viernes, 28 de octubre de 2016

Linus Pauling: de la Vitamina C al activismo pacifista.




Linus Pauling: de la Vitamina C al activismo pacifista.

Soy de los que desde hace muchos años creo en la eficaz ayuda de la vitamina C para prevenir resfriados, y siempre he sido un promotor de la misma por lo que soy admirador del científico norteamericano que promocionó esta teoría, y su vida se puede resumir en este breve reportaje que ofrezco a continuación. Linus Pauling nació en Portland (Oregon), en febrero de 1901. En su infancia, Linus fue un lector voraz; su padre llegó a escribir a un periódico local, pidiendo sugerencias de libros para mantenerlo ocupado. Uno de sus amigos, Lloyd Jeffress, ingeniero químico, tenía un pequeño laboratorio químico en su habitación, y sus experimentos en este laboratorio despertaron el interés de Pauling. Las malas calificaciones que Pauling obtuvo en historia de los Estados Unidos le impidieron graduarse del bachillerato y la escuela le daría su diploma cuarenta y cinco años más tarde, después de que hubiera ganado sus dos premios Nobel.



En 1917, Pauling ingresó a la Universidad Agrícola de Oregón,y en el transcurso de sus dos últimos años Pauling estudió el trabajo de Lewis y Langmuir sobre la configuración electrónica de los átomos, así como de la forma en que éstos se enlazaban para formar  moléculas. Pauling se graduó como Bachiller en Ciencias, en 1922, en el área de ingeniería de procesos. Inmediatamente, prosiguió sus estudios, con un posgrado en el California Institute of Technology (Caltech) en Pasadena. En 1923, Pauling se casó con Ava Helen Miller, con quien tendría tres hijos y una hija. Buscando el doctorado, trabajó investigando el uso de la difracción de los rayos X, en la determinación de la estructura de los cristales. Durante sus tres años en Caltech, Pauling publicó siete artículos sobre la estructura cristalina de los minerales y recibió el doctorado summa cum laude en 1925.



En 1930, Pauling estando el verano en Europa vio la posibilidad de utilizar a los electrones para los estudios de difracción, como ya se habían usado los rayos X. A su regreso, construyó un aparato de difracción electrónica, auxiliado por su estudiante L.O. Brockway, y en 1931, Pauling recibió el Premio Langmuir, otorgado por la American Chemical Society, por el trabajo científico más significativo, realizado por un investigador menor de treinta años. En 1932 Pauling publicó el que es considerado su artículo más importante, en el cual desarrolla el novedoso concepto de hibridación de los orbitales atómicos, y realiza un análisis del carácter tetravalente del carbono. En el Caltech, Pauling desarrolló una gran amistad con Robert Oppenheimer, quien trabajaba en la Universidad de California en Berkeley. Oppenheimer y Pauling planearon trabajar juntos en la investigación de los enlaces químicos, donde Oppenheimer efectuaría los cálculos matemáticos y Pauling interpretaría los resultados. Pauling comenzó a sospechar que su amigo se estaba aproximando demasiado a su esposa Ava Helen, y ella rehusó una invitación de Robert pero de inmediato le avisó a su marido de modo que Pauling puso fin a la relación con el científico de Berkeley. Más tarde Oppenheimer le propondería a Pauling ser el jefe de química del Proyecto Manhattan, pero Pauling rechazó la propuesta, argumentando que él era pacifista.

En 1951 Pauling sugirió una estructura helicoidal para el ácido desoxirribonucleico (ADN), y aunque su modelo tenía algunos errores, incluyendo el proponer grupos neutros de fosfato, idea que estaba en conflicto con la naturaleza ácida, y no neutra, del ADN. Decepcionado sir Lawrence Bragg supo que Pauling había ganado la carrera por descubrir la hélice alfa y cuando en los Laboratorios Cavendish se supo que Pauling trabajaba con los modelos moleculares de la estructura del ADN, se autorizó a James Watson y Francis Crick a proponer un modelo estructural de la molécula de ADN, utilizando material no publicado, de los investigadores Maurice Wilkins y Rosalind Elsie Franklin del King's College. Uno de los obstáculos que Pauling enfrentó durante su investigación fue la imposibilidad de consultar las fotografías, de alta calidad, de difracción del ADN que Franklin había tomado. Cuando Pauling fue a verlas durante un congreso en Inglaterra, su pasaporte fue retenido por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, por sospechas de que Pauling tenía simpatías por el comunismo. Watson y Crick tuvieron acceso a estas fotografías gracias a que Wilkins se las mostró sin el permiso de la autora, y en 1953, Watson y Crick propusieron una estructura correcta para la doble hélice del ADN, lo que les valdría el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1962

