sábado, 30 de noviembre de 2024

Microbios dentro de tumores

 


Este breve articulo espera señalar la importancia del misterio que encierran los microbios que viven dentro de los tumores y es que tanto las bacterias como hasta algunos hongos son capaces de convivir en los tumores.

 

Sabemos que nuestros cuerpos son hábitat para otras formas de vida, para muestra tenemos a la microbiota como un ejemplo recién comentado (https://tinyurl.com/caemnwyw) y así como el intestino, la boca, la nariz y la piel albergan diversas comunidades de microbios que pueden ser buenos o malos para nuestra salud. Ahora, los científicos han encontrado, que existen microbios en un lugar más sorprendente aun, en los tumores.

 

Es común pensar que los tumores son simples masas de células del paciente que funcionan mal y crecen sin control y de hecho, son comunidades con muchos tipos de células diferentes, lo cual explica en parte la dificultad para atacarlos sin dañar el tejido sano. Pero los tumores también albergan células con otras formas de vida: las bacterias y los hongos. Algunos de estos organismos prosperan en el ambiente alrededor del tumor, mientras que otros viven dentro de las propias células cancerígenas.

 

Hasta hace poco tiempo no se entendía claramente qué papel desempeñaban los microbios en los tumores, pero ahora los científicos comienzan a desentrañar respuestas para saber si estos microorganismos son cómplices que ayudan a las células cancerosas a desarrollarse o simplemente son transeúntes atrapados en el tumor. Las respuestas podrían proporcionar nuevos enfoques para tratar y prevenir el cáncer, y es bueno saber que hay ciertas bacterias que protegen los tumores, o sea, que les ayudan para que continúen creciendo en su organizado desorden…

 

Ravid Straussman, biólogo del cáncer en el Instituto de Ciencias Weizmann en Rehovot, Israel, en un estudio de 2017, demostró junto con su equipo que algunas bacterias que viven dentro del cáncer de páncreas pueden proteger los tumores al ser capaces de desactivar un medicamento de quimioterapia común. Straussman y col., descubrieron que existe una clase particular de bacteria, conocida como Gammaproteobacteria, que es capaz de descomponer la gemcitabina, un medicamento que se usa para tratar varios tipos de cáncer. Esta presencia de la bacteria ayuda a que los tumores se volvieran resistentes a la gemcitabina. Cuando el equipo inyectó la bacteria en ratones con cáncer de colon, los tumores también se volvieron resistentes al medicamento, pero cuando los investigadores dieron a los ratones un antibiótico junto con el fármaco de quimioterapia, la resistencia desapareció.

 

Una investigación publicada en 2019 por un equipo de la Universidad de Tohoku, en Japón, analizó retrospectivamente a pacientes que padecían tumoraciones avanzadas y fueron tratados con un fármaco de quimioterapia y aquellos que recibieron un antibiótico además de la quimioterapia, y descubrieron que los pacientes que recibieron un antibiótico respondieron mejor al tratamiento.

 

Aunque el estudio no examinó la cantidad de bacterias presentes en el tejido canceroso de estos pacientes, los investigadores especularon con que los antibióticos podrían haber eliminado las bacterias asociadas al tumor y que podrían haber interferido con el tratamiento del cáncer. La bacteria Fusobacterium nucleatum se asocia comúnmente con la boca, pero también se encuentra en muchos tumores. Straussman y su equipo con un ensayo clínico que involucra a pacientes con cáncer de páncreas que fracasaron en su tratamiento de primera línea, darán a los pacientes un antibiótico que actúa contra la Gammaproteobacteria, junto con gemcitabina, para ver si el antibiótico mejora sus resultados.


 

Las bacterias también podrían desempeñar otras funciones en el cáncer además de proteger a los tumores del tratamiento farmacológico, hay bacterias que empeoran el cáncer. Pero en el mes de agosto de 2023 grupos de científicos han descubierto como unas células modificadas pueden encontrar mutaciones cancerígenas en el organismo, y en un sorprendente avance científico, un equipo internacional de investigadores ha demostrado que los microbios podrían convertirse en aliados cruciales en la detección temprana del cáncer. Aunque esto pareciera un escenario sacado de una película de ciencia ficción, se ha logrado entrenar a microorganismos para actuar como detectores de cáncer.

