viernes, 17 de mayo de 2019

Lucía Miranda y “La tempestad”


Lucía Miranda y “La tempestad”

Dentro de las leyendas sobre la conquista española en el litoral argentino existe la historia de Lucía de Miranda y los habitantes originarios, los indígenas Chaná-Timbúes y nos cuenta de Sebastián Gaboto (Cabot), quien antes de partir en su expedición de hacia las Islas Molucas (Indonesia) se encontró con sobrevivientes de una expedición al sur de América. Ellos le contaron de un Rey Blanco, una Sierra de la Plata y muchas riquezas, y Gaboto, sin dudarlo mucho, haciéndole  más caso a la ambición que a la prudencia y decidió rumbear hacia las riquezas. Fue así como  se internó en el Río de la Plata y remontó el río Paraná, hasta llegar a la desembocadura con el río Carcarañá, donde levantó el fuerte Sancti Spiritus  en 1527. Gaboto se reunió con las tribus del lugar, para conocer los caminos a la Sierra del Plata e indagaría entre los timbúes con la esperanza de encontrar el sitio de un “Dorado”, plateado…

Según la leyenda, los principales caciques de la etnia timbú eran Mangoré y Siripo, dos hermanos, valientes y expertos en la guerra,  muy temidos y respetados. Mangoré se enamoró de la bella Lucía de Miranda, esposa del español Sebastián Hurtado. Entonces planeó y logró que parte de la expedición abandonase el fuerte en búsqueda de alimentos. Entre los que partieron estaba Sebastián Hurtado. Mangoré atacó el fuerte con 4.000 timbúes, pero murió acuchillado en un combate cuerpo a cuerpo con los españoles. El fuerte con las veinte casas que hiciera construir Gaboto fue destruido, y solo sobrevivieron al ataque cinco mujeres entre las que estaba Lucía Miranda y algunos niños.  Vista por Siripo la muerte de su hermano, y la dama que tan cara le costaba, optó por llevarse a Lucía como su esclava. Sebastián Hurtado, al regresar decidió buscar a Lucía, pero los timbúes lo apresaron. Llevado ante Siripo, este ordenó matarlo y Lucía, usando su influencia sobre el cacique, le pidió que le perdone la vida. Siripo, tratando de agradarla accedió y le ofreció a Hurtado por esposa una mujer timbú. Lucía y Sebastián fueron descubiertos juntos y la muerte les llegó en forma cruenta. Siripo mandó hacer un gran fuego y quemar en él a la buena Lucía quien así murió y luego el  cacique mandó asaetear a Sebastián Hurtado, quien atado de pies y manos, fue flechado hasta que así acabó su vida.


Esta es una historia que ochenta años más tarde, en 1612, Ruy Díaz de Guzmán escribiría en: "La Argentina manuscrita".  La realidad, que no dice Ruy Díaz de Guzmán, es la de los excesos y abusos españoles que terminaron en el incendio y destrucción del Fuerte Sancti Spiritus. Aunque la crónica revela a Sebastián Hurtado como miembro de la expedición de Gaboto, ninguna mujer española es nombrada, por lo que no se puede asegurar que la historia de Lucía haya sido real o un invento. Sebastián Gaboto, al no encontrar en ningún lado al rey Blanco y sus infinitas riquezas, regresó a España donde fue juzgado por el abandono del destino original de la expedición.
La leyenda parece haberse reconstruido nuevamente en el siglo XIX. En 1860, Eduarda Mansilla escribió en el folletín La Tribuna “La novela Lucía Miranda”. Ese mismo año Rosa Guerra editaría otra novela con el mismo nombre. En 1876 Manuel José de Lavardén, escribió la tragedia en verso Siripo. En 1924, Felipe Boero compuso la ópera del mismo nombre. En 1929, Hugo Wast, el controvertido escritor cordobés, redactó una novela “Lucía Miranda” con la leyenda. El poeta Pelayo Relos escribió una extensa poesía que en sus últimos versos dice: “Hay festejos de sangre en la espesura:/Siripo ha condenado a la Miranda,/por no corresponder sus pretensiones/a morir consumida por las ramas”.
El sueño de una noche de verano”, fue escrito al comienzo de la carrera de William Shakespeare (1564-1616) y “La tempestad” es un drama que redactaría prácticamente al final de su vida. En este drama fue escrito cuando Shakespeare se encontraba ya retirado y viviendo en su pueblo, y es una historia curiosa, que por lo fantástica, podría parecerse a su primer sueño en la noche de un verano con hadas y  elfos, y que en realidad nos muestra a Próspero, el duque de Milán, y de cómo fue despojado del poder por su hermano Antonio, y colocado en una barca con su hijita Miranda, ambos fueron entregados a merced de las olas hasta naufragar en una isla. Allí la hechicera Sycorax vivía desterrada y Próspero, lograría liberar varios espíritus aprisionados por la maga, entre ellos a Ariel, y a Calibán, una criatura monstruosa pero ingenua. Transcurrirían doce años, y el usurpador Antonio, navegando con Fernando, un hijo de Alonso rey de Nápoles, naufragarán también y arribarán a la isla. Allí, Miranda y Fernando se enamorarán y crearán todo el meollo del drama shakesperiano, “La tempestad”.

Si atendemos a los nombres de Sebastián, Fernando y Miranda y al ambiente claramente "indiano"-americano de la isla en “La tempestad”, es muy probable que Shakespeare conociera alguna de las crónicas que existieron a mediados del siglo XVI sobre la conquista de América hacia 1526 y posiblemente también debe haber leído la leyenda de Lucía Miranda. Cuando Sebastián Gaboto fundó a orillas del Paraná el primer establecimiento español en el Río de la Plata, en el fuerte Sancti Spiritu habitado por los indios timbues, Lucía Miranda supuestamente era la esposa de Sebastián Hurtado, y el cacique Siripo cuando heredó el mando, raptó a Lucía  enamorado también de ella... En realidad, se dice que: “Posiblemente Shakespeare conoció este relato quedándosele el nombre de Lucía Miranda”. No se explica de otro modo que le diese a una mujer, la hijita de Próspero, el nombre de Miranda, siendo un apellido...
Quien investigue en la actualidad “Miranda” a través de internet, se enterará -“en directo”- que Miranda…Es una banda electropop argentina creada en 2001”. Cualquiera piensa que esto es para “el cono sur”, como si quisiéramos remontarnos a la leyenda (que aunque cercana, no es “la del indiecito guaraní”). ¡Miranda! Una banda rockosa y pop argentina, suena en internet, tanto o más que la historia real y verdadera del apellido del ilustre venezolano de origen canario, precursor de nuestra independencia, el de el “¡bochinche!” quien murió olvidado en La Carraca española, cuyo apellido, por demás, está inscrito en el arco de triunfo en París…¡Curioso! ¿Verdad? Solo me cabe decir, recordando al gran periodista Oscar Yánez… “Así son las cosas”
Mississauga, Ontario, viernes 17 de mayo del año 2019


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