En noviembre de 1943, junto con Harvey Itano, S. J. Singer e Ibert Wells, Pauling publicó en la revista  Science la primera prueba de la relación entre una enfermedad humana y un cambio en una proteína específica. Utilizando la electroforesis, demostrarían que la hemoglobina se había modificado en los enfermos de anemia de células falciformes y que pacientes que eran propensos a este tipo de anemia, sin haberla desarrollado, tenían dos tipos de hemoglobina, modificada y sin modificar. Fue esta la primera demostración de que una proteína específica podía estar asociada con una enfermedad en el ser humano, de manera que la herencia podía influir en las mutaciones de dicha proteína, marcando así los albores de la genética molecular. En los años siguientes, las investigaciones de Pauling sobre la vitamina C fueron fuente de controversias, y aunque algunos las consideraron fruto de la charlatanería 1966, Irwin Stone desarrolló el concepto de curación a base de altas dosis de vitamina C. Tras este desarrollo, Pauling comenzó a tomar varios gramos al día para prevenir los resfriados. Entusiasmado por los resultados, se interesó por la literatura del tema, y en 1970 publicó Vitamin C and the common cold (‘La vitamina C y el resfriado común’) En 1986, publica How to Feel Better and Live Longer, libro en el que trata a la vitamina C casi como si fuera una panacea, donde afirmó que no solo sería útil para combatir el cáncer, sino que puede detener el envejecimiento. La idea que promovió Pauling, de elevar las dosis de vitamina C de forma prolongada para prevenir varias enfermedades, siempre fue causa de controversia.
 

En 1948, a raíz de sus contribuciones durante la guerra, el Gobierno de los Estados Unidos le concedió la Medalla Presidencial al Mérito, medalla que recibió de manos del presidente Harry Truman. Sin embargo, marcado por los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki Pauling cambió de posición y se identificó con el activismo pacifista. En 1946, se unió al Comité de Emergencia de Científicos Atómicos (ECAS) que Albert Einstein y Leó Szilárd habían fundado dos años antes. El comité advertía a la opinión pública de los peligros asociados al desarrollo de las armas nucleares. El activismo de Pauling provocó que su pasaporte fuera confiscado en 1952, cuando salía para un congreso en Londres. El pasaporte fue restaurado en 1954, poco antes de partir a Estocolmo, a recoger el Premio Nobel. En 1958, Pauling y su esposa presentaron ante la Organización de Naciones Unidas una carta firmada por más de 11 000 científicos pidiendo la suspensión de las pruebas nucleares. La presión de la opinión pública condujo a una moratoria en las pruebas en la superficie, seguida por la firma del tratado de Prohibición Parcial de Pruebas Nucleares (PTBT, en inglés), firmado por 113 países, el 5 de agosto de 1963. Entre los firmantes, estaban John F. Kennedy, por los Estados Unidos, y Nikita Jrushchov, por la Unión Soviética. El tratado entró en vigor en octubre de ese año, y entonces Pauling recibió el Premio Nobel de la Paz correspondiente a 1962. La revista Life describió al Premio Nobel de la Paz que Pauling recibió como “un extraño insulto de Noruega”. En 1970, Pauling recibió el Premio Lenin de la Paz, otorgado por la URSS. Hasta el fin de su vida, Pauling se valió de su notoriedad como personalidad pública para protestar contra los conflictos armados (incluyendo la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam) e incluso realizando un “llamado por la paz en Croacia”, en 1991. De la misma manera, criticó el intervencionismo estadounidense en América Latina, especialmente en Nicaragua. Linus Pauling falleció en Big Sur, California el 19 de agosto de 1994.

