martes, 25 de junio de 2024

Morel, de Bioy

 

La invención de Morel  es una novela escrita en 1940 por Adolfo Bioy Casares, que resulta ser un ejemplo de literatura fantástica. Jorge Luis Borges, gran amigo de Bioy, al prologarla, dijo sobre ella, que no le parecía “una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta”.

 

Como Borges, Bioy Casares también organiza laberintos escritos, y enigmas policíacos que a medida que se descifran van complicando su contenido. El narrador de La invención de Morel es un perseguido y como Bioy, él intenta explicarse el sentido de la persecución, pero cuando lo que la isla esconde se descifra, el sentido fundamental queda oculto. Así el esquema policíaco tradicional, se destruye para construir otro enigma que reviste momentáneamente el esquema de la narrativa de ciencia ficción. Una ficción científica que se va aclarando en la medida que el lector sigue las peripecias del manuscrito. 


Un fugitivo se esconde en una isla desierta y comienza un diario cuando llega gente y ocupan el museo en la cima de la colina. Quien escribe (un escritor venezolano sentenciado a cadena perpetua que se ha escapado) tiene que refugiarse en los pantanos. Él sabe que en la isla existe una extraña enfermedad con síntomas similares al efecto de la radiación y hay una mujer que observa el atardecer todos los días desde el acantilado, ella es Faustine, y él termina enamorándose.

 

Hay un científico con barba llamado Morel, con quien Faustine habla en francés. El fugitivo decide enfrentarla, pero ella no reacciona. En la isla nadie nota su presencia y siente miedo de estar volviéndose loco, los turistas desaparecen y él regresa al museo. No encuentra a nadie, cree que es una alucinación producida por envenenamiento de la comida, pero los turistas reaparecen esa misma noche. Conversan y él nota otras cosas extrañas. En el cielo, observa la presencia de dos soles y dos lunas.

 

Morel revela a los turistas que posee una máquina de su invención capaz de capturar sus almas y al reproducirlas, podrán revivir para siempre. Así podrá Morel pasar la eternidad junto a la mujer que ama, que debe ser Faustine, pero el fugitivo escucha que las personas grabadas previamente están muertas. Morel se retira furioso. El Fugitivo lee lo escrito y se entera de que la máquina se mantiene en funcionamiento por las mareas que le dan energía cinética y entiende lo de los dos soles y dos lunas –

 

La invención de Morel, incluye la creación de un segundo modelo para resucitar personas. El Fugitivo aprenderá a operar la máquina y se inserta a sí mismo en la grabación para que parezca que él y Faustine están enamorados; él está seguro de que ella no es la amante de Morel... Al final del diario, el Fugitivo describe que espera que su alma se transfiera a la grabación mientras muere y como un favor le pide al hombre que invente una máquina capaz de fusionar almas, basada a la invención de Morel –y pide que el inventor los busque y lo deje entrar en la conciencia de Faustine como un acto de clemencia.

 

La invención de Morel es la invención de la inmortalidad espiritual. Morel y el fugitivo la prefieren antes que, a la inmortalidad física, porque la que realmente importa es la inmortalidad de la conciencia. La soledad representa a la muerte, y el amor representa la vida. Lo deja claro cuando dice Ya no estoy muerto, estoy enamorado”.

 

El fugitivo se esfuerza inútilmente para volver a tomar control de su vida luego de su injusto apresamiento y cuando encuentra un lugar que puede controlar (la isla) pone en peligro su vida para llegar a ella. Pero desafortunadamente la isla es propiedad de Morel. El amor por Faustine renueva la esperanza, pero cuando se da cuenta de que esa relación es imposible se da por vencido y se ilusiona con que algún inventor en el futuro le otorgue lo que no puede obtener.

 

La enfermedad misteriosa, que mata de afuera para adentro, caen las uñas y el pelo, se mueren la piel y las córneas de los ojos, y el cuerpo solo vive ocho, o quince días: parece efecto radioactivo. Los tripulantes de un vapor que había fondeado en la isla estaban despellejados, calvos, sin uñas cuando los encontró muertos el crucero japonés Namura. El vapor fue hundido a cañonazos”.

 

La novela, La invención de Morel, aunque esta es la séptima publicación de Adolfo Bioy Casares, se la considera la obra inicial de su carrera literaria. El dibujo de portada de la primera edición lo realizó Norah Borges, hermana de Jorge Luis Borges, gran amigo de Bioy Casares. ​La novela obtuvo el primer Premio Municipal de Literatura de la Ciudad de Buenos Aires y Bioy obtuvo el Premio Cervantes en 1990.


A menudo La invención de Morel ha sido comparada con la novela de ciencia ficción La isla del doctor Moreau escrita por H. G. Wells en 1895. La novela de Bioy de Casares también toma elementos de la novela XYZ (1934) del peruano Clemente Palma (1872-1946) quien narraría como un científico norteamericano Rolland Poe (conocido por el apodo XYZ), admirado por la capacidad del cine para reproducir a los seres humanos piensa en una posible máquina para convertir en seres reales a los personajes de las películas. ​En ese sentido señalaremos los intentos de llevar la novela de Bioy al cine.

 

En el cine: la película El año pasado en Mariembad (1961) de Alain Resnais se inspiró en la novela de Bioy Casares. En 1967, el cineasta francés Claude-Jean Bonnardot adapto la novela de Bioy a una película para televisión titulada L’invention de Morel. La película The Piano Tuner of Earthquakes -El afinador de terremotos-(2005) es la segunda película de los hermanos Stephen y Timothy Quaygemelos idénticos estadounidenses expertos en la técnica de stop-motion con marionetas, quienes residen y trabajan en Inglaterra, desde1969 cuando se marcharon para estudiar en el Royal College of Art de Londres. El filme del afinador de terremotos del año 2005 se inspiró originalmente en la novela de Bioy Casares. ​

 

En 1974, el cineasta italiano Emidio Greco adaptó la novela de Bioy en un filme. En el filme argentino de 1986 Hombre mirando al sudeste, de Eliseo Subiela, el protagonista (Rantés) dice ser una proyección en el espacio, por lo cual, en sus investigaciones, el psiquiatra que lo atiende hace un paralelismo con La invención de Morel. De hecho, en el filme se leen unas líneas de la obra de Bioy Casares.

 

Maracaibo, martes 25 de junio del año 2024

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