viernes, 26 de julio de 2019

Los guiones de Kubrick



Los guiones de Kubrick 

Nathan Abrams, es profesor de cine de la Universidad de Bangor y experto en el séptimo arte. Abrams es un erudito de Stanley Kubrick (1928-1999) y en 2018 encontró un guion perdido del cineasta. Se trataba de “Ardiente secreto, adaptación de la novela homónima escrita por Stefan Zweig en 1913. Kubrick sentía una gran admiración por el cineasta Max Ophuls, quien en 1948 llevó a la pantalla grande Carta de una desconocidabasada en la novela de Stefan Zweig Ardiente secreto escrita en 1922. Nathan Abrams, cuando encontró el guion de Burning Secret, estaba planificado para una cinta escrita por el cineasta en 1956. Por más de seis décadas estuvo desaparecido aquel guion del año 1956 el cual había sido adaptado en colaboración con el novelista estadounidense Calder Willingham. Según el cortejo de las fechas, este proyecto lo trabajo se hizo en paralelo con el primer guion de Senderos de gloria”.
 
La novela corta Relato soñado (1926) del escritor austríaco Arthur Schnitzler (1862-1931), fue un viaje imposible al territorio de la infidelidad y los celos, algo que de una manera u otra Stanley Kubrick bosquejó en los guiones recién descubiertos: The married man (El hombre casado), The perfecte marriage (El matrimonio perfecto) y Jeaolusy (Celos). Tres guiones incompletos del cineasta hallados en Londres que describen su amarga visión de la institución matrimonial, anticipando su último filme, que hoy cumple 20 años.  

Se podría decir que Stanley Kubrick tardó 45 años en completar el camino iniciado con los tres guiones inconclusos, encontrados en Londres por Abrams. Los tres hablan de la institución matrimonial en una manera casi terminal, como si se tratara de vivir en prisión. Fueron escritos entre 1954 y 1956, y rápidamente saltan a la vista las imágenes de Ojos bien cerrados, la película de Kubrick estrenada el 16 de julio de 1999 en Estados Unidos, apenas cuatro meses después de su muerte. Ojos bien cerrados es aquel filme con Nicole Kidman y Tom Cruise, basado en el respetable matrimonio formado por el doctor Harford y su esposa, el cual caería tarde o temprano en el precipicio de la desconfianza, la rutina y el desamor. Alguien fundamentalmente pesimista como Kubrick lo pensó así desde que tenía 26 años.

Todas estas reflexiones hablan del tono amargo, cínico y, hay que reconocerlo, bastante misógino de los escritos hallados en el Archivo Kubrick de la Universidad de las Artes de Londres. El más extenso es The married man, consistente en 35 páginas escritas a máquina, más una no despreciable cantidad de hojas con anotaciones manuscritas. Le sigue The perfect marriage, compuesto de notas a mano y siete páginas de escenas. Finalmente está Jealousy, 13 hojas mecanografiadas y manuscritas sobre un matrimonio agobiado por las recriminaciones mutuas.

Las líneas iniciales de The married man son explícitas: “El matrimonio es como una larga comida cuyo postre se sirve al principio”. En esa época Kubrick andaba entre los 26 y 28 años, y ya iba en su segunda relación conyugal, esta vez con la bailarina Ruth Sobotka, de la que se separó en 1957, un año después de escribir en The married man reflexiones como ésta: “¿Puedes imaginar el horror de vivir con una mujer que se aferra a ti como una ventosa y cuya vida entera gira en torno a ti, mañana, tarde y noche? Es como ahogarse en un mar de plumas. Y hundirse más y más en las suaves y sofocantes profundidades de la costumbre y la familiaridad. Si tan solo ella se decidiera a combatirlo. Enfadarse, o ponerse celosa, aunque solo fuera por una vez. Mira, anoche salí para dar un paseo. Justo después de la cena. Llegué a casa a las dos de la mañana. No me preguntó dónde estaba”.

Nathan Abrams publicó su nuevo libro Eyes wide shut: Stanley Kubrick and the making of his final film, que se refiere a la cinta final del director de 2001: Odisea del espacio (1968). El profesor británico Nathan Abrams, en conversación con el diario The Guardian, en julio de 2018 destacaría que aunque sus hallazgos “son tratamientos de guión e ideas en desarrollo”, al mismo tiempo les da un valor único. “Los años 50 son probablemente el período menos conocido en la vida de Kubrick. Estos guiones muestran que estaba trabajando en muchas más cosas de lo que creíamos. Era muy productivo. Estaba probando su mano como escritor, aunque después de su primer largometraje, El beso del asesino (1955), nunca más hizo una película basada en una idea original. Las haría con alguien y a partir de algo ya existente”, afirmó Abrams al periódico inglés.

La historia de un señor mayor que se hace amigo de un niño de 10 años con el objetivo de seducir a su mamá es la trama de Burning Secret, la adaptación que Stanley Kubrick hizo la novela de 1913 escrita por Stefan Zweig. Abrams se refiera a la historia como “una Lolita a la inversa” y, en entrevista con The Guardian, ha expresado que es “un guion que puede ser completado por cineastas de hoy en día”. El proyecto, que se consideró “perdido”, es bien conocido entre los fanáticos de Kubrick, pero se desconocía que el proyecto había progresado tanto como lo había hecho Kubrick, quien falleció en 1999 mientras trabajaba en el filme AI, el cual tuvo que ser finalizado por Steven Spielberg

Mississauga, Ontario, sábado27 de julio de 2019.

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