lunes, 31 de diciembre de 2018

De la poesía, al finalizar el 2018


De la poesía, al finalizar el 2018
El sábado 6 de agosto del año 2016, escribiría en este blog sobre “Otros mundos y las paradojas irreales de la literatura(https://bit.ly/2aBrULV), y al mencionar el artículo de Jorge Luis Borges “La flor de Coleridge” en Otras Inquisiciones, citaba a Víctor Bravo quien diría que Borges como Lewis Carroll, “aprendería que podemos ser soñados por otros, que es posible invertir la causalidad y que la paradoja puede crear mundos distintos, extraños, aunque estén íntimamente ligados a las presuposiciones lógicas del mundo”.
Todo esto a propósito de Samuel Taylor Coleridge, el poeta, y filósofo inglés, quien junto con su amigo William Wordsworth, fue uno de los fundadores del Romanticismo en Inglaterra, y quien en una ocasión habló sobre un hombre que atravesara el Paraíso, en un sueño, se preguntaba… ¿Y si estuvieses durmiendo? ¿Y si en sueños, soñaras? ¿Y si en el sueño fueras al cielo y allí recogieras una extraña y hermosa flor? ¿Y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano?”.  Jorge Luis Borges citará a Coleridge, a William James,  y a HG Wells en su famoso texto “La flor de Coleridge”.
Percy Bysshe Shelley en A defence of Poetry, (1821), dictaminó que todos los poemas del pasado, del presente y del porvenir, son episodios o fragmentos de un solo poema infinito, erigido por todos los poetas del orbe, y nos ofrece un análisis filosófico del papel del poeta como un tipo especial de persona, que puede ver las armonías esenciales del mundo debajo de las imágenes discordantes que las personas encuentran en sus vidas cotidianas. Shelley insistiría en que la producción de poesía no es simplemente un oficio, ya que el verdadero poeta es un visionario que está inspirado para crear arte como un medio para revelar algo sobre la naturaleza del mundo.
Regreso a aquella oportunidad en 2016 cuando también me referí a la literatura y las premoniciones, al mencionar la novela de Paul Auster “La noche del oráculo” donde el autor hablaba de la literatura como premonitora de acciones futuras, donde los personajes se encuentran en una cadena de paradójicas consecuencias que no son más que ficciones literarias sin sustento real alguno. Todo surge de la pura imaginación, como tiene que ser como nace toda la poesía, y en particular como es, una característica resaltante en el escritor Paul Auster.
El 20 de septiembre de ese mismo año 2016, en este blog al hablar nuevamente de la poesía, concretamente mencioné a Elías David Curiel, quien junto a José Antonio Ramos Sucre fue el precursor de la modernidad literaria en Venezuela.( https://bit.ly/2cIy6cj ). El poeta coriano de origen sefardita, creó una importante obra literaria que en conjunto fue reunida en tres libros, Poemas en flor, Música astral y Apéndice lírico. En esta especie de cuadernos aparecerá algo novedoso en la lírica venezolana, una poesía con elementos de carácter filosófico, metafísico, de la mitología grecolatina y de la tradición hermético-cabalística de origen hebraico. Aproveché la ocasión para citar a mi recordado amigo y Profesor Emérito de la Universidad del Zulia, Enrique Arenas Capiello (1943–2015) quien en su libro El azogue ubicuo analizaría ampliamente la obra poética de Elías David Curiel, destacando como “en la tesitura tonal” se percibe “un cierto registro, oscuro, abrupto, seco”…  “no sé si llamarlo ronroneo o cigarrones sonoros de la mudez o del temblor”… “su decir, su ectoplasma parece chirriar sobre el verso con un deslizamiento apagado de cancela herrumbrosa, de puerta quejosa, de alacena o cama rechinante”… “un registro de texto.  Según Enrique Arenas, “la poesía politonal de Elías David Curiel, en el mediodía de las visiones y en la noche de los silencios, es palabra que quiere hacerse música, y epifanías que trasmiten atmósferas de pavor silencioso. Al través de mi vida es sin duda, un texto fundamental en la poesía venezolana contemporánea, que emerge primero hacia el mundo desde los murmullos, las grietas, las oquedades del verbo”.
De esta manera, al hablar sobre poesía, he querido escribir en el blog, algo, que pueda ser menos crudo y triste que la realidad que tantos compatriotas han padecido y sufren confiados esperando que nuestro país, Venezuela pueda renacer y salir adelante en medio de la tragedia que nos aun embarga, al cerrar este trágico año 2018.   
Mississauga, Ontario, 31 de diciembre del 2018

domingo, 30 de diciembre de 2018

“La monstruosa crueldad”


“La monstruosa crueldad”

