viernes, 31 de marzo de 2023

Tamara de Lempicka


Tamara Rosalia Gurwik-Górska (1898 Polonia 1998-México,1980), fue una pintora polaca que alcanzó la fama en Europa, sobre todo en Francia, y en Estados Unidos con sus retratos y desnudos del estilo art déco.

Nació en un ambiente de lujos y abundancia, fue educada en un entorno femenino por su abuela, su madre y su tía. En su infancia viajó, tomó lecciones de arte y aprendió idiomas y buenos modales y en 1918, se casó con Tadeusz Łempicki, con quien se mudó a París, y allí continuó sus estudios de pintura.

Lempicka buscó siempre representar la figura humana. Durante los años veinte, asistió a clases con Maurice Denis en la Académie Ranson y fue discípula del artista francés André Lhote en la Académie de la Grande Chaumière. Influenciada por el cubismo, Lempicka es considerada una de las mayores representantes del estilo art déco. Fue la artista favorita de muchas estrellas de Hollywood y se la denominó "la baronesa con pincel".

Fue la retratista más reconocida de su generación entre las altas esferas sociales y a través de su red de amistades, fue capaz de exponer sus pinturas en los salones de mayor relevancia del momento. La versión oficial es que nació en Varsovia, aunque se piensa que podría haber nacido en Moscú. Esta lectura de los hechos sustenta que cambió su lugar de nacimiento porque, al ser su padre judío, tuvo la necesidad de mentir sobre sus orígenes para poder salir de Europa en 1939. Incluso se piensa que cambió su fecha de nacimiento.

En 1912, sus padres se divorciaron y Lempicka se mudó a San Petersburgo con su tía Stefa, conoció al abogado polaco Tadeusz Łempicki (1888-1951). La familia de Lempicka le ofreció al abogado una gran dote para que se casara con ella y la boda tuvo lugar en la capilla de los Caballeros de Malta en San Petersburgo en 1916. Estalló la revolución de octubre de 1917 y su marido fue encarcelado por los bolcheviques. Lempicka tuvo que buscarlo en varias cárceles. Pudieron trasladarse a Copenhague y se mudaron a Londres y finalmente a París, donde también escapó su familia.

En París, se relacionó con personas asociadas al movimiento artístico art déco. Tomó clases de pintura con Maurice Denis y con André Lhote. El estilo de De Lempicka se identificaba como “cubismo suave”. No empezará a cobrar cierta popularidad hasta 1922, cuando exhibe su trabajo en el Salon d'automne, aunque no aparecía como mujer en los catálogos, ya que en ese momento firmaba sus cuadros con su patronímico masculino "Lempitzki". Su éxito comenzó en 1925 Expuso sus pinturas en el Salon des Tuileries y el Salon des femmes peintres. En el mismo año, tuvo su primera exposición importante en Milán, Italia.Para esta exposición, De Lempicka pintó 28 nuevas obras en seis meses.

En 1927, De Lempicka gana su primer premio importante, sería el primer premio de la Exposición Internacional de Burdeos se divorcia de Tadeusz y conoce al barón húngaro Raoul Kuffner de Diószegh (1886-1961), un coleccionista de su obra. ​ Él le encargó pintar a su amante, la bailarina española Nana de Herrera. Lempicka terminó el retrato, aunque no fue nada halagador, y tomó el lugar como la amante del barón.

Viajó a los Estados Unidos por primera vez en 1929 para pintar un retrato de la prometida del petrolero estadounidense Rufus T. Bush. La exposición fue un éxito, pero el dinero que ganó se perdió cuando el banco en el que llevó a cabo la operación económica quebró tras el colapso del mercado de valores de 1929, más conocido como el crack del 29. La esposa del barón Kuffner murió en 1933, y De Lempicka no tardó en casarse con él, el 3 de febrero de 1934 En el invierno de 1939, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Lempicka y el barón Kuffner se mudaron a los Estados Unidos.

En 1943, el barón Kuffner y de Lempicka se mudaron a la ciudad de Nueva York. Su estilo art deco parecía anticuado en el período del modernismo de posguerra y del expresionismo abstracto. Extendió sus temas para incluir bodegones, y en 1960 comenzó a pintar obras abstractas y a usar una espátula en lugar de su suave pincelada. El barón Kuffner murió en noviembre de 1961. Después de su muerte, Lempicka vendió muchas de sus posesiones e hizo tres viajes alrededor del mundo en barco.


En 1963, Lempicka se mudó a Houston, Texas, repitió su conocido Autorretrato en un Bugatti verde”(1929) dos veces entre 1974 y 1979; . El interés por el art déco volvió a surgir a finales de la década de los 1960, por lo que su trabajo se expuso en la Galería Luxemburg en París en 1972 y tuvo buenas críticas. En 1974 se trasladó a Cuernavaca, México. De Lempicka murió el 18 de marzo de 1980. Siguiendo sus deseos, sus cenizas fueron esparcidas sobre el volcán Popocatépetl.

Maracaibo, viernes 31 de marzo, del año 2023

jueves, 30 de marzo de 2023

Narrativa gótica


A finales del siglo XVIII se desarrollaría en Inglaterra un género literario que combinaba la ficción con el horror, la muerte y la violencia que se le asignaría el calificativo de “gótico” por el subtítulo en la segunda edición de una novela del inglés Horace Walpole titulada “El castillo de Otranto: una historia gótica” (1794).

Las narrativas góticas abundan entre 1765 y 1820, con la iconografía que nos es conocida: cementerios, páramos y castillos tenebrosos repletos de misterios, villanos infernales, hombres lobo, vampiros, doppelgänger (transmutadores, o doble personalidad), demonios, y etc. Los ingredientes de este subgénero son castillos embrujados, criptas, fantasmas o monstruos, así como las tormentas y tempestades, siempre la nocturnidad y todo ello surgido muchas veces de leyendas populares.

El adjetivo gótico deriva de godo, y, en efecto, en el contexto de este subgénero literario, gran parte de las historias trascurren en castillos y monasterios medievales. En sentido estricto, el terror gótico fue una moda literaria, de origen fundamentalmente anglosajón, que se extendió desde finales del siglo XVIII hasta finales del siglo XIX, como reacción al Racionalismo. En la literatura de terror moderna los viejos arquetipos no han desaparecido totalmente.

La obra fundadora del gótico es El castillo de Otranto, de Horace Walpole (1765) pero existieron otras obras claves de esta corriente son Vathek (1786), de William Beckford, Los misterios de Udolfo (1794), de Ann Radcliffe, El Monje, de Matthew Lewis, publicada en 1796, Melmoth el errabundo (1820), de Charles Robert Maturin y Manuscrito encontrado en Zaragoza de Jan Potocki.

Obras de pleno siglo xix, como Carmilla de Sheridan LeFau, Frankenstein de Mary Shelley, El corazón delator de Edgar Allan Poe, "Janet, la del cuello torcido" de R. L. Stevenson, "El Horla" de Guy de Maupassant, y Otra vuelta de tuerca de Henry James, superan ampliamente el terror gótico, o van más allá. Julio Verne cultivó sobre todo los géneros de aventuras y de la ciencia-ficción, y hay una novela suya poco conocida es El castillo de los Cárpatos, que suele considerarse como su única incursión en el género de la novela gótica. Escrita cinco años antes que Drácula comparte no pocos elementos con la obra de Bram Stoker.


En realidad, estas obras no llegan a reunir totalmente las características de la novela gótica. A fines del siglo XIX, Oscar Wilde tomó este subgénero con humor en su relato El fantasma de Canterville. Hay que mencionar igualmente a Charles Dickens con su novela, Canción de navidad, y en la poesía, la obra de Samuel Taylor Coleridge y Lord Byron.

Byron también fue el anfitrión del célebre concurso de historias de fantasmas en el que participaron él mismo, Percy Bysshe Shelley, Mary Shelley y John William Polidori en la Villa Diodati (https://bit.ly/3FTjbpV) a orillas del lago Lemán en el verano de 1816. Esta ocasión tuvo como resultado tanto el Frankenstein de Mary Shelley (1818) como El Vampiro de Polidori, que incluía al byroniano Lord Ruthven. El Vampiro ha sido considerado por el crítico cultural Christopher Frayling como una de las obras de ficción más influyentes jamás escritas y generó una fiebre por la ficción de vampiros y las obras de teatro (y más tarde el cine) de vampiros que no ha cesado hasta el día de hoy. ​

Los cantos de Maldoror, de Isidore Ducasse -conde de Lautréamont- una obra considerada como precursora del surrealismo y también contiene elementos narrativos que permiten rastrear influencias de obras como Melmoth el errabundo. Maldoror, es presentado como un ser que mediante la metamorfosis acecha a los hombres y en el bestiario de las formas animales adoptadas por Maldoror “el montevideano”, este suele denominarse “el vampiro”, o también “aquel que no sabe llorar” entre otros.