Maracaibo, 28 de octubre de 2016

domingo, 23 de octubre de 2016

Las condesas Potocka: de Chopin a Maupassant




Las condesas Potocka:  de Chopin a Maupassant.

Delfina Potocka nació en Murowane Kuryłowce, Podolia (antes Polonia, ahora Ucrania) en Marzo 1807. Era hija de Stanisław Komar y Honorata Orłowska y en 1825 se casó con el Conde Mieczysław Potocki y pasó a ser condesa. Tuvo 2 hijas de un matrimonio mal avenido que terminó en divorcio. Fréderick Chopin le escribiría a un amigo en París en noviembre de 1831 cuando recién había conocido a la Sra Condesa Potocka (24 años) bella esposa del conde Mieczysław, informándole de su belleza. Ella estudiaría piano con él y serían amigos íntimos hasta la muerte de Chopin en 1849.

La condesa Emmanuela Potocka, fue la más célebre conquista de Guy de Maupassant. Nacida en Nápoles, en 1852 de una ilustre familia, Emmanuela Pignatelli di Cergharia era una auténtica condesa, hija del duque Dio Regina, embajador de Nápoles en Rusia, y de una “devota romana”, como dijera el escritor francés Armand Lanoux. Se casó con el conde polaco Félix-Nicolas Potocki, procedente de una gran familia polaca inmensamente rica, agregado a la embajada Austro-húngara. La cosmopolita pareja ocupaba un suntuoso palacete particular en el Nº 27 de la avenida de Friedland, un palacete que en aquella época, era denominado el “Crédito Polaco”, pues era frecuentado por una incesante muchedumbre de refugiados mendigantes. La condesa Potocka se hizo famosa, no solo por su belleza, que según Proust, una “belleza florentina” de una “elegancia parisiense”. Emmanuela también regía un salón en París que fue uno de los más brillantes de los años 1880. Pianista avezada, anfitriona sin igual, dotada de un encanto excepcional, sedujo e inspiró a numerosos espíritus de su tiempo.


Georges Legrand, amigo de Guy de Maupassant le presentó a Emmanuela (30 años) en 1882 y sin lugar a dudas, Maupassant parece haberse inspirado en la condesa, para describir a Christiane Andermatt, la heroína de “Mont-Oriol”, novela publicada en 1887 centrada en la especulación que provocan ciertas tierras agrícolas tras descubrirse en ellas unas aguas termales muy útiles para los enfermos y donde Christiane Andermatt, la protagonista de la obra es una mujer casada quien trasladada al lugar para tratarse de una supuesta esterilidad, y vivirá una relación adúltera que tendrá sus consecuencias, mientras su marido hace pingües negocios con las tierras. Maupassant aprovechó la trama para criticar la situación de la mujer en la sociedad de la época y también para hacer una parodia de la profesión médica, todo ello con el trasfondo histórico de la citada especulación. También la condesa Potocka debe haberle servido a Maupassant de modelo para la baronesa de Frémines en “NotreCoeur”, una criatura neurótica conocida en París como extravagante entre las mundanas de la alta sociedad. Por ello, Emmanuela aparece en la lógica creadora del escritor que simplemente describe lo que conoce: la frecuente asistencia a los salones de Marie Kahn y de la condesa Potocka tan bien como a los de la augusta princesa Mathilde lo autorizan de algún modo a realizar una viva descripción de esos ambientes… Maupassant en 1889 ya estaba agotado por la enfermedad que pronto terminaría por enajenar su razón. Presa de dolores de cabeza y de unas hemorragias insufribles, minado por el internamiento de un hermano demente que sucumbirá en el mes de noviembre, parecía desear publicar menos textos cortos, relatos o crónicas cotidianas en los periódicos (a título indicativo, en 1883, aparte de su novela Une vie, ¡escribiría sesenta relatos y treinta crónicas en el año!), para continuar viviendo de su pluma. En “NotreCouer” se encuentra la quintaesencia del arte de Maupassant y lejos de ser una “última novela”, “NotreCoeur” confirmaría la madurez de un escritor en plena gloria, que habrá de morir poco después.  