 

El biólogo Robert Cooper de la Universidad de California en San Diego, diseñó bacterias capaces de identificar fragmentos de ADN asociados con células de cáncer colorrectal. Estos microbios modificados, conocidos como "biosensores", podrían marcar un hito en el diagnóstico temprano de esta enfermedad. Un aliado en la detección les ha ofrecido la clave de esta técnica que está basada en el uso de una bacteria llamada Acinetobacter baylyi, que tiene la habilidad natural de recoger fragmentos de ADN de su entorno.

 

Normalmente, esta bacteria utiliza esta capacidad de recolección de ADN, conocida como "competencia natural", para incorporar nuevos fragmentos genéticos a su propio genoma. Sin embargo, en este innovador estudio, los investigadores lograron equipar a A. baylyi con instrucciones específicas para que busque secuencias de ADN asociadas con mutaciones cancerígenas en cánceres colorrectales, y los resultados obtenidos son asombrosos.

 

Acinetobacter baylyi demostró ser capaz de discriminar entre mutaciones cancerígenas y errores genéticos inofensivos presentes en el ADN liberado por las células. Cuando la bacteria detectaba ADN tumoral, activaba un gen de resistencia a los antibióticos, lo que permitía su crecimiento en placas de agar con antibióticos, señal de que había detectado células cancerosas. Este enfoque novedoso y prometedor podría ofrecer una manera no invasiva y muy efectiva de detectar el cáncer de intestino en sus etapas más tempranas, ya que la detección temprana es la clave y aunque aún se necesitan años de investigación y ensayos clínicos para validar la eficacia y seguridad de este método en seres humanos, los resultados hasta ahora son alentadores.

 

La científica biomédica Susan Woods, autora del estudio de la Universidad de Adelaida (Australia), comentó, citada por ScienceAlert:

"Este estudio demuestra que las bacterias pueden diseñarse para detectar secuencias específicas de ADN con el fin de diagnosticar enfermedades en lugares de difícil acceso". En un próximo paso, el equipo de investigación planea expandir su enfoque para detectar otras mutaciones y tipos de cáncer, lo que podría abrir la puerta a diagnósticos tempranos de diversos tipos de cáncer.

 

La detección temprana sigue siendo uno de los pilares más importantes en la lucha contra esta enfermedad, y la utilización de microbios entrenados como biosensores para detectar los tumores que afectan a los seres humanos siempre es un desafío. Científicos de la Universidad de California en San Diego, en los Estados Unidos, y colegas de Australia produjeron bacterias que son capaces de detectar la presencia del ADN de tumores en un organismo vivo, técnica que ya fue probada por científicos de Estados Unidos y Australia en ratones con tumores de colon. 


Con este avance, se está abriendo un nuevo capítulo en el desarrollo de los llamados “sensores biológicos tecnológicamente avanzados”. Los resultados fueron publicados en la revista Science y se trata de una innovación en biotecnología por la cual las bacterias pudieron detectar el cáncer en el colon de ratones. A partir de los resultados, se vislumbra la posibilidad de allanar el camino a nuevos biosensores capaces de identificar diversas infecciones, cánceres y otras enfermedades.

 

Anteriormente, se habían diseñado bacterias para llevar a cabo diversas funciones diagnósticas y terapéuticas, pero no contaban con la capacidad de identificar secuencias específicas de ADN y mutaciones fuera de las células. Los científicos ahora diseñaron una herramienta -que llaman “CATCH”- para conseguir ese tipo de identificaciones. Con CATCH, los investigadores crearon bacterias utilizando la tecnología de edición genética CRISPR que analizan las secuencias de ADN que flotan libremente a nivel genómico y pueden comparar esas muestras con secuencias de cáncer predeterminadas.

 

Maracaibo, sábado 30 de noviembre del año 2024

 

 

viernes, 29 de noviembre de 2024

Machorros

 

Machorros llamábamos en nuestro léxico o -dialecto maracucho- a un lagarto de regular tamaño que es muy común en la zona, puede ser de color verde con rayas y manchas en todo el cuerpo y para los “cazadores de machorros con honda” era una presa valiosa; explico que hace muchos años, niños y adolescentes, cazaban machorros y tenían suerte sobre todo cuando eran capturados vivos.

 

Todo este asunto es parte de algo que ya relataría el año pasado (2023) en el mes de agosto, y traigo de vuelta el tema al recordarlo tras haber visto una lagartija azul que mostrara nuestro amigo Aquiles en su Facebook y por su color exótico, sea de pasta o de plástico, me llevo a recordar el asunto de las canaguaritas del profesor Estanislao.