La historia de la literatura gótica en las letras españolas ha sido negada de manera sistemática planteándola como “un género extranjero”, pero no falta quien se haya preguntado… ¿Por qué no habrían de existir en el siglo XVIII o en los albores del XIX manifestaciones de lo gótico, en España si estas narraciones ya existían en otras literaturas europeas? Estos relatos son un síntoma cultural de aquella época y en España ya desde finales del siglo XVIII escritores y editores se interesaron en este tema.

Un escritor de leyendas de terror fue el romántico español Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870), quien incluyó en sus Leyendas algunos relatos de miedo muy meritorios como Maese Pérez, el Organista, El Miserere y El Monte de las Ánimas. Las difíciles y complejas circunstancias de la historia de España, contribuirían a enriquecer la fórmula de la novela gótica. La conciencia de atraso en la adaptación de las ideas europeas condicionaría la adaptación de la novela gótica en España asimilando su fórmula básica y planteando la inclusión de nuevos elementos que le eran propios, lo que permite hablar de la particularidad hispánica, frente a la forma original.

Regresando a lo relatado inicialmente, cuando se inicia la moda de la literatura gotica en Inglaterra, las novelas de Horace Walpole fueron populares entre la clase alta y media alta, y las jóvenes señoritas se sentían identificadas con sus intrépidas heroínas. Walpole escribió: A Sicilian Romance (1790), The Romance of the Forest (1791), Los misterios de Udolfo (1794) y The Italian (1796).

Clara Reeve (1729-1807) fue una novelista inglesa del siglo XVIII. Su novela gótica The Old English Baron fue publicada en 1777. La historia narra las aventuras de Sir Philip Harclay, que regresa a la Inglaterra medieval para descubrir que el castillo y las tierras de su amigo Lord Lovel han sido usurpados. Revelaciones, horrores y traiciones alcanzan el clímax en una escena de combate entre el Bien y el Mal.

Ann Radcliffe (1764–1823), novelista británica, en 1788 contrajo matrimonio con William Radcliffe, editor del English Chronicle de la ciudad de Bath. Ann empezó a escribir historias, animada a ello por su marido, y publicó The Castles of Athlin and Dunbayne en 1789. Ambientada en Escocia. En su producción, siempre aparece alguna inocente y heroica joven en un tétrico y misterioso castillo en manos de un aún más misterioso señor de oscuro pasado.

El espeluznante relato del novelista inglés Matthew Lewis titulado El monje (1796) introdujo el modo del "horror" a Inglaterra. La forma en que Lewis muestra monjes depravados, inquisidores sádicos y monjas espectrales fue importante para el desarrollo del género. El monje tuvo influencia en la última novela de Ann Radcliffe, El italiano (1797). Donde hay un monje maligno llamado Schedoni.

Ya en el siglo XX, la escritora estadounidense Anne Rice mezcla lo cotidiano con historias de vampiros y de erotismo oscuro, y ha tratado de revitalizar, temáticamente, el terror gótico. H. P. Lovecraft, por su parte, lograría sintetizar en las primeras décadas del siglo xx la tradición que partía de lo gótico con la ciencia ficción contemporánea.

Maracaibo, jueves 30 de marzo, del año 2023

miércoles, 29 de marzo de 2023

Nicolas Witkowski


Nicolas Witkowski (1949-2020) fue un profesor de física, escritor y editor francés creador del maravilloso libro “Una historia sentimental de las Ciencias” (2003), una obra que recorre desde los lineamientos más imprevisibles del pensamiento científico hasta la profundidad de sus raíces poéticas, místicas y mágicas.

Autor de varios libros de divulgación científica, entre ellos el Manuel de physique a l´usage des eleves de seconde y Etat de sciences et des techniques, también escribió: La bañera de Arquímedes, un poco de mitología de la ciencia (1966). Mariposas, una historia cultural de las mariposas (2007), Pequeña metafísica de los juguetes, un elogio a la intuición infantil (2011), Una infusión de ciencia, diccionario político (2013).


Nicolas Witkowski fue uno de esos autores en quienes su vocación y el empeño en relatarnos la aventura de los descubrimientos científicos pudo hacernos cambiar nuestra mirada sobre la ciencia. Ante los planteamientos, de “Una historia sentimental de las Ciencias”, cabría preguntarse. ¿Qué tiene que ver las ciencias con los sentimientos? Nada aparentemente y es que esta historia tiene que ver con los héroes inspirados y sus descubrimientos gloriosos, ignorando expresamente los caminos paralelos de la suerte, e inquiere sobre la serendipia y sobre cualquier casualidad para examinar la sinrazón y los sentimientos que residen en el fondo de quienes desarrollan una investigación científica.

Una historia sentimental de las Ciencias”, recorre desde las ideas menos geniales de Leonardo da Vinci a las intuiciones más fructíferas de sabios románticos. La historia de la ciencia con frecuencia pudiera ser vista reuniendo lo que tiene de más aburrido la historia, y lo que puede ser lo más retorcido de la ciencia. En ese mundo de certezas que rodea la historia misma de la ciencia, esta obra intenta poner mucho de sentimiento entre un poco de desorden. Esta historia denominada “sentimental” se ocupa de la razón y analiza mediante héroes inspirados sus descubrimientos gloriosos, pretendiendo ignorar las historias paralelas, de la sinrazón y de los sentimientos.

Una historia sentimental de las Ciencias”, se transforma para el lector en una especie de cuento de hadas sin ogros, un cuento que ni siquiera haría temblar a los niños y tal vez por eso, es que es necesario presentarlo como una historia “sentimental” capaz de poner algo de desorden en el museo polvoriento de nuestras certezas acerca de la elaboración del conocimiento, y esta historia nos revelará las aventuras más o menos felices de nuestros prestigiosos científicos. No hay que tenerle miedo a la ciencia que nace de los experimentos…

El filósofo inglés Thomas Hobbes dijo una vez que debemos encontrarle un motivo a ese miedo perpetuo que acompaña a la humanidad en la ignorancia de las causas, como si estuviera en la oscuridad acusando a algún poder o agente invisible de la buena o la mala fortuna. Los viejos poetas decían que los dioses fueron creados por el miedo humano. Lupus est homo homini, la frase célebre de Hobbes, extraída de la obra dramática “Asinaria”, del comediógrafo latino Plauto (250-184 a. de C.) y popularizada en el siglo XVIII por el filósofo inglés en su obra “El Leviatán” (1651) (https://bit.ly/3JNRQqv) nos recuerda que el estado natural del hombre conlleva una la lucha continua contra su prójimo; es la metáfora del animal salvaje que el hombre lleva por dentro.

Usar la cabeza con sensatez y sentimientos puede ser una buena dupla para entender el origen de los descubrimientos científicos. En la lectura de esta “historia sentimental”, encontraremos a un pionero ciego del cine, un Edgar Alan Poe fascinado por la ciencia, un cirujano destripando a los sapos y escrutando el sexo de las brujas, un Newton fabricando volantines de petardos, un Voltaire cortando la cabeza de una docena de caracoles, un maestro de escuela suizo iluminando con una fórmula mágica el corazón del átomo y otras muchas cosas de interés.

Por las páginas de este libro veremos transitar a Omar Jayayam, Bernard Palissy, Willam Gilbert, Johannes Kepler, sir William Harvey, Isaac Newton, Denis Papin, Nicolas Fattio, al francés Pierre Moreau, al ruso Lomonosov, a los italianos Lazzaro Spelanzani y Luigi Galvani, y al abuelo de Charles Darwin, dos americanos Franklin y Rumford, otro más Edgar Allan Poe, Aime Bompland, Ada Lovelace, James Maxwell, don Santiago Ramon y Cajal, Leo Szilard y algunos otros nombres de investigadores cuyas hazañas sin duda les sorprenderán. Lamentablemente el profesor Nicolas Witkowski falleció en 2020 a la edad de 70 años.

Maracaibo, miércoles 29 de marzo del año 2023

martes, 28 de marzo de 2023

Mystrium camillae


Su nombre es Mystrium camillae, fue descrita científicamente por Emery en 1889 y tiene un apodo: “la hormiga Drácula”; estudios recientes han demostrado que es el animal capaz de tener los movimientos más rápidos. Imagínense la posibilidad de abrir y cerrar sus mandíbulas a la velocidad de 360 Km por hora; cinco-mil veces más rápido que cuando pestañeamos...

Esta información proviene de la Revista Royal Society Open Science donde Andrew Suárez, profesor de biología animal y entomología de la Universidad de Illinois destaco como la alta velocidad de las mandíbulas de Mystrium camillae es usada para sus comportamientos depredadores o defensivos. Equipadas con mandíbulas llamadas “mandíbulas-trampa”, ellas se cierran más rápido que cualquier otro apéndice predador del reino animal.

Al contrario que otras hormigas de genero Odontomachus las mandíbulas de la Mystrium camillae (y voy a llamarla irrespetuosamente “la Camila”-aunque le digan la Drácula-) no se cierran de golpe, sino que se deslizan una sobre la otra creando grandes presiones y aturdiendo en el ataque a otros artrópodos. Un estudio sobre la especie Odontomachus bauri registró velocidades de entre 126 y 230 km/h, con las mandíbulas cerrándose en 130 microsegundos de media. También se comprobó que estas hormigas usaban sus mandíbulas como una catapulta para expulsar intrusos o para lanzarse ellas mismas hacia atrás para evitar una amenaza.

