Los
caballitos de mar son peces con una forma extraña y nadan erguidos, y se
conocen más de 45 especies que viven en
aguas costeras de todo el mundo. Con su cabeza similar a la de un
caballo, sin embargo, cada caballito de
mar tiene un aspecto propio. Pueden lucir manchados, moteados o rayados
y algunos están adornados con volantes de piel, puntas y coronas. La especie más pequeña no es más grande que
un maiz; el más grande puede alcanzar más de 30 centímetros desde la
cabeza hasta la punta de la cola. con un promedio de vida en la naturaleza
de 1 a 5 años miden de 15 a 35 centímetros.
El término “hipocampo”, como se
llama también a los caballitos de mar, deriva de dos palabras griegas: hippos
(caballo) y kampos (sinuoso, curvado). Los hipocampos, además de ser unos
animales fascinantes están asociados a la mitología y a numerosas leyendas. Es
común ver a Poseidón, el dios griego de los mares, cabalgando sobre las olas en
un carro tirado por grandes hipocampos (cabeza de caballo y cuerpo de monstruo
marino). En la mitología romana, Neptuno, se ve “domando las aguas del océano”
en la Fontana di Trevi.
Los
caballitos de mar son peces con una forma extraña y nadan erguidos, y se
conocen más de 45 especies que viven en
aguas costeras de todo el mundo. Con su cabeza similar a la de un
caballo, sin embargo, cada caballito de
mar tiene un aspecto propio. Pueden lucir manchados, moteados o rayados
y algunos están adornados con volantes de piel, puntas y coronas.
Los
colores varían y pueden cambiar con la contracción de un músculo para
camuflarse o para marcar a un enemigo o pareja potencial. Los caballitos
de mar poseen placas óseas cubiertas de carne en lugar de escamas, ojos que
funcionan independientemente unos de otros y colas prensiles, que se utilizan
para sujetar elementos de sujeción en el lecho marino para evitar la deriva y
durante el cortejo, para unirse entre sí.
Los
caballitos de mar prefieren aguas tranquilas y poco profundas y
prosperan en lechos de pastos marinos, manglares, estuarios y arrecifes de
coral en aguas templadas y tropicales de todo el mundo. Nadadores relativamente
torpes, estos peces se mueven agitando frenéticamente (hasta 70 veces
por segundo) una aleta dorsal (en la espalda) y se apoyan en unas
pequeñas aletas pectorales para estabilizarse y dirigirse. Como se cansan con
facilidad, muchos son arrastrados por fuertes corrientes o mueren en mares
agitados.
En los peces la gestación la
realiza la hembra, se sabe que en el pez platy, se expresan genes de la
subfamilia C6AST que codifican para
las enzimas coriolíticas, implicadas en la disolución de la membrana que rodea
al huevo (corion) para lograr su eclosión, es decir la salida de los embriones.
Esta subfamilia de genes ha sufrido, en el caballito de mar, duplicaciones en
tándem dando lugar a seis genes, de los cuales cinco están altamente expresados
en la bolsa de cría del macho, lo que sugiere su función en el embarazo
masculino, posiblemente por una reconfiguración de la regulación de esos genes.
Las regiones no codificantes del ADN son muy importantes en los
hipocmpos porque pueden contener secuencias regulatorias como potenciadores,
represores y aisladores génicos. Los potenciadores se unen a los factores de
transcripción para aumentar los niveles de transcripción de un gen o grupo de
genes, los represores controlan la transcripción de otros genes y los
aisladores son secuencias que delimitan regiones funcionales (donde hay genes
que codifican proteínas).
En el caballito de mar se han
perdido muchas de estas zonas no codificantes, fundamentalmente cerca de los
genes SALL 1A, SHOX e IRX5A que están asociados al desarrollo
de las extremidades, corazón, riñones y esqueleto. Los patrones de expresión
alterados de algunos de estos genes pueden conducir a fenotipos diferentes como
ausencia de aleta pélvica o placas óseas en lugar de escamas, aunque los
científicos necesitan estudiar más el papel que juega la pérdida de regiones no
codificantes y la evolución del caballito de mar.