A propósito de la monstruosa crueldad de los dictadores y de las reacciones del pueblo ante el final de los regímenes tiránicos, Suetonio, en su célebre libro Vida de los Doce Césares, al terminar la primera parte, dice: "Hasta ahora hemos hablado del hombre; hablemos ahora del monstruo". Se refería a  Cayo JulioCésarAugusto Germánico, llamado "Calígula”, el tercer emperador romano quien vivió y reinó muy poco, pero en apenas cuatro años de su reinado, convirtió a Roma en un barril sin fondo para el despilfarro. Murió asesinado a sus 29 años después de creerse un dios durante sus apenas 4 años de poder absoluto, sangre derramada, escándalos sexuales, incestos y un número de ejecuciones, ordenadas algunas, personales otras, casi incalculables. A diferencia del emperador Nerón, quien incendió a Roma y persiguió a los cristianos y al morir con una espada clavada en su cuello dijo "¡Qué artista pierde el mundo!", no hay constancia de que Calígula haya expresado unas últimas palabras, sin embargo fue un gran megalómano, también conocido por creerse Dios y por la devoción a su caballo Incitatus, al que le otorgó un cargo político en el Senado…Como puede verse, lo de los cargos es una mala costumbre que persiste en los tiranos…
  
Se pueden buscar similitudes entre Julio César y Calígula. César fue apuñalado en el 44 a.c.,  por treinta conspiradores liderados por Casio Longino y por Bruto, de quien Shakespeare diría “Ángel era del César”. Calígula, resultó muerto de igual modo, el 24 de enero del año 41, apuñalado en el Monte Palatino por igual número de conspiradores pretorianos y senadores al mando del prefecto Casio Querea de quien Calígula se burlaba llamándolo "afeminado" y "el peor recaudador de impuestos del imperio”, quizá por eso, se dice que la primera puñalada fue la de Querea… Sin embargo, existe una importante diferencia entre ambos personajes. Ante el cadáver de Julio César en la escalinata y la estatua de Pompeyo manchada de sangre, Marco Antonio desplegó un memorable discurso (releer la versión de Shakespeare en su tragedia Julio César en lapesteloca.blogspot.com, https://bit.ly/2SaQoC1), donde al elogiar sus virtudes,  levantó en odio y venganza al pueblo, que se lanzó contra los asesinos. En cambio, el cuerpo yacente y ensangrentado de Calígula habría de desatar una masacre sin destinatarios: la furia y el dolor de sus guardaespaldas germanos fue una especie de contagioso tifón de sangre y acero que despertaría la monstruosa crueldad no sólo contra los conspiradores, sino que cayeron por decenas senadores, funcionarios menores, y hasta simples e inocentes almas que acertaron a pasar cerca…
 
Maximilien François Marie Isidore de Robespierre (Arras, 1758-París, 1794), apodado “el Incorruptible”, abogado, escritor, político francés, que gobernó a su país durante el periodo revolucionario conocido como “el Terror”, había iniciado su carrera como juez penal y defensor de los sectores más desposeídos. Su fama y notoriedad se basaba en su fuerte oposición a la pena de muerte y resultaría electo diputado. Entre 1793 y 1794, decidido a purificara Francia de cualquier opositor a la Revolución, gobernó de forma autocrática, en un período de persecuciones políticas, y continuas ejecuciones, llegando a justificar el uso de la pena de muerte a la que tanto se había opuesto en el pasado. Finalmente, Robespierre fue concentrando cada vez más poder en el Comité de Salvación Pública, hasta cuando soldados opuestos a sus políticas asaltaron el Ayuntamiento de París, donde él y varios de sus allegados se encontraban. Fue herido, arrestado y guillotinado el 28 de julio de 1794, junto a veintiún seguidores. Su muerte terminó con la época de monstruosa crueldad implantada por el régimen de “el Terror”.

Nicolas Ceaucescu y su mujer quienes gobernaron a Rumania durante 24 años con mano de hierro, desarrollarían un culto a la personalidad de ambos insólito en Europa y una represión de monstruosas proporciones. Ceaucescu y su mujer, Elena, vicepresidenta del Gobierno y presidenta de la Comisión de Control del partido, fueron pasados por las armas tras una sentencia condenatoria por delitos de genocidio, demolición del Estado y acciones armadas contra el Estado y el pueblo, destrucción de bienes materiales y espirituales, destrucción de la economía nacional y evasión de mil millones de dólares hacia bancos extranjeros. Los Ceaucescu, eran los dos seres más odiados por el pueblo rumano, y su ejecución se produjo ocho días después de conocerse los primeros datos sobre la salvaje y cruel represión ejercida por las fuerzas especiales y de la policía secreta del régimen en algunas regiones del país. La ejecución de la excelsa e intocable pareja fue anunciada por el Frente de Salvación Nacional (Gobierno provisional que había tomado momentáneamente las riendas del Estado). Todos dictadores, todos muertos para finiquitar sus crueles y monstruosos atropellos contra su pueblo.

