como la Cruzada albigense y participó en los asaltos de Béziers y de Carcasone, en julio y agosto de 1209, respectivamente. Tenía dotes para la estrategia militar y parecía obsesionado por manifestar su catolicismo hasta ordenar celebrar misa de campaña antes de entrar en combate, pero, sobre todo, aparece como un hombre despiadado y sanguinario. En 1209 el asalto de Béziers terminó con el asesinato a cuchillo de veinte mil personas, incluidas mujeres y niños. Carcasone fue vencida en 1209 tras dos semanas de sitio y Raymond Roger Trencavel fue detenido y murió de disentería en prisión. Simón de Monfort se hizo atribuir el vizcondado de Béziers y Narbona e incrementó considerablemente sus posesiones. Tras entregarse la ciudad de Carcasone, Arnaud Amaury abad de Citeaux, enviado papal, les propuso a varios nobles el tomar posesión de los títulos y bienes del vizconde Trencavel. Esta proposición primero le fue hecha al Duque de Borgoña, , luego al Conde de Nevers y al Conde de Saint Pol. Todos ellos se negaron afirmando que "no habrá nadie que quiera deshonrarse aceptando estas tierras". Cuando se le propuso a Simón de Montfort, él aceptó. Simón intentó que el rey aragonés Padro II el Católico, que había acudido el 4 de agosto a Carcasone con la intención de que la capitulación se llevara a cabo en las mejores condiciones, le reconociera estas posesiones. Para ello se trasladó en noviembre de 1209 a Montpellier pero el rey se negó. Solo aceptó al ver que el poder de Montfort, aliado con el rey de Francia, aumentaba representando un verdadero peligro para sus estados; entonces negoció con él (27 de enero de 1112) el matrimonio del futuro Jaime I con la hija de aquél, y le entregó, como rehén, al infante de tres años de edad. Con este rehén, Simón creyó impedir que el rey aragonés tomara partido contra él en favor de los albigenses. Pero no fue así, y dos años más tarde, las tropas de Pedro el Católico y Ramón VI de Tolosa serían derrotadas por las huestes de Montfort en la Batalla de Muret, el 12 de septiembre de 1213  donde murió el rey aragonés. Después, Simón de Montfort entró en Tolosa al frente del ejército cruzado. Con esta derrota, los albigenses fueron aplastados, pero Simón IV Montfort ya no se encontraba en una cruzada, sino en una mera guerra de conquista.

Su crueldad, aplicada en el campo de batalla, y en el trato a los prisioneros se hacía patente en terribles mutilaciones y descuartizamientos en vivo, y en el despedazamiento de los cuerpos de sus víctimas. La presencia del dirigente de la Cruzada en cada uno de los horripilantes espectáculos sanguinarios que se organizaban llena de episodios crueles da la cruzada albigense. A finales del 1209, Giraudo de Pépieux, un señor de Minervois, se sublevó apoderándose del castillo de Puisserguier y de su guarnición francesa. Giraudo quería vengar la muerte de su tío a manos de un caballero francés, a quien Simón de Montfort había ordenado enterrar vivo en pago de su crimen. A dos de los caballeros franceses apresados tras vaciarles los ojos y cortarles la nariz, las orejas y el labio superior, los envíó desnudos a Carcasone donde estaba el cuartel general de Simón. En la ciudad de Bram, en la primavera de 1210, tras rendirla, Montfort mando dejar ciegos y mancos a más de un centenar de sus habitantes, a los que mandó cortar también orejas, nariz y labios, menos a uno, al que dejó un ojo, para que pudiera guiar a los demás hasta Cabaret, ciudad que pensaba asediar. Todo ello con la intención de desmoralizar a sus habitantes. Con el suceso de Bram, Simón dejó presente que no olvidaba las mutilaciones de Giraudo de Pépieux. Este suceso es tan solo un acto más en la cruenta cruzada que se desarrolló en las tierras del Midi. 