 

También al machorro se le llamaba “canaguara” peculiar nombre relacionado con la semejanza de sus rayas y manchas con el felino llamado cunaguaro, o también tigrillo, gato onza, cuyo nombre científico es Leopardus pardalis y pertenece a la familia Felidae. Actualmente se usa poco el término de machorro y entre nosotros, la primera definición de machorro si vamos al diccionario de la real academia de la lengua española es estéril, o infructífero. El significado en el diccionario es: adj. Estéril, infructífero y en el género femenino es: hembra estéril. Así era (no se si ahora…) usado en mis viejos tiempos… “Fulanito es machorro”.


 

Más sofisticado que el machorro es el Cnemidophorus lemniscatus (Sauria teidae) que es una especie que pertenece a la familia Teiidae. Son los Cnemidophorus lemniscatus comúnmente llamados los Cotejos o lagartijas Azules es una especie endémica de la zona norte de la Península de Paraguaná también que puede conseguirse en Cayos o Islas de los estados Carabobo y Falcón.


Lo que me pareció curioso, fue saber que las lagartijas azules son nativas de Guatemala, Belice, HondurasArubaTrinidad y TobagoGuyanaGuayana FrancesaSuriname  y el norte de Brasil. Aunque su presencia en El Salvador y en CostaRica es incierta, esta particular lagartija existe en Nicaragua, Panamá, Colombia y Venezuela (incluyendo las islas de Margarita, Cubagua, Coche y las islas de Los Roques). La lagartija Cnemidophorus lemniscatus ha sido introducida en FloridaEstados Unidos u como un dato de especial interés, sepan que las hembras Cnemidophorus lemniscatus tienen un tono verdoso en comparación a los machos que son azules eléctricos.

 

Otra lagartija lemniscata (Liolaemus lemniscatus) de la cual no hablamos aun, no la habíamos mencionado, pero es una especie de pequeño lagarto de la familia Liolaemidae, que es endémica de la Argentina y de Chile. Esta lagartija está ampliamente distribuida en Chile, desde Huentelauquén (región de Coquimbo) hasta el norte de Valdivia, entre el nivel del mar y los 2100 m s. n. m. Es una de las lagartijas más comunes de Chile. Suele habitar entre las rocas y zonas de vegetación abierta. Es una especie insectívora y se alimenta principalmente de abejas, avispas, escarabajos y tenebrios. El dato se los paso a mis amigos Miguel Ángel y a la doctora Ángela Ruiz Benni y a Gracia Regalado, ambas brillantes patólogas actualmente laborando en Chile.

 

¿Por qué traigo esta referencia tan austral y tan específicamente? La razón se llama Estanislao del Conte, un profesor de LUZ, argentino, quien había examinado la ultraestructura del riñón de estos animalitos probablemente en su patria o en Chile y siendo profesor de LUZ trabajó en el Laboratorio de Microscopia electrónica del Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo (después Hospital General del Sur Dr. Pedro Iturbe) y publicaría varios trabajos de investigación sobre la ultraestructura de un área muy especial : en los riñones de estas lagartijas…


Muestro aquí ( si Facebook me los permite ) al profesor Estanislao Del Conte (pelón y con bigote) al lado del para mi famoso microscopio electrónico (1969-1975) del Sanatorio Antituberculoso de Maracaibo, y de una vez incluyo aquí a varios de sus trabajos publicados sobre estas lagartijas: 

1-Granular secretion in the kidney sexual segments of female lizards, Cnemidophorus I. lemniscatus (Sauria, Teiidae). Estanislao Del Conte. J of Morphology. Issue2, 137:181-191, 1972; 2- Ultraestructura del segmento sexual del riñón en Cnemidophorus l. Lemniscatus ( Sauria teiidae )Del Conte E, García Tamayo J. Rev Micros Electr (Ven) 1:60 61,1972;  3- Ultrastructure of the sexual segment of the kidney in the male and female lizards. Cnemidophorus lenmiscatus(L). Del Conte E, García Tamayo J. Ziet fur Zellforsch(Alem) 114: 325-337, 1973.

 

Para finalizar este curioso articulo lagartijero les cuento que existen algunas publicaciones en la revista Acta Biológica Venezuelica las cuales se han referido a las lagartijas azules como un reptil de agua salada; “lo hemos conseguido en numerosas expediciones a los Cayos o Islas de los estados Carabobo y Falcón, Venezuela. También hemos conseguido a esta hermosa lagartija azul en la parte norte de la Península de Paraguaná (tierra firme). En realidad, los Cnemidophorus lemniscatus no depende directamente del mar o agua salada como tal, sino parece que son altamente tolerables a la falta de agua dulce y logran ser unos de los pocos reptiles que logran vivir en estos ambientes o hábitats tan inhóspitos”.

