viernes, 13 de diciembre de 2019

¡Politicastros malandrines!


¡Politicastros malandrines!   

En la última etapa republicana de Venezuela se fundieron los partidos Acción Democrática y COPEI. De Copei ni hablar, luego del chiripero… Después de la rebelión dentro de su propio partido AD que provocó la destitución de Carlos Andrés Pérez, Henry Ramos Allup asumió la secretaría general y desde el año 2003 cuando podría soñarse con la restauración de Acción Democrática, hoy se conocen las estrechas relaciones económicas y políticas de su secretario con el régimen que presuntamente enfrentaba. Estas revelaciones lejos de haber provocado asombro o rechazo en los políticos venezolanos, pues es evidente que todos ya conocen la historia, está valiendo para nuevas corruptelas buscando entre muchos “políticos” el reacomodo o conchupancia para ponerse “donde haiga
Orlando Avendaño en Pam Am Post, recientemente volvió a actualizar la conocida y triste historia de los orígenes de la espantosa corruptela en el llamado “Partido del pueblodonde John Brennan, y su compañía The-Brennan-Group LLC con el background de haber sido “detective senior” de Scotland Yard, lograría completar una exhaustiva investigación con el aporte final de Vanessa Friedman, la cual concluiría revelando como dos venezolanos, Francisco Morillo y Leonardo Baquero, con varios  conspiradores, sobornaron a los empleados de PDVSA para obtener acceso electrónico a información interna confidencial y utilizarían ese acceso para defraudar a PDVSA y manipular el mercado petrolero.

Vanessa Friedman cuando empezó a militar en Acción Democrática, era muy joven y gozaba del afecto del secretario general del partido Ramos Allup, quien divisó el talento de la muchacha esposa de Francisco Morillo otro joven heredero empresarial de Wilmer Ruperti. Supuestamente el entorno delincuencial de los negocios de Ruperti habría puesto incómodo a Morillo, quien se separaría de Ruperti, para terminar incursionando solo en el mundo petrolero creando la consultora Waltrop Consultant junto a Leonardo Baquero, un antiguo empleado de PDVSA, quien le facilitó el acceso a varias empresas que recibían contratos y licitaciones. Así fue como Waltrop Consultant empezó a asesorarlas con un flujo intenso de mucho dinero. 

Luego de Waltrop, se constituyó en 2004 la empresa Helsinge Inc, en Panamá “una compañía especializada en el comercio físico de productos energéticos y petroquímicos”, y Baquero y Morillo lograron abrir sucursales de la novel compañía en Miami, Ginebra y Jersey, una isla británica. La nueva consultora, prosperaba tanto que el vertiginoso ascenso económico de Morillo fue advertido en Acción Democrática y entonces Vanessa, su mujer, recibió todo el afecto de Ramos Allup y su esposa Diana D’Agostino, quienes se convirtieron en sus protectores políticos. La familia Morillo-Friedman llegó a aportar grandes sumas de dinero al partido. “Montos de cinco mil dólares. También de diez mil y quince mil dólares, y Henry Ramos tenía muy buena relación con Francisco y Vanessa

En el 2007 la familia D’Agostino consideró que era momento para que los hijos de Henry Ramos Allup empezaran a foguearse en el mundo petrolero y Ricardo Ramos D’Agostino, entró a trabajar en Helsinge Ing gracias a la mediación de Vanessa Friedman, quien cuando descubrió que detrás de la riqueza de su esposo había un gigantesco entramado de corrupción y de conexiones con el régimen de Hugo Chávez, finalizó definitivamente su relación marital llegando hasta el divorcio. Esa decisión, provocó el quiebre de la relación entre Henry Ramos Allup, su partido, y Vanessa Friedman quien les sugeriría a los hijos de Ramos Allup apartarse de la compañía de su esposo por el escándalo que eventualmente estallaría. 

Pero Ricardo Ramos D’Agostino no dejó Helsinge Inc y Vanessa Friedman fue apartada del partido… PanAm Post confirmaría que Henry Ramos Allup dio la orden de expulsar a Friedman del ayuntamiento, donde trabajaba. En 2018 el periodista Alek Boyd, destapó uno de los más grandes escándalos de corrupción cometidos durante el tremendo desfalco de Venezuela y la pequeña empresa en el centro de las acusaciones era Helsinge Inc. La compañía de Francisco Morillo y Leonardo Baquero había logrado clonar el servidor de PDVSA y tuvo acceso a información privilegiada que luego entregaba a diferentes compañías petroleras del mundo para dar acceso en tiempo a los contratistas y sus clientes, a la información de las licitaciones, según escribió la eficiente periodista venezolana Maibort Petit.
 
El escándalo es mayúsculo pero “no pasa nada”. Desde que el presidente de la esperanza apareció levantándole el brazo a Henry Ramos, corren los días, pasa el tiempo, se cuadran los negocios, y la mayoría de los venezolanos observa, algunos con asco, la mayoría risueñamente indiferentes,  como los políticos se rebullen como zamuros y brincan aleteando mientras van picoteando la carnaza de lo que va quedando de un país que ha sido destrozado por los traidores y rematado por los grupúsculos de la obsesión crematística... Como dijera Cicerón… ¿“Hasta cuándo”? … 

Maracaibo, viernes 13 de diciembre, 2019

1 comentario:

Unknown dijo...

Así son las cosas, como decía el chivo Oscar.