Hopper y el cine de Wenders
La
Fundación Beyeler de Basilea prorrogará una exposición de las pinturas del pintor estadounidense Edward Hopper, hasta el 26 de julio. En las siete
semanas la exposición de Hopper hasta el cierre temporal a raíz de la crisis
del coronavirus, atrajo a más de
100.000 visitantes. “Edward Hopper” llevaba camino de convertirse en la
exposición más visitada en la historia de la fundación.
En enero de este año 2020,
hablamos en este blog (lapesteloca.blogspot.com) sobre Edward Hooper (https://bit.ly/3aI3sJ8) como destacado pintor de nuestro tiempo, cuyas imágenes son fuertes reminiscencias de
situaciones y emociones que se experimentan en todo el mundo: el abandono de
las ciudades y los paisajes, el distanciamiento físico y social, el aislamiento, la soledad, la tensa
espera y la esperanza, el enrarecimiento enigmático de nuestro entorno
familiar, una amenaza invisible.
Sam
Keller,
director de la Fundación Beyeler, diría: “Estamos encantados de saber que hoy nuestro museo despertará de su letargo
y, como si se tratase de la Bella Durmiente. El 'mal hechizo' del coronavirus
aún no ha terminado, pero la reapertura de museos y parques es una buena
noticia. Experimentar el arte y la naturaleza contribuye de manera esencial a
nuestro bienestar mental y físico y a la calidad de vida”.“Es
como si la Fundación Beyeler hubiera predicho la pandemia con su programación
de primavera y verano, que difícilmente podría haber tenido artistas más aptos:
Edward Hopper, autor del aislamiento y la alienación moderna, seguido de Goya, maestro de la ansiedad y las pesadillas".
Vale esta muestra con el recuerdo de la obra de Hooper
para informar que el reconocido cineasta alemán Wim Wenders ha producido un cortometraje sobre Edward Hopper. La
película es un homenaje personal de Wenders a Edward Hopper, quien influyó en
gran medida en su obra cinematográfica, del mismo modo que influyó a otros
cineastas como Alfred Hitchcock o Roman
Polanski.
Wilhelm Wim Ernst Wenders (1945) es un
guionista, productor, actor y director de cine alemán que también ha
trabajado en los Estados Unidos. Estudió parcialmente medicina y filosofía en la
universidad de Friburgo de Brisgovia, luego hizo fotografía. A los 21
años (1966) estuvo en un curso en París y en 1967 comenzó a estudiar en la
Escuela de Cine y Televisión de Múnich, que se abría ese año.
Su primer largometraje, Verano en la ciudad lo realizó al acabar la carrera, dura
tres horas sobre un hombre que sale de la cárcel, y viaja sin meta. El segundo
es El miedo del portero ante el
penalti (1972), sobre una novela de Peter Handke, con quien desde 1967, trabajará una y otra vez y
desde entonces hará una película al año. Wenders tiende a explorar en sus
películas la presencia estadounidense en el inconsciente europeo; la
americanización de la Alemania de posguerra. Tres películas en 1974 afianzarán su nombre: Alicia en las ciudades, Falso
movimiento y En el curso del tiempo
(1975), son sus obras maestras de juventud. Con El amigo americano (1977), basada
en la novela El juego de Ripley, de Patricia Highsmith, Wenders fue conocido
internacionalmente.
Ya instalado en los
Estados Unidos (con Coppola y Fred Ross), Wenders comenzó su etapa más
prolífica, con títulos experimentales como Lightning Over Water (1980), un documental
sobre la agonía y muerte del director Nicholas Ray; Hammett
(1982), El estado de las cosas
(1982)
Paris, Texas (1984), Cielo sobre Berlín (1987) y su secuela ¡Tan lejos,
tan cerca! (1993). En 1985, había
rodado Tokio-Ga, sobre la
vida del director japonés Yazujiro Ozu, el director con el que, dijo, más había
aprendido en su vida. También rodó en Portugal, donde conoció al director Raúl Ruiz,
e hizo films-homenaje a Antonioni y Ray.
Es evidente, por ejemplo, en El
final de la violencia (1997), donde incluso recrea el famoso cuadro Nighthawks, de Edward
Hopper, como antes había
hecho con obras de Vermeer (en Hasta el fin del mundo) o de Caspar David Friedrich
(en Falso movimiento).. En
la época en que rueda Buena Vista
Social Club (1999), estupendo documental sobre un puñado de viejos
artistas cubanos donde vuelve a trabajar con Ry Cooder.
Entre sus muchas de sus películas, Tierra de abundancia (2004) o Llamando a las puertas del cielo (2005), donde se
reencontraría con Sam Shepard. En septiembre de 2009, estaba a punto de empezar a rodar con su amiga Pina Bausch un documental en 3-D sobre el modo de observar el
mundo de esta coreógrafa, pero, tras dos años de preparación, esta murió. Pese
a todo, llegará a filmar Pina en
2011 con el apoyo de los miembros de la compañía de esa artista En 2014 todavía
entregó La sal de la Tierra
un documental codirigido con Juliano Ribeiro Salgado donde
exploraba el trabajo del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado.
El cineasta alemán estrenará Inmersión (Submergence,
2017), que inauguró el Festival de San Sebastián en 2018. Rodada en inglés y
protagonizada por Alicia Vikander
y James McAvoy. Wim Wenders, el prestigioso director
alemán a los 72 años es uno de los
pilares del cine europeo desde hace varias décadas. La película, escogida para
inaugurar la última edición del Festival de San Sebastián, adapta la novela
homónima del escritor británico J. M.
Ledgard y cuenta la historia de amor entre un ingeniero hidráulico como
rehén en Somalia de terroristas yihadistas y una bióloga que trabaja en un
proyecto para demostrar su teoría sobre el origen de la vida en la Tierra.
Maracaibo, miércoles 3 de junio, 2020.
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