Antes de golpear, la Camila hormiga, abre al máximo las mandíbulas y ellas quedan trabadas en esa posición gracias a un mecanismo interno. La energía se almacena en un grueso grupo de músculos y se libera de forma explosiva por la estimulación de unos pelos sensoriales en su interior. Las mandíbulas también permiten movimientos lentos y precisos cuando hay que desarrollar otras tareas como el cuidado de las larvas. Las “mandíbulas-trampa” también se encuentran en los géneros Anochetus, Orectognathus y Strumigenys.

El trabajo, de expertos en la Universidad de Illinois (EUA), detalla los mecanismos que emplean estos insectos para ejecutar lo que se conoce como el movimiento más rápido del mundo animal. Una mordida completamente distinta de la de otras hormigas que ha podido ser analizada hasta el más mínimo detalle gracias a un exhaustivo análisis cinemático. Para la elaboración del trabajo los expertos tuvieron que servirse de las últimas tecnologías, pues no les bastaba con una simple cámara para advertir y comprender el funcionamiento de este vertiginoso movimiento. Para ello, usaron técnicas basadas en rayos X, lo que les permitió observar en tres dimensiones la anatomía de las mandíbulas de las hormigas.

Las hormigas Drácula (las misteriosas Camilas para mí) son naturales de los trópicos de África y Asia y viven en grandes colonias subterráneas o en el interior de los troncos de algunos árboles, por lo que rara vez se ven. La Mystrium camillae tiene sus comportamientos peculiares que pueden sonar ofensivos; acostumbra a beber la sangre de sus propias larvas en un proceso que se ha denominado “canibalismo no destructivo”, de aquí su apodo… Este apodo -de remembranzas vampirológicas- deriva de sus hábitos de alimentación inusuales, que involucran una forma muy especial del denominado “canibalismo no destructivo”, que en realidad se debe a que las hormigas adultas son incapaces de procesar alimento sólido y, en su lugar, alimentan a sus larvas con presas y luego mastican agujeros en las larvas para beberse su sangre.

Mystrium camillae ​vive en microhábitats como rocas, piedras, madera podrida y la hojarasca y se distribuyen por Borneo, Brunéi, China, India, Indonesia, Malasia, Birmania, Filipinas, Singapur, Vietnam, Australia y Papúa Nueva Guinea. Se ha encontrado en terrenos en elevaciones de hasta 1100 metros.

Las hormigas, en general pertenecen a la familia Formicidae son insectos eusociales que, como las avispas y las abejas, pertenecen al orden de los himenópteros que es uno de los órdenes más numerosos de insectos, con 153,000 especies descritas. Este Orden comprende a las abejas, abejorros, avispas y hormigas, y su nombre proviene de sus dos pares de alas membranosas. Las hormigas (Formicidae) evolucionaron de antepasados similares a una avispa a mediados del Cretáceo, hace entre ciento diez y ciento treinta millones de años, diversificándose tras la expansión de las plantas con flor por el mundo. ¿Qué tal?

Maracaibo, martes 29 de marzo del año 2023

lunes, 27 de marzo de 2023

Los comevirus


Este es un artículo que inicialmente había intitulado como “De nuevo los protistas” ya que lo veía asociado a la reciente publicación definiendo y clasificando a estos seres (https://bit.ly/3FffWJ4) que no son animales ni vegetales, los protistas cuyas capacidades son al parecer ilimitadas… Pero, he aquí una propiedad muy singular: alimentarse comiéndose los virus…

Hay plantas que digieren anfibios, algas que se alimentan de peces y hay virus que infectan a las bacterias. Pero entre todas estas relaciones entre depredador y presa hay una que recién es apenas conocida y que quizás podría ser esencial en el ciclo de la vida: seres que comen virus.

¿Llamaríamos “virívoro” a un organismo que se puede alimentar solo de virus? Dicen que hasta un millón al día… La existencia de ciertos “microbios” con esta alimentación parece haber demostrado el papel esencial de las partículas virales en el ciclo de vida de estos organismos… Pero, ¿Qué son?

Los virívoros… La palabra no existe aún, pero si existe un grupo de investigadores estadounidenses que han descubierto dos grupos de microorganismos que no son ni animales, ni plantas, ni hongos, pero tampoco bacterias, son de los llamados protistas ciliados, que se nutren de virus. Aunque no son los primeros organismos identificados que comen virus, sí han comprobado que estos pueden prosperar alimentándose exclusivamente de material viral.

Durante los últimos tres años, un grupo de investigadores de la Universidad de Nebraska en Lincoln (Estados Unidos) ha estado investigando a los virus desde un prisma diferente al habitual: no como entidades biológicas patógenas (ya que en realidad no hay consenso sobre si son o no seres vivos), sino como nutrientes básicos en el ciclo de la vida.

Junto a las bacterias acuáticas, los virus son los organismos más abundantes de la Tierra. Siendo tantos, es normal que los organismos filtradores, los que se alimentan filtrando el agua, ingieran todo tipo de materia orgánica que contenga, virus incluidos. Pero lo que ha hecho John DeLong, científico de la universidad estadounidense, ha sido demostrar que hay al menos dos tipos de seres realmente virívoros que pueden vivir solo de comer virus.

“Que sepamos, es la primera vez que se demuestra el consumo de virus, en estas dos especies de protistas”. Nos lo dice John DeLong, profesor de biología de la Universidad de Nebraska en Lincoln, Estados Unidos. “Varios estudios ya habían documentado el consumo de virus”, recuerda DeLong en un correo. “Pero, que sepamos, es la primera vez que se demuestra en estas dos especies”,

DeLong se refiere a la Paramecium bursaria y a la Halteria sp., dos protistas ciliados acuáticos de quienes se sospechaba que comían virus, aunque se desconocía si esto simplemente ocurría en una forma accidental. El equipo de DeLong ha observado lo sucedido en el laboratorio, y en condiciones controladas, cuando liberaron en pequeñas gotas de agua obtenidas de un estanque cercano a la universidad grandes cantidades de clorovirus, un virus relativamente grande que infecta a la clorofila de las algas de los lagos y embalses de agua dulce de todo el planeta.

A las 24 horas, estudiaron con detenimiento las gotas de agua y los resultados de estos experimentos, fueron publicados en la revista científica PNAS, demostrando que en presencia de ambas especies, la cantidad de virus en el medio se reducían hasta 100 veces. Lo que necesitaban saber entonces era si se habían comido a los virus. Mediante una técnica de tinción (añadir colorante para hacer contraste), convirtieron varios de ellos en fluorescentes y vieron cómo las vacuolas de los protistas (que cumplen una función similar al estómago) se volvían de color verde brillante. Llegaron a estimar que cada Halteria sp. era capaz de ingerir entre 10.000 y un millón de clorovirus al día.

La imagen al microscopio muestra partículas virales del clorovirus infectando un alga microscópica (ver). Este virus se ceba con la clorofila, descomponiéndola, liberando el carbono que contiene Había que relacionar lo mal que le fue a los virus con una mejoría para los protistas. Los científicos observaron que la población de paramecios se mantenía igual, comían virus, pero no parece que les sirviera de mucho. Sin embargo, a las 48 horas de exposición, vieron que la población de Halteria sp. aumentaba mientras se reducía drásticamente la cantidad de clorovirus. En cifras, la cantidad viral se desplomó hasta 100 veces en solo dos días, a la par que la población de la protista, sin nada que comer excepto el virus, creció en promedio unas 15 veces más durante ese mismo período de tiempo.

“Creemos que los virus son probablemente muy nutritivos, teniendo elevados niveles de proteínas y fósforo”, dice DeLong. Un estudio sobre la composición de los virus publicado hace unos años también menciona que contienen ácidos nucleicos, lípidos y aminoácidos. En el caso de los clorovirus, además, podrían contener el carbono que le roban a la clorofila de las algas

El ecólogo Joshua Weitz quien fue coautor de este último estudio sobre lo que contienen los virus. Weitz, que dirigió un grupo de investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia (Estados Unidos) centrado en la ecología de los virus, ha publicado varios trabajos sobre el papel de las entidades víricas en el ciclo de la vida en su último libro, Quantitative Viral Ecology. Weitz,ha sostenido la idea de que “los virus son potencialmente nutritivos si se los traga un microbio que los digiere y no se ve infectado por el virus”.

En general, los virus están formados por material genético (ADN o ARN) con una envoltura que lo protege. “Como los genomas virales están empaquetados de manera relativamente densa y dado que el material genético es rico en fósforo, los virus tienen un contenido de fósforo relativamente más alto que los microbios típicos y, por lo tanto, podrían tener un extra nutricional para lo que es su tamaño”, ha señalado Weitz.