A los atractivos físicos de la condesa Delfina Potocka hay que añadir que era una muy  buena pianista y con una voz muy bonita y que además era polaca, cualidades por las que indudablemente agradó particularmente a Chopin, por lo que desde 1832 se convertiría en alumna de Federico y se iniciarán los correspondientes rumores de una relación entre ellos, por lo que se dice que sostuvieron un romance desde 1838 a 1846. Los rumores sí que existieron, de lo contrario Federico no hubiera tenido la necesidad de negarlos ante Liszt u otros amigos y conocidos. Chopin le dedicó dos de sus grandes e inmortales obras a la condesa: El Concierto en Fa menor Op.21 y el Vals en re bemol mayor Op.64, conocido también como el vals del minuto. Existe una carta de Delfina para Chopin, escrita 3 meses antes de la muerte del músico y en ella, la condesa le expresa preocupación por su bienestar y le informaba que se había puesto en contacto con gente en Varsovia para facilitar la visa de Luisa, para que ella pudiese viajar y acompañar a su hermano enfermo; es una carta con un tono amistoso, melancólico, con más consideración que intimidad. Como una curiosidad, existe otro conde, Napoleón Stanisław Adam Feliks Zygmunt Krasiński (1812–1859), un conde polaco, tradicionalmente clasificado junto con Mickiewicz y Juliusz Słowacki como uno de los tres grandes poetas románticos que influenció la conciencia nacional en Polonia y es sabido que la musa del conde Napoleón fue, durante largos años, la Condesa Delfina Potocka, la amiga de Frédéric Chopin,

Emmanuela no era de fácil acceso. Fría, y calculadora e irónica, era las que se divertía contemplando la corte de adoradores que a su alrededor se presentaban en su salón, y cuya calidad no era siempre similar a la idea que ella tenía de sí misma, de su propio valor. Existe un personaje literario, una joven mujer, Ninotchka, personaje del Libro de mal amor, de Fernando Iwasaki (1951) un escritor, investigador, docente, filólogo e historiador peruano quien vive en Sevilla, y quien nos presenta a Ninotchka, supuestamente como la bisnieta de la condesa Emmanuela Potocka, la musa de Maupassant, y reina de los salones parisinos de principios del siglo XX. La condesa Emmanuela Potocka era, según el narrador Iwasaki, “de una belleza indomable, a pesar de la escarcela y las alhajas que pretendían en vano atemperar su naturaleza mundana”. Proust, dice el narrador, que consideraba a Madame Potocka como una “heroína balzaquiana” y una Belle sans merci. En cambio, Ninotchka supuestamente decía de su bisabuela que era una “loca suelta”, “que media Europa se moría por ella”, que “la bandida nunca le hizo caso a nadie”. Separada del conde, Emmanuela dejó el palacete Potocki bruscamente a finales del año 1887 llevándose sus bienes personales, y se instaló con su madre en el Nº 14 de la calle Chateaubriand. Luego se mudó a un pequeño hotel donde unos cuarenta años más tarde, el 18 de diciembre, la condesa Emmanuela Potocka, una de las más descollantes figuras de “La Belle Epoque”, a la edad de ochenta años, arruinada y abandonada, muere en su pequeño hotel del barrio Auteuil.

Para los lectores de El año del verano que nunca llegó, de William Ospina (1954), puede resultar interesante aclararles que según el diario del doctor Polidori, la condesa Potocka, no se hallaba presente en la Villa Diodati. Me estoy refiriendo al año 1816 que ha pasado a la historia de la literatura por la estancia en Villa Diodati de Percy Bysshe Shelley, Mary Wollstonecraft Godwin (Mary W. Shelley), Claire Clairmont (hermanastra de Mary), Lord Byron y su médico John William Polidori, en una noche durante la cual, tras la lectura de una antología de cuentos de fantasmas alemanes, Byron propuso que cada uno de ellos escribiera un relato, de donde nacerían Frankenstein, August Dawell y El vampiro. La confusión parece surgir de una invitación para asistir a un baile en la casa de la Sra Odier que estaba extendida a los cinco ingleses presentes aquella noche en la Villa Diodati y sería en ese baile donde también, supuestamente se encontraba la condesa Potocka, señalada como “ex amante de Napoleón”. Se puede entender entonces que la condesa ausente de la Villa a la que se refiere Ospina es María Leszczynska (María Walewska) (1786-1817) esposa del conde Atanasio Colonna-Walewski y conocida en la historia como “la amante polaca de Napoleón Bonaparte”, viuda desde 1812 y quien ese año (1816) se casaría  con el conde Philippe Antoine d'Ornano primo segundo de Napoleón. María Walewska fallecería el año siguiente 1817 a los 31 años, al dar a luz a su tercer hijo. Una tercera condesa polaca, Maria Walewska, tan importante o más, que las dos, Delfina y Emmanuela Potocka.

