“Benito Cereno”
Una de
las novelas de Herman Melville (1819-1891) es “Benito Cereno”. Fue publicada en 1855, y está basada
en la historia verdadera del español Benito Cerreño, de cuyo buque, el Tryal, se apoderaron los esclavos
que llevaba por aguas del Pacífico rumbo a Lima, donde esperaba venderlos. Una tarde de
febrero en 1804, el capitán Amasa Delano, patrón de una embarcación de Boston,
el
ballenero estadounidense
Perseverance, se encontraba cazando
focas en el Pacífico Sur cuando abordó un mercante español llamado "Tryal" que aparentemente estaba a
la deriva y que transportaba más de medio centenar de seres humanos, entre
hombres, mujeres y niños de África Occidental.
El capitán
Delano, escribiría unos años más tarde en un libro titulado Narrative
of voyages and travels in the Northern and Southern Hemispheres, de
como él habló con los marineros de la escasa tripulación de aquel navío, les repartió
agua y se hizo cargo de las reparaciones del buque, que parecía abandonado a su
suerte. Pero, ni los esclavos africanos eran lo que se suponía, ni el español
que supuestamente estaba al mando era verdaderamente el capitán. Algunos detalles inquietaron a
Delano. En realidad los esclavos habían tomado el control del buque, matado a
muchos marinos y habían obligado al capitán Benito Cerreño y al resto de la
tripulación a llevarlos a las costas de África. Al aparecer Delano en su barco Perseverance,
y subir a la cubierta del Tyral, los
rebeldes forzarían a los blancos a
comportarse como si todavía estuvieran en control del buque. El capitán español vio la oportunidad de revelar el
engaño cuando los estadounidenses se marchaban y se lanzó al agua pidiendo
socorro. Los tripulantes del Perseverance, mejor armados y alimentados
que los hambrientos esclavos, presentaron batalla con éxito. Tomaron el Tyral, torturaron con sus cuchillos de despellejar focas a
los esclavos amotinados y los llevaron a la ciudad de Concepción en la costa
chilena, todavía parte del imperio español. Allí, los cabecillas fueron
ahorcados, sus cabezas exhibidas en picas y los cuerpos, reducidos a cenizas. Los demás fueron conducidos a Lima
para ser finalmente vendidos como esclavos. El dinero de la venta se usó para indemnizar
a Delano por los gastos incurridos en socorrer a Cerreño y los demás
supervivientes españoles.
Cuando el Tryal se
encontró con el Perseverance junto a la isla deshabitada de
Santa María, frente a la costa de Chile, los esclavos del "Tryal", que
habían sido cargados en Valparaíso (Chile) para ser vendidos en Lima, se habían
alzado casi dos meses antes, y habían ejecutado a la mayoría de la tripulación
y de los pasajeros. Estuvieron dirigidos por un anciano llamado Babo y su hijo
Mori, los rebeldes ordenaron a Benito Cerreño el propietario y capitán del
buque, dirigirse a Senegal, y Cerreño trató de engañarlos navegando primero al
Norte y luego al Sur. Los rebeldes se dispusieron de nuevo a empuñar las armas,
pero Babo para sobrevivir, le propuso a Mori quedarse al lado de Cerreño y que se
comportarse como su segundo, mientras Cerreño, fingía estar a cargo de la tripulación tratando de engañar a los sublevados con una navegación
errática, siempre confiando en encontrar algún barco que le pudiera
prestar ayuda, lo que finalmente sucedio.
Hubo muchas rebeliones de
esclavos a bordo de los buques que los transportaban de África a América,
aunque pocas han sido tan bien documentadas como el caso del Tryal. Los
rebeldes subvirtieron los roles tradicionales esclavizando a sus amos y aterrorizándolos para que en presencia
de extraños se comportaran como sus propietarios. El caso del Tryal conmovió profundamente
al escritor Herman Melville, porque
ponía el dedo en una llaga que dolía cada vez más en los recién nacidos Estados
Unidos, su país que se recién se había independizado en 1776. El escritor
conoció aquella historia del capitán Cerreño gracias a las memorias que Delano publicó en 1817, en las que
relataba sus viajes alrededor del mundo y su extraño encuentro con un buque donde
blancos eran esclavos de los negros. Sucedía todo esto, en un momento histórico,
cuando los revolucionarios, primero en Estados Unidos y después en Francia,
subrayaban el valor de la libertad, mientras la esclavitud alcanzaba cifras mucho más elevadas que en los
siglos precedentes, llegando a plantear sobre todo en América, la paradoja
moral de si libertad era también para que los hombres blancos pudiesen comprar,
vender y poseer esclavos. La cuestión
de la esclavitud, pocos años después de que Melville publicó “Benito Cereno”, el conflicto sobre la libertad de los
esclavos conduciría a su país a la guerra civil.
La novela de Melville apenas fue valorada
en el momento de su publicación y prácticamente después de su muerte quedó
olvidada, pero poco a poco ha ido ocupando el privilegiado lugar que le
corresponde en la historia de la literatura. “Benito Cereno”, la novela
breve, fue publicada por entregas en 1855, y en realidad es una historia que
bordea el género de misterio y, por momentos, el de terror. El hallazgo por
parte del capitán Amasa Delano de un buque guiado por una tripulación extraña que
late bajo la inquietante atmósfera que lo rodea, hacen de esta obra una de las
más logradas y singulares del autor de Moby Dick, de Billy Budd marinero y de Bartleby
el escribiente.
Finalmente, debo informarles que existe también, con
el título de Benito Cereno,
una película. El filme es una coproducción
de Francia, Italia y Brasil y fue estrenado el 13 de octubre de 1971 en Francia.
Una producción de Claude Antoine Films, Films Niepce y King Films. El idioma es el francés y tiene una duración de 80
minutos. Filmada en Eastmancolor. La película recibió un Premio: Medalla de oro en el
Festival Internacional de Cine de Venecia de 1969.
Mississauga, Ontario, jueves 16 de mayo del 2019
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