miércoles, 3 de abril de 2024

“El extraño caso”, nuevamente…

 

No quisiera ni mencionar un triste y desagradable incidente protagonizado por quien lamentablemente había disfrazado su personalidad para fingir una amistad falsaria, creando un absurdo bodrio (https://tinyurl.com/mr3yhrxp) ya reseñado en el blog el año pasado. Hoy debo regresar a Jekyll y Hyde para hablar de un caballero del cine, el genial Spencer Tracy quien se lució en el filme de Víctor Fleming del año 1941, con la Metro Goldwyn Mayer: “Dr Jekyll and Mr Hyde” y lo estoy “nuevamente” trayendo hoy día en 2024, un filme de tiempos cuando yo, ahora de 84 no había cumplido, ni un añito…

Ya había mencionado a Spencer Bonaventure Tracy (1900-1967) al referirme a la inolvidable Katherine Hepburn (https://tinyurl.com/26h3fkfp) el año 2018 en este blog lapesteloca, y es que Spencer Tracy será siempre recordado por películas como La montaña siniestra o El viejo y el mar. Tracy había nacido un 5 de abril (en dos días soplaría velitas) de 1900 en Milwaukee, Wisconsin y fue un niño conflictivo e hiperactivo que ponía poca atención en la escuela y a los nueve años, como buen católico, estuvo bajo la tutela de monjas dominicas en un intento de mejorar su conducta.

Cuando Tracy contaba 17 años, soñaba con entrar en combate, pero la Primera Guerra Mundial se terminó, y él continuaba en una base de la marina estadounidense en Virginia, por lo que decidió retomar sus estudios en el Ripon College… Allí participó por primera vez en una representación teatral y la experiencia le fascinó. Hizo una audición en la American Academy of Dramatic Arts (AADA) en Nueva York y le ofrecieron una beca. Comenzó las clases en la AADA en abril de 1922. Su debut en Nueva York fue en una obra llamada The Wedding Guests en octubre de 1922 y su debut en Broadway sería tres meses después, haciendo un papel de robot en R.U.R. Se graduó en AADA en marzo de 1923.

Spencer Tracy vivió al inicio una prolongada y difícil etapa teatral en Broadway (1923-1930). En 1930, Broadway era la gran mina donde el cine iba buscando gente para sus nuevas películas sonoras y ​Tracy se presentó a algunos “cástines” y actuó en dos cortometrajes. El director John Ford, lo vio y quería a Tracy para el papel principal en su siguiente película, un drama carcelario, pero su productora, la Fox Film Corporation, argumentaba que él no era fotogénico. Ford les convenció de que era la persona adecuada, y Río arriba (Up the River) en 1930 marcó el debut tanto de Tracy como de Humphrey Bogart en la pantalla. Spencer Tracy firmó con Fox y se mudó a California y después de esto, habría de subir a un escenario de teatro tan solo una vez más en su vida.

En el año 1935 Spencer Tracy firmaría con la Metro-Goldwyn-Mayer un contrato en exclusiva y bajo ese nuevo contrato se produjeron rápidamente: La voz que acusa (The Murder Man)(1935) donde también incluía el debut de James Stewart. Vendrían luego Jaque al rey (Whipsaw)(1935) junto a Myrna Loy, filme que tuvo una excelente acogida, e igualmente Flor de arrabal (Riff raff)(1936) con Jean Harlow. Bajo el nuevo contrato produjeron rápidamente: Furia (1936) dirigida por Fritz Lang, que fue la primera película donde Tracy demostró que podía ser un éxito de taquilla y a Furia, le siguió otro éxito de taquilla, San Francisco(1936).

En 1937 Tracy apareció en cuatro filmes: They Gave Him a Gun un drama criminal, pero sería en Capitanes intrépidos la película donde Tracy consiguió su primer Oscar al mejor actor. En 1938 Tracy se reunió con ClarkGable y MirnaLoy en Piloto de pruebas y luego, la MGM lo volvió a escoger como un religioso para Forja de hombres (Boys Town )(1938) encarnando a Edward J. Flanagan, un irlandés sacerdote católico, el fundador de la Ciudad de los Muchachos. Tracy volvió a encarnar al Padre Flanagan en la secuela La ciudad de los muchachos (Men of Boys Town) el año 1941.

A éste filme, le siguió la única incursión de Tracy en el género de películas de terror; una adaptación del Dr. Jekyll y Mr. Hyde dirigida por Víctor Fleming ya famoso por haber dirigido en 1939 Lo que el viento de llevo y El mago de Oz; en el filme con Spencer Tracy actuaría junto a Ingrid Bergman y Lana Turner. Tracy no estaba contento con la película porque no le gustaba el espeso maquillaje que necesitaba para interpretar a Hyde, y la crítica se dividió al respecto sobre la película, pero funcionó bien en taquilla recaudando dos millones de dólares.

Debo regresar pues a la necesaria mención del autor de esta inolvidable historia un escritor que es casi una leyenda de la literatura inglesa, autor de, “el extraño caso” y obligadamente recordar (https://tinyurl.com/bdd3etdr) a Robert Louis Stevenson a quien ya en este blog lapesteloca, 8 años atrás en 2016, habíamos mencionado y luego regresamos para de nuevo (https://tinyurl.com/4v2fzww9) en 2021 refiriéndonos precisamente a “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde” la novela donde Stevenson genialmente nos muestra la hipocresía a través de su personajes, el Dr. Jekyll, un hombre inteligente, conocido y estimado quien debe guardar las apariencias pues tiene una reputación que debe proteger… y Mr. Hyde, su “otro yo”.

Stevenson no bromeaba sobre este asunto (no es como “el otro yo del Dr Merengue”), el escritor, seriamente propone que la naturaleza humana está conformada por dos fuerzas internas, y considera más adelante, que se podría pensar en la posibilidad de que un hombre pueda padecer de lo que será finalmente conocido como una mera “conjunción de personalidades múltiples”, lo que denominarán: “trastorno de identidad disociativo” donde la persona se encuentra bajo el control de dos entidades distintas de forma alternativa…

Aunque afortunadamente es un problema poco frecuente, puede existir en dos vertientes: la forma posesiva y las formas no posesivas. En la primera es como si agentes externos (espíritus, demonios o seres divinos) han tomado el control, un fenómeno que puede asociarse a religiones o culturas con fanatismo extremo y que hasta puede ser aceptado como normal o ser parte de determinadas “culturas”. La segunda vertiente, sería la forma no posesiva que puede ser menos evidente pero que suele desencadenarse súbitamente, en relaciones de afecto o interpersonales. Esta manera de mostrase el trastorno, usualmente suele aparecer y esta descrito, en personas que sufrieron una tensión emocional abrumadora o un trauma, durante la infancia.

Los médicos pueden llevar a cabo con fines diagnósticos, una minuciosa entrevista psiquiátrica y acostumbran a emplear cuestionarios especiales con el fin de identificar el “trastorno de identidad disociativo”, buscando descartar otros trastornos de salud mental. También se puede pedir la realización de una exploración clínica y un análisis de laboratorio para determinar si existe algún trastorno orgánico que pueda explicar ciertos síntomas. La psicoterapia es el tratamiento principal utilizado para integrar las diferentes identidades.

De manera que hablando de “el extraño caso” relatado en la famosa novela de Stevenson y del gran actor Spencer Tracy, hemos terminado describiendo un trastorno cuyo diagnóstico médico puede ser difícil de hacer y al final podría ser ayudado para corregirse a través de la psicoterapia y de tratamientos que ejercen médicos psiquiatras.

En Maracaibo el miércoles 3 de abril del año 2024

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