Guerra en Ucrania
Por
imposibilidad de continuar usando mi lap-top (una Siragon criolla) me he quedado
sin acentos ni enes con su tilde, o virguilla, y lo peor que es : sin toda mi documentación
encriptada en la Siragon, en el ordenador (como dirían en la madre patria) y
sin opciones de ayuda en esta mi ciudad natal…
Como una
consecuencia directa, mi blog (lapesteloca.blogspot.com, activo desde
2013 y diariamente desde 2019) se ha detenido hasta cuando… Si llega…
parafraseando a Becquer, la mano de nieve que sabe arrancarlas, en este caso no
las notas pero si las palabras en castellano bien escrito. Entretanto, o de
nuevo parafraseando y en este caso al engendro de Sabaneta <por ahora> en
vista de las circunstancias de la guerra que vive la humanidad en el vecindario
europeo, regreso a hablar sobre lo monstruosa que puede ser la crueldad si la
miramos desde la historia misma…
En este blog
y en diciembre de 2018, a propósito de la
monstruosa crueldad de los dictadores y de las reacciones del pueblo
ante el final de los regímenes tiránicos, recordaba como Suetonio, en su Vida
de los Doce Césares, dijo: "Hasta ahora hemos hablado del
hombre; hablemos ahora del monstruo". Se refería, no a Putin,
sino a Cayo JulioCésarAugusto Germánico, llamado "Calígula”, el
tercer emperador romano quien vivió y reinó muy poco, pero murió asesinado
a sus 29 años después de creerse un dios durante sus apenas 4 años de poder
absoluto, sangre derramada, escándalos sexuales, incestos y un número de
ejecuciones, ordenadas algunas, personales otras, casi incalculables. A
diferencia del emperador Nerón, quien incendió a Roma y persiguió a los
cristianos y al morir con una espada clavada en su cuello dijo "¡Qué
artista pierde el mundo!", no hay constancia de que Calígula haya
expresado unas últimas palabras, sin embargo fue un gran megalómano, también
conocido por creerse Dios y por la devoción a su caballo Incitatus, al que
le otorgó un cargo político en el Senado…
JulioCésar
fue apuñalado en el 44 a.c., por treinta conspiradores liderados por
Casio Longino y por Bruto, de quien Shakespeare diría “Ángel era del César”.
Calígula, resultó muerto de igual modo, el 24 de enero del año 41,
apuñalado en el Monte Palatino por igual número de conspiradores pretorianos
y senadores al mando del prefecto Casio Querea de quien Calígula se
burlaba llamándolo "afeminado"; se dice que la primera puñalada fue
la de Querea... Ante el cadáver de Julio César en la escalinata y al pie de la
estatua de Pompeyo manchada de sangre, Marco Antonio
(https://bit.ly/2SaQoC1), elogiaria sus virtudes y logró levantar
en odio y venganza al pueblo, que se lanzó contra los asesinos.
Maximilien François Marie Isidore de
Robespierre (1758-1794), gobernó a su país, Francia, durante el periodo revolucionario conocido
como “el Terror”. Entre 1793 y 1794, decidido a purificar el ambiente eliminando a cualquier opositor a
la Revolución; gobernó de
forma autocrática, en un período de persecuciones políticas, y continuas
ejecuciones, llegando a justificar el uso de la pena de muerte a la que
tanto se había opuesto en el pasado. Fue herido, arrestado y guillotinado. Su
muerte terminó con la época de monstruosa crueldad implantada por el régimen de
“el Terror”.
Nicolas Ceaucescu y su mujer gobernaron
a Rumania durante 24 años con mano de hierro, desarrollarían un culto a la
personalidad de ambos insólito en Europa y una represión de monstruosas
proporciones. Los Ceaucescu, eran los dos seres más odiados por el pueblo
rumano, y su ejecución se produjo ocho días después de conocerse la salvaje y
cruel represión ejercida por las fuerzas especiales y de la policía secreta del
régimen en algunas regiones del país. Todos dictadores, todos muertos para
finiquitar sus crueles y monstruosos atropellos contra su pueblo. Como bien
dijo Cadicamo en su tango <la historia
vuelve a repetirse>, tan solo esperamos que los acontecimientos se
desarrollen lo antes posible.
Maracaibo, 5 de marzo del 2022
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