Historia y ficción en mis tres últimas novelas…
Antes de publicar mis tres últimas novelas, “Ratones desnudos”(2010), “El año de la lepra”(2011), y “Vesalio el anatomista”(2015), el tema
de la investigación y del ejercicio de la medicina ha sido
fundamental en ellas, como sucedió en mis cinco novelas previas, (Escribir en La Habana, La Peste Loca, El
movedizo encaje de los uveros, Para subir al cielo… y La Entropía Tropical) escritas entre 1987 y el año 2003. He dicho
previamente y lo suscribo, que escribo sobre lo que conozco, y en estas
novelas, ambos temas fueron básicos en el desarrollo de la trama. Quiero
destacar que en las tres últimas novelas, es particularmente notoria la
presencia, en todas y cada una de ellas, de un personaje histórico, tal y como
ocurrió previamente en otras de mis novelas; de manera similar observamos la
presencia del pintor Hyeronimus Bosch en Para
subir al cielo…, o del presidente Cipriano Castro y del bachiller Rafael
Rangel en “El movedizo encaje de los
uveros”, y del último rey de Babilonia en “La Entropía Tropical”. Una situación similar reaparece en las tres
novelas a las que me estoy refiriendo de momento.
En las tres novelas sobre las
que quiero comentar en esta ocasión, aparecen el doctor Humberto Fernández
Morán en “Ratones desnudos”, Luís
Daniel Beauperthuy en “El año de la
lepra” y Andrés Vesalio en “Vesalio
el anatomista”, como personajes históricos cuyas vivencias se hacen parte
fundamental del argumento de cada una de ellas, sin que por ello, estas deban
catalogarse como “novelas históricas”. Los mencionados médicos, todos investigadores
y visionarios, padecen situaciones personales complicadas, las cuales son
examinadas en las tres instancias particulares, mientras corren paralelamente a
las imaginarias aventuras de una variopinta gama de personajes, en cada uno de
los tres casos.
Si bien lo sucedido al doctor
Fernández Morán puede ser comparable con el derrotero hacia donde es conducido
el investigador protagonista de la novela “Ratones
Desnudos” en la que el lector lo percibirá secuestrado en la cajuela de un
auto, y mientras Beauperthuy tratará de curar los leprosos en una isla en el
río Esequibo cuando la situación de los investigadores sobre la lepra en los
cachicamos enfrenta complejas implicaciones relacionadas con la política del
país durante el año 2011 en la novela “El
año de la lepra” que los harán padecer como “el médico de Cumaná” por la
incomprensión de sus colegas; finalmente, podrán enterarse de como “Vesalio el anatomista”, será condenado
a muerte por la Santa Inquisición y él, quien desde el inicio de la novela se
percibirá preso en Madrid esperando su sentencia, habrá de terminar expiando
sus culpas en un viaje a Tierra Santa que lo conducirá a la enfermedad, el
naufragio y su muerte en una isla del Mar Egeo.
Este resumen, de tres novelas es para
recomendárselas ya que podrán leerse usando las facilidades del libro
electrónico (Kindle E-Books) en Amazon. Confío en que no logrará esta
introducción atemorizar al lector ante lo que le puede parecer como una estopa
de apretadas y complejas tramas, mientras por el contrario, antes de
confundirles y aminorar las expectativas que puedan darse frente a la
posibilidad de leer, y releer estas tres novelas, quisiera que las disfruten e
igualmente que puedan servir para que se difunda la existencia de las mismas en
la medida que hayan ustedes aprovechado su lectura.
Adendum: Aprovecho para informar a mis lectores que
la novela “La Peste Loca”, que fue
publicada originalmente el año 1998 por la Secretaría de Cultura de la
Gobernación del Estado Zulia, en Maracaibo, y la cual fue reseñada como “una
novela barroca por las características de su lenguaje que pasa a ser el gran
protagonista de la misma”, ha sido exhaustivamente revisada para esta última
edición que se presenta como libro electrónico (E-Book en KDP de Amazon). Debo
señalar que posiblemente fue debido a la denuncia de las graves fallas del
sistema presidencialista durante nuestros años en democracia, esta novela que
representa un testimonio de gran interés, nunca fue aceptada para su
publicación en la Editorial Monte Ávila de Caracas, y para lograr una segunda
edición el autor buscó publicarla en una Editorial de California (Windmills) y
lo hizo, aunque le tocó adquirir sus ejemplares (12) comprándoles en US$. En
realidad, el autor nunca ha percibido ni un céntimo, no solo por esa edición
gringa, tampoco por ninguna de sus 8 novelas publicadas, pero quisiera
estimular el interés en la lectura en particular de esta novela (La Peste
Loca), ya que a la luz de los sucesos que estamos viviendo en Venezuela, les
puedo asegurar que la misma les podrá sorprender al desvelar una muy importante
época de nuestra historia.
Jorge
García Tamayo.
12
de Marzo, del año 2019
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