domingo, 26 de mayo de 2019

Lodos del ayer lejano



Lodos del ayer lejano

El VPH es un virus que se asocia al cáncer del útero. Eso lo sabéis vos, y también sabéis que el VPH es un virus que se transmite por contacto sexual y es así como primohermano del virus causante de las verrugas de la piel, de esas que llaman los cadillos. ¿Me vais siguiendo? El virus se mete en la piel y provoca tumores como pequeños coliflores y estos se pueden ver en los órganos genitales y se contagian. Los llaman condilomas cuando se ven en los genitales externos de las mujeres, frecuentemente cuando ellas están embarazadas, corrientemente si las mujeres son muy pobres. ¿Me entendéis? Ya sé que vos me diréis, ¿y a donde pretendéis llegar con esta historia cristiano?
-¡Berman sí!, porque¡criatura!, ¡vos comenzaste hablando de las vacas del Laberinto y me andáis ahora hablando de coliflorcitos en las cuquitas!  Bueno sí, esto es para que vos veáis que la investigación es una jaiba interesante. Te lo voy a contar todo, de cabo a rabo, para que no me vayáis a decir después que nadie te lo había dicho. Resulta que mientras más pobre y más hambreada esté una ciudadana, mientras más joven haya comenzado a tener marido, por las circunstancias de la vida o si acaso la muchacha se nos hace promiscua, ¡que vaina verdad!, entonces es cuando más chance tiene de que le salgan los coliflorcitos, o lo que es lo mismo, de que el VPH le ataque sus órganos genitales. Yo me pregunto, si sabréis de lo que te hablo. ¿Me entenderéis? Puede que el ataque del virus sea porque le bajen las defensas, posiblemente por el hambre, vos sabéis…
-Pero decime, ¿qué pitos tocan en este macán las vacas y los toros del Laberinto? ¿Qué tienen que ver en esto de las mujeres, los toros y las vacas? Bueno, fijate, poneme atención, el asunto es sencillo. El virus del papiloma de los bovinos, conocido con las siglas VPB, también produce coliflores, pero en las tetas de las vacas, en la verga de los toros, en sus ojos, en la lengua de las vacas, en la vulva de las novillas! ¿Me seguís? ¡O se te está complicando la regorgalla!…
-No, yo te sigo, dale pues… Ese virus es tan contagioso que a los carniceros les pueden crecer verrugas como coliflorcitos en sus manos por andar manoseando la carne contaminada. Ahora sí creo que captáis la vaina... ¡Es que son virus, y son contagiosos!
-¡Ve pues! Por eso te contaba todo esto, porque nosotros fuimos de finca en finca a ver becerros que se suponía estaban paralíticos por la rabia y nos encontramos con un negocio de vaquillas infectadas con un virus importado. No sé si me entenderéis, ¡el virus del papiloma bovino! Caete de a patrás. Entonces supimos de una cantidad de marramucias y vagabunderías que habían hecho esta cuerda de políticos y sus amigos quienes transformaron los virus de las vacas en un negocio redondo. No solo el diputado que le formó el peo al Ministro de Agricultura y Cría para que le devolvieran todo el dinero de un gran lote de vacas enfermas que había importado. Eso hasta salió en el periódico. Él era. Él estaba en el gran negocio del ganado papilomatoso… Pero es que, además de él, también estaban muchos otros poderosos y hasta pelagatos. Todos con apoyo desde arriba, y se acomodaron. Con el berrinche del diputado y el peso del partido, o de la mano poderosa desde lo alto, se llenaron de dólares y de oro que brilla, en el negocio de las vaquillas, infectadas y además importadas. Ahora, se las han revendido al Ministerio, a ese que mientan el MAC. Toda esa millonada de animales importados y enfermos ¿Me entendéis? Y después, los que no han revendido, los han llevado a los mismos mataderos, lotes y lotes de ganado enfermo y los están vendiendo a precios muy jugosos, un negocio redondo, y los ciudadanos, nos los estamos, poco a poco, ¿sabéis que? ¡Comiendo! Quizás uno de los casos más grotescos es el de los testaferros del marido de Doña Carmen LolaUnrria, quienes con el apoyo del Presidente y sus adláteres han gozado un bolón comprando y vendiendo con sus riales, o con los del gobierno que es igual, ganado enfermo en la rosca de lo que llaman, los cambios diferenciales. Este señor y tantos otros de su entorno, de frente y sin rubor o utilizando testaferros, él y sus beneficiarios desde hace muchos años, vienen haciendo este tipo de negocios que a diario les producen millones de bolívares porque se dan en dólares y se multiplican en la leche de sus vacas Holstein, o en la carne de sus novillas llenas de coliflores. ¡Las sanas y las enfermas! Vos llegaréis y te preguntaréis, ¡pero bueno!, y el MAC, o el MOP, ¿o el MIN? ¿No habrá un control de tipo sanitario? ¿Control agropecuario? Un, qué se yo qué para supervisar este relajo… ¿No habrá algo así en el país? Sí. Te digo: sí. Lo peor del caso, es que sí lo hay. Pero en este caso, no le han parado ni una micra al control obligado. ¿Me entendéis? Son guapos y apoyados. Como toda esa vaina que se refiere a la justicia nacional. La estación cuarentenaria de Paraguaná está siendo burlada a diario por cientos de cabezas de ganado que están llegando al occidente del país. Lo mismo ocurre con lotes de vacas que entran por Guanta, por Puerto Cabello, por Coro, por Barcelona, por Santa Bárbara y hasta por el mismísimo puerto de la Guaira. Aquí para uno estar fino y suave negociando