La Talidomida
La Talidomida había emergido como un agente efectivo en el tratamiento de
una neoplasia del sistema linfohematopoyético, el mieloma múltiple, y luego se
introdujo como sedante en el año 1953, de manera que fue comercializada en más
de 40 países. Desafortunadamente su efecto teratogénico no fue descubierto
hasta 1961, cuando se descubrió que alrededor de 10 000 niños se afectaron en
todo el mundo, por malformaciones
congénitas. La Talidomida, aquel fármaco que había salido
al mercado en los años cincuenta del siglo pasado y se usaba en la primera
etapa del embarazo para calmar el dolor, las náuseas y el malestar, hasta el momento cuando los médicos se dieron
cuenta que provocaba graves malformaciones en los fetos, en algunos casos
llegaba hasta provocar la muerte, por lo que fue retirada del mercado en 1962.
La Talidomida, comercializada como sedante y
como calmante de la hiperémesis gravídica, (náuseas durante los primeros meses
de embarazo). Como sedante tuvo gran éxito ya que se decía que no causaba casi
ningún efecto secundario y en caso de ingestión masiva no era letal. Este
medicamento, había sido producido por Chemie Grünenthal, de Alemania, y afectaba
a los fetos de dos maneras: 1- Que la madre tomara el medicamento directamente
como sedante o calmante de náuseas. 2- Que el padre lo tomara, ya que la
talidomida afecta al esperma y transmite los efectos nocivos ya en el momento
de la concepción. Las malformaciones solían producirse en la primera etapa
del embarazo, cuando se desarrollan los brazos y las piernas del bebé, por lo que
la malformación más conocida es llamada Focomelia, con la ausencia de gran
parte del brazo o de la pierna y la presencia de manitas en forma de aleta. En
los casos más extremos los bebés no tenían ninguna extremidad; además el
medicamento también producía malformaciones en los ojos, oídos, corazón,
genitales, riñones y tracto digestivo. Muchos de los bebes morían poco después
del parto. El fármaco fue retirado del
mercado a comienzos de la década de los años sesenta cuando se comprobaron los
efectos teratogénicos, y fue retirado en los países donde había sido comercializado
bajo diferentes nombres, Imidan, Varian, Contergan, Gluto Naftil,
Softenon, Noctosediv, Entero-sediv, Entero-Sediv-Suspenso…
La devastadora experiencia con la Talidomida, llevó a la
percepción de los riesgos de los medicamentos y, muchos años después de esta tragedia, aunque
resulta difícil imaginar una nueva epidemia como la que produjo la Talidomida,
sin embargo, la historia siguió mostrando ejemplos como fue el caso del
dietilestilbestrol y el aumento del riesgo de adenocarcinoma de células claras
en mujeres. Este ejemplo, dejó demostrado que todavía queda un largo camino
para aprender qué tratamientos son los más seguros y eficaces durante el
embarazo para prevenir, evitar o reducir los potenciales riesgos en el
feto/recién nacido/niño/adulto. “Ha transcurrido más de medio
siglo, y los niños que nacieron con graves malformaciones tras la toma del medicamento por sus madres
durante su gestación, hoy casi ancianos, son un
ejemplo todavía vivo
de los riesgos asociados a la laxitud de la regulación farmacéutica”.
La
angiogénesis o crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el organismo, es
fundamental para el crecimiento y la diseminación de los tumores. En junio de
2007 GlaxoSmithKline (GSK)
ha presentado los resultados de estudios en curso de Fase III sobre Pazopanib en carcinoma avanzado
o metastásico de célula renal (RCC),e n el cáncer de ovario y en sarcomas
de tejidos blandos. Pazopanib
como inhibidor de angiogénesis, actúa sobre el receptor del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGFR),
el receptor del factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGFR) y el receptor c-kit. El primer
estudio clínico para demostrar el beneficio de la Talidomina en el cáncer
de ovario recurrente donde las
pacientes que recibieron la combinación de Talidomida más Toptecan se presentó con un 30 % de respuesta
completa.
Después de la trágica
historia de la Talidomida, cualquiera pensaría
que la Talidomida se convertiría en un medicamento maldito, una ignominia de la farmacología. Sin
embargo, no ha sido así, y vemos como
en la
actualidad, la Talidomida se vuelve a utilizar, con el apoyo de la OMS, en algunos países, al
haberse comprobado su eficacia antipruriginosa en enfermedades como la lepra.
Todavía se conocen casos de nacimientos de niños con dismelia en Etiopía y en Brasil,
hijos de padres tratados con Talidomida. Aun cuando su indicación es muy específica, los
médicos la prescriben en otras enfermedades. Todavía más: la Talidomida ha servido de punto de partida
para el desarrollo de un importante medicamento anticanceroso, Lenalidomida.
Se
puede encontrar en venta en Internet, pero este tipo de venta es totalmente
fraudulenta. No obstante existe un
programa (STEPS, de System for Thalidomide Education and Prescribing Safety)
que vigila, que no pueda administrarse la Talidomida en mujeres encinta ni en
edad de procrear.
Mississauga, Ontario miércoles 6 de marzo de 2019
2 comentarios:
Leí una historia casi épica sobre la mujer que evitó su introducción y aprobación en los EE UU, entró de asistente a un laboratoria donde casi no había mueressm al parece envió una fotografía masculinizada, ella resultó una bioquímica destacada*
Leí una historia casi épica sobre la mujer que evitó su introducción y aprobación en los EE UU, entró de asistente a un laboratoria donde casi no había mueressm al parece envió una fotografía masculinizada, ella resultó una bioquímica destacada*
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