 

Verán así que, si bien comenzamos hablando de los “cazadores de machorros con honda” y de machorros y de canaguaras, en mis lejanos tiempos infantiles, cuando a quien estaba asustado o tembloroso uno le decía “parecéis un machorro” y a un amigo nuestro que era “todo-torcido” a quien unos le decían “zapato izquierdo”, y otros más conocedores de lagartijas le llamaban “machorro-culiao”, aunque “pescao-frito” le daba también la imagen retorcida “cachivolteada” que de nuestro léxico (antes de que existiese el “maracucholario”) se creaban ingeniosamente aquellos “sobrenombres” en nuestros predios.

 

Es posible que otro día, dejando que pase un tiempo, caeremos naturalmente en la historia de otras lagartijas muy especiales y llenas de cuentos, además también muy conocidas, los “tukekes” sobre los que ya conversamos en el mes de febrero de este año2024 (https://tinyurl.com/mr46vves), y todavía habrá más detalles para comentar hacia el futuro.

 

Maracaibo, viernes 29 de noviembre del año 2024

jueves, 28 de noviembre de 2024

El misterio de La Atlántida

 


Hace unos días, leía por ahí, que el misterio de la Atlántida ya no era un misterio... Aquella fabulosa historia citada por el filósofo griego Platón, citando la historia de la Atlántida contada por los sacerdotes egipcios de Sais, no era una fábula. Sais habia  recobrado su prestigio en el siglo VIII a. C., cuando Tefnajt y su sucesor Bakenrenef de la dinastía XXIV hicieron de ella la ciudad hegemónica del delta occidental.

 

Sais luego de caer bajo el rey kushita Shabako, volvió a cobrar importancia durante la invasión asiria de Egipto, y su gobernador Necao I luchó a favor de los asirios contra los kushitas. Su hijo, Psamético I se impuso como faraón del 664 al 612 a.C., y reunificó al país. La residencia real era Menfis pero Psamético I  sostuvo a Sais como una de las ciudades más prestigiosas de Egipto, fue cuna de la dinastía real incluso después de la conquista persa (527 a. C.).

 

Los egipcios le habrían contado a Platon el filósofo griego, sobre la existencia de un pueblo que vivía en una "Isla Grande", en un continente con una serie de islas más pequeñas que se encontraban a una distancia cercana entre la "Isla Grande" y el continente. Platón, 380 años antes de Cristo describió en sus obras Timeo y Critias, la existencia de un enorme continente llamado La Atlántida que se encontraba "a un punto distante en el océano Atlántico frente a las Columnas de Hércules” (el Estrecho de Gibraltar). Platón dijo que la isla continente se hundió en el mar por espacio de un día y seria a partir de esa afirmación, cuando comienza la leyenda del continente perdido y de La Atlántida, la ciudad desaparecida.


El investigador británico Jim Allen, geógrafo y cartógrafo, ha propuesto una teoría no confirmada, basada en descubrimientos recientes y exploraciones en las regiones de Oruro, que indicarían cómo en el altiplano boliviano  (https://bit.ly/2X23gm1) se encontraría La Atlántida perdida y relatada por el filósofo griego Platón. La Atlántida estaría en una planicie llana que se elevaba "por encima del nivel del mar y rodeada de montañas". Estos criterios suenan algo diferentes sobre la teoría en medio del océano Atlántico y es más continental ya que se ha propuesto que la ciudad estaba en una llanura distante del mar  (https://tinyurl.com/bdcwxp6y ) a solo 9 kilómetros y conectada a este por un canal.


Hablar sobre el tercer ojoes como discutir sobre los orígenes de La Atlántida. Recuerdo que en octubre de 2018 en lapesteloca relataría como en el mes de septiembre del año 1999 tuve la suerte de visitar (https://bit.ly/2X23gm1) la ciudad de Oruro en el altiplano boliviano y sentí mucho no haber conocido el gran Lago Poopó, pues la estadía duró apenas 48 horas. Durante aquella experiencia (andaba dando unas charlas sobre inmunohistoquimica ) recibí la Orden de “Huesped Ilustre de la ciudad”, mientras afuera el frío era congelante y caía una llovizna mezclada con nieve, pero me quedo pendiente hablar en mi Blog, sobre los orígenes de sus nativos, que desde hace 3500-4000 años, son los Urus Jas-shoni junto a los Urus del Lago Poopó, una de las culturas primigenias de América.