El conflicto entre Simón y el arzobispo de Narbona Arnaldo Almaric, abad del Cister, inquisidor y legado del Papa en la cruzada contra los albigenses, no tardó en producirse, enfrentados ambos por el ducado de Narbona, que había pertenecido a los tolosanos, y que ambos pretendían. Aunque Arnaud excomulgó a Montfort, en 1216 el rey de Francia aceptó de Simón IV de Montfort el vasallaje de los territorios que éste había conquistado (incluyendo el ducado de Narbona), dando legitimidad, de esta manera, a las conquistas llevadas a cabo por Montfort. A la muerte de Inocencio III, Provenza  se rebeló y Ramón VI y su hijo Ramón VII de Tolosa  reconquistaron el país (1216-1217). Raimundo recibió la ayuda de las tropas de la Corona de Aragón, aunque éstas tuvieron que retirarse ante las amenazas de excomunión y de cruzada hechas por parte de Honorio III. Los condes de Tolosa entraron en su ocupada capital el 12 de septiembre de 1217. Inmediatamente, el o de octubre, Simón de Montfort puso sitio a Tolosa.  El 25 de junio de 1218, cuando se cumplían ya diez meses de asedio, Simón murió a causa de una pedrada lanzada por un pedrero (artilugio medieval mangonell) manipulado por unas mujeres, la cual aplastó su cabeza.

Maracaibo, 30 de septiembre de 2017

viernes, 29 de septiembre de 2017

Los Cátaros (2)



Los Cátaros (2)

El canal del Mediodía es una vía navegable de Francia que comunica por vía fluvial el Atlántico al Mediterráneo; une el río Garona en Tolouse con el mar Mediterraneo. En el momento de su construcción se le llamó Canal Real del Languedoc. siendo rebautizado en 1789 durante la Revolusción francesa  (canal du Midi o del Miègjorn en occitano). Este proyecto había sido ambicionado en otras épocas por gobernantes como Nerón, César Augusto y Carlomagno para preservar sus barcos y mercancías del peligro que suponía cruzar el estrecho de Gibraltar. Encontrar y transportar agua para rellenar el trazado se puso en práctica creando un sistema de colecta conocido como «la rigole» que se abastecía de la zona montañosa de la Montaña Negra y del Lago de Saint Ferrol. La Montaña Negra un macizo montañoso situado en la extremidad suroeste del Macizo Central en Francia está incluida en el parque natural regional de Haut-Languedoc. La densidad de los bosques del macizo montañoso son los que le dan el nombre de Montagne Noir. En el mapa se puede ver como atraviesa la región donde se asentó el catarismo. Tierras muy fértiles con grandes castillos medievales donde serían perseguidos los cátaros, por la única Cruzada hecha en tierras europeas, la Cruzada albigense.

Los cátaros fueron una secta medieval cuyo objetivo era lograr una pureza absoluta de costumbres. El origen de sus creencias proviene de los Bogomilos, herejes búlgaros que en el siglo X negaban la Santísima Trinidad, la divinidad de Cristo y la realidad de su forma humana. Rechazaron los ritos, las jerarquías, el bautismo y condicionaban el matrimonio al derecho de repudio. Las doctrinas de los Bogomilos fueron perseguidas intensamente, especialmente por Boris rey de Servia, hasta que se refugiaron en Bosnia, desde donde encontraron terreno favorable en la Europa occidental de los siglos XII y XIII, dando lugar a diversas denominaciones para sus miembros según la zona de que se trataba: publicanos en el Norte de Francia, patarinos en Dalmacia e Italia del No rte, Ketzer en el Rhin ,y, sobre todo, albigenses en el mediodía de Francia.

A comienzos del siglo XII en Champagne fueron quemados en una hoguera 183 cátaros por ser considerados herejes, y era que en Arras, el catarismo se había expandido y comenzaba a ser aceptado igualmente por la nobleza. La mujer conoció que podía tener un sitio y jugar un rol importante en la historia, hay mujeres perfectas, las jóvenes se educan y las mujeres sola se refugian en sus hogares. El acto carnal es rechazado dentro y fuera del matrimonio, para un perfecto es pecado, un mal necesario para los envoltorios carnales de las almas que esperan por la reencarnación. Los creyentes asisten a las prédicas de los perfectos y pueden hacer confesión pública ante los creyentes. Los cátaros no piden dinero y además instan a los nobles a no pagar los diezmos a la Iglesia, de manera que el pueblo termina por admirar a estos clérigos, diferentes, de vida ejemplar… Las cinco diócesis cátaras, Albi, Cahors, Carcasone., Narbona y Toulouse, e incluso Agen. Estas ocupaban casi los territorios de los grandes señores feudales del Languedoc. Los cátaros recibían el apoyo de algunos nobles y habían logrado asentarse gracias a la acción ejemplar de los Perfectos (seguidores cátaros de una vida ascética) y a la incapacidad del clero católico. Los Perfectos y Perfectas no eran muy numerosos, pero una gran parte de la población toleraba su doctrina e incluso la favorecía.

