Los vascos en
Venezuela
Dedicatoria: a mis nietos vascos
El elemento vasco en la historia de Venezuela forma parte de una
de las nueve narraciones históricas que constituyen el libro de Arístides Rojas (1826-1894) titulado Estudios históricos:
orígenes venezolanos,
publicado en el año de 1891. Este estudio fue la ofrenda que
presentó la Universidad Central de Venezuela al Libertador, el día de la
inauguración de su estatua ecuestre, el 7 de noviembre de 1874. El Instituto
tuvo a bien laurear al autor, quien dedicó su trabajo al ilustrísimo señor don
Miguel Rodríguez Ferrer (1815-1889), autor del libro
Los Vascongados.
“Hay
un pueblo cuya historia remonta a la noche de los tiempos; cuyos hábitos,
tradiciones y lenguaje no se han perdido al través de los cataclismos humanos;
cuya nacionalidad, como un fuero de los antiguos privilegios, se ha conservado
en el transcurso de los siglos, después de luchas sangrientas y de episodios
sublimes que los anales del mundo registran, como los puros blasones de la raza
primitiva que pobló en remotas épocas el suelo ibero. Ese pueblo es el vasco.
¿Cuál
es la cuna de ese pueblo sin mezcla que ha resistido a la acción absorbente del
tiempo, que domina la Nación española, que combate desde su origen, y que
altanero levanta su erguida frente a las alturas de sus Pirineos para decir a
cada generación que viene?: "Soy tan antiguo como el mundo". Buscadlo
en las regiones del Cáucaso donde vivieron los antiguos iberos del Asia;
seguidlo en sus excursiones de este a oeste en las regiones de Europa y
contempladlo finalmente en los declives del Pirineo Occidental a orillas del
mar Cantábrico, su última estación.
Ahí
está, después de haber rechazado el yugo de Cartago y de Roma. Cuando Pompeyo
lo somete en parte y Augusto lo abandona; cuando la Europa sucumbe ante la
ciudad de Tíber, el vasco se inclina aparentemente ante el vencedor, como para
rendir su homenaje a la gloria. Lucha después con el celta, con el visigodo,
con el sarraceno, y orgulloso de sus triunfos tramonta sus cordilleras y se
establece en el antiguo país de Ausai donde funda la Gascuña francesa y domina
pueblos extranjeros. Desde entonces, está sólo, incrustado en el suelo de
España, e independiente y libre, porque antes que español el vasco es vasco.
El
vasco es la nacionalidad triunfante: es el Araucano de los Pirineos, siempre
vigilante, siempre atento al rugido de la tempestad. No hay aldea, no hay roca,
no hay árbol que no haya sido testigo de sus proezas desde las más remotas
épocas. Diecinueve siglos han pasado, y ahí está como atalaya del mar
Cantábrico, inmutable, sereno y temible en su lucha, si ve en peligro su
nacionalidad y sus fueros, que él está dispuesto a sostener a costa de la
sangre de sus hijos.
La
memoria no los abandona, y al registrar las páginas inmortales de España recordarán
que el vasco pertenece a todas las glorias y a todos los lugares. Recordarán
que estuvo en las Navas de Tolosa, y en el Salado, y en Lepanto. Vasco es el
que vence a Carlo Magno en Roncesvalles y vasco el que conduce la enseña
gloriosa en el puente roto de Castilla. El vasco figura en los muros de
Gibraltar y en los de Granada; vasco, en fin, es el que hace prisionero a
Francisco I en los muros de Pavía. Sacadlo del campo de batalla, y lo
encontraréis como el primer explorador de la ballena en los mares de
Groenlandia y de Terranova, y conocedor de todos los océanos.
