"Carpe Diem"
Carpe
diem es una locución latina que literalmente significa toma el día, lo que
quiere decir aprovecha el momento, en el sentido de no malgastarlo. “Carpe diem, quam minimum credula postero”
"Aprovecha el día, no confíes en el
mañana". La expresión fue acuñada por el poeta latino Horacio en el
poema número 11 del primer libro de Odas. Dedicado a Leucónoe, el poema parece
un consejo y su último verso reza “carpe diem quam minimum credula postero”.
La frase se hizo famosa por la película “La Sociedad de los poetas muertos” a
raíz de un poema del gran Walt Whitman (https://bit.ly/34Lq2Ti) que les
recuerda un profesor, interpretado magistralmente por el actor Robin Williams a
sus alumnos.
Aquí reproduzco linealmente el poema de Whitman.
"CARPE DIEM"
Aprovecha el día. No dejes que termine sin haber
crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber alimentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento. No permitas
que nadie te quite el derecho de expresarte, que es casi un deber.
No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo
extraordinario... No dejes de creer que las palabras y la poesía, sí pueden
cambiar al mundo; porque, pase lo que pase, nuestra esencia está intacta.
Somos seres humanos llenos de pasión, la vida es
desierto y es oasis. Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra
continúa. Y tú puedes aportar una estrofa...
No dejes nunca de soñar, porque sólo en sueños
puede ser libre el hombre. No caigas en el peor de los errores: el silencio. La
mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes, huye... "Yo emito mi alarido
por los tejados de este mundo", dice el poeta; valora la belleza de las
cosas simples, se puede hacer poesía
sobre las pequeñas cosas.
No traiciones tus creencias, todos merecemos ser
aceptados. No podemos remar en contra de nosotros mismos, eso transforma la
vida en un infierno.
Disfruta del pánico que provoca tener la vida por
delante. Vívela intensamente, sin mediocridades. Piensa que en ti está el
futuro, y asume la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes pueden
enseñarte. Las experiencias de quienes se alimentaron de nuestros "Poetas
Muertos", te ayudarán a caminar por la vida.
El guion de la película “La Sociedad de los poetas muertos” (https://bit.ly/3wcnd95) estuvo inspirado en un
profesor de literatura llamado Samuel Pickering, quien le dio clases al
guionista Tom Schulman y a partir de él, Schulman concibió al personaje del
profesor Keating, y narraría la historia que comienza en 1959 en el momento cuando el
profesor de literatura John Keating, ex-alumno de la escuela, les susurra: “Carpe Diem”, a sus alumnos. Más adelante
los hará llamarle “¡Oh, capitán, mi
capitán!” en referencia a un poema de Walt Withman y los hará subirse al
escritorio para ver desde un ángulo diferente.
La sociedad de los poetas muertos
fue aclamada en su momento resultando ésta una película de culto, aunque
ciertos críticos la ven como un filme cuyo conflicto
gira en torno a la justificación de los modelos educativos tradicionales y al
autoritarismo familiar. En aquel ambiente académico dominado por la tradición y
la disciplina, no le sería difícil al profesor Keating encender la pasión en
los corazones de jóvenes que vivían a la merced de los planes paternos. En este
blog (lapesteloca) hemos tocado ya el
tema de la poesía en el cine (https://bit.ly/3bHGMYU) como sucede en el filme que aquí mencionamos.
El
programa de Keating era claramente romántico donde las bellas letras se representan como un instrumento
liberador de la conciencia y el argumento del filme se desarrolla alrededor de la
máxima horaciana “Carpe diem”, y al norteamericano Walt
Whitman, convirtiendo su poema a Lincoln "¡Oh, capitán, mi capitán!"
en un modo de señalarse a sí mismo como líder de aquellas almas. En un ambiente
académico dominado por la tradición y la disciplina, no sería difícil para el
profesor Keating encender la pasión en los corazones de los jóvenes que vivían
a la merced de los planes paternos.
Hoy día
aquí en nuestro país y en una ciudad que cuna de poetas, se viven situaciones
permanentemente alejadas de la poética pareciendo acercarse a la irracionalidad
por dañinas y contradictorias,
complicando así la opción de sostener un orden estrictamente poético en el caos
citadino que estamos padeciendo. Precisamos regresar a la máxima de Horacio
para encender los corazones y saber que los poetas no están muertos.
Maracaibo domingo 20 de marzo, del año 2022
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