viernes, 18 de octubre de 2019

El lector amigo


El lector amigo

Voy a referirme nuevamente al escritor Javier Cercas, (https://bit.ly/2MtGblo) reiterando lo expresado inicialmente en este blog en noviembre 2015 a propósito de su novela “Soldados de Salamina”, y luego en noviembre del 2016 cuando lo citaba otra vez a propósito de “El lector soñado(https://bit.ly/2z82wMN) y decía que: “la literatura no existe por sí misma aislada del lector”. Señalaba que, Cercas considera a los libros como “letra muerta” ya que es solamente… “cuando el lector lo abre y empieza a leerlo, es decir, a interpretarlo, cuando empieza a operar la magia de la literatura”…

Basándose en las conferencias que impartió el año 2015 en la cátedra Weidenfeld de Literatura Europea Comparada de la Universidad de Oxford, Javier Cercas, escribió un libro con el estilo de una novela, titulado “El punto ciego (Random House. Barcelona, 2016) donde hace interesantes planteamientos revisados en este blog en el mes de agosto 2019 (https://bit.ly/2Lfp7N9). Definiéndose como novelista, no como historiador, decidió explorar a lo largo de cuatro densos capítulos, un prólogo y un epílogo el arte que conoce tan bien de construir verdades a partir de mentiras, buscando en ciertas grandes obras eso que misteriosamente resulta invisible y presente al mismo tiempo. Para ello, analizará importantes obras literarias, como MobyDick y Bertebly el escribiente de Herman Melville, Wakefield de Nathaniel Hawthorne, Otra vuelta de tuerca y Retrato de una dama de Henry James, Lolita de Vladimir Nobokov y El Gatopardo de Giuseppe Tomasi de Lampedusa, bajo la misma lupa que ya ha examinado a Don Quijote de Miguel de Cervantes y El Proceso de Franz Kafka.

Javier Cercas apoya su teoría de la manera de presentar las novelas en algunos criterios básicos como la paradoja, la ironía, la contradicción y la ambigüedad, que no es lo mismo que indefinición, para insistir en que: “Un libro no existe por sí mismo sino en a medida que alguien lo lea. Un libro sin lectores no pasa a ser sino un montón de letra muerta. Es cuando el lector lo abre y empieza a leerlo cuando cobra vida; un libro es una partitura que cada quien interpreta a su manera, cuanto mejor sea la partitura mejores interpretaciones tolera o fomenta… Hay tantos Quijotes como lectores de El Quijote existan”.  Paul Valery planteando cuestiones similares, escribió: “No es nunca el autor el que hace una obra maestra. La obra maestra se debe a los lectores, a la calidad del lector. Lector riguroso, con sutileza, con lentitud, con tiempo e ingenuidad armada. Solo él puede hacer una obra maestra”.

Aprovecho el momento para coincidir plenamente con algunos comentarios hechos por Javier Cercas sobre su obra “El punto ciego” al señalar que él se siente… “más a gusto en la novela. Creo que el relato corto es más difícil que la novela, pero me siento más cómodo en la narración un poco más larga, una mezcla de todo, es realidad, es crónica, es novela, es ensayo, es todo”… Con toda esta perorata ya casi que reiterativa, espero consideren que los estoy invitando a leer literatura, y a leerla con atención, dejándose cautivar por la magia que nacida en la mente del escritor ha de ser compartida silenciosa y emocionadamente por ti, amigo lector.

Maracaibo,  sábado 19 de octubre, 2019

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