domingo, 13 de marzo de 2022

Justicia amañada

  

Justicia amañada

 

Hace un par de días que la periodista Sebastiana Barráez informó sobre la triste suerte que han corrido 75 militares venezolanos que presos, han sido sometidos a tortura en las cárceles del régimen que desde Miraflores en Venezuela controla Nicolás Maduro desde el año 2013.

A los militares presos se les han endilgado 24 diferentes causas conspirativas, según un informe de la organización Familiares de Presos Políticos Militares en Venezuela (FPPMV). Molly de La Sotta en el informe de la FPPMV relató como: “Hemos procesado información de violaciones de derechos humanos en más de 100 casos ocurridos desde el año 2014 al 2020. La tortura hacia ellos inicia desde el momento en que son ‘detenidos’ violando sus garantías procesales, y señalados por sus compañeros como ‘traidores a la patria’ sin haber pisado un tribunal. Es a través de las torturas, con las manos esposadas hacia atrás, los ojos cubiertos por capuchas o una carpeta con cinta plástica, que les dan la ‘Bienvenida al infierno’, un infierno que puede durar días, meses o años en sótanos y celdas infrahumanas donde muchas veces la luz del sol puede ser un privilegio”,


Estos casos el mundo sabe que han sido refrendados por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet quien ha detallado en sus informes que el sistema de abusos y torturas aplicado por el régimen de Nicolás Maduro a la población sigue vigente pero, sobre todo, a la disidencia opositora en Venezuela y los patrones relacionados con la tortura y los malos tratos por parte de cuerpos de seguridad del Estado persisten, e incluso la recepción de informes sobre golpizas, descargas eléctricas, amenazas de violación y violencia sexual.

En 24 “causas” dividieron las llamadas “conspiraciones” que retienen en prisión y bajo tortura a 75 militares venezolanos considerados enemigos políticos del régimen. El general Eduardo Caldera, en su informe escribiría:  “No los olvidamos”, al destacar que hay 49 militares del componente Ejército, además seis de la Armada, 13 de la Aviación y 56 de la Guardia Nacional.

Un ejemplo emblemático de esta situación fue en caso del General Isaías Baduel quien asumió la cartera de Defensa entre 2006 y 2007 bajo la presidencia de Hugo Chávez, y en 2010 fue condenado por supuestos "delitos contra el decoro militar, sustracción de fondos y abuso de autoridad". Tras casi siete años en la cárcel militar de Ramo Verde, en 2015 le otorgaron libertad condicional con restricciones, pero en 2017 se la revocaron y ese mismo año cuando el general retirado terminaba de cumplir su condena y debía salir en libertad, el gobierno de Maduro lo acusó de traición a la patria e instigación a la rebelión.  Se dijo públicamente que: "al general Raúl Baduel lo asesinó la dictadura; lo secuestró, lo torturó y le negó atención médica”. Tras 12 años de brutal sufrimiento, Baduel sería el décimo preso político que moría prisionero en manos del régimen. 

En 2019, la administración Trump había cortado las relaciones diplomáticas con Venezuela, cerrando la embajada de Estados Unidos en Caracas e imponiendo la prohibición de comercializar el petróleo venezolano. Un año más tarde, el Departamento de Justicia acusó a Maduro y a más de una docena de otros funcionarios venezolanos por cargos de tráfico de drogas, acusándolos de facilitar los envíos de cocaína a los Estados Unidos. Evidencias de estos delitos las conoce bien y detalladamente la DEA.

A pesar de la férrea prisión para los militares venezolanos, se supo recientemente que se habían producido algunas recientes excarcelaciones... Según informaron Anatoly Kurmanaev, Natalie Kitroeff y Kenneth P. Vogel del diario norteamericano The New York Times, el día 8 de este mes de marzo, un funcionario estadounidense y defensores de los derechos humanos venezolanos informaron que “Al menos dos estadounidenses que estaban encarcelados en Venezuela fueron liberados el martes” esto sucedería mientras otros ocho ciudadanos estadounidenses siguen encarcelados en Caracas por cargos que van desde la malversación de fondos hasta el terrorismo.

El diario The New York Times informaría que fuentes oficiales estadounidenses consultadas negaron que la liberación de los dos presos en Venezuela formara parte de un acuerdo para que ese país retome sus exportaciones de petróleo a Estados Unidos. Biden tampoco hizo mención en su comunicado sobre la posibilidad de relajar las sanciones a Venezuela, opción que la Casa Blanca no ha confirmado oficialmente. En conocimiento de que la suerte de los presos políticos y militares continúa inalterada, estas noticias han generado críticas del influyente senador demócrata Bob Menéndez. El lunes pasado en un comunicado Menéndez el senador demócrata de Nueva Jersey, quien lidera el Comité de Relaciones Exteriores ha destacado que el régimen venezolano es “un cáncer para nuestro hemisferio y no deberíamos insuflar nueva vida a su reino de tortura y asesinato”.

Por otra parte, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken manifestó su beneplácito por la liberación de los ciudadanos estadounidenses Gustavo Cárdenas y Jorge Alberto Fernández, y destacó que en ambos casos habían sido detenidos injustamente en Venezuela y se desconoce si Venezuela liberará también a los otros cuatro ex directivos y al ex presidente de Citgo que fueron detenidos junto con Cárdenas, según una fuente estrechamente relacionada con el caso según la agencia EFE.

Ante la preocupación de la humanidad racional ante la patética figura de Putin mintiéndole descaradamente al mundo y a sus vecinas naciones europeas y en presencia del genocidio que adelanta bombardeando Ucrania, pueden parecer detalles “nimios” al analizar la manipulada “justicia” venezolana, hechos estos que parecieran llevarnos a entender que las fuerzas del mal pueden ir más allá de “las ideologías” y llegar a distorsionar la mente de personajes públicos en posiciones de poder.

Maracaibo, domingo 13 de marzo, del año 2022                                

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