Mississauga, Ontario, 30 de diciembre de 2018

sábado, 29 de diciembre de 2018

El himno de la UCV


El himno de la UCV 

Campesino que estás en la tierra,
marinero que estás en el mar,
miliciano que vas a la guerra
con un canto infinito de paz;
nuestro mundo de azules boinas
os invita su voz a escuchar:
empujad hacia el alma la vida
en mensaje de marcha triunfal.

Esta casa que vence la sombra
con su lumbre de fiel claridad,
hoy se pone su traje de moza
y se adorna con brisa de mar.

Para el sueño encendido de Vargas
laboremos azul colmenar
mientras mide el perfil de la patria
con su exacto compás, ¡Cajigal!

Libre viento que ronda y agita
con antiguo, desnudo clamor:
¡nuestra sangre de gesta cumplida,
nuestras manos tendidas al sol!

Alma Máter, abierto Cabildo,
donde el pueblo redime su voz:
¡nuestro pueblo de amable destino,
como el tuyo, empinado hacia Dios!

D. Luis Pastori (1921-2013). Economista, profesor, compilador, cronista, poeta y académico venezolano. Ministro de Estado para la Cultura y presidente de la Asociación de Escritores de Venezuela. Directivo del Centro de Estudios Latinoamericanos “Rómulo Gallegos” (Celarg). Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua. Colaborador del semanario “El Morrocoy Azul”, con los seudónimos Conchokolatte y Jacinto ven a treinta (1945-48). A los 20 años publicó su primer poemario. Su obra poética fue traducida a una docena de idiomas, incluidos el árabe y el chino. Junto a Tomás Alfaro Calatrava, coautor de la letra del Himno de la Universidad Central de Venezuela, con música de Evencio Castellanos.

Tomás Alfaro Calatrava (1922-1953). Poeta Venezolano. Nacido en el Chaparro-Aragua de Barcelona, en el año de. Perteneció a la Generación del 40 y a los llamados “Poetas Universitarios”. Fue coautor junto a Luis Pastori, de la letra del Himno de la Universidad Central de Venezuela. Entre sus obras más representativas figuran: Afortunado Náufrago, (1942); Octavillas de la Vigilia y la Melancolía, (1945); Décima de Amor y Muerte, (1954); Poemas, (1963) Apasionado por el Soneto, la décima y la Octavilla. Este último subgénero poco utilizado en su época, e incluso, hasta el día de hoy. 

Pablo Evencio de la Cruz Castellanos Yumar (1916-1984), fue un músico venezolano,  destacado pianista, compositor y director de coros y orquesta. En 1938, ingresó a la Escuela Superior de Música. Estudió canto con Antonio Pardo Soublette, violonchelo con Carlos Áñez, historia de la música con Juan Bautista Plaza y armonía y composición con Vicente Emilio Sojo. El 4 de julio de 1944 se graduó como maestro –compositor. En 1946, le tocó dirigir al Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela, para el cual compuso el Himno universitario, con base a un texto de Luis astori y Tomás Alfaro Calatrava. Fue integrante del orfeón Lamas y durante 15 años, instrumentista de la Orquesta Sinfónica Venezolana. Ejerció la docencia en diferentes cátedras de la Escuela Superior de Música en funciones tales como profesor auxiliar de piano (1938-1947), profesor de piano, cátedra nocturna (1945-1947); profesor de órgano y clave (1946-1972); profesor de composición musical (1957-1964) y director de la escuela (1965-1972). Vicepresidente de la Junta Directiva de la Orquesta Sinfónica Venezuela (1950-1951 y 1959), fue director de la Orquesta Estudiantil de la Universidad Central de Venezuela (1969) y director de la Orquesta Experimental de la Orquesta Sinfónica Venezuela, a la que dirigió en su concierto inaugural el 15 de mayo de 1970. Distinciones: premio especial Ateneo de Caracas correspondiente al concurso Teresa Carreño (1952) por su Homenaje a Teresa Carreño, el Premio Nacional de Música (1954) por su poema sinfónico Santa Cruz de Pacairigua, el Premio Nacional de Música (1962) por su oratorio profano El Tirano Aguirre y el Premio Nacional por Trayectoria Artística en 1979. Como instrumentista también se destacó como organista, como ejecutante y como docente terminando su carrera con dos conciertos de órgano en las catedrales de Notre Dame de París y Notre Dame de Chartres en 1975.
https://www.youtube.com/watch?v=WQ8RScIE-28

Mississauga, Ontario, 29 de diciembre, 2018