Que haya microorganismos que se coman a los virus obliga a los biólogos a repasar lo que se sabe sobre el ciclo de la vida. Se conocía que los virus son claves en la base. Al infectar a todo tipo de seres vivos provocan un proceso llamado derivación viral. En la fase en la que salen de la célula (o el organismo unicelular) infectada, la revientan, lo que libera en el medio materia orgánica y nutrientes que de otra manera se perderían. Ahora, como destaca Weitz, “esta investigación es un importante paso para avanzar en la comprensión de las formas en que las partículas virales intervienen en el movimiento de energía (y nutrientes) tanto hacia arriba como hacia abajo en las redes tróficas microbianas”. Es decir, el papel de los virus en la cadena alimenticia de los microorganismos.

Cuantificar el papel de los virus como transmisores de energía y nutrientes no será fácil. Lo ejemplifica DeLong en una nota de su universidad: “Si multiplicas una grosera estimación de cuántos virus hay, cuántos ciliados hay y cuánta agua hay, obtendríamos una cantidad enorme de movimiento de energía (en la cadena alimenticia)”. DeLong estima que los ciliados de un pequeño estanque pueden devorar 10 billones de virus al día y añade: “Si esto está sucediendo a la escala que creemos que podría estar ocurriendo, debería cambiar por completo nuestra visión sobre el ciclo global del carbono”.

Maracaibo, lunes 27 de marzo del año 2023

domingo, 26 de marzo de 2023

Leyendas y vampiros


Irlanda es una tierra de leyendas con viejos relatos de brujas y hadas que roban niños y con un rico folclor que habla de un personaje, la destacada figura de Abhartach en una de las más antiguas leyendas irlandesas sobre este personaje siniestro y extraño al que muchos vinculan con Drácula, popularizado por Bram Stoker, también de nacionalidad irlandesa y autor de la novela del mismo nombre.

Se dice que Stoker bebió de diversas fuentes para inspirarse en la creación de su famoso personaje, primariamente en Vlad el Empalador, príncipe de Valaquia quien ha sido mencionado en este blog (https://bit.ly/3KbMxCN) y cuyos rasgos y costumbres caracterizan igualmente a el conde Drácula de Stoker quien al parecer tomaría algo más que las maldades de Vlad para formatear su personaje y posiblemente fue la misteriosa historia de Abhartach que está igualmente emparentada con el vampirismo.

Existe un profesor de Historia y Folclore Celta de la Universidad de Ulster, Coraline, Bob Curran, quien ha propuesto que Bram Stoker basó su novela en la leyenda de Abhartach, el cacique irlandés del siglo V quien era conocido por sus hábitos de beber sangre. Esta teoría la publicó el profesor Curran en un artículo de la revista History Ireland, aunque en realidad, la primera mención del personaje irlandés data de principios del siglo XVII cuando Geoffrey Keating en su obra Foras Feasa ar Eireann (Historia Genera de Irlanda)-aunque en Irlanda la clasifican como una simple leyenda popular- Keating se refirió a Abhartach como una figura histórica real.

La leyenda relataba como Abhartach había gobernado un pequeño reino situado en la zona que hoy corresponde a Garyagh en Irlanda y además, que era un guerrero implacable muy temido por la creencia de que dominaba con la magia poderes ocultos. Como la gente no confiaba en él, le pidieron ayuda a Cathain un jefe de territorios vecinos quien asesinó a Abhartach y lo enterró de pie como correspondía a un jefe celta, pero con los conocimientos que tenia de magia negra, salió de su tumba y les pidió a sus súbditos un tributo de sangre para recuperar su energía y Cathain tuvo que volver a matar a Abhartach, sin embargo, siempre ocurriría lo mismo…

Cathain desesperado busco el auxilio de un santo cristiano quien le explicaría que Abhartach era un muerto-vivo y que la única manara de liquidarlo era con una espada de madera de tejo para luego enterrarlo boca abajo con una gran piedra encima de su cuerpo y que esto impediría que volviese a salir de su tumba. Así lo hizo y pudo la gente vivir en paz. Cuando varios siglos más tarde, esta historia fue referida en el libro The Origin and History of Irish Names of Places, escrito por Patrick Weston Joyce, ese título se publicaría 12 años antes de que Bram Stoker escribiera su famosa novela Drácula de 1897. En la versión de la leyenda narrada por Patrick Weston Joyce, aparece Abhartach como un siniestro enano o un duende cruel que poseía una magia poderosa. Los demás detalles son similares a los narrados por el doctor Geoffrey Keating.

A lo largo de la historia, se ha tratado de explicar la existencia de los vampiros. Algunos pensaban que el vampirismo no era un fenómeno sobrenatural sino enfermedades que aún no estaban científicamente comprobadas, como la catalepsia. Hoy día reconocemos a “los vampiros” como seres de apariencia cadavérica que salen por las noches y chupan la sangre de mujeres o de hombres, que carecen de sombra, no se reflejan en los espejos y para eliminarlos hay que clavarles una estaca en el corazón o tienen que cortarles la cabeza (¡Que molleja! diría un maracucho cualquiera) …

Sería en el siglo XIX cuando el mito se convertiría en leyenda apoyándose en dos escritos sobre el tema de los vampiros. El primero publicado en 1800 “Wake not the Dead” del alemán Johann Ludwing Tieck y el segundo la famosa novela “Drácula” de Bram Stoker publicada en 1887. No existen pruebas de que Stoker leyera documentos sobre Abhartach o que se inspirara en el para crear su novela, pero lo cierto es que la leyenda contiene muchos elementos que coinciden con los mitos que sobre vampiros existieron en la Europa del Este, en territorios donde se creía en la existencia de “los no-muertos”.

Sobre este tema, en la Republica Cheka y solo a 25 kilómetros de Prega, se encuentra una pequeña ciudad amurallada de nombre Celákovicea donde sus pobladores vivieron siempre con la creencia de que existieron los vampiros. Gracias a la reconstrucción que hubo de hacerse en el siglo XX, se despertó la curiosidad de arqueólogos por restos de la era paleolítica y de la cultura medieval. En 1997, un arqueólogo de nombre Jaroslav Spacek descubrió un cementerio exclusivo de vampiros.

Spaeck encontró 14 tumbas con personas que fueron enterradas acusadas de vampirismo y sus esqueletos tenían crucifijos en sus ataúdes, estaba amarrados boca abajo, y algunos se notaba que les habían cortado la cabeza. Algunos de estos “vampiros” tenían en el cráneo un clavo de hierro enterrado, en otros se veía la estaca en la zona del corazón y uno de ellos tenía un cuchillo clavado en la boca, según dijo el arqueólogo, para evitar una mordedura a quien lo sacrificó. Se cree que estos “vampiros” datan del siglo X u XI.

Las causas del vampirismo están aún en discusión, ya que son pocos los casos documentados históricamente. Los psicólogos señalan que el vampirismo es un trastorno mental vinculado con el sadismo, que empuja a los afectados a herir y agredir a los demás para conseguir algún fin en concreto. Se cree que los afectados de hematodipsia no usan la sangre que extraen de sus víctimas “para sobrevivir”, sino que su trastorno está más vinculado a la satisfacción de un placer resultante del sufrimiento ajeno.

En 2021, mi inquisitivo y estudioso amigo lector José Eduardo Espinoza D, aquí en Maracaibo complementaría la información sobre los vampiros recordando a varios predecesores del doctor Polidori (https://bit.ly/3FpyLI7). Su acuciosa investigación, nos mostró a los lectores de este blog, los antecedentes con “La religiosa” de Diderot en 1796, en 1797 LaNovia de Corinto de Johann Wolfgang Goethe y nos recordaría que ese mismo año Samuel Taylor Coleridge publicó su poema Christabel que viene en realidad a ser “la primera mención de los vampiros en la literatura inglesa”.

Maracaibo, domingo 26 de marzo del año 2023

sábado, 25 de marzo de 2023

Para revivir recuerdos


Algún día no muy lejano, el alzhéimer tendrá cura y las sensaciones vividas por una persona podrán ser trasladadas a otras personas gracias a la tecnología, como en las películas y en un futuro seguramente cercano será posible revivir recuerdos de otra persona enchufándonos a su memoria… El poeta Mario Benedetti solo se acordaba de lo que quería acordarse y en algún sitio dejó dicho que él no sufría de amnesia, lo que en realidad le sucedía a su memoria era que él desechaba malos recuerdos sin necesidad de recurrir a drogas que los borrasen.

Hoy día el estrés postraumático que padecen las personas que han sufrido una experiencia emocional negativa puede aliviarse con fármacos que impidan el golpe del mal recuerdo… Uno de ellos, es el propranolol, un preparado que bloquea los receptores beta de adrenérgicos y con ello modifican el impulso nervioso que acompaña el recuerdo de todo evento traumático. Dicho de otra manera: la adrenalina que se libera en situaciones de peligro desaparece del recuerdo cuando interfiere dicho fármaco, suavizando así el golpe a la memoria.