La mayoría de las comunidades pertenecientes a la etnia "Uru" se establecieron en el altiplano boliviano y viven en casitas cónicas llamados Putucus, con la particularidad de proteger a sus habitantes contra el intenso frío. La ciudad de Oruro fue fundada el 1 de noviembre del año 1606 por el oidor de la Real Audiencia de Charcas, del Alto Perú como un centro minero de plata en la región de los Urus. Se le llamó "Villa de San Felipe de Austria" en honor al rey de España Felipe III, nieto del emperador Carlos V del Sacro Imperio Romano. A una altitud de 3735 msm, es considerada entre las ciudades más altas del mundo. Para el día de su fundación, Oruro ya contaba con 15.000 habitantes entre mineros españoles, criollos, negros e indígenas de las etnias "Uru", "quechuas" y "aymaras". 

 

Jim M. Allen, nacido en Aberdeen, Escocia, en 1948, se unió a la Royal Air Force en 1967. Este investigador escocés aseguraba que la Atlántida descrita por Platón se localizó en Bolivia. Así, él estableció que hay una llanura de forma rectangular en el Altiplano boliviano la cual coincide estrechamente con la descripción de Platón. Después de varios meses de exploración, de comparar fotografías aéreas de la región y una larga investigación, Jim Allen plasmó su trabajo de campo en “Atlantis. The Andes Solution. The Discovery of South America as the legendary continent (The Windrush Press Ltd, 1998). Después en (The Atlantis Trail”, 2006) y luego en Atlantis. Lost Kingdom the Andes”, 2006. Todos estos libros del investigador escocés aseguran que la Atlántida descrita por Platón se localizó en Bolivia.

 

Allen manifestó que los orígenes geodésicos derivan todos del diámetro y de la circunferencia de la Tierra y así llegó a la Atlántida de Platón con la descripción de una llanura rectangular “en el centro del continente perdido con sus medidas, de 3000 por 2000 estadios rodeada por un inmenso canal de un estadio perimétrico, alrededor de la llanura, a una distancia de 10.000 estadios y un sistema de canales laterales con intervalos de 100 estadios y de canales transversales también a una distancia probablemente de 100 estadios, de manera que “todo el sistema tenía la forma de un tablero de ajedrez inmenso”. El lugar donde comenzó a buscar esa misteriosa superficie fue en Bolivia, en un contorno de 3657 metros contiguo al Lago Poopó, en la localidad de Pampa Aullagas.

 

Jédu Antonio Sagárnaga un arqueólogo de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) recorrió la zona abordada por Allen y desestimó su teoría. “Él ha popularizado su trabajo y ha tenido mucha acogida de su trabajo en distintos sectoresFuimos con un equipo de tres arqueólogos a Pampa AullagasDespués de 10 días en el área, no hemos recogido nada que sustente la hipótesis de que la Atlántida estaba en el Altiplano boliviano”, sostuvo Sagárnaga quien también echó por tierra la idea de que los círculos concéntricos que Allen le atribuye a la estructura platónica hayan sido tales. “Se trata de formaciones geológicas circulares, pero son naturales, no fueron hechas por el hombre”,

 

Gracias a los satélites modernos que pueden mirar incluso debajo de la arena y debajo de las aguas, ahora sabemos que, hace más de 7.000 años un río gigantesco se originó en las montañas del Atlas entre Marruecos y Argelia y fluyó hacia la costa de Mauritania. El río era tan ancho y largo que podía considerarse como un pequeño mar interior. Este río en realidad cortó una parte de la costa del norte de África, creando una especie de "Gran Isla" (aunque estuvo conectada al continente durante un tiempo). Al estar ubicados al pie del Monte Atlas (que aún conserva este nombre), los habitantes se llamaban atlantes, y la tierra en la que vivían se llamaba "Atlantis".


 

La parte continental estaba ubicada, según la historia, frente a la "Isla Grande". Por lo tanto, para quienes crecieron alrededor del mar Mediterráneo, había una conexión con España, y específicamente con Cádiz. Es que la región de Cádiz es mencionada directamente por Platón como un área del dominio de los atlantes. Varios estudiosos ya habían identificado a Cádiz como el área "más allá de los Pilares de Hércules" donde vivían las personas mencionadas por Platón. Para llegar a Cádiz, de hecho, viniendo desde Grecia o de Egipto, uno debe cruzar el Estrecho de Gibraltar.

