GILGAMESH
Baréin,
oficialmente se conoce como “el Reino
de Baréin” (Mamlakat al-Baḥrayn), es un Estado soberano
insular asiático
situado en la costa este del golfo Pérsico,
cuya forma de gobierno es una monarquía constitucional.
Su territorio está organizado en cinco gobernaciones
y su capital es la ciudad de Manama.
El país se asienta en un archipiélago cuya mayor isla, es Baréin, que tiene
55 km de largo por 18 km de ancho. Se cree que Baréin fue el hogar de
la civilización Dilmún en la
Antigüedad.
En la mitología sumeria, Dilmun, es a veces descrito como "El lugar de la salida del sol" o "La tierra de la vida" y su patrona es Ninsikil. Una de
las tablillas del Mito de Enki y Ninhursag, la describe como "Una tierra virginal y prístina, donde los leones no
matan, los lobos no se llevan a los corderos, los cerdos no saben que los
granos son para comer".
Aparentemente, es el lugar que sirvió de escenario para la historia épica de la
creación protagonizada por Enki, Ninhursag y Nammu la cual está relatada en el Enuma Elish. En la Epopeya de Gilgamesh, él mismo tuvo que pasar a través del Monte Mashu para llegar
hasta Dilmun. Ziusudra, (Utnapishtim), fue enviado a Dilmun para vivir por siempre luego
del diluvio universal. Además, en Dilmun era donde se encontraba la morada de Ninlil, la diosa del aire.
El poema
de Gilgamesh fue escrito en tablillas de arcilla y en escritura cuneiforme hacia los años 2500-2000 a. C. Además de
la versión en lengua sumeria, que presenta muchas lagunas debidas a su
deficiente conservación, se conservan versiones posteriores, también
fragmentarias, en lengua acadia e hitita. Las ediciones y traducciones modernas
de la obra incorporan este material para complementar los huecos de la versión
sumeria. El poema incluye una versión del
mito del diluvio universal pero el núcleo
sentimental del poema es el duelo de Gilgamesh tras la muerte de su amigo. La
obra literaria hace énfasis en la mortalidad
humana frente a la inmortalidad
de los dioses.
…”Ante
la mesa llena de botellitas ambarinas, de nuevo hablaba el Toño. Volvía a la
carga. Discutía con Ninibiones, enfrascado en su empeño de relacionar el arca
de Noe, con la Nave construida por Upnapistin. Su amigo quizás no le comprendía
pues replicaba en voz alta. Pero Toño, ¡retoño del coño! Entendeme que no
habría podido ser de otra manera, de no haber sido por el Dios Ea se rejoden, y
te dejo dicho de paso, los traicionó par coño, el plan de los Dioses nunca le
hubiera sido develado a Upnapistin, entonces la simiente de los seres humanos
no hubiese podido ser llevaba a la gigante nave y todas las criaturas habrían
muerto ahogadas y punto final. Eso es lo que yo mismo te vengo diciendo, le
respondió Antonio. Para mí esa jaiba no es más que el mismo Diluvio Universal
de la Biblia, ¿me entendéis?”
Gilgamesh fue el despótico rey de Uruk, y sus súbditos se quejaron a los dioses, cansados de su lujuria desenfrenada, la cual lo
lleva a forzar a las mujeres de la ciudad. Los dioses atenderían este reclamo
creando a Enkidu, un hombre
salvaje destinado a enfrentarse a Gilgamesh. Pero cuando ambos entraron en
combate, en vez de darse muerte se hacen amigos para siempre y emprenden
peligrosas aventuras. Juntos dan muerte al gigante Humbaba y al Toro del Cielo, Gilgamesh rechazará el amor de
la diosa Inanna y como
castigo a sus repetidos actos de impiedad, los dioses harán que Enkidu muera en
plena juventud.
…“Clavelo
para ese momento estaba en una onda erótica empeñado en que debían conocer una
casa de placer recomendada por unos primos. En realidad, las historias de como
Gilgames el rey de Uruk había derrotado al demonio usurpador Kunibaba, no le
interesaban en lo absoluto. Por eso y por bastante más, todos dejaron la
taguarita ya anocheciendo. Cuando enfilaron por el callejón del Amparo hacia la
casa de Astarted estaban sin duda alguna, parcialmente confundidos por la
cerveza”....
