Sigmund Freud batalló intentando corroborar su hipótesis según la cual, la clave de acceso a la obra literaria es el inconsciente y no la intención consciente del escritor. En ese mismo sentido, La mona lisa de Leonardo y La virgen con el niño Jesús y Santa Ana de Caravaggio se explicarían a través de un recuerdo infantil de Leonardo Da Vinci (Freud, 1910), y Los hermanos Karamazov se comprenderán a partir de la personalidad de Dostoievski (Freud, 1928). Esa tendencia psicobiográfica determina toda una primera etapa histórica de lo que se ha denominado la crítica literaria psicoanalítica.
Examinar la literatura desde el psicoanálisis puede descubrir un lenguaje emanado del inconsciente, donde las pulsiones internas y los conflictos de los personajes sin la intencionalidad de categorizar al hombre y a la mujer en trastornos o desviaciones de la normalidad, podrían ser un ejemplo de cuanto puede influir la percepción psicológica de los escritores sobre el mundo interior de sus personajes y cuanto es reflejo de sus propias interioridades subyacentes.
Una metáfora adecuada, permitirá cualquier reflexión necesaria que emane de la literatura lo cual implica que la poética o “los relatos” no tienen que ser juzgados en términos de verdades, ya que los escritores y los poetas solo pretenden decir simplemente “sus verdades” y lo hacen a través de estructuras narrativas que pueden llegar a ser apasionantes por lo que, en vez de ir a buscar la verdad en los filósofos, los lectores pueden buscarla en Proust o en Kafka, en Joyce o en Cervantes, y sin que los filósofos hayan renunciado a decir la verdad, el arte de la poética y la escritura literaria emerge de ellos mismos quienes han asumido esa tarea.
La crítica literaria psicoanalítica realmente, está influenciada por la tradición del psicoanálisis iniciada por Sigmund Freud, y la lectura psicoanalítica se ha practicado desde el desarrollo temprano del psicoanálisis, y se ha convertido en una tradición interpretativa heterogénea. Sin embargo, todas las variantes de la crítica literaria psicoanalítica respaldan, la idea de que la literatura está fundamentalmente entrelazada con “la psique”. Aunque la crítica psicoanalítica pueda ver a los artistas, escritores o poetas, como neuróticos, el artista escapa a muchas de las manifestaciones externas de la neurosis al encontrar en el acto de crear una realización personal.
El Psychopathische Personen auf der Bühne de 1906 resulta ser el texto donde Freud plantea un problema dentro del campo de la literatura con la idea de ofrecer una solución construida a partir del saber psicoanalítico. La posibilidad de identificación entre el espectador y el héroe del drama, para luego efectuar una traducción entre la renuncia narcisista infantil, la función de la fantasía y el masoquismo, llevará a Freud a realizar una clasificación de los diferentes dramas, religioso, social, de caracteres, y particularmente el psicológico ya que será precisamente en el alma misma del héroe donde “se libra la lucha engendradora del sufrimiento”
Los sueños jamás soñados y creados por el poeta para ser atribuidos a un personaje de ficción y pueden ajustarse con las leyes psicológicas de la elaboración onírica descubiertas por el psicoanálisis. Si bien el poeta o el escritor en general no necesita saber nada acerca de las leyes descubiertas por la ciencia psicológica, es indiscutible que en su creación no hay nada que no obedezca a dichas leyes. Freud formula la hipótesis de que posiblemente tanto los poetas como los científicos se nutren de la misma fuente, y que ambos elaboran idénticos objetos aunque cada uno con diverso método.
La crítica literaria psicoanalítica temprana trataba el texto literario como si fuera una especie de sueño analizando el lenguaje y el simbolismo para revertir el proceso del trabajo onírico y llegar a los pensamientos latentes subyacentes; una crítica reductiva, queriendo explicar las ambigüedades de las obras literarias por referencia a una doctrina psicoanalítica ya establecida. En realidad, Freud escribió varios ensayos importantes sobre literatura, y los utilizó para explorar la psique de autores y de personajes, para explicar misterios narrativos y para desarrollar nuevos conceptos en psicoanálisis. Se han criticado, los estudios de Freud y de sus primeros seguidores en el sentido de que muchos psicoanalistas adherentes a Freud no resistieron la tentación de psicoanalizar a poetas y pintores sin comprender que claramente no se puede psicoanalizar a un escritor a partir de sus textos.
Finalmente, literatura y psicoanálisis, pueden verse como el encuentro de dos ciencias que se respetan y se nutren mutuamente, y el examinarlas en conjunto puede ofrecer la posibilidad de ver las raíces de la creatividad, y puede revelarnos la existencia de mundos paralelos en la mente del escritor, su mundo real y el mundo del inconsciente y de cuanto ese mundo interior influye en su creación poética o literaria.
Maracaibo, miércoles 8 de marzo del año 2023
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