Los brocosomas son
gránulos microscópicos de estructura compleja, secretados por los saltamontes,
recientemente comentados (https://tinyurl.com/wmbt8r3m) en este
blog lapesteloca hablando de grillos,
que también son llamados chicharritas en México, son aquellos insectos que pertenecen
a la familia Cicadellidae, del orden Hemiptera.
Los brocosomas, fueron descritos por primera vez en 1952 con la ayuda del microscopio electrónico.
El
nombre, es derivado de las palabras griegas ("brochos": malla o red) y ("soma": cuerpo), y se refieren a la
característica superficie reticulada de estos gránulos. La mayoría de las especies
de saltamontes producen brocosomas
huecos, esféricos, 0.2–0.7 micrómetros de diámetro, con una pared exterior en
forma de panal. A menudo constan de 20 células hexagonales y 12 células
pentagonales, de manera que cada brocosoma
tiene la forma de un icosaedro truncado lo que equivaldría a la
geometría de una pelota de fútbol y de una molécula de C60, el llamado “buckminsterfullereno”. La composición química
incluye varios tipos de proteínas y, según algunos estudios, también lípidos.
El buckminsterfullereno, “buckybola” o “futboleno” es
una molécula de fullereno esférico, con la fórmula empírica C60, que presenta una
estructura tridimensional en forma de jaula integrada por anillos de carbono
unidos en una configuración de icosaedro truncado que se asemeja a
un balón de fútbol. El descubrimiento casual de
una tercera forma alotrópica del carbono en 1985,
dio a conocer una estructura fundamentalmente diferente de jaulas cerradas de
carbono, que se denominaron fullerenos.
Esta nueva familia
de "compuestos" no planos de carbono ha generado un inmenso interés
dentro de la comunidad científica en un corto periodo de tiempo, con miles de
artículos publicados sobre fullerenos y materiales basados en fullerenos en los
años 1990s.Los brocosomas se encuentran
en la superficie del cuerpo de las hembras de los saltamontes y a veces en sus
huevos. Son unas estructuras submicroscópicas, hidrofóbicas que ayudan a
mantener la cutícula seca. También se han encontrado estas partículas en muestras
de aire por lo que se pensó que era posible que fácilmente contaminasen cualquier
superficie, lo que explicaría la razón de algunos informes erróneos sobre los
brocosomas en otros insectos.
Al sistema excretor de los artrópodos y tardígrados
lo denominan Túbulos de Malpighi.
Ellos son una serie de tubos ciegos, largos y angostos que se desarrollan por
evaginación de la parte anterior del último segmento intestinal o proctodeo. Cada tubo posee una sola capa
de células con un extremo ciego y otro extremo que desemboca en el aparato digestivo. El número total de
túbulos varía según la especie, en general en múltiplos de dos; pero puede
haber más de un centenar.
En la mayoría de los insectos, los tubos de
Malpighi poseen musculatura que sirve para mezclar el contenido de los túbulos
y para aumentar el contacto de los tubos con la hemolinfa. Determinadas órdenes
de insectos Thysanura, Dermaptera y Thysanoptera no
poseen tales músculos. Otros como los Collembola,
-que son hexápodos relacionados
con los insectos- y los Aphididae (del orden Hemiptera)
carecen totalmente de tubos de Malpighi. Se desconoce si los sistemas de los
arácnidos, insectos y miriápodos son del mismo origen evolutivo, homólogos, o no, ya que otros grupos de
invertebrados tienen sistemas excretores de otro tipo, llamados nefridios.
Los tubos de Malpighi son eficientes en desechar
productos nitrogenados innecesarios con una mínima pérdida de agua.
Mecanismo utilizado por muchos arácnidos e insectos que pueden colonizar
entornos muy áridos. La pre-orina que se forma por medio del transporte
de electrolitos y
desechos nitrogenados se cree que a través de las paredes permeables de los
túbulos, estos desechos como urea y aminoácidos pasan
por difusión mientras que los iones como sodio y potasio requieren
un mecanismo activo de bombeo y el agua sigue a estos
iones. La pre-orina junto con los productos de la digestión se mezclan en el
intestino posterior, y en ese punto, el ácido úrico cristaliza
(se precipita)
mientras que los iones de sodio y potasio junto con el agua son reabsorbidos
por ósmosis activa en el recto. El ácido úrico que queda es eliminado con las
heces. Este es el modo de acción más simple de los tubos de Malpighi en
insectos como los ortópteros.