Otro fármaco que podría formar parte de los llamados “amnésicos” es Gilenya, nombre con el que se comercializa el fingolimod, un inmunomodulador que actúa relajando los ataques del sistema inmune sobre el sistema nervioso en la esclerosis múltiple. Según estudios realizados con ratas, se descubrió que el inmunomodulador atenuaba el miedo de las ratas a recibir otra nueva descarga eléctrica, reduciendo así su estrés postraumático.

Ambos medicamentos actúan de alguna manera sobre el sistema nervioso, ya sea reduciendo el ataque del sistema inmune en el caso del fingolimod o la transmisión de alerta en el caso del propranolol, disminuyendo la ansiedad que envuelve todo recuerdo desagradable. Con ello desaparece el impacto negativo del mal recuerdo, convirtiéndolo en un recuerdo a secas.

Si seguimos en esta línea podríamos pedir que, de alguna manera, se consiguiese hacer lo mismo con los buenos recuerdos, o por el contrario, es decir, traerlos hasta el presente sin que el filtro de la memoria nos los atenúe… También podríamos pedir que nuestros buenos recuerdos se pudiesen compartir, que los pudieran vivir otras personas…

Las posibilidades que se abren ante un avance tecnológico de este tipo, una especie de casco que se coloque uno y lo conecte con otras memorias son inmensas, pues cualquiera podrá revivir las sensaciones de alguien una vez que ese alguien haya muerto. Esto incluiría las emociones de personajes históricos frente a determinadas encrucijadas y conflictos varios, así como las emociones de los deportistas ante retos olímpicos, pasando por la experiencia intelectual de grandes personalidades de la literatura. La idea ya existía hasta en el cine…

El Proyecto Brainstorm es una película de ciencia ficción de 1983 que fue la última película de Natalie Wood (https://bit.ly/40lmpdG) dirigida por Douglas Trumbull e interpretada por Christopher Walken y Natalie Wood, quien murió inesperadamente durante la filmación, lo que alteró completamente la trama original en la que un grupo de científicos inventa un casco que puede detectar todos los pensamientos, sentimientos y sensaciones del que lo usa, grabarlos, y que otra persona los reciba.

Con esa película Douglas Trumbull se adelantó a la realidad virtual: la inspiración para el “Proyecto Brainstorm” vino de trabajos del doctor Stanislav Grof(1931), un psiquiatra checo que vive en Estados Unidos desde 1960 y fue uno de los fundadores de la psicología transpersonal; investigador pionero en el uso de “los estados alterados de conciencia con los propósitos de sanación, crecimiento e introspección”. Grof recibió el premio VISION 97 concedido por la Fundación de Dagmar y Vaclav Havel, en Praga, el 5 de octubre de 2007.

Stanislav Grof estuvo viviendo en Checoslovaquia y después en Estados Unidos estuvo investigando reproducir los efectos beneficiosos del LSD y desarrolló técnicas de respiración, musicales, y usando imágenes, todo esto llevaba a una experiencia muy profunda. Todos estos conocimientos están en las llamadas 'Las cintas de George Thandorz', con técnicas para hacer llegar al espectador a un estadio superior de entendimiento".

El catedrático de Paleontología Juan Luis Arsuaga, ha hablado de la dualidad del alma del ser humano señalando que por un lado, tenemos el alma racional y analítica, por el otro tenemos el alma irracional y mágica que es origen de toda expresión artística. Arsuaga unificaría los dos aspectos de la misma, destacando que ellos se hacen complementarios. Donde puede comprenderse bien es en el arte de la novela, cuyo origen es racional y newtoniano desde, Cervantes hasta el siglo XX, que es cuando la novela pasa a ser “relativista y quántica” -con “q”- según recoge el crítico Manuel García Viñó en uno de sus estudios titulado La novela relativista y quántica.

El tiempo en el que se desarrolla la trama de la novela clásica es lineal, todo lo contrario de lo que ocurre en la novela quántica donde, según Garcia Viñó, los fragmentos se suceden como si fueran escenas, cada una situada en un tiempo diferente para contar antes lo que pasa después. Según la teoría de Viñó, podemos concretar la primera novela quántica que rompe con el planteamiento mecanicista es En busca del tiempo perdido de Proust entre 1908 y 1922 donde nos habla de un tiempo “sin pasado ni futuro, que es el tiempo propio de la creación artística”.

Con Proust, la memoria involuntaria empieza a tomar distancia de la memoria consciente, lo que nos devuelve al documental de Carlos Saura, Las paredes hablan, donde el cineasta recientemente fallecido a partir de una serie de entrevistas a pintores, grafiteros y muralistas sin olvidarse de un catedrático de Paleontología nos dirá que su propia expresión artística, en vez de ir en progresión, iba en regresión hasta alcanzar las paredes de las cuevas donde el ser humano expresó sus miedos y sus deseos hace 30.000 años.

Estas ideas son tomadas, - y algunas textualmente- de El hacha de piedra una sección donde Montero Glez (1965)(https://bit.ly/3ltE986), brillante periodista y escritor español columnista del El País, España, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad científica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias del conocimiento.

Maracaibo, sábado 25 de marzo del año 2023

viernes, 24 de marzo de 2023

Ceratias holboelli


En 1867 nació Bjarni Saemundsson, el primer biólogo islandés que decidió dedicarse a estudiar la pesca. Lo hacía sin financiación y cuando su trabajo como profesor de instituto se lo permitía. En mayo de 1917, apareció en las redes de un barco pesquero un pez muy peculiar, así que se lo llevaron a Saemudsson para su estudio. Se trataba de una hembra de la especie Ceratias holboelli. En un artículo publicado en 1922, el biólogo islandés expresaba su asombro tras ver el pez:“Me sorprendió encontrar que en el lado derecho de su tripa tenía dos juveniles colgando, unidos por la nariz. A primera vista parecía que estos pequeños eran simplemente trozos de piel. No puedo hacerme una idea de cómo o cuándo las crías se han unido a la madre. Esto es un rompecabezas para que algún futuro investigador lo resuelva”.

Tan solo tres años después, un científico británico - Charles Tate Regan- cuya especialidad era describir y clasificar peces,-quien se puede ver en una fotografía-al llegar a sus manos un ejemplar de Ceratias holboelli, noto que debajo de las branquias, tenía unido un pez de una manera muy similar a lo que había descrito Saemudsson anteriormente, pero al diseccionarlo, se dio cuenta de que estos peces pequeños no eran crías, sino machos de la misma especie…“El pez macho es simplemente un apéndice de la hembra y depende completamente de ella para su nutrición. Tan perfecta y completa es la unión del marido y la mujer, que casi se puede estar seguro de que sus genitales maduran simultáneamente. Quizás no sea demasiado fantasioso pensar que la hembra pueda controlar la descarga seminal del macho para asegurarse de que se lleva a cabo en el momento adecuado para la fertilización de sus óvulos”.

Para acercarnos más a la actualidad, y recordamos la película Buscando a Nemo, se pueden ver los cerátidos que son esos peces con bocas gigantes y dentadas que viven en los abismos de los mares, por debajo de los 300 metros de profundidad. a profundidades tales donde no llega la luz del sol, así que estos monstruos marinos tienen que utilizar un señuelo luminoso para atraer a las presas. La bioluminiscencia es producto de una relación simbiótica con las bacterias que habitan en la lámpara y proporcionan luz a cambio de nutrientes y protección. Sin embargo, todas estas características son únicamente las hembras, ya que esta especie tiene un dimorfismo sexual muy especial, del cual nos ocuparemos hoy en este blog.

Los Lophiiformes son un orden de peces teleósteos de enormes cabezas, anchas, chatas y deprimidas, con enorme boca, piel desnuda, aletas carentes de espinas, y aletas pectorales sostenidas por un corto brazo. . Pueden crecer hasta alcanzar los 2 metros, aunque lo más común es que lleguen hasta 90 cms. Su peso máximo es de 30 kg Estos peces comprenden dos familias importantes, lofidos y antenaridos. Pueden crecer hasta alcanzar los 2 metros, aunque lo más común es que lleguen hasta 90 cms. Su peso máximo es de 30 kg. Algunas especies particularmente las del suborden Ceratioidei -como ejemplo está el rape de aguas profundas- presentan un dimorfismo sexual extremo y se caracterizan por mostrar una simbiosis sexual del macho pequeño con la hembra mucho más grande. Las hembras de Ceratias holboelli pueden ser hasta 500.000 veces más pesadas que los machos.

Estas especies, son llamados peces óseos por su modo característico de depredación, ya que poseen un rayo de aleta luminiscente (la esca o ilicium) con un ensanchamiento en su extremo libre movible en todas direcciones que actúa como un polo de atracción para otros peces. Algunas especies bentónicas (viven en la base del océano) tienen "patas" en el pectoral y las usan para "caminar" por el suelo del océano.

De este modo pueden atraer a otros peces lo suficientemente cerca para ser engullidos en un rápido movimiento. Esta luminiscencia del ilicium proviene de bacterias simbióticas, que se cree que se adquieren del agua de mar donde habitan, en sus alrededores. Muchos de estos peces viven principalmente en el océano abisal, zona afótica, donde el agua es tan profunda que nada de luz solar penetra para la fotosíntesis, por lo que estos predadores poseen los mencionados señuelos bioluminiscentes – via simbiosis bacteriales.

