The Matrix y la actualidad…
En
“Letralia”, hace unos días, el 21 de marzo de este año, Maikel A. Ramírez Á.,
publicó un trabajo titulado “The Matrix: el desierto de lo real veinte años después”. Me enteré que este joven es Profesor e
investigador de la Universidad Simón Bolívar, Sede del Litoral y es Magister en
literatura latinoamericana, y dicta el “estudio general sobre: Viaje a través del tiempo: literatura y
cine de ciencia ficción”. Es poco frecuente tropezarse con quien maneja estos tópicos y menos con
un experto en literatura, por lo que decidí atreverme a usar parte de lo que él
escribió, para brevemente ofrecer a mis lectores una visión de sus interesantes
planteamientos.
Jonathan Swift, en su sátira Los viajes de Gulliver, no
creía en una la sociedad ideal cuando se le ocurrió la invención de la isla
flotante Laputa, en una de esas
tierras mágicas donde el sueño utópico de Thomas More se hacía realidad y existiría
una isla donde se acabarían las plagas, las injusticias y, sobre todo, los
políticos. Aquel perdido paraíso, como el de Milton, se planteaba varios siglos
atrás, y casi que parecía hacerse realidad. La esperanzadora utopía de More, dependería quizás de las
nuevas tierras americanas donde la felicidad sí que parecía estar al alcance de
los humanos.
Era 1999 en el filme The Matrix, ni la utopía de Thomas
More ni el progreso científico y
tecnológico de la humanidad
importaban mucho, pues aquella teórica época (1999)
no era real y sucedía que la humanidad se hallaba totalmente engañada, pues lo que veíamos
estaba sucediendo en el año 2199 y la Tierra para esa época ya estaba
totalmente destruida. Así pues, desde aquel año de 1999 cuando
el filme The
Matrix se estrenó, han venido sucediendo muchas cosas: en 2001 un
grupo de terroristas islámicos derribó el World Trade Center; en el 2003 se
inició la Guerra de Irak; en el 2010 se dio la Primavera Árabe y cayeron los
tiranos Husein, Mubarak, Gadafi, Ben Ali y Abdalá Saleh; ya en manos de la
tecnología vimos como en el 2017 Arabia Saudí le concedió la ciudadanía a la
androide Sofía, una máquina desarrollada por la firma
tecnológica Hanson
Robotics con la apariencia de Audrey Hepburn y al año siguiente, en 2018,
el japonés Akihiko Kondo contrajo matrimonio con un personaje de la realidad
virtual, Hatsune Miku, que no es
de carne y hueso, sino un holograma capaz de reconocer la cara y la voz de
Kondo y con su cámara y micrófono integrados puede responderle con frases y
canciones sencillas.
Hoy, cuando creemos entender que las utopías son proyectos
irrealizables, las distopías se han instalado firmemente entre nosotros: “las
hay de a dos por locha” diríamos en maracucho. Con 1984, George
Orwell no sólo describía el comunismo estalinista, también nos advirtió sobre los
peligros del Estado totalitario cuando se dispone de la tecnología para
controlar a la población. Actualmente en la China de Xi Jinping los ciudadanos
son clasificados mediante una aplicación en sus teléfonos, al tiempo que veinte
millones de cámaras distribuidas en la nación los vigilan sin tregua. Para no
quedarse atrás y quién sabe si será para recordarnos que esta es una singular
época, los directores del filme Matrix, los hermanos Andy y Larry
Wachowski, cambiaron de género y se convirtieron en las hermanas Lana y Lilly
Wachowski.
El positivismo científico actual, nos ha llevado a creer y a
temer, que a través de los avances de la ciencia y la tecnología es factible
precisamente la aniquilación de nuestra especie y del planeta entero,
acercándonos hacia la medianoche de nuestra total extinción. La actual
situsción de Venezuela, lleva a pensar en que “para muestra, un botón”… El
filme The Matrix
tampoco se fiaba de La Utopía de More ni del progreso científico y tecnológico con
una humanidad engañada, cuando ya la Tierra había sido destruida. Las inteligencias artificiales nos vencieron en
una guerra hacia el final del siglo XX, cuando Neo (Keanu Reeves), era un hacker que intentaba infructuosamente llevar
una vida normal, con un trabajo de oficina análogo a un personaje kafkiano,
hasta que fue desconectado por Morfeo (Laurence
Fishburne), quien junto a Trinity (Carrie-Anne
Moss) y otros rebeldes habían esperado, como los venezolanos del 2019, el
regreso de “el mesías”, el hombre que, según lo dictaba el oráculo, liberaría a
la humanidad de The Matrix.
En su provocador ensayo Homo deus:
breve historia del mañana, Yuval Noah Harari conjetura como el
predominio del algoritmo y de la inteligencia artificial empujará a la
humanidad a prolongadas inmersiones en realidades virtuales lo que provoca
terror al pensar en lo que esta tecnología podría significar en manos de un
Estado totalitario, que según el experto en inteligencia artificial Kai-Fu Lee,
podría cohabitar con la industria privada en proyectos de notable envergadura
tecnocientífica. The Matrix parece haberse
adelantado a este escenario prescindiendo de islas físicas como Laputa de Gulliver y la ilusionada
región utópica de More para plantear como el aislamiento puede ser mental si se
cuenta con el dispositivo tecnológico apropiado. Hasta aquí, me detengo en este
escrito, que he dispuesto para mis lectores tomando en gran parte lo que ya ha
escrito el joven profesor M.A. Ramírez Á, de quien sugiero lean el original,
mucho más extenso en Letralia para
estimular otra vez el interés de ustedes… Por la realidad actual, o por la
ciencia ficción.
Mississauga,
Ontario jueves 28 de marzo del año 2019
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