Maracaibo, 22 de octubre del año 2016

sábado, 22 de octubre de 2016

Edgar Allan Poe...de la poesía y de la Ciencia





Edgar Allan Poe… de la poesía y de la Ciencia

Edgar Allan Poe . (Boston, 19 de enero de 1809-Baltimore, 7 de octubre de 1849) Escritor, poeta, crítico y periodista romántico, uno de los maestros universales del relato corto. Renovador de la novela gótica, recordado por sus cuentos de terror. Inventor del relato detectivesco, quien contribuyó con varias obras al género de ciencia ficción. Fue el primer escritor estadounidense de renombre que intentó hacer de la escritura su modus vivendi, con lamentables consecuencias. Haciendo un breve análisis sobre su infancia y juventud se vislumbran razones que se relacionan con su interés permanente por las Ciencias.

En 1812, Edgar fue bautizado en la Iglesia Episcopal y a los cinco años inició sus estudios primarios, pero al año siguiente (1815), la familia Allan viajó a Inglaterra. En Irvine, Escocia, el pueblo donde había nacido John Allan, lo pondría en contacto con la cultura y el viejo folclore escocés. Posteriormente la familia se trasladó a Londres en 1816 y Edgar estudió en un internado de Chelsea hasta el verano de 1817 luego  ingresaría en el colegio del Reverendo John Bransby en Stoke Newington, un suburbio al norte de la ciudad, donde aprendió a hablar francés y a escribir en latín. De estas vivencias y de la contemplación de los paisajes y arquitecturas góticos de Gran Bretaña nacerían relatos como William Wilson ya que el recuerdo que conservaría Poe de su estancia en ese país fue de tristeza y soledad, sentimientos que eran compartidos por su madrastra a quien quiso entrañablmente. Preocupado por sus desgraciados negocios londinenses, John Allan regresó con su familia a Richmond en 1820. De 1821 a 1825, Edgar asistió a los mejores colegios de la ciudad, recibiendo la esmerada educación correspondiente a un caballero virginiano. En el English Classical School, de John H. Clarke, y en los colegios de William Burke y del Dr. Ray Thomas y su esposa, conoció a los clásicos: Ovidio, Virgilio, César, Homero, Horacio, y Cicerón. Fuera de las horas de clase, gustaba de pasar el tiempo hojeando las revistas inglesas que encontraba en los almacenes de su padrastro y cautivaban su imaginación las leyendas marineras que contaban los capitanes de veleros que se acercaban a Richmond.

 En 1823, a los catorce, ya escribía poesía y se enamoró de la madre de un compañero de estudios, a la que dedicó el conocido poema "To Helen". Mrs. Stanard, su primer gran amor era de una gran belleza y contaba treinta años, pero moriría meses más tarde. Rubén Darío opinaría sobre Poe: “nació con la adorable llama de la poesía, y ella le alimentaba al propio tiempo que era su martirio. Desde niño quedó huérfano y le recogió un hombre que jamás podría conocer el valor intelectual de su hijo adoptivo. El Sr. Allan… La Ciencia impide al poeta penetrar y tender las alas en la atmósfera de las verdades ideales. Su necesidad de análisis, la condición algebraica de su fantasía, le hará producir tristísimos efectos cuando nos arrastra al borde de lo desconocido. La especulación filosófica nubló en él la fe, que debiera poseer como todo poeta verdadero”.(Ruben Darío, en Prólogo de Poemas de Edgar Allan Poe, Aula de Letras-Ebook. 2012)