ganado, lo que tiene que tener es el apoyo de la cúpula. ¿Me seguís? Vos sabéis quienes son los de la cupulita, esa especie de pústula maligna recadiana encumbrada. Basta tener un poco de imaginación y facilidades para tracalear. Además, si vos estáis conectado o asociado con un musiú… ¡Bueno así sí que estáis hecho!, ¡listo en la vida pues!, ¡así ni tan siquiera te van a preguntar un sebo! Y es que fijate vos, no hay control sanitario, ni agropecuario, ¡aquí no hay nada!, son unos vergatarios, se ganan una millonada de dólares, hacen préstamos millonarios que les consiguen con una palanqueada, y así como introducen el ganado enfermo, meten sus maquinarias y sus tractores, lo que a vos se te ocurra, como arroz, como sorgo, sin ningún freno, sin trabas ni control. Es el negocio de unos grupúsculos que rodean a ciertos Ministros y se nutren en la propia cúpula del palomar lleno de flores. ¿Qué ocurre? Que cuando venimos un grupo como el de nuestro Instituto y ve estas cosas y las denuncia, porque te digo, uno se enfurece y señala las irregularidades, no por los negocios aduanales, no por el otorgamiento de divisas, ni por los préstamos agroindustriales jamás pagados, ¡No!, todo sale por Recadi… Yo me estoy refiriendo a una cosa que es vox populi. Algo que se sabe pero nadie la dice, o sea, yo estoy hablando del problema de los venezolanos que sin saberlo estamos comiendo carne de animales enfermos, de ganado verrugoso, infectado con ese virus contagioso. ¿Me entendéis? Los venezolanos consumiendo ganado canceroso o tumorigénico, comprado enfermo, revendido y vendido de nuevo en los mataderos. No sé si me vais siguiendo. El mismo virus que está asociado al cáncer que se ve en el cuello del útero, la causa más frecuente en este año de la muerte por cáncer en nuestras mujeres. ¿Cómo te quedó el ojito? Cuando detectamos estas cosas, cuando las denunciamos y fuimos ante las autoridades y lo dijimos. ¿Sabéis cómo nos denominaron? ¡Este gobierno es de pinga! Nos dijeron, subversivos, desestabilizadores, renegados, detractores del sistema. ¿Cómo te parece? Vos entonces analizáis las cosas, y no te cabe la menor duda de que estamos viviendo uno de los quinquenios más bochornosos de nuestra historia patria. Uno se mantiene esperando una nueva decepción, deposición, a cada paso, y no es ya el bozal de arepa, es saber que existen un sinnúmero de sinvergüenzas vividores y el gobierno les tapa sus horrores, les otorga divisas, los enriquece hasta un estado anonadante para que sigan en la sangría infamante, ¿quién lo diría?, ¿y vos?, vos recibís los informes de tu gente, de los veterinarios, de los médicos, del peón de las haciendas, todos lo saben y te lo dicen. Las vaquillas que están vendiendo para el consumo de los conciudadanos están repletas de tumores, hasta los tequeteques de lesiones virales, llenas de papilomas, full de pequeños coliflores en los genitales, en los ojos, la boca, y la nariz, ¡es contagioso coño! Lo denunciamos y nada aconteció. Esos vivianes ahora las venden, jovencitas, buscando las que están menos deformes, que no se noten tanto los coliflorcitos para que el MAC las compre y así no habrá problema alguno, ¡porque el MAC es el gobierno! Terneritas, tiernas, tumororigénicas, templando el cacho a lo largo y lo ancho del país, porque, no te creáis vos que este es un negocio local, ¡no mano!, en Lara, en Acarigua, en Barcelona, en la Sabana de Maturín, se están sacrificando con la velocidad de un rayo para ocultar los coliflores. ¿Que esto parece una película de Spielberg? ¿Qué George Lucas se quedó pendejo? ¿Pura imaginación? ¡No mijo! Es uno de los muchos artilugios de la corrupción. ¿Dónde están los culpables? ¿Cómo es que el gobierno permite y les da facilidades para que se enriquezcan sus amigos repartiendo para los venezolanos la carne de los vacunos llenos de virus cancerígenos? ¡Vos tenéis que saber quiénes son ellos! Vos lo sabéis, claro que vos conocéis a todos los que están en este güiro, lo hacen por ganarse unos centavos que transforman en dólares sin que les importe un comino la salud del pueblo. Ellos son los que están saqueando al país y están acabando hasta con las reservas internacionales. Todos los conocen, pero nadie se atreve a denunciarlos, todos los políticos en este juego parecen caimanes de un mismo pozo, por eso yo te digo diputado, ¿vos donde estáis? ¿Qué carajo habéis hecho? ¿Sabéis acaso que en tu condición el pecado es más grave por todo lo que habéis dejado de hacer? ¿O será que vos te habéis enriquecido también? ¿Será por eso que mantenéis la boca cerrada? ¿Será posiblemente tu desmedida ambición de poder? Vos conocéis la importancia estratégica de la planicie de Maracaibo, a vos te seleccionamos como nuestro diputado, así que vos conocéis muy bien cómo ha llegado a suceder todo esto, como llegó toda la riqueza del país a las manos de ese grupito que impúdicamente se regodea en el poder. Pero yo sé que desde hace varios años, ¡hasta viajáis con ellos!, ¡sois cómplice!, vos todo lo sabéis, si, y yo tan solo me pregunto, ¿cuándo te iréis a definir?, ¡mi querido diputado!...
Texto extraído con escasas puntuales modificaciones, de mi novela “La Peste Loca”(Maracaibo 1987).

Mississauga, Ontario, en un domingo de mayo del año 2019

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