Esta historia de los herejes de Lenguedoc, tiene que ver con un italiano. El Conde Giovanni Lotario de Segni, nacido en Agnani el año 1160, en la noble familia Conti de Lombardía. Su tío era el papa Clemente III, quien lo nombró cardenal a los 29 años, cursó estudios de teología en la Universidad de París, y derecho canónico en la Universidad de Bolonia, y el día 8 de enero del año 1198, a los 37 años de edad, tomó el nombre de Inocencio III quién habría de ser, quizás, el papa más representativo y prestigioso de la Edad Media. De su moral austera, reforzó a la Iglesia al hacerse respetar por todos los emperadores y reyes europeos, y se erigió como árbitro por encima de cualquier gobernante, resolviendo las graves dificultades políticas y religiosas. Fue el primer papa en atribuirse el título de “Vicario de Cristo”, en una época en que la Iglesia estaba atravesando momentos difíciles, en el terreno religioso; los árabes, ocupaban los lugares santos de Palestina, por lo que Inocencio III, impulsó La Cuarta Cruzada en Tierra Santa, y el auge que las principales herejías estaban teniendo en Europa, lo llevó a cortar de raíz la herejía de los cátaros creando La Cruzada Albigense, apelando a una movilización contra ellos apoyando incondicional a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden dominica y a San Francisco de Asís, esperando que sus predicas, hicieran volver al redil a quienes seguían la herejía cátara, pero dado el fracaso de su intento pacífico el papa Inocencio III, quiso poner remedio por la vía de las armas, y recabó la ayuda del rey de Francia Felipe II Augusto, quien no quiso inmiscuirse directamente en la lucha, pero dio su consentimiento en la organización de una cruzada contra los cátaros, señalando a Arnau Amalric, como jefe de los cruzados, y posteriormente nombró a Simón de Montfort, como su sucesor.
La cruzada albigense, también conocida como cruzada cátara o cruzada contra los cátaros, fue un conflicto armado que tuvo lugar entre 1209 y 1244, por iniciativa del papa Inocencio III con el apoyo de la dinastía de los Capetos que saldría favorecida ya que el movimiento religioso calificado como herejía por la Iglesia Católica  se había asentado desde el siglo XII en los territorios del Languedoc,  por lo que la conquista de estos territorios favoreció la expansión hacia el sur de las posesiones de la monarquía francesa. La Cruzada se caracterizó por episodios de gran violencia, y provocó la decadencia y la extinción del movimiento religioso cátaro, con el ocaso de la hasta entonces floreciente cultura languedociana. En el siglo XII, la Iglesia Romana con el papa Celestino III trató inicialmente, de contrarrestar el auge del catarismo mediante una política misionera, enviando a predicadores como Bernardo de Claraval. En la primavera de 1208 el asesinato del delegado papalPedro de Castelnhou en Saint Gilles quizás por orden del conde Raimundo VI, condujo al papa Inocencio III a pronunciar un anatema contra el conde tolosano y declaró sus tierras «entregadas como presa» lo cual era una solicitud a Felipe II Augusto,, rey de Francia, y a todos los condes, barones y caballeros de su reino para acudir a la cruzada y acabar con el catarismo.
Esta Guerra Santa que se llevó adelante en Europa, es relatada en tres fases. La primera, a partir de 1209 comenzó con gran violencia con la matanza de Bésiers, y enfrentó a las fuerzas de los señores vasallos de los Capetos comandadas por Simón de Montfort, con la nobleza tolosana encabezada por el conde Ramón VI de Tolosa y la familia Trencavel. Estos que eran aliados y vasallos del rey de Aragón Pedro II el Católico, solicitaron su participación en el conflicto y el monarca aragonés, resultó derrotado y muerto en la batalla de Muret en 1213. La segunda fase produjo la muerte de Simón de Montfort en el sitio a Toulouse el año 1218 tras el retorno del conde Raimundo VII de Tolosa y la consolidación de la resistencia occitana apoyada por fuerzas aragonesas. La intervención militar de Luis VIII de Francia  a partir de 1226, ya muerto Inocencio III, contaría con el apoyo del papa Honorio III culminó con el Tratado de Meaux-París de 1229, en el que se pactó la integración del territorio occitano en la corona francesa. La tercera y última fase correspondió a los abusos de la Inquisición que provocaron numerosas revueltas y sublevaciones urbanas y decidió una última tentativa de Raimundo VII a la que renunció a pesar del apoyo de la corona inglesa y de los ciondes de Lusignan. La aventura cátara terminó sangrientamente y con una masacre en hogueras gigantescas con la toma de las últimas fortalezas de Montesegur y de Queribus en 1244.

