Un regreso pictórico
El martes,
26 de mayo de 2015 en lapesteloca.blogspot.com publiqué un
artículo con el título de “Vacaciones andinas”. Ahora, cuatro años después,
luego de haber admirado la última película sobre Vincent van Gogh “A las puertas de la eternidad” protagonizada
por William Dafoe, pensé que podría abundar en los detalles al mostrar algunas imágenes de la pintura de Vincent que
facilitarían la lectura de aquel breve relato invocando un ejercicio de la
memoria visual. Regreso a la re escritura de una parte del texto mencionado:
“Me pareció que sería interesante escuchar
más cosas sobre sobre las incidencias de las por vos denominadas “andinas
vacaciones” disfrutadas en La Puerta de los Andes...
…Me contaste igualmente que nunca lograrías olvidar un accidente
acaecido en esos días en el mismo hotel. La explosión de una caldera y un señor
italiano, empleado del hotel, sufriría quemaduras de segundo grado y debió ser
trasladado de emergencia al hospital de Valera. A vos, sin saber cómo ni por
qué, cómo me contaste que decía la canción de Pachito Eché que estaba en la
rockola del hotel, una semana después acompañarías a quienes visitaron al
quemado y pudiste verlo envuelto de vendajes, la piel escaldada, e
inolvidablemente empapado con el amarillo del ácido fénico.
Me relataste todas
aquellas vivencias, incluyendo la visita inesperada a un hospital que según
recordabas tenía jardines verdes y flores en un parque interior que terminaría
en tu mente por parecerse demasiado a la pintura del patio del manicomio de
Vincent vanGogh.
Yo pensé en “Las cartas a Theo”, el diario de Vincent,
e interrumpí tu historia y conversamos sobre ellas. Vos mismo regresaste a
recordar la película “Lust of life” que le valiera un Oscar a Kirk
Douglas. Sin embargo, te comenté no imaginar en el film una barba tan
particular como la del doctor Gachet y vos me corregiste de inmediato, pues
estaba yo confundido con la del cartero Roulin.
Nos pareció divertida aquella
especie de contrapunteo pictórico pues ambos habíamos sido fanáticos del
postimpresionismo y Vincent era, quizás con Paul Cézanne, uno de nuestros más
admirados pintores. Regresaste a tus recuerdos del hospital en Valera, y sin
poder saber cómo ni en cual medida, me dijiste, que aquellas experiencias tal
vez valdrían para comprender a tan temprana edad, la importancia de la vida y
la posibilidad de la muerte, percibida en la angustia de aquel trabajador
salvado gracias a haber sido atendido a tiempo y hospitalizado en la ciudad
trujillana asentada al pie de la vía trasandina. Quién sabe, discurrí, si
aquello sirvió para estimular de alguna
manera tu
interés por la medicina…
En Mississauga, Ontario, el 19 de mayo de
2019
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