El Castillo de Loki
Un estudio publicado en Nature el
año 2017 sirvió para a cerrar un hueco fundamental en la historia de los seres
vivos; entender el paso que permitió
evolucionar a partir de células pequeñas y simples hasta células mayores
que luego formaron los seres vivos más complejos, como las plantas y los
animales. De esto ya hablamos en enero del 2017 en este blog (https://bit.ly/2X24BYg).
En aquella oportunidad mencionamos a las Arqueas,
un grupo de microorganismos unicelulares que, como las bacterias, no tiene
núcleo ni orgánulos membranosos internos (morfología procariota). Ellos
conforman su propio dominio y reino. Así vimos y hoy recordaremos que las Arqueas y las bacterias son bastante similares
en tamaño y forma.
El grupo de Arqueas
más antiguamente estudiadas es el de las metanógenas. La metanogénesis fue
descubierta en el lago Mayor de Italia en 1776, al observar en él un burbujeo
de "aire combustible". En 1882 se comprobó que la producción de
metano en el intestino de animales se debía a la presencia de microorganismos
(Popoff, Tappeiner, y Hoppe-Seyler) y ya en 1936 se dio inicio
al estudio de la metanogénesis. En 1977 se identificaron las Arqueas como el grupo procariota más
distante,
al descubrir que los metanógenos presentan una profunda divergencia con todas las
otras bacterias estudiadas. Ese mismo año se propuso la categoría de un superreino
para este grupo con el nombre de Archaebacteria.
Existe un yacimiento hidrotermal situado en el
Atlántico entre Groenlandia y Noruega ( ver el mapa ) que ha sido denominado El Castillo de Loki, el cual corresponde a un campo submarino
de cinco fuentes hidrotermales localizado a más de 2,352 metros de profundidad.
Los respiraderos fueron descubiertos a mediados de julio de 2008 y son
las fumarolas negras más septentrionales halladas hasta la fecha. El
nombre se le dio en honor a Loki, un personaje de la mitología nórdica. Aquí se
han estudiado detalladamente a las Arqueas.
Científicos de la
Universidad de Upsala, en Suecia, han propuesto que las Arqueas están más cercanamente relacionadas con los eucariontes que
con las bacterias. Estudios más recientes han confirmado esta observación, e
incluso algunos datos sugieren que los eucariontes podrían de hecho ser los
descendientes de algún tipo de arquea
ancestral que existió hace más de mil millones de años. Los
científicos de Upsala analizaron fragmentos de ADN extraídos del sedimento
que había sido recolectado por los investigadores de Bergen en las cercanías
del Castillo de Loki, por lo que los nuevos organismos fueron llamados Lokiarchaeota, o “arqueas de Loki”. El genoma de las Arqueas de Loki muestra elementos muy similares a los que debió
tener este hipotético ancestro de los eucariontes. A partir de estos datos del genoma, los científicos de
Upsala proponen una filogenia (ver el “árbol evolutivo”) en el que existe un
ancestro común entre los eucariontes y las Lokiarchaeota.
Bacteria y Archaea son aceptados como
los linajes más antiguos en la biósfera terrestre por cuanto
estratos fósiles con lípidos propios de los archaea han sido datados
3800 millones de años. Previamente no se habían descubierto "eslabones
perdidos" o formas intermedias entre eucariontes y archaeas. En tal
contexto, el descubrimiento del Lokiarchaeum,
con algunas pero no todas las características de los eucariontes,
provee evidencias de la transición entre ambos subreinos. Loki, el dios de los antiguos
noruegos que cambia su forma tal como el Proteo de la Hélade, de cuyo "castillo" una inmensa fuente
hidrotermal suboceánica, toman su nombre los organismos Lokiarchaeotas
cuyo genoma se está analizando, actualmente se ha descrito
como "una figura compleja, confundidora y ambivalente, que ha obrado
como catalizador en incontables controversias
académicas aún no resueltas". Tal vez la nomenclatura puesta bajo su advocación termine por ser premonitoria de la verdad.
Mississauga, Ontario, en el
vecindario de Toronto, el día viernes 14 de junio de 2019
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