Maracaibo 29  de septiembre del 2017

jueves, 28 de septiembre de 2017

La Occitania del Midi (1)




La Occitania del Midi (1)

Escribo para ustedes 3 breves relatos sobre las tierras del sur de Francia, el Languedoc, Occitania o las tierras del Midi y la tragedia que representó la herejía cátara, extirpada a sangre y fuego en una cruzada dentro de Europa promovida por la Iglesia y rematada por la Inquisición. Corría el año 2003 cuando logré hacer realidad un deseo que desde muy joven tenía en mente. Pude visitar la ciudad amurallada de Carcasone en el sur de Francia… Inolvidables recuerdos de la mayor ciudad amurallada que se conserva en Europa, una ciudad medieval declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Desde entonces, pensé que debería escribir algo sobre Simón de Montfort, un controversial personaje, el quinto conde de Leicester, conde de Tolosa, vizconde de Béziers y del vizcondado de Carcasone, quien además habría de ser posiblemente el principal protagonista de la Cruzada albigense. Pero creo que de esto no debo hablar todavía sin antes revisar, lo que fueron las tierras de Midi y del significado de conversar en la lengua de oc.

Al sur de Francia y al pie de los Pirineos existían vastas y fértiles tierras donde la vida de su gente fue cantada por los trovadores en la lengua de oc. Eran las tierras del Midi, era la Occitania donde se vivía celebrando el fin amors “el amor cortés” que planteaba una hermandad de espíritu e igualdad y nobleza de corazones. En los pequeños núcleos urbanos que constituían las ciudades medievales de las tierras occitanas, el poder se repartía entre la autoridad feudal y las instituciones municipales cuyos privilegios eran respetados. En la cultura occitana, las decisiones comunes se tomaban en el Castrum y el poder no le pertenecía a un solo señor sino que era compartido a partes iguales entre los herederos del patrimonio familiar. Todos los habitantes, señores, artesanos, nobles, campesinos o médicos luego de largas deliberaciones en el Castrum llegaban a las decisiones que se caracterizaban por “la cortesía”. Las ciudades medievales de la Occitania se rodeaban de murallas y en ella existía un castillo usualmente en el área central y más elevada, donde residía algún conde, vizconde o hasta un obispo, y allí se encontraba también el Castrum, donde se tomaban las decisiones.

Todo esto existía a finales del siglo XII en las llamadas tierras de la lengua de oc, donde los señores, o príncipes, podían ser vasallos del rey de Francia, pero éste estaba siempre muy ocupado en su querellas con las tierras del norte, con Inglaterra, o con el Imperio Germánico y quedaban a su arbitrio los dueños de aquellos feraces territorios del sur, familias enteras de nobles; los Plantagenet señores de la Aquitania, los señores de las tierras del Midi que le pertenecían al rey de Aragón, los Trencavel, vizcondes de Béziers y Carcasone, y los condes de Tolosa. Ya en 1168, la corona de Aragón dominaba los Pirineos, Cataluña, una parte de Provenza y desde 1172 también Rosellón. En 1204 el rey PedroII de Aragón, casó con María de Montpelier para ser también Señor de Montpelier. Los Trencavel eran tres vizcondes, de Agde, de Nimes y de Béziers así como de los dos condados de Carcasone y de Razès.