En una adaptación vinculante, los Lophiiformes son grisáceos, tienen enormes cabezas, anchas, chatas y deprimidas, son pardos oscuros o negros, invisibilizándose y haciendo aparecer sólo el adminísculo luminiscente. La ancha boca se extiende en la circunferencia anterior de la cabeza, y ambas mandíbulas están armadas con bandas de largos y puntiagudos dientes, inclinados hacia adentro, y hasta los puede mover algo hacia adentro para no ofrecer impedimento al tragado, y prevenir cualquier escape desde su boca. Pueden además distender sus mandíbulas y estómago (sus huesos son delgados y flexibles) a enormes proporciones, pudiendo engullir una presa dos veces más larga que su cuerpo.

La mayoría son abisales, pero hay varias familias que tienen representantes de aguas superficiales, como los peces sapo (familia Antennariidae). Otras familias que viven en aguas superficiales son los Lophiidae y los Ogcocephalidae. Esas familias también tienen representantes de aguas profundas, que pertenecen a la superfamilia Ceratioidea.

Quizás uno de los detalles más interesante de estos curiosos peces habitantes de las profundidades sea su sorprendente método de apareamiento: Como ellos son escasos y muy difícil de encontrarlos por su mimetismo, hallar compañero es un problema. Cuando se los comenzó a estudiar y capturar, se encontraban exclusivamente hembras. Estos peces tenían poco tamaño, y todos tenían “unos parásitos” adosados a ellos. No se supo qué eran, hasta descubrir que esos "parásitos" eran los ceratioidos machos.

Cuando un macho de esas especies sale del huevo, ya está equipado con un olfato desarrollado para detectar aromas en el agua. Su aparato digestivo se va atrofiando, y son incapaces de vivir independientemente, de modo que deben encontrar una hembra rápidamente, o sus reservas se agotan y se mueren. Serán precisamente estos sus órganos sensibles olfatorios los que les ayudan a detectar las feromonas que señalan la proximidad de una hembra. Cuando la hallan, se le pegan a su flanco, y segrega una enzima que digiere la piel donde toca, y su boca se fusiona con la hembra a nivel de vasos sanguíneos.

El macho luego se atrofia para tener solamente las dos gónadas y emitir semen en respuesta a las hormonas en la sangre de la propia hembra, indicando la presencia de un óvulo a fecundar. Este es un ejemplo extremo de dimorfismo sexual. Así, siempre la hembra tiene al macho listo para fecundar. Los huevos de los lophiiformes son muy singulares. Es una fina película de material gelatinoso transparente de 50 a 75 cm de ancho y de 6 a 7,5 m de largo. Los huevos están en unicapas, y cada uno en su propia cavidad. los huevos se liberan en el mar. Las larvas nadan libremente y tienen su pelvis alargada en filamentos.

Los huevos de los lophiiformes son muy singulares. Es una fina película de material gelatinoso transparente de 50 a 75 cm de ancho y de 6 a 7,5 m de largo. Los huevos están en unicapas, y cada uno en su propia cavidad. los huevos se liberan en el mar. Las larvas nadan libremente y tienen su pelvis alargada en filamentos. La distribución de Ceratias holboelli es circunglobal, habitando en aguas tropicales y templadas de todo el mundo.​ Se han encontrado en las zonas mesopelágicas y batipelágicas de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico; aparentemente no esta presente en el océano Antártico. Su rango de profundidad está entre 150 y 3400 m; sin embargo, su capturada suele ocurrir entre 400 y 2000 m. ​Uno podría preguntarse. ¿Por qué no existen otros animales con parasitismo sexual?

En realidad, este solo es el caso de unos pocos cerátidos, ya que existen 168 especies y en apenas 23 de ellas los machos están obligados a unirse permanentemente a las hembras para sobrevivir. En la mayoría, los machos se unen temporalmente o no llegan a hacerlo. Los médicos que hacen trasplantes, saben que unir cuerpos diferentes no es nada fácil pues el sistema inmunológico de cualquier vertebrado rechaza un tejido que no es el suyo. Pero en los cerátidos esto no ocurre. Hay hembras que pueden llegar a tener hasta ocho machos distintos fusionados. Se ha estudiado cómo puede ser esto posible y en 2020 se publicaron los resultados en la revista Science mostrando que en estos peces aparecen cuatro mutaciones distintas que producen una reducción de la respuesta inmunológica.

Podría ser que el parasitismo sexual haya impulsado los cambios en las defensas, pero los autores del estudio opinan que es más probable que fuera al revés. Es decir: estos peces tienen un sistema inmunológico diferente que permitió el parasitismo sexual, que en otros animales es imposible. Hay especies como el Gigantactis vanhoeffeni cuyos machos no fusionan sus tejidos, pero ya presentan algunas de estas diferencias genéticas.

REF: Laura Camón graduada en Biología por la Universidad de Salamanca y Máster en Primatología por la Universitat de Girona, es una comunicadora científica, a quien debo gran parte de la información sobre estos peces.

Maracaibo, viernes 24 de marzo del año 2023

jueves, 23 de marzo de 2023

El miARN de los pulpos


Entre todos los animales, no hay duda de que los cefalópodos se encuentran entre los más inteligentes. Pulpos, calamares y sepias han demostrado en muchas ocasiones ser capaces de resolver problemas de gran dificultad, y todos ellos cuentan con sistemas nerviosos de una complejidad solo comparable a la de los mamíferos.

Desde septiembre en 2017 conversábamos en este blog sobre los pulpos y su habilidades, en aquel año hablando de los pulpos “de sangre azul” (https://bit.ly/3mVTpe7) y en septiembre, el año pasado 2022 mostramos unos pequeños pulpos de anillos azules (https://bit.ly/3mZUiSO) que son muy venenosos. Algunos investigadores dadas sus extrañas habilidades han llegado incluso a proponer que los pulpos vinieron del espacio. El 3 de agosto de 2015, cuando el genoma del pulpo se publicó en 'Nature', algunos de los científicos que trabajaron en su secuenciación se referían a este animal como a “lo más parecido a un extraterrestre” .

Durante mucho tiempo, los científicos se han preguntado por qué un sistema nervioso tan complejo pudo llegar a desarrollarse sólo en este tipo de moluscos. Ya en 2019, Rajewsky había leído una publicación sobre análisis genéticos realizados en pulpos donde habían descubierto que en estos cefalópodos se produce gran cantidad de edición de ARN, o sea que hacen un uso extensivo de ciertas enzimas que pueden recodificar su ARN. En 2022, un estudio en 'Science Advances' publicado por Rajewsky y sus colegas del Centro Max Delbrück, en Berlín, explicaron que los pulpos poseen un repertorio enormemente expandido de microARN (miARN) en su tejido neural.

Al pensar que los pulpos podrían ser buenos no solo para editar, sino que también podrían tener otros secretos, en colaboración con la estación de investigación marina Stazione Zoológica Anton Dohrn, en Nápoles, se examinaron muestras de 18 tipos diferentes de tejido de pulpos muertos y estos estudios revelaron que estos pulpos llevaba a cabo una gran cantidad de edición de ARN, con una espectacular expansión de un conocido grupo de genes de ARN, los microARN y se encontraron 42 nuevas familias de miARN, en el tejido neural y principalmente en el cerebro.

Los micro-ARN son pequeñas moléculas de ARN no codificantes que regulan la expresión génica a nivel post-transcripcional. Generalmente actúan sobre la expresión genética mediante el silenciamiento o la degradación de los ARNm, y están implicados en la regulación de varios procesos biológicos, como la diferenciación celular, la proliferación, la apoptosis y en el desarrollo embrionario y tisular. Los miARNs representan solo un 2-3% del genoma humano, y se calcula que pueden regular la expresión de aproximadamente un 60% de los genes.

En diciembre del año 2021 (https://bit.ly/3LvRdo4) ya les decía que los pulpos “tienen un sistema de ganglios que forman centros nerviosos y envían mucha información desde todo el cuerpo: algo similar a una red, tal y como el Internet”… Desde una perspectiva evolutiva, los pulpos son los únicos entre los invertebrados, que tienen un cerebro central y un sistema nervioso periférico, que es capaz de actuar de forma independiente. Si un pulpo pierde un tentáculo, el tentáculo permanece sensible al tacto y aún puede moverse.


También es cierto que los pulpos son los únicos que han desarrollado funciones cerebrales tan complejas como el hecho de que usan sus brazos para tareas que requieren de mucha habilidad, (como herramientas para abrir caparazones). Los pulpos también pueden recordar cosas. Pueden reconocer a las personas y, gustarles más algunas que otras. Los investigadores ahora creen que incluso sueñan, ya que cambian el color y las estructuras de la piel mientras duermen.