Los
caballitos de mar son depredadores de emboscada: se quedan quietos
y esperan a que el kril, los copépodos, las larvas de peces y otros diminutos
comestibles pasen flotando y luego los atrapen a una velocidad notable y sin ser masticados (por la falta de
dientes) pasan al estómago y por lo que deben comer constantemente. Al no
tener dientes ni un gran estómago para almacenar la comida, estos animales
utilizan sus largos hocicos como aspiradoras para extraer el plancton casi sin
interrupción.
¿Por qué no tienen dientes? La
familia de genes SCPP, secretores de
fosfoproteínas de unión al calcio, que son fundamentales para la mineralización
de los tejidos como huesos y esmalte dental y los caballitos de mar, poseen dos
grupos de genes SCPP: los ácidos que
regulan la mineralización del colágeno en huesos y dentina y los ricos en
prolina/glutamina que están involucrados en la formación del esmalte
dental. Los hipocampos carecen de los
segundos y si los tienen están en forma de pseudogenes, es decir que no se
expresan, transformándolos por esta circunstancia en unos animalitos
desdentados. Por ello, no mastican el alimento, sino que lo chupan con la
presión que generan sus fuertes hocicos.
El olfato de los hipocampos es útil
para cazar, conseguir pareja y escapar de los enemigos, sin embargo la capacidad
olfativa de los caballitos de mar está disminuida porque le faltan varios genes
relacionados con los receptores olfatorios. Esta “carencia genética” se ve
compensada con un gran sentido de la vista, cada ojo se mueve
independientemente del otro, el que usan para ubicar a sus presas. Los genes de
la llamada “caja T” que contiene los
factores de transcripción implicados en el desarrollo de las extremidades en
ausencia de aletas pélvicas está relacionada con la ausencia del gen TBX4, el cual es fundamental para el
desarrollo de las patas traseras en los mamíferos y de las aletas pélvicas en
los peces.
Los
caballitos de mar son grandes bailarines, dan vueltas alrededor de
un objeto flotante o de otro, hacen destellos de colores y entrelazan sus colas
durante el apareamiento, que a veces puede durar días. Conocidos por mantener a
los mismos compañeros de por vida, el compromiso de las parejas puede ser en
realidad menos duradero: si los dos se separan durante algún tiempo, o si la
salud del macho se deteriora, la hembra puede cambiar de pareja en lugar de
quedarse con su elección original.
En una
inversión de roles reproductivos exclusiva de los caballitos de mar y otros
miembros de la familia Syngnathidae (que también incluye
peces pipa y dragones marinos), los machos experimentan el
embarazo. Durante el apareamiento, una hembra usa un tubo llamado
"ovipositor" para colocar sus huevos en la "bolsa de cría"
frontal del macho. La gestación de las crías del hipocampo la hace
el macho en una bolsa abdominal donde la hembra inserta los huevos que pasarán
a ser embriones y que posteriormente serán nutridos allí hasta el nacimiento y
una vez que los libera ya quedan libres. Los caballitos de mar y de otros miembros de la
familia Syngnathidae los machos experimentan el embarazo.
Durante
el apareamiento, una hembra usa un tubo llamado "ovipositor" para
colocar sus huevos en la "bolsa de cría" frontal del macho. Luego
incuba, nutre y lleva a las crías a término, generalmente de dos a cuatro
semanas. Un caballito de mar macho puede llevar más de mil embriones en su
bolsa de cría al mismo tiempo. Luego
incuba, nutre y lleva a las crías a término, generalmente de dos a cuatro
semanas. Con poderosas contracciones dará a luz crías completamente
desarrolladas, desde docenas hasta más de mil dependiendo de la
especie. Los caballitos de mar recién nacidos, a la deriva, son
inmediatamente vulnerables a los depredadores y pocos sobreviven sus primeros
días.
Un
caballito de mar hembra pone docenas, a veces cientos, de huevos en esa bolsa
en el abdomen del caballito de mar macho. Cuando llega el momento de dar a luz, el papá
bombea agua a través de la bolsa, liberando cientos de alevines o caballitos de
Llamada bolsa de cría,
se asemeja a la bolsa de un canguro para llevar crías. Las crías de los
caballitos de mar eclosionan después de 45 días en la bolsa, se encuentran con
otros caballitos de mar bebés y flotan juntos en pequeños grupos, aferrándose
unos a otros usando sus colas. Deben encontrar comida y esconderse
de los depredadores tan pronto como nacen.
Maracaibo, miércoles 12 de junio del año 2024
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