Impresionado por la desaparición de su
amigo, Gilgamesh emprenderá la búsqueda de la inmortalidad, lo cual le llevará
hasta los confines del mundo, donde viven el sabio Utnapishtim y su mujer,
únicos supervivientes del Diluvio, a los que
los dioses concedieron un don que Gilgamesh pretenderá entonces; pero el héroe
no alcanzará lo que pretendía. En el camino de vuelta, encuentra, siguiendo
instrucciones de Utnapishtim, una planta que devuelve la juventud a quien la
toma; pero una serpiente se la roba y Gilgamesh vuelve a Uruk con las manos
vacías, convencido de que la inmortalidad es patrimonio exclusivo de los
dioses.
…“En
la penumbra, Antonio admiró sus ojos rasgados de extraño fulgor y notó como su
larga cabellera lacia le tapaba los pechos. Ninibiones ya había ordenado las
cervezas y comenzaba de nuevo a hablar sobre Gilgames cuando ella con gestos
felinos se acercó hasta la mesa. Sus ojos eran muy grandes y muy verdes,
alrededor de ellos se había pintado líneas de color azul y violeta, los dientes
parecían blancas perlas en su boca carnosa color sangre”...
Cinco
poemas independientes sumerios, constituyen la
obra épica más antigua conocida. La versión más completa que se
conserva, aparece en un conjunto de doce tabletas de arcilla pertenecientes a
la biblioteca del siglo VII a. C. del rey asirio Asurbanipal. Las
once primeras tabletas narran la Epopeya de Gilgamesh, y la duodécima
contiene un poema independiente sobre la bajada de Enkidu a los infiernos.
Originalmente, la obra se conocía con el título Aquel que vio las
profundidades (Sha naqba īmuru) o Por encima de todos los otros
reyes (Shūtur eli sharrī), versos tomados del arranque de la obra
que aluden a la naturaleza excepcional de Gilgamesh.
…“Soy Astaned, les dijo y se acercó hasta Antonio
para tomarle la cara entre sus manos con largas uñas pintadas de azul. Mirando
profundamente sus ojos ronroneó. Tú me gustas, vente conmigo ahora y dame tus
frutos, sé mi hombre y yo seré tu hembra, yo te regalaré un carro de oro y
lapislázuli, con ruedas de plata y ejes de diamante, yo soy la hija de Anú y si
entras en mí, serás el más sabio, el más dichoso y el más afortunado de los
hombres. Ninibiones quien conocía el curso de todas las historias, sintió miedo
porque estaba seguro de que el Toñito con su ridícula manía de la castidad y demás
vainas que continuamente constreñían sus acciones, ante la propuesta del sexo
débil rehusaría el pedido amoroso de la diosa Ishtar y al final como siempre y
eso le constaba a él quien era su amigo de verdad verdad, les tocaría a él y a
los demás compañeros de palos, padecer los horrores de los maleficios
demoníacos y así sufrirían como Enkidu, y se verían arrojados al reino arcano,
la región donde todos van y de donde nadie vuelve y entonces, en aquel momento
supremo, seguro estaba de que se cumpliría el designio de los Dioses cuando
vieron regresar a la serpiente con la planta y luego sin escapatoria volvería a
suceder la misma cosa, ella se iría, desaparecería par coño al igual que la
serpiente, sí, ella sonrió y se sumergió ante todos en las profundidades del
abismo, ella como la culebra también habría de esfumarse y así, presos del
destino cruel e inextricable todos envejecerían y morirían”.
En la última tablilla, Gilgamesh se duele ante Enkidu de que su juego ha
caído en el inframundo y él le ofrece traerlo de vuelta. Encantado, Gilgamesh
le dice a Enkidu lo que debe y lo que no debe hacer en el inframundo para poder
volver. Enkidu olvida el consejo y hace todo lo que se le advirtió no hacer, por
lo tanto, el inframundo lo retiene. Gilgamesh pide a los dioses que le
devuelvan a su amigo. pero Enlil y Sin no se molestan en responderle. Enki y Shamash deciden ayudarle. Shamash hace
un hoyo en la Tierra y Enkidu sale por ahí. La tablilla termina con Gilgamesh
preguntándole a Enkidu sobre lo que ha visto en el inframundo. No queda claro
si Enkidu reaparece en la historia como espíritu o si vuelve a la vida.
NOTA: Los fragmentos de texto entre comillas pertenecen a
uno de los relatos de “Trípticos”
con 39 ejercicios narrativos, aun sin publicarse (JGT).
Maracaibo, martes 9 de mayo, 2020.
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