sábado, 29 de junio de 2019

El gran Houdini



El gran Houdini

Harry Houdini (Budapest, 1874-Detroit, Míchigan, 1926), cuyo nombre verdadero era Erik Weisz, cambiado después por Erich Weiss al emigrar a los Estados Unidos, fue un ilusionista y escapista austrohúngaro nacionalizado estadounidense. Era hijo del rabino Mayer Samuel (1829-1892) y de Cecilia Steiner (1841-1913), y tenía cinco hermanos y una hermana. ​ Su familia se trasladó a Appleton (Wisconsin) ​ cuando él tenía cuatro años de edad, pues su padre fue designado rabino de una nueva congregación. A los ocho años de edad, trabajó vendiendo periódicos y lustrando zapatos en las calles. Un día, su padre lo llevó a ver al Dr. Lynn, un mago viajero y al niño le llamó mucho la atención aquella actuación. Cuando tenía nueve años, Erich y sus amigos del barrio formaron un pequeño circo, donde él actuaría, como contorsionista y trapecista, el 28 de octubre de 1883 por primera vez  en público con el nombre de Ehrich, The Prince of the Air.

Poco tiempo después, se marchó de su hogar en busca de fortuna con circos y espectáculos ambulantes. Duró alrededor de un año fuera de casa, pero regresó cuando su familia se había trasladado a Nueva York, a la edad de trece años. Utilizaba su tiempo libre para estudiar magia, y competir en varias disciplinas atléticas, como la natación. Erich consiguió un libro llamado The Memoirs of Robert-Houdin, Ambassador, Author, and Conjuror, Written by Himself; el libro narraba las memorias del mago Jean Eugène Robert-Houdin, a quien el joven convirtió en su ídolo. Erich Weiss decidió utilizar desde entonces el apellido del mago, añadiéndole una i al final para indicar parecido a Houdin.
 
Aunque era profesional en todas las ramas de la magia, era conocido por sus escapismos imposibles, gracias a una gran resistencia física que adquirió con una fuerte preparación que consistía en correr y en una severa disciplina de natación; demostró gran habilidad para liberarse del interior de cajas fuertes arrojadas al mar, de camisas de fuerza colgado boca abajo de rascacielos, y de toda suerte de esposas, cuerdas, baúles cerrados con candados y cadenas de cualquier tipo. Uno de los escapes clásicos que se asocian con Houdini era “La metamorfosis”. El ilusionista era atado e introducido dentro de un saco, y a su vez dentro de un baúl; todo ello era atado y sujeto con candados. Entonces una ayudante subía encima del baúl, levantaba una cortina y al instante siguiente la cortina bajaba mostrando a un Houdini liberado en el lugar que ocupaba la ayudante. Entonces se abría el baúl y se desataban todas las cuerdas del saco para mostrar a la asistente dentro de la caja: ambos se habían intercambiado o metamorfoseado con el mejor arte de la magia. La ayudante de Houdini solía ser Beatrice Rahner (1876-1943), una joven morena, de pequeña estatura, que acabaría enamorando al mago, y se convertiría pronto en Bess, su mujer en 1894, quien le acompañaría durante el resto de su vida. 

 Al morir su madre, Houdini quedó tan afectado por quienes explotaban la credulidad de la gente diciendo poder contactar con los muertos, que consagró su vida a desenmascarar a los médiums, reproduciendo y denunciando sus trucos y publicando artículos en revistas sobre la psicología y aquel engaño. La última parte de su carrera la dedicó a una faceta muy especial: ser el azote de los espiritistas. Los millones de muertos de la Primera Guerra Mundial, así como los avances en las ciencias, la electricidad y el cambio de siglo habían producido un resurgimiento de lo paranormal. Publicó artículos en la revista Scientific American, declaró contra el espiritismo ante el Congreso y dejó en ridículo a los creyentes de lo paranormal. Ofreció premios a quien demostrara tener auténticas habilidades sobrenaturales, pero nunca fueron otorgados a nadie, pues sus engaños siempre eran descubiertos por el mago. Sir Arthur Conan Doyle, era un creyente del mundo espiritual y paranormal, mientras que Houdini se erigió en cruzado contra todo ello. El escritor llegó a estar convencido de que las habilidades de Houdini eran genuinas, realmente paranormales, y no meros trucos. Como tantos otros, creía que Houdini era capaz de desmaterializarse.

Aunque era un gran mago, su afición por las aeronaves se conoció cuando hizo su único viaje a Australia; zarparon desde Marsella (Francia) hasta Melbourne. Doce semanas después de partir llegaron a su destino, Australia; Houdini quería alcanzar la hazaña de ser la primera persona en volar en cielos australianos. El 16 de marzo de 1910, todo estaba listo, habían asistido fotógrafos para presenciar y dar fe de que aquel hecho histórico, el motor rugió, y comenzó su recorrido por la pista y por fin se elevó, describió un gran círculo en el aire y regresó a tierra para realizar un aterrizaje perfecto. Houdini lo había conseguido, era el primer hombre que volaba el cielo australiano.
En la madrugada del 31 de octubre de 1926, Houdini fallecía a sus 52 años. Los médicos emitieron un informe en el que indicaban una peritonitis como causa de la muerte. Su apéndice vermiforme tal vez llevaba días inflamado y el genial mago fallecería por lo que en aquellos años se denominaba “el cólico miserere”. Una apendicitis aguda complicada. El entierro se realizó a los pocos días. Una multitud de dos mil personas acudió al evento, algo tan multitudinario como algunos de sus números callejeros. 


En 1955 se estrenó un inolvidable film llamado El gran Houdini, protagonizado por Tony Curtis y Janet Leigh, y dirigido por George Marshall. En 1987 Disney estrenaba El joven Harry Houdini, con Wil Wheaton. El film narra el año en que él huyó de casa cuando tenía doce años, y vincula su aprendizaje al contacto con un jefe indio que le enseña técnicas místicas para teletransportarse. En 1999 Houdini fue interpretado por Norman Mailer en la película Cremaster 2 del artista y cineasta Matthew Barney. En 2007 se estrenó la película El último gran mago, dirigida por Gillian Armstrong, y se toca el tema de la incredulidad de Houdini por el espiritismo. La historia la cuenta una niña, Saoirse Ronan. El actor Guy Pearce encarna al mago, junto con Catherine Zeta-Jones y Timothy Spall. En septiembre de 2014, se estrenó la miniserie Houdini en esta ocasión el mago es interpretado por Adrien Brody una producción de Discovery Channel. En el capítulo 14 de la 2ª temporada de la serie española "El Ministerio del Tiempo", los personajes intentan contactar con Houdini, en acciones que se dan en Nueva York en los años 20. Es este, un breve repaso sobre la vida de un interesante personaje.

Mississauga, Ontario,  sábado 29 de junio 2019


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