Uno de
los graves problemas en la actualidad es la resistencia a los antibióticos.
Según la OMS en 2050 hasta 10 millones de personas morirían al año por esta
razón. El investigador español César de la Fuente, líder del Machine Biology Group en su laboratorio en
la Universidad de Pensilvania en EUA con la ayuda de la inteligencia artificial
(IA) ha hallado antibióticos en animales
extintos, como el mamut lanudo.
El biotecnólogo César de la Fuente, cree que la solución al problema pasa por traer de vuelta a la vida moléculas a las que los microorganismos no sepan enfrentarse, las que pertenecen a organismos extintos. Esta técnica, llamada desextinción molecular, con la ayuda del aprendizaje profundo (deep learning) ya ha producido candidatos a antibióticos preclínicos 'resucitando' moléculas de neandertales (neandertalina-1) y denisovanos, dos especies humanas desaparecidas hace decenas de miles de años.
El
hallazgo represento un hito científico, ya que nadie lo había hecho con
anterioridad. “Han logrado resucitar algunas moléculas que se extinguieron a lo largo
de la evolución”, explica el investigador que los primeros resultados
son muy prometedores.
Las han
hallado en distintas especies. “Hemos encontrado antibióticos en el mamut
lanudo, un perezoso gigante (cuyo apellido es darwiniano: fue descubierto por
Darwin en una de sus expediciones a la Patagonia) o en un pingüino extinguido”,
“Se trata de moléculas que vienen de criaturas del pasado y que jamás se habían
explorado anteriormente como fuente de antibióticos”.
César de la Fuente, Investigador en
la Universidad de Pensilvania ha declarado: “Hemos traído de nuevo a la vida
moléculas que se extinguieron". Para hacerlo han desarrollado un
algoritmo “muy potente” (APEX) con
el que han explorado el extintoma, que recoge todos los organismos extintos
disponibles para la ciencia. “Gracias al desarrollo hace años de métodos
de secuenciación para ADN arcaico, se han secuenciado genomas, proteomas y
metagenomas que están disponibles digitalmente en una bass de datos”.
La investigación fue publicada en
la revista Nature
Biomedical Engineering, y se analizaron más de diez millones de
moléculas entre las que detectaron cerca de 11.000 que no se encuentran
expresadas en el mundo biológico de hoy en día. “Son moléculas que se extinguieron
a lo largo de la evolución y ahora usando métodos químicos, hemos podido
sintetizarlas en el laboratorio. O sea, las hemos traído de vuelta a la vida”.
De esas
11.000 moléculas, sintetizaron 69 y las testaron contra bacterias. “Queríamos
ver si el algoritmo de IA estaba en lo correcto, es decir, si efectivamente
muchas de ellas se iban a mostrar activas contra bacterias”. La mayoría
lo hicieron en placas de Petri (in
vitro) en laboratorio y las más prometedoras las probaron posteriormente
en vivo en dos modelos de ratón de relevancia preclínica.
En
particular fueron tres las que arrojaron los resultados más esperanzadores: la mamutina, molécula que proviene del
mamut lanudo; la elefantina, que
procede del elefante antiguo y que se extinguió antes que el mamut; y la milodona, que deriva del perezoso
gigante darwiniano. Las tres moléculas, bautizadas con esos peculiares nombres
por los mismos investigadores, son ya candidatos antibióticos preclínicos.
Los genomas expresan proteínas con propiedades antimicrobianas naturales, producidas y seleccionadas a través de la evolución. La des-extinción molecular plantea la hipótesis de que estas moléculas podrían ser candidatas principales para nuevos fármacos seguros. En el nuevo artículo, el equipo utiliza el aprendizaje profundo para extraer los proteomas -grupo de proteínas elaboradas por un organismo- de todos los organismos extintos disponibles para el descubrimiento de péptidos antibióticos.
“Fue muy sorprendente y emocionante: las
mejores fueron capaces de disminuir las infecciones en ratones a niveles muy
similares a un antibiótico como la polimixina B, que se usa en los hospitales
en la actualidad”. Los péptidos de distintos animales extintos se
mostraron eficaces en el tratamiento de infecciones en ratones.
¿Cuál es
el siguiente paso? -“Lo que querríamos hacer es llevar alguna de estas moléculas que hemos
sintetizado a la práctica clínica”. De ahí que estén considerando crear
una compañía. -“Hemos recibido interés por parte de inversores, pero estamos todavía
considerándolo. Con la publicación del estudio, veremos qué tipo de interés
hay”.
Relata
De La Fuente, que está “muy orgulloso” del artículo –“Creo
que es el trabajo más bonito que hemos publicado hasta la fecha”,
sostiene- y admite que les ha conllevado un trabajo monumental. En especial, de
los dos primeros autores, Fangping Wan y Marcelo D. T. Torres. “El
primero se centró en el trabajo computacional y el segundo en el experimental”,
concluye el investigador.
El trabajo que realizan estos investigadores con la IA ha acelerado enormemente el descubrimiento de antibióticos. El tiempo medio de desarrollo con métodos tradicionales puede prolongarse hasta seis años para lograr candidatos preclínicos. Con la IA, es posible descubrir cientos de miles de candidatos en apenas unas horas.
En la fotografía Marcelo D. T. Torres y Fangping Wan, los dos primeros autores del artículo, junto a Cesar De la Fuente .
Los
investigadores han desarrollado una inteligencia artificial APEX (siglas en
inglés de Desextinción de Péptidos
Antibióticos), que utiliza una arquitectura de aprendizaje multitarea para
predecir la actividad antimicrobiana de los péptidos. El algoritmo extrajo más
de diez millones de péptidos y predijo 37.176 secuencias con actividad
antimicrobiana, 11.035 de las cuales no se encontraron en organismos
existentes.
Finalmente,
el equipo sintetizó 69 péptidos y confirmó experimentalmente su actividad
contra patógenos bacterianos. La mayoría de los péptidos mataron las bacterias
al despolarizar su membrana citoplasmática, al contrario de los péptidos
antimicrobianos conocidos, que tienden a atacar la membrana externa.
Incluidos
los llamados mammuthusin-2 del mamut lanudo, elephasin-2 del elefante de
colmillos rectos, hidrodamin-1 de la antigua vaca marina, mylodonin-2 del
perezoso gigante y megalocerin-1 del alce gigante extinto, mostraron actividad
antiinfecciosa en ratones con abscesos cutáneos o infecciones en los muslos.
“La
resistencia a los antimicrobianos es una de las mayores amenazas de nuestro
tiempo y se necesitan urgentemente nuevos antibióticos”,
advierte en su cuenta de X De la Fuente, quien hace tan solo unos días publicó
en la revista 'Cell', junto a
científicos de la Universidad Tecnológica de Queensland (Australia), una
investigación que identificó, con ayuda de la IA, casi un millón de fuentes
potenciales de antibióticos en la naturaleza.
A su
juicio, la extinción molecular ayudada por el aprendizaje profundo puede
acelerar el descubrimiento de moléculas terapéuticas y ofrecer un marco
completamente nuevo para el descubrimiento de fármacos.
Maracaibo, martes 18 de junio del año 2024
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