En febrero de 2022 destacábamos que (https://bit.ly/42lx6ky) que los pulpos son los invertebrados más completos a nivel neurológico y señalábamos previamente como el dolor en los pulpos no se limita a una respuesta orgánica ante lesiones o estímulos dañinos, el dolor o pesar, ya se había observado en los vertebrados, como en los chimpancés y en los perros domésticos que lo padecen, un estudio reveló que los pulpos también tienen esta capacidad.

Recientemente un nuevo estudio publicado en la revista 'Current Biology' ha añadido un nuevo interrogante: tras monitorizar la actividad cerebral de estos cefalópodos, han encontrado unas señales que no tienen explicación. Los autores consiguieron adentrarse en la mente de los pulpos tras implantarles unos electrodos bajo la piel que podían registrar hasta 12 horas de actividad cerebral. Lo que significan exactamente las grabaciones aún no se ha descifrado, pero la investigación demuestra un primer paso para comprender los extraños e intrincados cerebros de estos animales únicos.

“Si queremos entender cómo funciona el cerebro, los pulpos son el animal perfecto para estudiar en comparación con los mamíferos”, explica Tamar Gutnick, investigadora del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (Japón) y de la Universidad de Nápoles Federico II (Italia) y completó señalando que: “Tienen un cerebro grande, un cuerpo increíblemente único y habilidades cognitivas avanzadas que se han desarrollado de manera completamente diferente a las de los vertebrados”.

Así, el equipo se fijó en los electrodos y dispositivos que se utilizan para rastrear la actividad cerebral de las aves en vuelo. Estos dispositivos a menudo están protegidos por una carcasa impermeable de plástico duro que tiene un perfil relativamente grande y, por lo tanto, no es adecuado para la implantación en pulpos, por lo que el equipo desarrolló una carcasa aerodinámica de tubos de plástico. “Si intentáramos conectarles cables, lo arrancarían de inmediato” -explicó Tamar Gutnick-, “así que necesitábamos una forma de poner el equipo completamente fuera de su alcance, colocándolo debajo de su piel”.

Seleccionaron para su trabajo tres pulpos de la especie Octopus cyanea, también conocido como el gran pulpo azul; un pulpo grande con una cavidad dentro del manto -la 'cabeza' del pulpo abombada-, en donde se podría acomodar el dispositivo. Los investigadores implantaron los electrodos dentro de cada pulpo, previamente anestesiado, directamente en los lóbulos frontales superiores verticales y medianos. Después se conectaron al manto del pulpo, donde se encontraba el dispositivo registrador, que tenía una batería para registrar durante 12 horas ininterrumpidamente la actividad cerebral del animal. Una vez insertado el equipo, los autores devolvieron a los pulpos a sus tanques, que tras un tiempo, despertaron y volvieron a su actividad normal -aunque esta vez, monitorizada-. También se instalaron cámaras de vídeo para grabar lo que estaban haciendo y comparar después la actividad cerebral con el comportamiento de cada pulpo.

Lo que quieren decir es un misterio. Los patrones no pudieron vincularse a ninguno de los comportamientos vistos en los vídeos. Pero, aunque pueda parecer misterioso, los autores recalcan que no tiene que encerrar una gran sorpresa: las regiones del cerebro en las que se colocaron los electrodos están asociadas con el aprendizaje y la memoria, y no se requirió que los pulpos realizaran ninguna tarea de aprendizaje o memoria durante el experimento.

Maracaibo, jueves 23 de marzo del año 2023

miércoles, 22 de marzo de 2023

VUDU a lo egipcio


Hay miles de supersticiones conocidas en nuestro mundo moderno y científico y algunas personas hay que se las creen. Piensen en el antiguo Egipto donde lo incomprensible del mundo físico solo cobraba sentido gracias a los mitos… La escasez de documentos dificulta saber cuánto hay de cierto y cuanto de supersticiones en el antiguo Egipto y de ello trata este breve artículo.

Las pruebas más evidentes de prácticas supersticiosas las encontramos en innumerables amuletos de todo tipo que aparecen por doquier cuando en Egipto, se analizan los estratos que van desde el período predinástico hasta la Baja Época. En realidad, son tantos que en algunas clasificaciones podemos encontrar hasta 275 tipos diferentes. El objetivo de esos amuletos era ofrecer a su portador seguridad contra algún tipo de amenaza. En algunas ocasiones podía ser algo concreto, como un el temor de ser mordido por un escorpión o una serpiente; en otros se trataba de amuletos contra las desgracias en general, desde el miedo por una mala caída a la rotura de un hueso, pasando por el temor a que un espíritu malvado provoque un aborto.

En muchas ocasiones, la forma del amuleto tenía que ver con un mito, que es el que le otorgaba su valor y capacidad protectora. Por ejemplo, llevar un loto –una flor que durante el día flota plácida sobre la superficie del agua y por las noches se cierra y se sumerge en las profundidades– implicaba llevar consigo la capacidad para renacer una y otra vez. Lo cierto es que la magia y el modo en que los egipcios la utilizaban, aparece en numerosos documentos: papiros médicos, estelas funerarias, textos religiosos... En ocasiones, el detalle de estos textos es tal, que incluso nos permite conocer el ritual seguido, el material empleado y las palabras pronunciadas para asegurarse de que la magia tuviera lugar y fuera eficaz.
Los egipcios realizaban numerosos ritos para liquidar a sus enemigos, desde pócimas malignas a pinchar figuritas al estilo vudú, una maldición que sufrió en sus propias carnes Ramsés III. Lo sucedido está recogido en un papiro donde se conservan las actas del juicio seguido contra los protagonistas de “la conjura” que casi termina con la vida del faraón Ramsés III. El objetivo era poner en el trono al hijo de una de las esposas secundarias del rey, la cual consiguió organizar desde el harén una trama magnicida en la que implicó a muchos notables de la corte.

Cuando el intento de magnicidio contra Ramsés III no tuvo éxito, los conspiradores fueron arrestados y sometidos a juicio. Sus declaraciones dejan bien claro que para triunfar utilizaron todos los medios a su alcance, incluido lo que hoy llamaríamos magia negra. Para poder distraer y debilitar a los guardianes del faraón, uno de los conjurados fabricó unas figuritas de cera semejantes a las que se acostumbrarían a ser utilizadas en los ritos de vudú, acompañadas de algunos conjuros escritos y de varias pócimas malignas.

El Papiro de Rollin conserva su declaración: "Se puso a hacer escritos mágicos para desorganizar y perturbar y se puso a hacer algunos dioses de cera y algunas pociones, para debilitar los miembros de los hombres. Han estado en posesión de Pay-Bak-Kamen, al cual Re no había permitido que fuera chambelán". No cabe duda de que resultaron efectivos, porque el magnicidio sólo se descubrió cuando los conjurados atacaron físicamente al soberano de los Dos Tierras.

Este mismo papiro de Rollin, permite comprobar también cual era el poder mágico que los egipcios otorgaban a la palabra escrita, capaz por sí sola de asegurar el ostracismo eterno de una persona. El acusado que guardó las figuritas de cera se llamaba Pay-Bak-Kamen, nombre que significa "este servidor ciego". Éste no era su nombre real, sino una modificación malvada del mismo, que originalmente era "Re está a su derecha". Poner por escrito el nombre de alguien significaba que su recuerdo y su persona vivirían por toda la eternidad, y escribir su nombre en un documento para después juzgarlo y condenarlo a muerte era una contradicción. La solución al dilema era rebautizar al reo con un nombre ignominioso, y que al tiempo que lo condenaría al ostracismo eterno.


Dado que su obligación era la de mantener el orden del mundo, la maat, e impedir que el caos se adueñara de todo, el mismo faraón usaba las artes mágicas para debilitar y atacar a sus enemigos a distancia. Es lo que se conoce como rituales de execración. En circunstancias especiales, estos rituales eran realizados personalmente por el faraón. Es el mismo tipo de ideología que nos permite ver al soberano, en las fachadas de los pilonos de los templos, machacar con una maza a los enemigos que tiene a sus pies y agarrados por los cabellos.

El poder de esta magia a distancia fue tal que terminó siendo incluida en los Textos de los ataúdes, con el objetivo de que los enemigos del difunto no le impidieran acceder al más allá: "Palabras para ser dichas sobre una estatuilla de enemigo hecha de cera, sobre el pecho de la cual está escrito el nombre de ese vil enemigo con una espina del pez sinodonte; poner en la tierra en el lugar de Osiris”.

La magia egipcia no sólo era utilizada para causar mal a alguien, ya que se empleaba para lo contrario, como vemos en los papiros médicos. En ellos la magia es un elemento más del proceso curativo, que funciona al equiparar un episodio acaecido en el mundo divino con lo que está sucediendo en el mundo mortal, donde gracias al ensalmo se espera conseguir el mismo resultado que en el caso de los dioses. Un ejemplo se lee en el Papiro Edwin Smith: “Aquello que hay que decir como ensalmo sobre esta medicina: '¡Repelido es el enemigo que se encuentra en la herida! Expulsado es el mal que se encuentra en la sangre, el adversario de Horus, en cada lado de la boca de Isis. Este templo no se viene abajo; no hay enemigo de los conductos en el interior. Estoy bajo la protección de Isis; mi rescate es el hijo de Horus”.

