Supongo
que ya mis asiduos lectores saben que un tinitus constante, desde hace años
viene llenando mis silencios, que una vez describí de esta manera: “cual si estuviese bajo un inmenso baobab de
los de El Principito, cuajado de chicharras, las cigarras, que
chirrían, con una sonoridad brillante” (https://bit.ly/2XsnnY8), y he
dicho antes, que quizá de allí viene mi costumbre de sostener perenemente, un
hilo musical, en mente. Es por eso que he insistido, en que “el cantar
tiene sentido” y cantando por diversas naciones he ido, cada vez que he
podido… (https://bit.ly/2z16JW4) y surge
el “de León”, que no es Oscar sino Fray Luis, con aquello de los pocos sabios
“quenelmundo han sido”…
Tener grillos es algo personal, mucho-muy es, pues cuando
están “en la cabeza” habitualmente son cosas de “tarados”; grilletes existían
en La Rotunda de Nereo Pacheco, pero estos grillos son otra cosa, aunque, “¡Eco!”…
¿A poco? ¿No dizque era de unas “taras” de lo que íbamos a hablar? Quizás el
regresar “tiniqueteando”, me obligarán igualmente, a estar pensando, y con frecuencia,
solo a mi mente llegan letras de poesías, o tal vez, pos quizás, las de algún
corrido mexicano…
Pos recordé, que sí, lo había cantado, el tan
mentado… La historia triste de un
ranchero enamorado, o la triste historia del mero mero, borracho
jugador y parrandero, y me imaginé otra vez estar en una casa en San Antonio de
los Altos, con un amigo colombiano, los dos, cantando a duo... Mexicanísimos
nos veíamos, Gerzaín y yo, cual si fuésemos cuates… ¡Como hermanos! “Pistola
en mano se le echaron a montón. Estoy borracho les gritaba y soy buen gallo”… A
poco, pero venga le cuento y vea, me diría Gerzain si acaso fuese caleño… ¿Pero,
no? ¡Gua, pos no!
Zoológicamente… -¡Anjá…Como que ya vamos a
entrar en el asunto!- Las antiguamente denominadas “taras maraqueras” (y a mis remotos recuerdos de la infancia me
remito) hace rato que sé que corresponden a locusta migratoria,
y me entero, de que las últimas grandes plagas de langosta en el norte de
África se sucedieron, en los años 1987 y 1993 pero es que yo, las “taras maraqueras” que recuerdo son muy
maracaiberas. Todas me remiten a mis años de infancia y las revivo, como un
asunto ya muy lejano, por allá por la década de los 40 del pasado siglo XX.
Pero, les miento (adviértoles que tengo
“licencia de novelista” para mentir sin perder la decencia- es pésima costumbre, ciertamente y a duras
penas yo la acato sin cumplirla, perezrevertinamente (https://tinyurl.com/4ka33pbp) hablando),
porque como siempre, casi todo ya ha sido dicho, y a veces, hasta repetido, pesteloqueando en este blog.
Ya casi,
suponía yo ilusionado, que resuelto estaba el rollo de “los grillos”, y lo de
mi tinitus igualmente, pero al reexaminar las langostas africanas, al fin y al
cabo son insectos vengo y me entero de que en esa familia Gryllidae existen casi un millar
de especies,
y además, les llaman los ortópteros,
y llegan a medir hasta de 3 cm de largo, con su cabeza grande, y
antenas largas,
con alas anteriores
duras y tienen sus patas posteriores listas para saltar. Se sabe que el sonido que producen lo hacen para el
cortejo, y lo consiguen frotando las alas entre sí, y es tan característico… ¿De
dónde sale eso de “Locusta”? ¿Será
acaso el nombre de alguna maracucha? Noup…Cuentan que era una esclava que
contrató Agripina y dizque era una experta
en preparar venenos… ¡Na guará!