 

Las pequeñas islas que conducían desde la "Isla Grande" (la costa de Mauritania) hasta el continente seguramente eran las Islas Canarias. Antes de la desglaciación que comenzó hace unos 14.000 años, que elevó las aguas a más de 110 metros, estas islas eran mucho más numerosas, en realidad conducían desde la costa de Mauritania a España. Toda esta explicación, sin embargo, encierra un gran misterio. ¿Cómo es posible que los sacerdotes de Sais conocieran como era la geografía del continente africano hace unos 14.000 años, antes de la deglaciación? ¿Qué civilización desaparecida había transmitido este conocimiento que se había perdido con el tiempo, y que ahora solo conocemos gracias a los satélites?

 

Maracaibo, jueves 28 de noviembre del año 2024

miércoles, 27 de noviembre de 2024

Patricia Guzmán


Como invocada por sor Juana Inés de la Cruz, Patricia está oyendo con los ojos, escucha lo sagrado en el vuelo de las aves que a su vez giran en torno a la Virgen que está entronizada en la savia de todo amor” Con estas sentidas palabras comenzó el periodista, narrador y poeta José Pulido su muy reciente (22/11/2024) entrevista a la poeta venezolana Patricia Guzman (Caracas 1960).

 

Conocí a Patricia Guzmán (Caracas, 1960), hace ya muchos años cuando ella trabajaba en el periodismo y en la docencia, “con donosura y exigencia, con recato y perfeccionismo”, como diría sobre sus dotes José Pulido, mientras yo intentaba descubrir en los 80, el significado de cuanto garrapateaba como escritor en ciernes. Fue gracias a su ayuda, publicándome algunos pequeños relatos en El Diario de Caracas y en su Suplemento Cultural, quien me estimularía a seguir escribiendo. 

 

En aquel entonces era gran amigo y colega de su esposo Nicolás Bianco, con quien compartíamos en la UCV la dirección de Institutos, Inmunología y el de Anatomía Patológica y a través de esta conexión tuve la maravillosa oportunidad de saber de la vida de Patricia y de Nico y estuve muy conectado en la arriesgada aventura quirúrgica del oligodendroglioma, un tumor cerebral afortunadamente benigno y de su exitosa operación en Norteamérica. 

 

Patricia Guzmán es una importante poeta y ensayista venezolana. Patricia, estudió y egresó como comunicadora social de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Obtuvo el doctorado en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de La Sorbona (París III). Como ensayista ha compilado y prologado las obras completas de figuras tutelares de la poesía venezolana como Ana Enriqueta Terán, Reyna Rivas, Hanni Ossott y Ramón Palomares.

 

En poesía ha publicado De mí, lo oscuro (1987), Canto de oficio (1997), El poema del esposo (1999), La boda (2001), Con el ala alta. Obra poética reunida 1987-2003 (2004), Soledad intacta (2009), Trilogía (2010) y El almendro florido (2017) este último con ilustraciones de la artista Patricia Van Dalen.

 

En 1992, Patricia Guzmán publicó Yo y el otro (autobiografías apócrifas) con Alfadil Ed. Un libro con ilustraciones del artista plástico Ernesto León (Caracas 1956), donde los invitados fingiendo usurpar la voz e identidad de famosos escritores, y ella misma asumiendo el rol de Silvia Plath, crean un interesante testimonio donde Severo Sarduy se interpreta a sí mismo, Sergio Dahbar a Rufino Blanco Fombona, Yolanda Pantin a Emily Brontë, Jesús Sanoja a Rafael José Pocaterra y así con 18 escritores y /o poetas reconocidos.


Fui a tomar el libro de autobiografías apócrifas Yo y el otro de mi biblioteca para “repasar” memorias sobre la autora y me encontré entre las paginas del libro un sobre amarilleando por el tiempo, con una nota de puño y letra de la autora, donde al final, amablemente me sugería inscribirme en algún Concurso de Narrativa como el de Fundarte para probar suerte con mis garrapateados relatos. Siento no haberle dado las gracias personalmente, ahora en realidad no lo puedo recordar si de veras no lo hice, pero lo que si tengo muy presente en todos aquellos años es el amor y dedicación de Patricia a mi amigo Nico, su también inolvidable esposo.