Todas estas tierras de las que hablamos habían sido conquistadas y colonizadas por el imperio romano y pasarían luego a ser la Septimania de los visigodos. Los Trencavel eran vasallos del rey de Aragón, pero también lograron consolidarse al casarse Rogelio Trencavel con Azalais, hija de Raimundo V de Tolosa, por lo que este en 1163 sería también vizconde de Béziers y conde de Carcasone. También desde el siglo XI, Guillermo Tallaferro se casó con la hija del conde de Arles y así, los condes de Tolosa pasarían a ser Marqueses de Provenza… Toda esa aristocracia feudal acuñaría una moneda en Cahors y desde el siglo XII los financistas serían denominados “los Cahorsinos” dueños de las acciones de los molinos de Tolosa. Esta región que funcionaba tan eficientemente era cantada por los trovadores provenzales en la lengua de oc, el lenguaje del amor cortés y de la igualdad de oportunidades, en una tierra donde se afianzará y tomará cuerpo el catarismo, uns doctrina que mencionaré brevemente antes de decir algo sobre el señor de Montfort y la Cuarta Cruzada, o cruzada albigense.

El catarismo era un cristianismo dualista de hombres que pensaban encarnar la verdadera Iglesia de Dios ante lo que venían observando como desorientación de las órdenes religiosas, en la llamada “Iglesia de los Lobos”, muy diferente a lo que los cátaros conceptuaban como las dos creaciones: la del Bien, obra de Dios, y la del Mal, de la Nada, del mundo visible y del tiempo. El alma eterna, les parecía encerrada en la prisión carnal del cuerpo y según ellos, Dios había venido al mundo no para redimir el pecado original sino para revelar a los hombres el camino de la liberación que habría de permitir a las almas extraviadas por el Mal, acceder al Reino de Dios. Ese camino sería el bautizo por el Espíritu Santo, el único sacramento aceptado por los cátaros pues fue el conferido por Jesús a los apóstolos. Rechazando la Cruz, la Eucaristía y el principio del libre albedrío, no habría posibilidades para escoger entre el Bien y el Mal, y todos serían llamados a conocer un día la salvación eterna. Solo se es “puro” y liberado del Mal, por el bautizo, (el consolament). La doctrina, de los cátaros y la de los bogomiles es muy similar. Estas religiones menospreciaron el mundo material, y fueron barridas de la faz de la tierra en una cruel Cruzada que serviría para que desaparecieran absolutamente para tan solo dejar el trágico recuerdo de su historia.

Maracaibo 29   de septiembre del 2017

ALBORES DE LA MEDICINA ZULIANA



ALBORES DE LA MEDICINA ZULIANA

El 26 de julio de 1608, una vez concedida la licencia fechada en 18 de julio por el Obispo de Venezuela, Fray Antonio de Alcega, los esposos Francisco Ortiz e Inés del Basto fundaron en Maracaibo el Hospital de Santa Ana, el cual cambió sucesivamente su denominación a Hospital de Caridad (1800), a Casa de Beneficencia y Hospital Anexo (1865) y finalmente a Hospital Central “Dr. Urquinaona” (1944). El 2 de marzo de 1837, se creó el Colegio Nacional de Maracaibo, instalado  el 19 de abril de 1839 en el Convento de San Francisco. En 1846 dicho colegio ofreció la Cátedra de Medicina, regentada por los doctores Ausencio María Peña y José Garbiras como catedráticos de Anatomía e Higiene, las prácticas anatómicas se efectuaban en el Hospital de Caridad; pero el Colegio Nacional de Maracaibo,  cerraron sus puertas tras los disturbios políticos de 1848, hasta 1850 cuando fue reinstalado y reabrió sus puertas

En 1837 una epidemia de fiebre amarilla en la costa occidental del Lago de Maracaibo, concretamente en Punta de Palmas, diezmó a casi todos los inmigrantes allí residentes, quienes habían fundado el primer aserradero a vapor de la región. El doctor José María Valbuena describió la fiebre amarilla por primera vez en Venezuela y logró controlar la epidemia mediante el empleo de la quinina.  Desde 1852 se emplearía la quinina para tratar los cuadros febriles de origen infeccioso, sustituyendo así a las sangrías, las dietas y los purgantes. En 1847 es introducida la anestesia en Venezuela por el doctor Blas Valbuena utilizando el éter como anestésico general en nuestra región, posteriormente el doctor Eliseo Acosta emplearía la anestesia con cloroformo en Caracas (1849). 

