domingo, 31 de julio de 2022
Guillermo de Ockham (2)
sábado, 30 de julio de 2022
Guillermo de Ockham (1)
jueves, 28 de julio de 2022
Aln Turing
Con diez cucharas
lunes, 25 de julio de 2022
Medicina Macdonalizada
domingo, 24 de julio de 2022
Como otrora Ulises
.
sábado, 23 de julio de 2022
Cáncer del cuello uterino
Cáncer del cuello uterino
miércoles, 20 de julio de 2022
Para hacer una peli...
Para hacer una peli…
Este artículo representa una aventura que nunca llegó a consolidarse como proyecto cuando aspiraba transformar en cine una de mis novelas, concretamente la galardonada en la Bienal Elías David Curiel del año 1997.
Muestro aquí, tan solo el inicio del guión cinematográfico de “Para subir al cielo”. La película a ser filmada con negativos en Blanco/Negro y en Color.
ESCENA 1:
Negativo en Blanco/Negro
Título: De noche en el interior del “BAR LA GATA LOKA”
Ocurre un sábado del año 1992 a las 2:00 a.m.
Gregorio ( * ) es capturado por la cámara de espaldas y se voltea lentamente; él está sentado frente a la barra, pensando en lo que le ha sucedido…
Gregorio está sentado en la barra de un bar, con poca gente apoyado con los codos en la barra, mirando el movimiento, le sonríe a “una fichera” y continua en lo suyo, mira el reloj ya son las 2 de la madrugada…
Voz en off de Gregorio – ,
Este extraño y silente temor, lo puedo sentir, en el cogote, me ha perseguido desde la guardia del viernes… No puedo dejar de pensar en las latas, estaban cargadas, pero están guardadas, el chorizo oculto, fue un acuerdo entre el Dr Vargas y yo. Choricitos… Salieron de la barriga, se la sacamos a la joven mula… Ni tan siquiera el baile caje Migdalia me pudo borrar este presentimiento… Migdalia esta buena pero es fea con bolas…En ese momento irrumpe por la puerta del bar un operativo de la policía con algunos hombres en traje de civil. Los militares hacen encender todas las luces. Buscan a alguien…
Voz en off de Gregorio –,
Me encontraron, mielda! ahora sí, por andar negociando sin la merca, como que comí chaleco… ¿Caí cómo Chacumbele? A buen resguardo está el chorizo coño ¿y el Dr Vargas? Ya el negocio lo maté cajel gato y al final… Ay Migdalia… ¿Por que me meti aquí, en este maldito bar de mala de mala muerte… Maldita Gata Loka, clasevaina!… Negociare con ellos, Nojoda! Nomejodan cuanto me van a ofrecer?¿Me darán tiempo?Voz en off de Gregorio –
Ponte duro mi papa, duro y curvero, si señor…
Fundido a Negro mientras se escucha ( en off ) la voz en off de Gregorio…. – ¿Y qué será en este instante de la vida del doctor Vargas?Los detalles se pueden leer en la novela “Para subir al cielo…” (2d Ed Maracaibo, Astro Data Ed. 2016).
ESCENA 2
Amanecer en la UD4 de la Urbanización CARICUAO.
Negativo Color
Título: Tras el incendio, un cadáver.
Domingo a las 5:00 a.m en la UD4. Un incendio que se ha producido en un apartamento del quinto piso, y llegaron los bomberos despertando al vecindario, con su despliegue de mangueras y chorros de agua que con dificultad combatían el fuego.Los bomberos romperán con sus hachas la puerta del apartamento para encontrar un cuerpo achicharrado en medio de la sala. Entonces apagan el cadáver con agua, especulan, y esperan al forense, que llega y revisa la escena…
El cadáver es montado en la camioneta de la morgue, evitando que los vecinos “se entrometan” y el forense regresa a su auto y se va mascullando mientras los bomberos se marchan como llegaron, con ruido de sirenas y despliegue de luces, igual se van las patrullas policiales y quedan los vecinos conversando mientras apenas está comenzando el día.
ESCENA 3
Amanece en el apartamento del comisario Jacobo Guzmán
Un reloj de números grandes marca las 6:30 a.m. El estridente sonido del teléfono despierta a Jacobo que estira el brazo y atiende y se escucha la voz de un funcionario policial, el detective SimancasSimancas :– Alo, aló! Comisario Jacobo disculpe la hora… pero acaba de aparecer muerto un funcionario de la forense y usted se preguntará ¿Cómo? Pues quemado Jefazo, nada más y nada menos y con un poco de tiros encima…
Voz de Jacobo en off – Pero… si hoy es domingo, este Simancas…
Simancas :– Mire jefe, me dicen que comenzó a las 5 de la madrugada pero para mi que aquí hay metido algo de Narco por que ese, el difunto, dicen que es el morguero Goyo Chirinos…
Jacobo :- Si, si, si, si, si, ya iré para allá, nos vemos al mediodía
Jacobo cierra el teléfono, regresa a su cama e intentará volver a dormir.
ESCENA 4
Título : en el piso de Daniel Vargas.
