jueves, 9 de mayo de 2019

…entrevista imaginaria…



…entrevista imaginaria…

Mandy Zambrano es una joven periodista quien escribiría un reportaje titulado “El don de la palabra hecha literatura” sobre mi persona, y el cual fue publicado hace ya muchos años, en la Revista Virtual de la UCV, Academia Biomédica Digital “Vitae”. En esta ocasión presento una entrevista imaginaria que Mandy Zambrano me hiciera a propósito de la historia del bachiller Rafael Rangel

MZ: He sabido que tiene una novela escrita, con un título muy curioso y sé que es una novela sobre el bachiller Rafael Rangel. ¿Podríamos conversar un rato sobre ese libro suyo?
JGT: ¡Cómo no Mandy! Con mucho gusto. Es cierto. El título es El movedizo encaje de los uveros”. Es una novela que habla sobre Rafael Rangel y el presidente Cipriano Castro durante los dos últimos años de su gobierno, en la primera década del siglo pasado, y se extiende hasta la muerte del bachiller Rangel durante el primer año del gobierno de Juan Vicente Gómez, el compadre de Cipriano Castro. La trama se desenvuelve alrededor del problema de una epidemia de peste bubónica en la Guaira y en Caracas durante ese año 1908…

MZ: Pero: ¿El movedizo encaje?… y, ¿De dónde salen los uveros?
JGT: ¿Los uveros?, son los árboles que llamamos de uvas playeras, esos que están en las orillas del mar Caribe, en Macuto, donde operaron al presidente General Cipriano Castro en 1907. El presidente estaba muy enfermo con una infección renal provocada por una fístula recto-vesical complicada y la casa donde estaba en Macuto, estaba rodeada de uveros… Así que también vendrá a ser, a la sombra movediza de los uveros, quizás en el mediodía del litoral guaireño donde todo eso ocurre, y será también donde se desencadenará la epidemia de peste bubónica en 1908 con todas sus consecuencias trágicas, las que culminarán con la muerte de Rangel en 1909.

MZ: ¿La novela es entonces una especie de secuencia histórica de las cosas que ocurrieron en Venezuela durante esos años?
JGT: Pues, sí y no. Fíjate Mandy, esta novela, es en realidad historia novelada, que no es lo mismo que denominan una novela histórica, pero plantea un tema de fondo que siempre me ha interesado, y es el asunto sobre el poder y la ciencia. El aparente conflicto que pareciera existir para los investigadores entre la investigación científica y los gobiernos de turno. Esta es una relación que en nuestro país, y puede que en otros muchos países latinoamericanos siempre ha dependido de la figura del Señor Presidente de turno, o de su entorno, es decir de su partido, lo que significa, de los políticos, pero en ocasiones, sobre todo puede transformarse en una tragedia cuando los mandatarios padecen de delirio mesiánico, y vaya que ha sido fácil padecer de esta afección al llegar a las alturas del poder. Nuestra historia en un sistema que no es federativo sino altamente centralizado, ha visto el devenir de cada caso…

MZ: Pareciera algo que ocurre cuando los presidentes están en el cargo, les da como un no sé qué de sentirse poderosos… ¿Será algo así?
JGT: Tú, Mandy, y todo el mundo sabe, que los mandatarios en nuestro país han sido casi siempre unos verdaderos reyecitos. ¿No te parece? Mi novela “La Peste Loca” que tú ya conoces, está también escrita en esta tónica, la de hurgar y remover el tópico de la ciencia y del poder político. Siempre se dan las situaciones de modo similar. Es el poder por un lado y los esforzados investigadores en el otro. Es el dinero de la nación, usufructuado por los amigos del entorno político y la mezquindad de los gobernantes para con la investigación y el progreso de la ciencia. Siempre el tema es el mismo, el del dinero y de la rebatiña por las migajas entre los grupos hegemónicos, y si algo les ofrecen, se da la pelea entre quienes se hacen llamar científicos, los que más se aprovechan, son apodados por algunos “las vacas sagradas”... En otras palabras, la literatura me sirve para hacer una recreación, catártica quizás, pero muy real sobre el tema de las dificultades de acceder a los recursos para hacer investigación científica de calidad en nuestras entrópicas latitudes. Especialmente, esto es más grave si estás en la provincia y como sucede regularmente, si no estás conectado con “las vacas sagradas”, es decir, sin tener apoyo político, “estás fregao”, e investigarás si acaso, la vida ajena, y tus resultados se volverán, purita ciencia ficción…

MZ: Me parece un poco agresiva su respuesta, aunque el tema suena muy interesante. El poder político y los investigadores... Pero, volvamos sobre su novela. ¿Fue Rangel tan importante así como algunos dicen? Sé que hay quienes opinan que era solo un bachiller morenito, apocado o hasta acomplejado, quién terminó suicidándose, ¿es esto verdad?
JGT: Sí, y por eso siento que es necesario hablar sobre el bachiller Rangel. Es importante, porque se sabe poco y se han dicho muchas cosas inexactas sobre él. El Dr. Marcel Roche escribió una biografía sobre Rangel publicada por Monte Ávila Editores hace ya muchos años, es un libro excelente, pero ¿sabes algo?, en ella existen muchas aristas… Yo he tratado de limar algunas, buscando ángulos que me muestren con mayor claridad al ser humano, a un Rafael Rangel de carne y hueso, cosa que es importante y considero necesaria si vamos a profundizar en su personalidad, es algo indispensable para poder escribir una novela donde él mismo pueda vivenciarse a través de monólogos interiores. No todo es ficción. Al hablar de Rangel debemos mirar y admirar su obra. Existen sus trabajos de investigación, sus comunicaciones hechas ante la Academia de Medicina, la correspondencia de Miraflores con todos los mensajes entre Rangel y el presidente Cipriano Castro. En aquellos años cuando el joven bachiller había sido enviado al litoral guaireño para luchar contra la peste bubónica, se dio una situación muy particular y hay artículos y hasta libros escritos sobre el tema... Si se analizan estos documentos se puede intentar una aproximación a Rangel, como ser humano. El bachiller investigador, el jefe durante casi una década del Laboratorio del hospital Vargas, aquel muchacho serio y estudioso que se iba a la biblioteca del hospital a leer literatura científica actualizada, a veces en francés, en inglés, en alemán, o en italiano. El morenito de los bigotes que había logrado preparaciones histológicas con una habilidad tal que se comparaban con las del sabio Santiago Ramón y Cajal, el joven trujillano que sabía mirar por el microscopio y diagnosticar y que podía con destreza hacer autopsias, quien era capaz de reconocer las infecciones y los tumores mirándolos en su microscopio monocular, el que coloreaba las bacterias, y era capaz de diferenciar entre cepas de parásitos. Ese fenómeno de joven, el morenito trujillano, era un venezolano quien a comienzos del siglo pasado escribía trabajos de investigación con gran rigor científico para demostrar sus originales descubrimientos.

MZ: Me parece fantástico todo eso que me cuenta, y estoy pensando francamente, en cómo serían las cosas en la época, aquella, ya tan lejana…
JGT: Ese joven hizo incomparables aportes a la parasitología, a la microbiología, a la patología, nacional e internacional... Rangel se dedicó con pasión a investigar los males que diezmaban la población venezolana empobrecida y agotada por las calamidades que habían provocado en el país las guerras fratricidas, la corrupción y los caudillos de turno. Todo esto que te estoy contando, todo, ocurrió en aquellos terribles años a comienzos del pasado siglo XX. De ese muchacho moreno a quien le gustaba cantar, que no bailaba bien y era poco dado a la bebida, de ese joven hijo del negro Anselmo, diestro tocando el violín, un personaje muy conocido en su pueblo montañoso, en Betijoque del Estado Trujillo, de ese joven de baja estatura y de gran carisma quien se casó con Ana Luisa una jovencita caraqueña con quien viviría, para no irse muy lejos de su laboratorio, allí frente al hospital Vargas, en San José, donde nacieron y crecieron sus dos hijos, Ezequiel y Consuelito, de ese ser humano tan especial, me gustaría conversar un rato largo, sí...

MZ: Como no tenemos mucho tiempo, cuénteme algo más sobre Rangel, porque todo lo que me ha dicho hasta ahora son cosas buenas y hasta bonitas… Me han dicho que él era protegido del Presidente Cipriano Castro. ¿Es verdad que este detalle influyó en sus problemas durante la epidemia de peste?
JGT: Lo difícil Mandy es poder decirte todo lo que quisiera en tan poco tiempo. Fueron muchas cosas y quisiera poder tratar de resumirte la vida de Rangel en destellos, quizás así, llevando una secuencia, puedas resumidamente comprender como fueron ocurriéndole las cosas, desde niño, desde su nacimiento hasta el final... Pero será más fácil para ti y para los lectores revisar mi novela, que está en el sistema de E-Books de Amazon. Hoy día es muy fácil acceder a ella ya que todo está en internet.

Mississauga, Ontario, Canadá, jueves 9 de mayo del año 2019

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