El  10  de  mayo  de  1854,  el doctor Joaquín  Esteva  Parra (1859 – 1867) para  el  momento  Rector  del  Colegio  Nacional  de  Maracaibo,  dispuso la apertura de un Curso de Estudios Superiores de Medicina. Esteva Parra se encargó de la Cátedra de Anatomía y fundó,  junto al doctor  Ausencio María Peña, el Anfiteatro Anatómico. Instalaría a Cátedra de Anatomía Descriptiva y Fisiología en 1858  y fundó en 1959 el Laboratorio para la Cátedra de Química y Farmacia. Dos años después de su retorno a Maracaibo, establecerá la Cátedra de Anatomía Histológica.  Esteva Parra puede considerarse  el Fundador de la Medicina Experimental en Venezuela. Con Esteva Parra, los médicos zulianos Francisco Eugenio Bustamante (1865-1868) y Rafael López Baralt (1875-1880), quienes también habían cursado estudios de especialización médica en Europa, comenzaron a hacer medicina y docencia en Maracaibo. En 1867, tras su regreso de Europa, el doctor  Joaquín Esteva Parra trajo consigo el primer laringoscopio, practicó el cateterismo de la Trompa de Eustaquio, introdujo el amigdalotomo y ejecutó con él la primera amigdalotomía. El doctor Manuel Dagnino fue el fundador del hospital de Chiquinquirá  en 1865 y sería el  director de ese hospital en varias ocasiones, donde destacó como clínico y cirujano. En 1873, publicaría  De la Fiebre Amarilla, el primer tratado sobre esta enfermedad en Venezuela,  Dagnino fue  un pionero en el estudio de las arbovirosis en el país sin olvidar que Luis Daniel Beauperthuy “el médico de Cumaná” fallecería en 1871 en el Esequibo, sin que se le diera crédito por sus estudios sobre esta enfermedad.  

La primera publicación periódica de tipo médica en Venezuela fue La Beneficencia. Fue fundada en 1874, y constituía el boletín de la Casa de Beneficencia de Maracaibo, creado varios años antes de la de la Gaceta Médica de Caracas, de 1893.  El 20 de septiembre de 1877 se instaló  la Sociedad Médico-Quirúrgica de Maracaibo, con sede en la Casa de Beneficencia, bajo la presidencia del doctor Ángel Martínez Sanz. Esta corporación médica fue el primer antecedente de la Sociedad Médico-Quirúrgica de Zulia  que sería  establecida en 1917 y restablecida en 1925, por lo que le corresponde haber sido la institución de su género más antigua de Venezuela.  

El 1 de enero de 1884 fue fundado el Anfiteatro Anatómico del Hospital “Nuestra Señora de Chiquinquirá” por el doctor Rafael López Baralt. En dicho anfiteatro existía, desde aquel año, un Microscopio Binocular de Nachet, con el cual el doctor Manuel Dagnino iniciaría las enseñanzas prácticas utilizando el microscopio. La Cátedra de Clínica de Medicina y Cirugía fue fundada en 1894 un año antes de la Cátedra de Clínica de Medicina y Cirugía dirigida por Santos Dominici  creada en la capital por iniciativa de los doctores Luis Razetti y Francisco Antonio Rísquez. En septiembre de 1896, por iniciativa de los doctores Rafael López Baralt y Manuel Dagnino, fue creado el Instituto Bacteriológico de Maracaibo, en el Anfiteatro Anatómico del Hospital “Nuestra Señora de Chiquinquirá”. El Instituto Bacteriológico de Maracaibo sería transformado en Instituto Pasteur de Maracaibo, el 6 de febrero de 1897. El 9 de diciembre de ese mismo año, 1897, el doctor José Encarnación Serrano presentaría  en la Universidad del Zulia su tesis titulada Estudio médico sobre el aborto, que le valió para egresar en aquél año como Doctor en Medicina. Un trabajo denominado Historia de la Medicina en el Zulia, escrito por Juan Crisóstomo Tinoco en coautoría con Antonio María Delgado en un concurso auspiciado el 4 de octubre de 1895 por el doctor Francisco Eugenio Bustamante, Rector de la Universidad del Zulia, ganó el 1er premio, con este trabajo que fue publicado, con prólogo de Marcial Hernández, y le valió a Tinoco para doctorarse en Medicina. El 3 de enero de 1911, el doctor Ramón Soto González practicó en la Casa de Beneficencia y Hospital Anexo de Maracaibo la primera apendicectomía realizada en el país.

