Este breve articulo espera señalar la importancia del
misterio que encierran los microbios que viven dentro de los tumores y es que
tanto las bacterias
como hasta algunos hongos son capaces de convivir en los tumores.
Sabemos que nuestros cuerpos son
hábitat para otras formas de vida, para muestra tenemos a la microbiota como un
ejemplo recién comentado (https://tinyurl.com/caemnwyw) y
así como el intestino, la boca, la nariz y la piel albergan diversas
comunidades de microbios que pueden ser buenos o malos para nuestra salud.
Ahora, los científicos han encontrado, que existen microbios en un lugar más
sorprendente aun, en los tumores.
Es común pensar que los tumores son
simples masas de células del paciente que funcionan mal y crecen sin control y
de hecho, son comunidades con muchos tipos de células diferentes, lo cual
explica en parte la dificultad para atacarlos sin dañar el tejido sano. Pero
los tumores también albergan células con otras formas de vida: las bacterias y
los hongos. Algunos de estos organismos prosperan en el ambiente alrededor
del tumor, mientras que otros viven dentro de las propias células cancerígenas.
Hasta hace poco tiempo no se
entendía claramente qué papel desempeñaban los microbios en los tumores, pero ahora
los científicos comienzan a desentrañar respuestas para saber si estos
microorganismos son cómplices que ayudan a las células cancerosas a
desarrollarse o simplemente son transeúntes atrapados en el tumor. Las respuestas podrían proporcionar nuevos enfoques
para tratar y prevenir el cáncer, y es bueno saber que hay ciertas bacterias
que protegen los tumores, o sea, que les ayudan para que continúen creciendo en
su organizado desorden…
Ravid Straussman, biólogo del
cáncer en el Instituto de Ciencias Weizmann en Rehovot, Israel, en un estudio
de 2017, demostró junto con su equipo que algunas bacterias que viven dentro
del cáncer de páncreas pueden proteger los tumores al ser capaces de desactivar
un medicamento de quimioterapia común. Straussman
y col., descubrieron que existe una clase particular de bacteria, conocida como
Gammaproteobacteria,
que es capaz de descomponer la gemcitabina, un medicamento que se usa para
tratar varios tipos de cáncer. Esta presencia de la bacteria ayuda a que los
tumores se volvieran resistentes a la gemcitabina. Cuando el equipo inyectó la
bacteria en ratones con cáncer de colon, los tumores también se volvieron
resistentes al medicamento, pero cuando los investigadores dieron a los ratones
un antibiótico junto con el fármaco de quimioterapia, la resistencia
desapareció.
Una investigación publicada en 2019
por un equipo de la Universidad de Tohoku, en Japón, analizó retrospectivamente
a pacientes que padecían tumoraciones avanzadas y fueron tratados con un
fármaco de quimioterapia y aquellos que recibieron un antibiótico además de la
quimioterapia, y descubrieron que los pacientes que recibieron un antibiótico
respondieron mejor al tratamiento.
Aunque el estudio no examinó la
cantidad de bacterias presentes en el tejido canceroso de estos pacientes, los
investigadores especularon con que los antibióticos podrían haber
eliminado las bacterias asociadas al tumor y que podrían haber interferido
con el tratamiento del cáncer. La bacteria Fusobacterium nucleatum se
asocia comúnmente con la boca, pero también se encuentra en muchos tumores. Straussman
y su equipo con un ensayo clínico que involucra a pacientes con cáncer de
páncreas que fracasaron en su tratamiento de primera línea, darán a los
pacientes un antibiótico que actúa contra la Gammaproteobacteria, junto
con gemcitabina, para ver si el antibiótico mejora sus resultados.