La orina no se forma en los túbulos de Malpighi por
filtración, como ocurre en protonefridios y metanefridios, sino que surge a
partir de la secreción activa de K+ (y en ocasiones también de
Na+) hacia la luz del túbulo. En ese transporte no participa la ATPasa de Na+/K+,
sino una ATPasa V,
no tan común pero muy antigua. Al parecer, la ATPasa V genera un gradiente de
protones entre la luz del túbulo (alta concentración) y la hemolinfa (baja
concentración), de manera que el movimiento de protones desde el interior del
túbulo hacia el medio interno impulsa el movimiento en sentido contrario de K+ (y
Na+), mediante el concurso de transportadores CPA (antiporters
catión-protón) localizados en determinadas células epiteliales de los túbulos.
Este dispositivo permite transportar ciertas sustancias contra gradiente
gracias a la energía que aporta una sustancia que se mueve a favor de su
gradiente de concentración, protones en este caso.
Los largos tubos “malpighianos” se suelen encontrar
enrollados y se encuentran bañados por hemolinfa y
en proximidad a tejidos adiposos. Las células de sus paredes son ricas en la
proteína actina que
sirve de soporte y en microfilamentos para la propulsión de sustancias. Los brocosomas son producidos por determinadas
células glandulares especializadas de los túbulos de
Malpighi (el principal órgano excretorio de insectos, que a
veces realiza otras funciones). Cada célula simultáneamente produce muchos brocosomas en el citoplasma a
través del complejo de Golgi, y los excreta al exterior de
modo que los libera en el lumen del túbulo (ver esquema).
El fluido formado en los túbulos
llega al intestino posterior con una concentración osmótica similar a la de la
hemolinfa, aunque con una composición muy diferente. Ciertas células
especializadas del recto pueden seguir modificando las características del
fluido antes tubular y ahora rectal. Su papel es especialmente necesario en
condiciones de baja disponibilidad de agua. En esos casos se puede producir una
intensa reabsorción de agua, en la que está implicado también el KCl, cuya
reabsorción en el recto permite que se produzca el movimiento de agua desde la
luz rectal a la hemolinfa. Esa reabsorción de agua puede dar lugar a una fuerte
elevación de la concentración osmótica, lo que unido a la secreción activa de
protones hace que el ácido úrico llega a precipitar, de manera que es expulsado
al exterior en forma de uratos sólidos o semisólidos.
Después de cada muda, el saltamontes
emite del ano gotitas de líquido con brocosomas
y procede a desparramarlas sobre el nuevo tegumento. Continúa desparramando brocosomas por todo el cuerpo durante
el acicalamiento, y se ayuda para esto, con hileras o grupos de espinas en las
patas. La capa de brocosomas es muy
hidrofóbica, es decir, repele el agua y también repele las secreciones del
mismo insecto, algunas de las cuales pueden ser irritantes.
En varias especies del Nuevo Mundo, los saltamontes cubren las masas de sus huevos con brocosomas. Las hembras preñadas de algunos géneros dejan de producir brocosomas típicos y producen otros alargados de hasta 20 μ de longitud; antes de poner los huevos la hembra deposita estos brocosomas en sus alas anteriores y después los transfiere a los huevos recién puestos con sus patas posteriores. Esta masa polvorienta puede servir de protección contra parasitoides de huevos del orden Hymenoptera (uno de los órdenes más numerosos de insectos, con unas 153 000 especies descritas -cuyo nombre proviene de sus alas membranosas- y comprende a las abejas, abejorros, avispas y hormigas, entre otros.
El sistema formado por los túbulos de
Malpigio y el recto es, como hemos visto, muy flexible, puesto que puede dar
satisfacción a necesidades muy dispares en lo que al balance hídrico se
refiere. Esa flexibilidad se basa en el recurso al transporte activo de sales y
a unas disposiciones microanatómicas complejas que permiten recuperar agua en
condiciones en que el resto de especies de invertebrados no pueden hacerlo. Es
posible que esa gran flexibilidad haya sido una de las claves del gran éxito de
este grupo, al que pertenece el mayor número de especies animales existentes.
Como hemos comentado en este blog (https://tinyurl.com/wmbt8r3m) y como
está señalado en el documento publicado en Proceedings of
the National Academy of Sciences los hallazgos recientes sobre
los brocosomas ofrecen información
clave sobre el diseño de materiales ópticos bioinspirados
desplegables con aplicaciones potenciales en recubrimientos antirreflectantes
omnidireccionales, el cifrado óptico y un posible camuflaje multiespectral”.
Maracaibo,
miércoles 10 de abril del 2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario