Laura Restrepo González, nació en Santafé de Bogotá, en 1950 y decía ser “aficionada precozmente” a la escritura, pues compuso su primer cuento a los nueve años de edad. Laura Restrepo Casabianca recuerda… "Tuve una infancia muy feliz, en un núcleo familiar: mi padre, mi madre y mi hermana. Llena de viajes, muy nómada, siempre estábamos viajando por todas partes. Mi padre no creía en la educación convencional, entonces mi madre nos metía en colegios y mi padre nos sacaba. Él estaba siempre preocupado porque leyéramos, porque conociéramos los museos, los conciertos... fue una infancia muy libre y muy feliz".
Su padre, que debió abandonar sus estudios a los 13 años para trabajar, no pensaba que las escuelas en general fueran buenas; pero él fue escritor y dominó 6 idiomas a pesar de nunca haber ido a un colegio. Laura prácticamente no asistió regularmente a escuelas porque su padre, empresario, viajaba mucho y llevaba a la familia a todas partes del mundo a las que él iba. Este estilo de vida hizo que Laura nunca pudiera completar un año de estudios en el mismo colegio. Laura asistió a escuelas en California, en Dinamarca a los 10 años asistió una escuela de cerámicas, en Madrid, el colegio la rechazó porque reprobó la prueba de admisión en gramática, matemáticas, costura y bordado, requisitos bajo la dictadura de Francisco Franco.
Diplomada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes, realizó posteriormente un posgrado en Ciencias Políticas, más tarde, profesora de Literatura en la Universidad Nacional y del Rosario. Su participación en política ha tenido lugar en Colombia, en España en el Partido de Trabajadores Socialistas y en Argentina, donde trabajó con la resistencia contra el gobierno militar. Fue muy activa en la política y también hizo parte de la generación del activismo en los años 60. Sus influencias eran la Revolución Cubana, el revolucionario Camilo Torres Restrepo, y los condiscípulos de universidad Concluidos los estudios, comenzó a impartir clases de literatura en la Universidad Nacional y del Rosario, alternando esta labor docente con trabajos periodísticos en medios como Semana, en cuya redacción conoció a Gabriel García Márquez.
En 1983 fue elegida por el gobierno de Belisario Betancur para formar parte de la comisión que debía negociar con el movimiento rebelde M-19. En esta experiencia se basó para preparar y dar a conocer tres años después el reportaje Historia de un entusiasmo, tras cuya publicación recibió amenazas de muerte y tuvo que exiliarse en México y España. Durante los cinco años que duró su exilio pudo mantener nuevos contactos con el grupo guerrillero M-19, hasta que, finalmente, la organización abandonó las armas en 1989.
En 2004 fue nombrada directora del Instituto de Cultura y Turismo de Santafé de Bogotá. Ese mismo año publicó Olor a rosas invisibles. Con su novela Delirio (2004) fue conocida en todo el ámbito hispanoamericano: un jurado presidido por el Nobel José Saramago le otorgó el Premio Alfaguara, y dos años después mereció el Premio Grinzane Cavour 2006 a la mejor novela extranjera publicada en Italia. Antes de esta narración había publicado obras como La isla de la pasión, Leopardo al sol, Dulce compañía (con la que obtuvo en 1997 el Premio Sor Juana Inés de la Cruz), La multitud errante y Las vacas comen espaguetis, esta última dedicada al lector infantil. Su labor periodística ha estado vinculada a diversos medios, como las revistas Proceso y Semana y el diario mexicano La Jornada.
En La novia oscura, asistimos a la historia Sayonara, una joven prostituta que atiende a los empleados de los pozos petroleros en la selva. Tan perturbadora como el elenco de personajes excéntricos que la persiguen en un pueblo miserable en el que bien podría ser considerado como una metáfora de Colombia y de la mayor parte de América Latina. Isabel Allende dijo de ella “La novia oscura es una novela periodística, repleta de agudezas provocadoras y de detalles tan picantes y graciosos que es difícil creer que sean inventados”... También se ha dicho de esta novela que: “…la prosa voluptuosa y lírica de Restrepo logra que uno no quiera cerrar el libro, y la belleza resplandeciente del lenguaje hace que uno no quiera que se termine”.
Laura Restrepo no es ni la Isabel Allende ni la Marcela Serrano de las letras colombianas. A Laura habría que ponerla en el ángulo más abierto, más osado y más amplio, con más recursos narrativos, más vida vivida, más mundo gozado y padecido. Es una mujer y una escritora compleja, difícil de atrapar en pocas frases, quizá como el país donde nació, Colombia, que tampoco se puede explicar en cinco párrafos. Para hacerse una idea: Laura es hija de una familia mucho más que acomodada, fue mucho más que "progre", trotskista dura, militante de izquierda, en un país donde serlo entrañaba todos los peligros imaginables. Por su origen burgués, no la pueden doblegar por hambre...
Canción de antiguos amantes es el nuevo libro de la escritora colombiana Laura Restrepo, publicado por Alfaguara en 2022. Aquí la voz de un escritor se desdobla y se camufla detrás de otras voces. Perdida en el desierto, inspirada por igual en mitos, lecturas y ensoñaciones, esta voz en particular recorre los caminos de la frontera somalí y entabla conversaciones con mujeres migrantes y refugiadas.
Maracaibo, jueves 9 de marzo del año 2023
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