Esa historia de Agripina (la madre de Nerón de quien dijera hace unos
días la brillante periodista Sebastiana, que “el nuestro” parecía iba a hacer
con el país lo que Nerón hizo con Roma, e imaginé al tipo envuelto en una
sábana, lucía como un fardo pero sostenía una lira e iba, cantando… ¿Odas?, no
me… Un Peter Ustinov cualquiera entonando… “¡Ohh ardientes llamas!, ¡Ohh
flama divina!” ¿A dónde vamos?, sí… ¡Quo vadis! Pensé en un Petronio
tipo Leo Geen, y en el propio Ustinov-Nerón diciéndole, “una lágrima por
Petronio y otra por mí”… Grotesca analogía, ver al tipo envuelto en aquella
sábana, dispuesto a cantarle a su país inflamado…
Pero regreso a la esclava de la Antigua Roma, cuyo nombre significa ‘langosta’ en latín, que era una envenenadora de confianza al servicio de Agripina, la madre de Nerón que terminaría envenenando a Claudio, y a su hijo, Británico, fruto del anterior matrimonio del emperador con Mesalina, y así todas estas circunstancias hicieron de Locusta una de las más antiguas asesinas en serie de la historia hasta que el senado romano se rebeló en contra de Nerón, y Locusta fue sentenciada a muerte… Pues señores… Locusta migratoria se denominan estos saltamontes o langostas y yo, por mi cuenta las he asociado con los grillos, los pequeños, saltamontes (no son los del Kun Fu) si los de mis recuerdos lejanos, de cuando niño…
Pude
conocer las “taras maraqueras” como me las mostraría mi padre, y era el apodo
de quienes eran realmente “las langostas”, cuando él nos relataba que eran
aquellas mismas responsables de verdaderas nubes de esos insectos que en su
infancia y juventud, llegaron en ocasiones a volar sobre Maracaibo causando
estragos en la vegetación. Así que las “taras maraqueras” siempre fueron para
mí los mismos bichos voladores de “las 7 plagas de Egipto”, las de los 10
mandamientos de DeMille con el faraón encarnado en Yul Brynner como lo mostraba
la TV en la Semana Santa, pero para mí las “taras maraqueras” seguían siendo
aquellos temibles, colorados saltamontes, como el que se ve en la foto (ver).
Lo cierto
es que “las taras maraqueras” no son tan antiguas como para pensar que solo
existían en las escenas bíblicas y aparecían como una de “las siete plagas”. En
el año 2020 se describieron grandes brotes de estas langostas en África
oriental y en Asia sudoccidental, y en concreto en la región del Mar Rojo, como
para recordarnos el Nilo y las tierras faraónicas. Allí, aquí, y en todos esos
ámbitos, la FAO ha sabido monitorizar el combate frente a “la langosta del
desierto”, creando las necesarias alertas a través de un eficiente servicio de
información, el DILS-por sus siglas en inglés- que actúa climatológica,
temperatura y la ubicación de las langostas en los diferentes países.
En el norte de África se sucedieron grandes plagas de langosta en los
años 1987 y 1993. Las langostas llegarían a zonas de Marruecos, de Argel, y se
extenderían hasta Cabo Verde y creo que una vez recordé como estando en
Fuerteventura, la isla Canaria cercana al Sahara occidental presenciamos una plaga
de langostas migratorias, las también conocidas como “langosta africana” que
llegó como si fuese “la calima” y en la vecina isla de
Lanzarote cubrió el cielo de la isla y nos
tocó en suerte ya que estábamos asistiendo a una reunión de patólogos en Fuerteventura,
y pudimos ver como volaban miles de estos insectos sobre el cielo de la isla.
Las langostas del Sahara, recuerdo haber (https://tinyurl.com/4ka33pbp) relatado que son “catiras” -güeras- les diría un cuate mexicano- (y les muestro su foto), para volver a plantear si acaso la razón de este color amarillento sea posiblemente mimetismo con las arenas del desierto o si caso estarán tostadas por el sol… Las langostas originales del Sahara, definitivamente no son las que ya conocía como las “taras maraqueras” en mi lejana infancia, en Maracaibo.
Maracaibo, viernes 12 de abril del año 2024
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