En 1829, a la edad de 20 años, Poe escribió su poema “A La Ciencia”:
¡Oh Ciencia! tu eres la verdadera hija del viejo tiempo, tú, cuya mirada indiscreta transforma todas las cosas! ¿Por qué haces tú presa del corazón del poeta, oh buitre, cuyas alas son las sombrías realidades? ¿Cómo podría él amarte? ¿Cómo te creería sabia si no has querido dejarlo vagar en sus ensueños en busca de tesoros en el seno de los cielos constelados, por más de que hasta allí subiera con ala intrépida? ¿No has arrancado Diana a su carro, y obligado a las hamadríades de la selva a buscar un asilo en alguna otra estrella más feliz? ¿No has sacado a la náyade de su ola, al elfo de su pradera verde y a mí mismo no me has arrebatado mi sueño estival bajo los tamarindos?

En 1825 murió un tío de John Allan, William Galt, un escocés antiguo contrabandista considerado el hombre más rico de Richmond, y la fortuna de su sobrino creció considerablemente. Allan compró una casa de ladrillo de dos plantas, "Moldavia" y sería en el balcón de esa casa donde Edgar se aficionó a la astronomía; con dieciséis años, Edgar mantuvo una relación sentimental con una joven vecina Sarah Elmira Royster, quien reaparecería al final de su vida. En febrero de 1826, se matriculó en la Universidad de Virginia, en Charlottesville, para estudiar lenguas. Poe empezó a jugar por su necesidad de conseguir dinero extra para mantenerse y según Cortázar “El clima de la Universidad era tan favorable como el de una taberna” y será esta época cuando Poe se inicia con el alcohol. Lee y traduce las lenguas clásicas sin esfuerzo ganándose la admiración de profesores y condiscípulos. Infatigablemente, lee historia, historia natural, matemáticas, astronomía, poesía y novela. Al enterarse de que Elmira acababa de casarse con un tal Alexander Shelton, abandonó la universidad, viajó primero a Norfolk, y en abril de 1827 a Boston. El 27 de mayo de 1827, se alistó en el ejército bajo el nombre de 'Edgar A. Perry', como soldado raso, con un sueldo era de cinco dólares al mes. Tenía 18 años pero firmó que tenía 22. Su primer destino fue Fort Independence, en el puerto de Boston. Ese mismo año (1827) publicó su primer libro, un opúsculo de poesía de cuarenta páginas que tituló Tamerlán y otros poemas, firmada por “un bostoniano”. Al afirmar que la mayoría de las composiciones habían sido compuestas antes de los 14 años, colocó una advertencia llamándose «principiante». Las influencias en la obra son las de los poetas románticos Lord Byron, Percy Bysshe Shelley y Samuel Taylor Coleridge. Los temas que aparecen son los comunes a la época, imágenes de dicha divina y belleza angelical. Aunque Poe se apartó del didactismo contemporáneo, centrándose en auto ensoñaciones de estética simbolista, Tamerlán no recibió atención alguna de la crítica.

Tras servir durante dos años y obtener el grado de sargento mayor de artillería pasaron los meses y las súplicas para volver a casa fueron desoídas; Allan no le participó a su hijo adoptivo enfermedad que aquejaba a su esposa. Frances quien murió el 28 de febrero de 1829, y Poe sólo pudo acudir a su casa el día siguiente al funeral. Allan accedió a ayudar a Poe con la condición de que se alistase en la Academia de West Point. Poe finalmente licenciado en abril de 1829, antes de marchar a West Point, fue a Baltimore para pasar un tiempo con su tía viuda Maria Clemm, y sus primos, su hija Virginia Eliza Clemm, y su hermano William Henry. Poe publicó su segundo libro: Al Aaraaf, Tamerlane and Minor Poems (Baltimore, 1829) que no fue del todo comprendido, aunque un crítico de la época, John Neal tuvo comentarios elogiosos: “Será el primerísimo en las filas de los verdaderos poetas”, y la conocida Sarah Hale llegó a afirmar que “recordaba a un poeta no menor que Shelley”. Fueron las primeras lisonjas que halagaron los oídos de Edgar.