Es en el apartamento del doctor Vargas en Las Acacias, en Caracas: - La cámara muestra el reloj de una cocina que marca las 6:32 a.m. La cámara va hacia una hornilla donde está una greca con el café, y aparece el doctor Daniel Vargas quien apaga el fuego y se sirve café, lo prueba y parece evidentemente que él está enfadado. Daniel deja la taza, abre la puerta y sale molesto, pulsa el botón del ascensor, mientras se escucha…
Voz de Daniel en off – La vida es injusta.. Tania no ha llegado y quién sabe qué habrá hecho el GoyoChirinos con los dediles…
……………………………………………………………………………………………….
Hasta aquí en este breve inicio, en el blog lapesteloca se pueden revisar algunos detalles de un guión cinematográfico planificado para llevarse adelante en los años cuando mi hijo, Francisco, popularmente conocido cómo “Murmullo” estaba metido en una onda de hacer cine y realmente con sus amigos produjeron algunos cortometrajes de muy buena factura. Lo traigo, para darle a mi novela una “vuelta de tuerca” (no a lo Henry James) sino por el tema del cine, tan comentado en este blog.Escrito desde Londres el día jueves 21 de julio del año 2022
martes, 19 de julio de 2022
Inmunohistoquímica para el diagnóstico
Inmunohistoquímica para el diagnóstico
x
lunes, 18 de julio de 2022
De la microscopía electrónica...
De la microscopía electrónica …
El doctor José de Briceño
El doctor José de Briceño
viernes, 15 de julio de 2022
La mujer del Metro
La mujer del Metro
Este breve relato, nació
en 1993 como un ejercicio planteado en el Taller de Narrativa del escritor
Eduardo Liendo y surgió de una frase de Henry Miller en su novela “Sexus”, la
cual, como epígrafe, decía: “esa mujer del Metro a la que has seguido, un
fantasma anónimo que reaparece ahora de repente”.
Acepto que ya lo he
publicado antes en el blog. Inicialmente hace ya siete años en julio del 2015.
Años después lo mostré estando en la periferia de Toronto en Canadá, en
septiembre del 2019. Hoy regreso desde Londres, con este breve relato que
“Percibes el calor de su
mano, más sientes sorprendido que te empuja, imaginas sus dedos largos e
intentas atraparlos y notas que se escapan sin remedio, los sentiste clavados
en el pecho con el impulso de su cuerpo todo, su palma y dedos en tu costillar
cuando esperabas tierna caricia tibia y ese tu asombro al inclinarte y
trasponer la línea amarillenta que se pierde en la boca iluminada por el
destello parpadeante de la máquina que crece prontamente.
Trataste de agarrarla,
sí, mas ya vas torciéndote de angustia y tratas de voltear pero tu cuerpo cae
antes de dar la espalda, sin posibilidad alguna de apoyarte, y entonces
distingues aún su mano, pálida, sus uñas escarlata y hasta su rostro crees
detectar entre el gentío, cuando ya has comenzado a descender iluminado todo tú
por el monstruo creciente que emite su mugido agudo y te eclipsa el rumor y los
gritos de la muchedumbre estática, petrificada en el andén.
Te alejas de ellos sin
asidero, sin balance, sin remedio y sabes que era ella. Entiendes que es esa la
mujer del metro, la que has seguido hasta la calle, hermosa y misteriosa, es
esa joven, la del guiño amable, cuando colgabas de la abrazadera, tú, ser
anónimo y te sonrió con su mirada cómplice, guindando tú con tantos otros
cuerpos y aquel multiplicarse de su sonrisa reflejada en las puertas,
¡tantas! Esa, la mujer del metro, la que casi se pierde entre el
tropel a la salida de la calle y tropezarse y empujar y correr desesperadamente
y la impotencia en la escalera atiborrada de figuras inermes, interminable la
escalera eléctrica, ascendiendo.
Esa, la mujer del metro
que desapareció en el resplandor incandescente de la calle, colmado de empujones
e improperios y en el espacio caes y casi ya no ves el brillar de sus ojos, más
otra vez, quizás muy al final logras atisbar su sonrisa. Esa, la mujer del
metro, la que has seguido hasta la calle, la que has perseguido desde lejos sin
entender por qué tenías que hablarle, se esfumó tras un auto antes de
desaparecer tragada por la esquina, ¡es ella!
Tú captaste el mensaje y
corriste como loco escaleras abajo, ese fantasma anónimo se ha materializado, y
carne y huesos, y sonrisa, y aquel guiño achinado y amable, estuvo por segundos
a tu alcance, hasta tocarla casi, cuando ella colocó su hermosa mano con largos
dedos de uñas esmaltadas de un rojo sangre sobre el pecho tuyo, y la sorpresa,
el fuerte ramalazo y tu trastabillar en el asombro.
Esa, la mujer del metro
te entregó todo el peso de su hermosa figura y tú te fuiste más allá de la
línea amarilla y no obstante, todavía lograste detectarla entre la gente,
arriba, desde el abismo, sin retorno ya, ante la máquina que gruñe y pita y
bufa encandilándote.
Esa mujer del metro,
seguro estás, proviene de esa tú pesadilla reiterada, la de un sinfín de
madrugadas sudorosas, de tantísimos despertares crispados, corazón al galope
tendido, de angustias sostenidas, toda una vida de búsqueda infructuosa, hasta
encontrarla, ¡al fin!, ¿después de cuantos años?, ya casi de cabeza lo
entiendes todo, ¡claro!, es tú fantasma anónimo que reaparece ahora de repente
cuando la máquina acezante ruge casi encima de ti...
Wimbledon, Londres el viernes 15 de julio del año 2022