Otro uso benigno de la magia fue el de conseguir los afectos de la persona amada. Los hechizos de amor son más conocidos en época ptolemaica y romana, pero por fortuna conocemos uno de época faraónica, cuyo texto transcrito en reza así: "¡Salve, Re-Horakhty, padre de los dioses!¡Salve, Siete Hathor que estáis adornadas con bandas de lino rojo! ¡Salve, dioses, señores del cielo y la tierra! Vamos, haced que... [aquí se escribe el nombre de ella], nacida de... [sigue el nombre de sus padres] venga detrás de mí como una vaca tras el forraje; como una sirvienta tras sus hijos; como un pastor tras su rebaño. Si ellos no hacen que venga detrás de mí, prenderé fuego a Busiris y quemaré a Osiris".

Javier Arries, autor de «Magia en el Antiguo Egipto» («Luciérnaga», 2016) desvelaría a ABC la realidad sobre los diferentes usos de la brujería en la tierra de los faraonesVídeo00:44. Una realidad distinta a lo que nos mostraría el cine. En la civilización del Nilo la brujería era parte de la vida diaria de sus ciudadanos, estaba en todas partes y además, servía para sanar los enfermos, para protegerse de demonios nocturnos devoradores de bebés o para adivinar el futuro. Los egipcios creían firmemente en el heka, el poder de la magia y nada en el Universo se concebía sin que estuviera animado por ese poder.

La propia existencia del Mundo era para ellos la prueba de la existencia de ese poder. En la cosmovisión egipcia el Universo había surgido a partir de las aguas del Nun, un océano primordial que contenía en potencia todas las cosas, incluidos a los propios dioses. La tierra había emergido de ese océano. Sobre aquella primera colina había surgido el primer dios creador y ese demiurgo (Ra en Heliópolis, Ptah en Menfis, Thoth en Hermópolis, etc.) creó el resto del mundo mediante un acto de autoerotismo, o mediante la palabra, pronunciando las cosas que concebía su corazón y trayéndolas así a la existencia.

Heka, era la palabra con la que los dioses designaban a la magia. Los dioses, los magos y el faraón poseían heka, tenían ese poder mágico vinculado a la propia Creación, que la sostenía en pie, y que les permitía manipular el Universo. Heka estaba en todas partes y aprender a dominar esa fuerza ancestral equivalía a tener el poder de la Creación y de los dioses. Algunas categorías de sacerdotes egipcios, especialmente los sacerdotes lectores instruidos en las Casas de la Vida, eran algo más que intermediarios entre hombres y dioses, eran magos poderosos que sabían manejar el heka en los ritos para mantener el equilibrio del Universo.

Maracaibo, miercoles 22 de marzo del año 2023


martes, 21 de marzo de 2023

Recuerdos y la memoria


So pena de parecer fastidioso, vuelvo con este tema, quizás porque me molesta lo difícil que me resulta cada día, recordar los sueños. Tengo la sensación de que cada vez se me dificulta más, hasta casi sentirme totalmente imposibilitado para recordar lo soñado. Por ello regreso a hablar del tema de la memoria donde se guardan los recuerdos, para quizás indagar sobre los sueños… ¿Dónde están estos escondidos?

La memoria surge como resultado de las conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, creando redes neuronales, que van actuando con un reforzamiento permanente de las sinapsis gracias a la activación de ciertos genes. Estos fenómenos electro químicos se producen gracias a la síntesis de las proteínas correspondiente en neuronas del hipocampo y de la corteza prefrontal.

De manera que podemos afirmar que la memoria no es otra cosa más que los recuerdos y en palabra sencillas los recuerdos son imágenes del pasado que se archivan en la memoria y de esa manera, la información estará codificada, almacenada y recuperada en el sistema nervioso central. Pero esta información no se encuentra desordenada, ella existe diseminada en distintas localizaciones especializadas. En algunas regiones del córtex temporal están almacenados los recuerdos de nuestra más tierna infancia, mientras que el significado de las palabras se guarda en otra región central del hemisferio derecho y los datos de aprendizaje se encuentran en el córtex parieto-temporal.

Todo este proceso de almacenamiento de los conocimientos en la memoria se logra a través de etapas sucesivas que pueden denominarse fases: -Innicialmente una codificación o registro de los conocimientos, antes de pasar a su almacenamiento y finalmente los mecanismos que hagan posible su recuperación; esto último será es el proceso que llamamos “recordar", es decir, evocar y poder reconocer la información antes adquirida y almacenada en la memoria. La recuperación significa traer a la conciencia la información.

Ya lo decía Jorge Luis Borges en su poema Everness: “Solo una cosa no hay, es el olvido Dios que salva el metal, salva la escoria y cifra en su profética memoria las lunas que serán y las que han sido”... Es que acaso lo soñado que supuestamente nunca se ha vivido… ¿Puede estar olvidado? Sabemos que si un determinado recuerdo se evoca pero cada vez menos frecuentemente, el efecto de decaimiento natural superara al efecto del reforzamiento por el uso y se produce una pérdida de efectividad progresiva de la sinapsis, que acabaría por afectar a algún circuito neuronal que interviene en el recuerdo o la habilidad perdida. Ya nos decía el poeta Antonio Machado en Recordar y olvidar “Cuando recordar no pueda, ¿dónde mi recuerdo irá? Una cosa es el recuerdo y otra cosa es recordar”.

Regreso a preguntarme el por qué normalmente no se recuerdan los sueños al despertar, aunque algunas personas dicen poder recordar cada mañana lo que han soñado. ¿Dónde está la diferencia? ¿Hay un almacén onírico en el cerebro de unos y estará cerrado para otros? Sabemos que los recuerdos se forman en el hipocampo del cerebro, y que no es allí donde se almacenan.   El 'depósito' onírico lo tenemos en el neocórtex, la capa más externa del cerebro. Trasladar los recuerdos de un sitio a otro implica que neuronas de ambas zonas se activen de manera sincronizada. En concreto, la información solo se queda archivada cuando al encendido de una neurona del hipocampo le sigue, en cuestión de milisegundos, la activación de otra en la corteza prefrontal, según demostraron hace unos años científicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech).

Los sueños, está claro que son manifestaciones mentales de imágenes, sonidos, pensamientos y sensaciones, usualmente relacionadas con la realidad, las cuales se dan en un individuo mientras está dormido. Eso solo sucede en la fase de sueño de ondas lentas (NREM), que es el momento en que no soñamos. Por el contrario, en la etapa del sueño REM (siglas de 'movimiento ocular rápido' en inglés) soñamos pero no existe la sincronización neuronal necesaria para que la información se almacene. De ahí que los sueños normalmente no se archiven ni pasen a formar parte de nuestros recuerdos a largo plazo.

El único caso en que recordamos las experiencias oníricas es cuando despertamos en plena fase REM, y el sueño está aún 'fresco'. Este tema lo revisamos en este blog en el mes de febrero (https://bit.ly/3xWGzyA) este año 2023. Con todo y con eso, existen personas que recuerdan lo que han soñado prácticamente todas las mañanas. Según un estudio del Centro de Investigación de Neurociencia de Lyon (Francia), tiene que ver con una zona del cerebro llamada unión temporo-parietal, una especie de hub cerebral encargado de procesar la información que está más activo en esos sujetos.

Que esas neuronas entren en ebullición implica que en los 'grandes recordadores de sueños' la sesera es más reactiva a los estímulos auditivos, tanto si están despiertos como si planchan la oreja. Y se despiertan el doble de veces que una persona normal a lo largo de la noche. En esos momentos de vigilia los sueños sí se archivan. De ahí su buena memoria onírica. Manuel Laza León en su blog “Palabras, bosques” se ha interesado en estos asuntos y cree preferible utilizar aquí la palabra “onírica” junto a “memoria”, y no escribir “memoria de los sueños” por la razón de que el término “sueño” en muchas lenguas es ambiguo mientras que la palabra onírico es muy específica, que es el de la palabra griega de la que procede (oneirós relativo a los sueños que se tienen al dormir).

Laza León prefiere dice de la “memoria onírica”, que nos permite recordar al despertar lo que se ha soñado mientras se dormía. Peretz Lavie, en “El fascinante mundo del sueño”, dice él que solemos tener entre cuatro y cinco procesos oníricos, cada 90 minutos, y las estrategias para recordarlos pueden ser a lo largo del día, decir mentalmente “deseo recordar mis sueños al despertar” y -dice él dizque- si se ha deseado con fuerza, “resulta “mágico” acceder al interior de nuestra propia mente... Cuando esto ya ha ocurrido, es muy importante: anotarlos y “así comenzaremos a ser dueños y señores, de nuestro soñar”. Podemos erradicar las pesadillas, podemos también potenciar las cosas que soñamos…etc

Como quien dice… ¡Guao! Yo, bastante escéptico recordé a José José en uno de su temas musicales que decía… “pero lo dudo”…

Maracaibo, martes 21 de marzo del año 2023