 

En 1985, Patricia Guzmán opinaría que: “La generación al pie de los años 50, en los 60, esa a la que no le alcanzó la edad para ver “Las Fresas de la Amargura”, que se levantó a espaldas de un modelo sociopolítico combativo, es una generación conflictuada fríamente. Las mujeres de esa generación, afectadas en mayor grado-por aquello de la eterna discriminación- por la ausencia de un empuje ideologico, las mas de las veces se convierten en lo que este artículo se define como / “inteligentes a medio tiempo”/. Ellos y nosotras, los de los 60, somos los penúltimos. Los llamados a luchar para que los últimos, por fin, sean los primeros… también las primeras”.


La Virgen del árbol seco fue el título de la obra que se presentó el jueves 21 de noviembre en los jardines del Centro de Artes Los Galpones de Los Chorros.  Con prólogo de Ana María Hurtado, poeta y psiquiatra y un epílogo firmado por María García de Fleury, presidente del Apostolado Mundial de la Virgen de Coromoto, este libro invita a adentrarse en la contemplación y en el poder de los símbolos a través de la palabra. Ana María Hurtado, prologuista del libro, y el escritor y poeta Alfredo Chacón, ofrecieron su visión sobre la trayectoria poética de Patricia Guzmán.

 

A mis 85 años recién cumplidos, agradezco la afortunada casualidad de haber leído el muy reciente reportaje – la entrevista de José Pulido-  y a través del mismo regresar a los recuerdos de toda una, para mi remota pero maravillosa aventura de más de 30 años viviendo en la UCV, cuando tuve la suerte de conocer a Patricia Guzmán poeta en quien, como ya dijo José Pulido “La fe como un pensamiento del corazón donde la poesía entra y sale dando ánimos a la fragilidad de la esperanza”.

 

Maracaibo, miércoles 27 de noviembre del año 2024

 

martes, 26 de noviembre de 2024

Bebían sangre los zancudos…(2)

 


Ayer hablábamos de zancudos chupando sangre, pero chupar sangre hasta para los zancudos también puede tener sus problemas. Uno de ellos es que la sangre, a pesar de todo, es un alimento poco equilibrado: tiene muchas proteínas. Sí, pero una concentración baja de glúcidos o lípidos, los combustibles más eficaces para sostener el metabolismo y ya sabemos que los mosquitos, para volar, necesitan bastante energía: aletean entre 250 y 500 vueltas por segundo. Por eso no es extraño que los mosquitos, como las hembras, mantengan siempre una dieta combinada con sustancias azucaradas, perfecta para su metabolismo cotidiano.

 

También está el problema del hierro. A pesar de ser necesario para la ovogénesis del mosquito, la sangre lo contiene en una concentración demasiado alta (como sabemos, forma parte de la hemoglobina) y, por ser un oxidante potente, puede ser peligroso para el organismo. Por eso los mosquitos poseen mecanismos bien ajustados que neutralizan el ión Fe y eliminan el exceso, como muestran investigaciones recientes.

 

Un mosquito, macho o hembra, puede vivir muy bien sin picar, lamiendo solamente sustancias azucaradas, como el néctar de flores. Pero una hembra no pondrá huevos (o, en algunas especies, sólo unos pocos) si no logra encontrar un vertebrado al que chuparle la sangre. La razón es que una dieta de néctar, a pesar de ser muy energética, no proporciona casi proteínas (aminoácidos) ni otras sustancias necesarias para la generación de huevos, la ovogénesis. Y esto se ha comprobado experimentalmente: si se inyecta un buen combinado de aminoácidos a un mosquito hembra, este producirá huevos sin tener que ingerir sangre.


Pero la respuesta nos plantea inmediatamente muchas otras preguntas que la investigación reciente está empezando a resolver y que presentan un interés científico (y humanitario) notable. Cualquier asunto relacionado con los mosquitos nos interesa y mucho y existe una primera cuestión, quizá la más obvia, pero de ninguna manera banal para un biólogo: ¿Por qué esa dependencia de la sangre cuando la inmensa mayoría de hembras de insectos, incluidas las de otros dípteros (como la mosca común), no tienen ningún problema en poner huevos sin chuparnos la sangre?

 

Pero sobre todo los mosquitos hembra deben superar el hecho de que el organismo de los vertebrados, lógicamente, dispone de mecanismos bastante eficientes para evitar cualquier pérdida de sangre. Para abordar esta cuestión fijémonos antes en otro aspecto intrigante de la picadura del mosquito: el simple hecho, experimentado por todos, de que “duele”, o como dicen: “escuece”. ¿Y por qué escuece la picadura del mosquito?