Poe tenía una gran afición por la ciencia, y en especial por la astronomía. Tal era su interés por estos temas que estaba convencido de que iba a ser más recordado por sus ideas científicas que por sus escritos. Poe siempre se sintió atraído por el cosmos. Desde las noches que pasaba contemplando el firmamento con un telescopio, hasta el toque extraterrenal que algunos de sus relatos tienen. Además de escribir estudió tratados de Física y Astronomía y se mantuvo al día de los avances científicos. Es previsible, por tanto, que lo que plasmó en su libro "Eureka" fuese la reacción final de años de meditación. "Me propongo hablar del Universo físico, metafísico y matemático; material y espiritual; de su esencia, origen, creación; de su condición presente y de su destino". Después de una vida dedicada a las letras, Poe se sumergió de lleno en la Física. Embriagado por lo que creía iba a ser no sólo su obra cumbre, sino la piedra angular de la ciencia futura, plasmó sus ideas con febril actividad durante el invierno de 1847. Poe había llegado a una situación límite, solo en el mundo, desaparecida su esposa en cuyo amor se había refugiado enfermizamente, con escaso dinero, se hallaba rodeado de enemigos. Es el Poe consumido física y mentalmente por el alcohol, las drogas y el fracaso, el de las historias sórdidas, un Poe que propició todo tipo de leyendas terribles, hundido, desesperado, pareció quemar toda su creatividad, en la composición de su obra maldita por excelencia, "Eureka". 

Las ideas vertidas en "Eureka" son complejidades tan abstractas, que parecieran mostrar que sus procesos mentales funcionaban cerca de la línea que separa la Genialidad de la Demencia, y como tal fue tratada su obra. "Eureka" que se publicó sólo en una edición de 500 ejemplares, en Marzo de 1848. En 1848, con 39 años de edad y a uno de su muerte, propuso una solución realmente innovadora a la paradoja de Olbers  que señala en un universo infinito, eterno e inmutable (como se creía entonces que era el universo) el cielo nocturno no podría contener regiones oscuras. Al observar el cielo deberíamos ver una cantidad de luz infinita. Alguna de estas hipótesis no puede ser correcta: el universo no puede ser infinito, eterno e inmutable. Poe propuso entonces, “podríamos comprender los vacíos que nuestros telescopios encuentran en innumerables direcciones suponiendo que la distancia hasta el fondo invisible es tan inmensa que ningún rayo de luz procedente de allí ha sido todavía capaz de alcanzarnos. Esta idea echaba por tierra la hipótesis de eternidad; el universo tuvo un principio. De no ser así, por más lejos que estuviera una estrella, su luz habría tenido tiempo suficiente para llegar hasta nosotros. Así la oscuridad del cielo nocturno es una de las más claras y bellas evidencias a favor del Big Bang como origen del Universo. Este es el concepto en el que Poe insiste a lo largo de su libro, y de hecho es el hilo conductor de sus otras ideas, sorprendentes para un hombre de 1847, ya que la primera teoría científica que presentaba un modelo del Universo en expansión apareció setenta años más tarde, en 1917. En 1965, la detección de una radiación de fondo en todas las direcciones del espacio, les valió el Premio Nobel a sus descubridores. La ciencia reconoció que el Universo se formó a partir de la explosión de un superátomo donde estaba concentrada toda la masa y la energía hoy existentes y tuvieron que pasar 118 años, y con las gigantescas antenas parabólicas de los radiotelescopios, para que la idea básica que Poe presente en su libro dejase de ser una patraña. Entrado el siglo XX, los estudiosos de Poe han asistido a la confirmación científica de algunas de las conjeturas del escritor. Poe había imaginado conceptos de la Física que resultarían ser ciertos, por ello, su prodigiosa imaginación le sitúa como una especie de Julio Verne, pero anterior al escritor francés y abarcando un terreno mucho más ambicioso. En efecto, verificar sus aciertos sólo ha sido posible con el desarrollo científico en la era espacial.

Maracaibo 23 de octubre del 2016