Las bacterias también podrían
desempeñar otras funciones en el cáncer además de proteger a los tumores del
tratamiento farmacológico, hay bacterias que empeoran el cáncer. Pero en el mes
de agosto de 2023 grupos de científicos han descubierto como unas células
modificadas pueden encontrar mutaciones cancerígenas en el organismo, y en un sorprendente avance científico,
un equipo internacional de investigadores ha demostrado que los microbios
podrían convertirse en aliados cruciales
en la detección temprana del cáncer. Aunque esto pareciera un escenario sacado
de una película de ciencia ficción, se ha logrado entrenar a microorganismos
para actuar como detectores de cáncer.
El biólogo Robert Cooper de la
Universidad de California en San Diego, diseñó bacterias capaces de identificar
fragmentos de ADN asociados con células de cáncer colorrectal. Estos microbios
modificados, conocidos como "biosensores", podrían marcar un hito en
el diagnóstico
temprano de esta enfermedad. Un aliado en la detección
les ha ofrecido la clave de esta técnica que está basada en el uso de una
bacteria llamada Acinetobacter baylyi, que tiene la habilidad natural de recoger
fragmentos de ADN de su entorno.
Normalmente, esta bacteria utiliza esta capacidad de recolección de ADN, conocida como "competencia natural", para incorporar nuevos fragmentos genéticos a su propio genoma. Sin embargo, en este innovador estudio, los investigadores lograron equipar a A. baylyi con instrucciones específicas para que busque secuencias de ADN asociadas con mutaciones cancerígenas en cánceres colorrectales, y los resultados obtenidos son asombrosos.
Acinetobacter baylyi demostró ser capaz de discriminar
entre mutaciones cancerígenas y errores genéticos inofensivos presentes en el
ADN liberado por las células. Cuando la bacteria detectaba ADN tumoral,
activaba un gen de resistencia a los antibióticos, lo que permitía su
crecimiento en placas de agar con antibióticos, señal de que había detectado
células cancerosas. Este enfoque novedoso y prometedor podría ofrecer una
manera no invasiva y muy efectiva de detectar el cáncer de intestino en sus
etapas más tempranas, ya que la detección temprana es la clave y aunque aún se
necesitan años de investigación y ensayos clínicos para validar la eficacia y
seguridad de este método en seres humanos, los resultados hasta ahora son
alentadores.
La científica biomédica Susan Woods, autora del estudio de la Universidad de Adelaida (Australia), comentó, citada por ScienceAlert:
La detección
temprana sigue siendo uno de los pilares más importantes
en la lucha contra esta enfermedad, y la utilización de
microbios entrenados como biosensores para detectar los tumores que
afectan a los seres humanos siempre es un desafío. Científicos de
la Universidad de California en San Diego, en los Estados Unidos, y
colegas de Australia produjeron bacterias que son capaces
de detectar la presencia del ADN de tumores en un organismo vivo, técnica que
ya fue probada por científicos de Estados Unidos y Australia en ratones con
tumores de colon.
Con este avance, se está abriendo
un nuevo capítulo en el desarrollo de los llamados “sensores biológicos tecnológicamente avanzados”. Los resultados
fueron publicados en la revista Science
y se trata de una innovación en biotecnología por la cual las
bacterias pudieron detectar el cáncer en el colon de ratones. A partir de los
resultados, se vislumbra la posibilidad de allanar el camino a nuevos biosensores
capaces de identificar diversas infecciones, cánceres y otras enfermedades.
Anteriormente,
se habían diseñado bacterias para llevar a cabo diversas funciones diagnósticas
y terapéuticas, pero no contaban con la capacidad de identificar secuencias
específicas de ADN y mutaciones fuera de las células. Los científicos ahora
diseñaron una herramienta -que llaman “CATCH”- para conseguir ese
tipo de identificaciones. Con CATCH, los investigadores crearon
bacterias utilizando la tecnología de edición genética CRISPR que analizan las
secuencias de ADN que flotan libremente a nivel genómico y pueden comparar esas
muestras con secuencias de cáncer predeterminadas.
Maracaibo, sábado 30 de
noviembre del año 2024