viernes, 3 de marzo de 2023

Los Idus de marzo del 44 a. C


Tengo la suerte de sentir un particular gusto por la Historia Universal quizás desde el 5to grado de primaria, cuando escucharia al padre JoséMaría Joaristi, un gran maestro, quien también era el director del Orfeón del Colegio Gonzaga. Frente a mi cama en mi infancia y juventud estuvieron los 12 tomos de  la Historia Universal de Espasa-Calpe… Quizás por eso y algo más, se me ocurrió ponerme a dibujar, ya en la década de los 70 una historieta en tinta china con centenares de imágenes sobre La historia del Mundo en la Edad Media, que algún día, ojala pronto, estará en Amazon…

 

Con la misma emoción que leyera en 2019 las historias de Ken Follet sobre las catedrales medievales (https://bit.ly/2Xx7QGo), disfrutábamos del cine sobre temas de historia, desde “Los diez mandamientos” a “La espada en la piedra” o “Invahoe”, y siempre leyendo, sobre las Cruzadas y la historia de los caballeros templarios, sentiría como mía aquella época, cuando en 2003 tuve la suerte de ir a Carcassone y poder percibir allí, más de cerca, la tragedia de los cátaros. Si regreso al 5to grado, recuerdo que nos aprendíamos sin mnemotécnias los triunviratos romanos, y el listado de todos los Césares, antes y después de cruzar el Rubicón… Los idus de marzo y las puñaladas ante la estatua de Pompeyo todo el tiempo empapada de su sangre: eso y todo lo demás, lo trataba de rematar releyendo las Vidas paralelas de Plutarco. ¿Por qué hablar ahora de estos sucesos históricos tan lejanos? Pues porque estamos iniciando, otro mes de marzo.

 

Marco Junio Bruto, fue un político que vivió hacia el final de la República romana es conocido por el nombre de “Bruto”(https://bit.ly/3SGYLWl) por ser uno de los principales conspiradores involucrados en el asesinato de Cayo Julio César en los Idus de marzo del 44 a. C. Bruto fue educado por el político Catón el Joven y adoptado más tarde por un hermano de su madre, Quinto Servilio Cepión. Educado en una estricta moralidad republicana, Marco Junio Bruto era un hombre, quien, según Plutarco, tenía un carácter puro e íntegro, a la vez que afable. Bruto era adorado por sus amigos, admirado por los buenos, y nunca odiado por nadie, ni siquiera por sus enemigos, pues era un hombre “de buen carácter, magnánimo, ajeno a la ira, a la lujuria y a la ambición, y de ánimo firme e inflexible en lo honesto y en lo justo". Tal era la imagen de Marco Bruto ante sus contemporáneos, según la recoge Plutarco en su biografía.

Tras la guerra, César colmó a Bruto de honores. Lo puso a cargo de la Galia Cisalpina cuando César se disponía a emprender una campaña contra Catón y Escipión en África. Cito a Plutarco: …“podría haber sido el primero entre los amigos de César y ostentado un inmenso poder; pero el partido de Casio le apartó de este camino.” Plutarco también relata que César al final, estaba “preocupado por la vida de Bruto, y dio orden a sus oficiales para que no se matara a Bruto en la batalla, sino que le mantuvieran con vida y le llevaran prisionero si se entregaba voluntariamente. Plutarco también afirma que Servilia había mantenido relaciones íntimas con César, de tal modo que César tenía razones para creer que Bruto podía ser su propio hijo, y de ahí su preocupación por él.

En los Idus de marzo del 44 a. C., Bruto y sus cómplices asesinaron a César en “uno de los pórticos del Teatro de Pompeyo”. Parafraseando nuevamente a Shakespeare en el discurso de Antonio ante el pueblo, él les diría…“Mirad, aquí clavó su daga Casio. Ved que rasgadura dejó el pérfido Casca. Por aquí, apuñaleó su bien amado Bruto y ved como le siguió detrás la sangre, en tropel, como quien se abalanza a una puerta por comprobar si era en efecto Bruto quien tan grosero aldabonazo daba. Que Bruto, bien sabéis, ¡Ángel era del César!”…

Tras el magnicidio, Bruto y sus compañeros marcharon al Capitolio "con las manos ensangrentadas y, mostrando los puñales desnudos, llamaban a los ciudadanos a la libertad". Pero el pueblo romano, hábilmente manejado por Marco Antonio, reprobó la acción, y Bruto marchó a Asia, y de allí pasó a Creta y luego a Grecia. A diferencia de Cicerón rechazó llegar a un acuerdo con Marco Antonio y Octavio-el futuro Augusto-, pues "tenía firmemente resuelto no ser esclavo y miraba con horror una paz ignominiosa e indigna". De modo que en 43 a.C. organizó en Oriente, junto a Casio, un ejército para defender la causa de la República frente a Antonio y Octavio.

El choque definitivo tuvo lugar en las llanuras de Filipos, en el año 42 a.C. En la primera batalla, Bruto derrotó a las fuerzas de Octavio, pero Casio fue vencido por Antonio y se quitó la vida. Tres semanas después, Bruto fue derrotado. En un paraje retirado, desesperado ya, entre confusas parrafadas filosóficas, Bruto se suicidó arrojándose contra una espada sostenida con firmeza por su buen amigo y compañero en sus estudios de retórica, el griego Estratón.

Todavía hay situaciones que me obligan a pensar en que la historia siempre se repite y recuerdo lo de “la expedición de Mardonio”, o se puede creer que hay acciones de políticos actuales que reviven “las delicias de Capua”. Pero lejos estamos de los tiempos de Aníbal y sus elefantes. Aunque sea ya historia, yo era tan solo un adolescente cuando supe del Imperio Romano y también cuando me aprendí el monologo de Shakespeare en boca de MarcoAntonio… “Vengo a enterrar a César no a ensalzarle, el mal que en vida hacemos sobrevive, el bien, baja a la tumba con los huesos”…   Como diría Brynner interpretando al  Rey de Siam, -Y“etcétera, etcétera, etcétera”…

 

Sergio Ramírez una vez comentaría (https://bit.ly/41QTzUj) sobre los detalles de cómo Suetonio, lograba convencer al lector a través del registro de lo minucioso. “Fueron once puñales, ni uno más ni uno menos, los que se levantan contra Julio César”, y veintitrés las heridas recibidas... Mencionaría entre los emperadores a Adriano, y a psicópatas, como Calígula, quien “pasaba la noche deambulando con la mente encendida urdiendo crímenes” o quien “elevaría al consulado a su caballo” y me obligó a regresar a los Calígula del cine… Él de “El manto sagrado” interpretado por Jay Robinson, fue inolvidable, o el “Calígula” de un film pornográfico, en un rol creado para el actor británico de “La naranja mecánica”, de Kubrick,  aquel Malcolm McDowellen...


Así, mencionado a mi amigo Sergio, el escritor nicaragüense también Premio Cervantes, daré por terminado hoy este asunto que se refería primariamente a los idus de este mes, al iniciarse marzo, de este año 2023.

 

Maracaibo, 3 de marzo, del año 2023.

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