Tengo la
suerte de sentir un particular gusto por la Historia Universal quizás desde el
5to grado de primaria, cuando escucharia al padre JoséMaría Joaristi, un gran maestro,
quien también era el director del Orfeón del Colegio Gonzaga. Frente a mi cama en
mi infancia y juventud estuvieron los 12 tomos de la Historia Universal de Espasa-Calpe… Quizás
por eso y algo más, se me ocurrió ponerme a dibujar, ya en la década de los 70
una historieta en tinta china con centenares de imágenes sobre La
historia del Mundo en la Edad Media, que algún día, ojala pronto, estará
en Amazon…
Con la
misma emoción que leyera en 2019 las historias de Ken Follet sobre las
catedrales medievales (https://bit.ly/2Xx7QGo), disfrutábamos
del cine sobre temas de historia, desde “Los
diez mandamientos” a “La
espada en la piedra” o “Invahoe”,
y siempre leyendo, sobre las Cruzadas y la historia de los caballeros
templarios, sentiría como mía aquella época, cuando en 2003 tuve la suerte de
ir a Carcassone y poder percibir allí, más de cerca, la tragedia de los
cátaros. Si regreso al 5to grado, recuerdo que nos aprendíamos
sin mnemotécnias los triunviratos romanos, y el listado de todos los
Césares, antes y después de cruzar el Rubicón… Los idus de marzo y las puñaladas
ante la estatua de Pompeyo “todo
el tiempo empapada de su sangre”:
eso y todo lo demás, lo trataba de rematar releyendo las Vidas
paralelas de Plutarco. ¿Por qué hablar
ahora de estos sucesos históricos tan lejanos? Pues porque estamos iniciando,
otro mes de marzo.
Marco Junio Bruto, fue un político que vivió hacia el final de la República romana es conocido
por el nombre de “Bruto”(https://bit.ly/3SGYLWl)
por ser uno de los principales conspiradores involucrados en el asesinato de
Cayo Julio César en los Idus de marzo del 44 a. C. Bruto fue educado por el político
Catón el Joven y adoptado más tarde por un hermano de su madre, Quinto Servilio
Cepión. Educado en una estricta moralidad republicana, Marco Junio Bruto era un
hombre, quien, según Plutarco, tenía un carácter puro e íntegro, a la vez que
afable. Bruto era adorado por sus amigos, admirado por los buenos, y nunca
odiado por nadie, ni siquiera por sus enemigos, pues era un hombre “de
buen carácter, magnánimo, ajeno a la ira, a la lujuria y a la ambición, y de
ánimo firme e inflexible en lo honesto y en lo justo". Tal era la
imagen de Marco Bruto ante sus contemporáneos, según la recoge Plutarco en su
biografía.
Tras la
guerra, César colmó a Bruto de honores. Lo puso a cargo de la Galia Cisalpina
cuando César se disponía a emprender una campaña contra Catón y Escipión en
África. Cito a Plutarco: …“podría
haber sido el primero entre los amigos de César y ostentado un inmenso poder;
pero el partido de Casio le apartó de este camino.” Plutarco
también relata que César al final, estaba “preocupado por la vida de Bruto, y dio orden a sus oficiales para que no
se matara a Bruto en la batalla, sino que le mantuvieran con vida y le llevaran
prisionero si se entregaba voluntariamente. Plutarco también afirma
que Servilia había mantenido relaciones íntimas con César, de tal modo que
César tenía razones para creer que Bruto podía ser su propio hijo, y de ahí su
preocupación por él.
En los Idus de marzo del 44 a. C., Bruto y sus cómplices asesinaron a César en “uno de los pórticos del Teatro de Pompeyo”. Parafraseando nuevamente a Shakespeare en el discurso de Antonio ante el pueblo, él les diría…“Mirad, aquí clavó su daga Casio. Ved que rasgadura dejó el pérfido Casca. Por aquí, apuñaleó su bien amado Bruto y ved como le siguió detrás la sangre, en tropel, como quien se abalanza a una puerta por comprobar si era en efecto Bruto quien tan grosero aldabonazo daba. Que Bruto, bien sabéis, ¡Ángel era del César!”…
Tras el
magnicidio, Bruto y sus compañeros marcharon al Capitolio "con las manos ensangrentadas y,
mostrando los puñales desnudos, llamaban a los ciudadanos a la libertad". Pero
el pueblo romano, hábilmente manejado por Marco Antonio, reprobó la acción, y
Bruto marchó a Asia, y de allí pasó a Creta y luego a Grecia. A diferencia de
Cicerón rechazó llegar a un acuerdo con Marco Antonio y Octavio-el futuro
Augusto-, pues "tenía
firmemente resuelto no ser esclavo y miraba con horror una paz ignominiosa e
indigna". De modo que en 43 a.C. organizó en Oriente, junto a
Casio, un ejército para defender la causa de la República frente a Antonio y
Octavio.
El choque
definitivo tuvo lugar en las llanuras de Filipos, en el año 42 a.C. En la
primera batalla, Bruto derrotó a las fuerzas de Octavio, pero Casio fue vencido
por Antonio y se quitó la vida. Tres semanas después, Bruto fue
derrotado. En un paraje retirado, desesperado ya, entre confusas
parrafadas filosóficas, Bruto se suicidó arrojándose contra una espada
sostenida con firmeza por su buen amigo y compañero en sus estudios de
retórica, el griego Estratón.
Todavía
hay situaciones que me obligan a pensar en que la historia siempre se repite y
recuerdo lo de “la expedición de Mardonio”, o se puede creer que hay acciones
de políticos actuales que reviven “las delicias de Capua”. Pero lejos estamos
de los tiempos de Aníbal y sus elefantes. Aunque sea ya historia, yo era tan
solo un adolescente cuando supe del Imperio Romano y también cuando me aprendí
el monologo de Shakespeare en boca de MarcoAntonio… “Vengo a enterrar a
César no a ensalzarle, el mal que en vida hacemos sobrevive, el bien, baja a la
tumba con los huesos”… Como diría Brynner
interpretando al Rey de Siam, -Y“etcétera, etcétera, etcétera”…
Sergio
Ramírez una vez comentaría (https://bit.ly/41QTzUj) sobre
los detalles de cómo Suetonio, lograba convencer al lector a través del
registro de lo minucioso. “Fueron once puñales, ni uno más ni uno menos, los
que se levantan contra Julio César”, y veintitrés las heridas recibidas...
Mencionaría entre los emperadores a Adriano, y a psicópatas, como Calígula,
quien “pasaba la noche deambulando con la mente encendida urdiendo
crímenes” o quien “elevaría al consulado a su caballo” y
me obligó a regresar a los Calígula del cine… Él de “El manto
sagrado” interpretado por Jay Robinson, fue inolvidable, o el “Calígula”
de un film pornográfico, en un rol creado para el actor británico de “La
naranja mecánica”, de Kubrick, aquel Malcolm McDowellen...
Así,
mencionado a mi amigo Sergio, el escritor nicaragüense también Premio
Cervantes, daré por terminado hoy este asunto que se refería primariamente a
los idus de este mes, al iniciarse marzo, de este año 2023.
Maracaibo, 3 de marzo, del año
2023.
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