Vasco
hubo en el descubrimiento de América, y en las conquistas de España en Asia,
vasco finalmente es aquel Sebastián de Elcano, el primero que da la vuelta al
mundo. Compañero de Magallanes, a él sólo estaba reservada la gloria de llevar
en sus armas aquella divisa que le concedió el Rey: Primun me circumdedisti. Ninguna gloria más completa para España,
que ser la primera en dar la vuelta al mundo que ella acababa de complementar
con el descubrimiento de América. ¡América! (https://bit.ly/2MoX5Sm)
La
Compañía Guipuzcoana que a principio del siglo XVIII, siembra los gérmenes de
la riqueza venezolana e interviene durante media centuria, como principio
político, en la suerte de Venezuela. La Historia será siempre justiciera para conceder a
los vascos establecidos en Venezuela la gloria de haber sido los primeros
innovadores y los verdaderos creadores de la industria agrícola. Fue la primera
aristocracia mercantil fundada en el Nuevo Mundo. Pero no fue sólo en el
cultivo de la tierra y en el incremento del rebaño donde ostentó el vasco su
pujanza. Puerto Cabello, refugio de los piratas, sitio de chozas de pescadores,
por donde se efectuaba el comercio clandestino, se transforma de pronto, y el
vasco, construyendo hermosas casa y almacenes espaciosos, hace de un lugar
despreciable el primer puerto de Venezuela.
En
los ricos y pintorescos valles de Aragua, las aldeas ascendieron al título de
villas, y caseríos que apenas eran chozas pajizas, en la dilatada zona de
bosque que se extiende desde el lago de Valencia hasta la orilla del Portuguesa
y del Apure, recibieron el impulso asombroso que debía convertir regiones
selváticas en centro de movimiento y de lucro. A pesar de tantos males como se
imputan a la
Compañía Guipuzcoana, ella produjo bienes inestimables.
Sean
cuales fueren las increpaciones que dirigió la opinión del país contra este
establecimiento, no podrá negarse nunca que él fue el que dio gran impulso a la
idea que planteó la conquista, y organizó el celo evangélico. Los
conquistadores y los conquistados reunidos por una lengua y por una religión,
en una sola familia, vieron prosperar el sudor común con que regaban, en
beneficio de la madre patria, una tierra tiranizada hasta entonces por el
monopolio de la Holanda" (Andrés
Bello: Recuerdos de la historia de Venezuela).
En
la última parte de su libro, Arístides Rojas resalta a la familia vasca desde
la fundación de la Provincia de Venezuela, y refiere que con un vasco, el
mariscal Emparan, termina en aquel memorable día (19 de abril de 1810) la larga
serie de capitanes generales que, desde Alfinger en 1528, se había sucedido sin
interrupción por espacio de tres siglos. Narra en forma magistral la
ascendencia vasca del Libertador, y todos los lugares del País Vasco que llevan
el nombre de Bolívar. En el caso de los nombres vascos, como dice Don Antonio
de Trueba: " El apellido Bolívar, que es clásicamente éuscaro equivale a
Pradera de molino”.
Recuerda
al vasco que salvará a Bolívar en los momentos de peligro: Francisco Iturbe, se
presentará a Monteverde y exigirá el pasaporte para el vencido de Puerto
Cabello. Era Iturbe uno de aquellos espíritus rectos, pacíficos y pundonorosos,
de nobilísima alma y para quienes la amistad es culto. "He aquí el más
grande de los descendientes vascos en ambos mundos. "Familias vascas en
Venezuela desde la colonia hasta la primera mitad del siglo XIX. Entre las
familias de origen vascongado que hay en Venezuela, la más antigua parece ser
la de Bolívar (1588). Inserta una lista de patronímicos vascos con sus
significados en español que datan de los siglos XVI, XVII y muchos del siglo
XVII, en los días de la
Compañía Guipuzcoana, 1730 a 1780: otros pocos pertenecen a la
primera mitad del siglo XIX.
Para
concluir, Arístides Rojas hace el siguiente comentario: De un pueblo de
esclavos no salen los hombres de la revolución de 1810 a 1830, ni los ingenios
que figuraron al frente de nuestros comicios y asambleas, ni los adalides que
lucharon y vencieron en los campos de batalla. Ni el odio ni la venganza debía
interponerse entre España y América, sino el océano, límite natural entre dos
pueblos que conservan para uno y otro mundo iguales tradiciones, lenguajes,
costumbres y comunes gloria. Lo que España había realizado en el siglo XV, lo
complementaban sus descendientes en el siglo XIX: elocuente corolario de
aquella época inmortal. La familia era la misma, pero en regiones distintas.
Bolívar es también gloria de España. Mengua hubiera sido entregarse al
extranjero, a nuevos invasores que hubieran ahogado al trabajo de tres siglos,
haciendo desaparecer raza, costumbres, lenguaje y tradiciones. Pertenecía a
América continuar la obra y conservar la historia de la familia”.
Maracaibo, domingo 13 de octubre
del año 2019
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