El 6 de agosto de 1917, los doctores Adolfo D'Empaire, José Encarnación Serrano, Francisco Eugenio Bustamante, Francisco Rincón, Julio Belloso, Guillermo Quintero Luzardo y Ramón Soto González, entre otros honorables médicos, reunidos en la residencia de Adolfo D'Empaire en Maracaibo, fundaron la Sociedad Médico-Quirúrgica del Zulia. La Junta Directiva quedó constituida por Francisco Eugenio Bustamante, presidente; Francisco Rincón y Simón Montiel, vicepresidentes; Venancio Hernández, tesorero; y Adolfo D'Empaire, secretario. Acordaron reunirse los primeros lunes de cada mes para presentar trabajos científicos que serían publicados en  el periódico “La Beneficencia”. Las actividades funcionaron durante cinco años y oficialmente se reunieron hasta el 22 de mayo de 1921 a propósito del acuerdo de duelo por el fallecimiento del doctor Francisco Rincón.

El 20 de octubre de 1923, el doctor Adolfo D’ Empaire practicó en Maracaibo la primera colecistectomía por perforación de vesícula biliar debido a salmonelosis.  El 14 de diciembre 1925, el doctor Juan Bautista Jiménez, convocaría a los doctores Adolfo D'Empaire, José Encarnación Serrano, Ramón Soto González, Otilio Mármol, Carlos Aranguren, Heberto Cuenca, Rafael Belloso Chacín y Juan Evangelista Fernández, para reunirse en la Institución Boliviana, donde se decidió el resurgimiento de la asociación, y se nombró una nueva Junta Directiva. El doctor Heberto Cuenca fundador de la Cardiología en Venezuela y quien había regresado a Maracaibo presentó en el V Congreso Venezolano de Medicina el año 1926 el primer trabajo venezolano de investigación cardiológica “Nota preliminar sobre la electrocardiografía en Venezuela”.  Iniciándose el año 1927, se publica el primer número de la Revista de la Sociedad Médico-Quirúrgica del Zulia, y en 1942, con motivo de sus 25 años de existencia y se creará el Premio Adolfo D'Empaire.  El 28 de octubre de 1929, el doctor José Otilio Mármol, quien había instalado en 1899 el primer aparato de Rayos X en Maracaibo, practicó la primera histerosalpingografía en Venezuela, trabajo  publicado en la Revista de la Sociedad Médico-Quirúrgica del Zulia
 
Transcurridos  50 años de existencia de la Sociedad Médico-Quirúrgica del Zulia, y estando en la presidencia de dicha Sociedad el doctor Enrique Parra Bernal, el 6 de agosto de 1967, y mediante un Decreto de la Asamblea Legislativa, se transformó la Sociedad Médico Quirúrgica del Zulia en la Academia de Medicina del Zulia, en un acto donde la Junta Directiva de la Academia Nacional de Medicina, que por primera vez sesionaba fuera de su sede en Caracas, estuve presente en el solemne acto realizado en el auditorio de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia. Este año 2017 estamos celebrando el centenario de su nacimiento y recién se cumplen también, 50 años desde agosto de 1967, cuando mediante Decreto de la Asamblea Legislativa del Estado, se transformó la Sociedad Médico Quirúrgica en la Academia de Medicina del Zulia.

La ACADEMIA DE MEDICINA DEL ZULIA  celebrará su  XVIII CONGRESO los días  4, 5 y 6 de octubre, este año  2017.  
SEDE: HOSPITAL MADRE RAFOLS en la Circunvalación No 2. Maracaibo. Edo Zulia.
Refs: El Estado Zulia en la Medicina Nacional” de MgSc. Édixon Ochoa

Maracaibo  28   de septiembre de 2017