 

No es una pregunta estúpida: si cuando te extraen sangre en una donación o en los análisis con una jeringa no sientes apenas dolor… ¿Por qué molestan tanto las picaduras de los mosquitos, a veces durante mucho tiempo, a pesar de que un mosquito extrae menos de una gotita de sangre? No se trata de una cuestión mecánica: de hecho, el aparato picador del mosquito hembra está tan perfeccionado técnicamente que resulta más sutil que cualquier aguja clínica: según algunos estudios recientes, incluso podría servir como modelo para diseñar un sistema de inserción de agujas clínicas menos molestas que las actuales, que mejorarían la vida de los que tienen que someterse a inserciones hipodérmicas continuas.


¿Entonces? Pues bien: las picaduras escuecen porque los mosquitos hembra no sólo perforan la piel con su sutil aparato chupador y extraen sangre de los capilares, sino sobre todo porque inyectan saliva antes de empezar a succionar. Esa intrusión de las moléculas ajenas que contiene la saliva del mosquito es la que provoca una reacción en el organismo en forma de prurito y, a veces, incluso produce reacciones alérgicas graves en personas sensibles o si las picaduras son numerosas.

 

Esta inyección de “saliva de zancudo” es necesaria para contrarrestar las reacciones defensivas normales de un organismo que sufre una herida, o sea, una ruptura celular que rompe vasos sanguíneos: primeramente, vasoconstricción (disminución del flujo sanguíneo) y, en segundo lugar, coagulación de la sangre, procesos que dificultarían la extracción de sangre que necesita el mosquito. Es por esto que el mosquito hembra debe inocular, con su saliva, un cóctel de sustancias, muy depurado evolutivamente, que incluye principios anticoagulantes y vasodilatadores, y que contrarresta los mecanismos del organismo atacado para detener el flujo sanguíneo. Solo la saliva de los mosquitos hembras contiene ese cóctel, que está siendo estudiado con detalle porque podría proporcionar enseñanzas farmacéuticas muy relevantes.

 

Es obvio que a los mosquitos no les interesa para nada que la picadura moleste la víctima, ya que ésta, a través del dolor, se entera de que está sufriendo un ataque y, por tanto, podría acabar de un manotazo con el insecto. Por eso muchas especies de mosquitos también incluyen en el cóctel salival sustancias anestésicas. De hecho, la situación normal es que nos enteremos del ataque (o sea, que empezamos a sentir prurito) mucho después de que el mosquito haya satisfecho sus necesidades.

 

El tema importante es que esta inyección previa de esta saliva tan refinada es el factor que dota a las picaduras de los mosquitos de una importancia enorme para la historia de la humanidad. Si el mosquito se limitara a chupar sangre, si no hubiera de inyectar saliva, sería muy difícil que fuera vector de tan funestas enfermedades como el paludismo, la fiebre amarilla, el dengue y tantas otras (auténticos flagelos históricos de la humanidad) y que inocula de manera inconsciente, cuando el agente patogénico ha infectado previamente, en una picada anterior, sus glándulas salivales.

Varios estudios recientes indican que los mosquitos hembra parasitados por Plasmodium, el agente del paludismo, tienen un comportamiento alterado por el parásito (atrincherado en las glándulas salivares) que los induce a picar más a menudo. Claramente, el mosquito queda controlado, aunque no se sabe bien de qué manera, por los intereses del parásito, como un zombi puesto al servicio del microbio. Y más aún: parece comprobado que la composición de la misma saliva de la hembra del mosquito, ese cóctel químico complejo, permite al Plasmodium infectar con facilidad al huésped.

 

Los investigadores están encontrando todo un mundo detrás de la picadura de un mosquito hembra, un mundo que nos interesa mucho. Las enfermedades transmitidas por los mosquitos han causado más muertes de personas que todas las guerras juntas. Analicemos que por este complejo mecanismo de la picadura del mosquito está en el origen, aún hoy, de la muerte de más de un millón de personas cada año, especialmente niños.

 

No es nada banal dedicar nuestros esfuerzos a dilucidar todo lo que hay detrás de la simple picadura de un mosquito… hembra.

 

NOTA: Parte de este trabajo ha sido tomado de las investigaciones de Carles Martín. Profesor Titular de Ecologia del departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada. Universidad de Alicante, España.

 

Maracaibo, martes 26 de noviembre del año 2024