martes, 22 de julio de 2025

Los drusos (1)


La historia de la creación de la fe drusa entre los años 1017 y 1018 d. C., está dominada por tres hombres y su lucha por la influencia de: 1-Hamza ibn Ali ibn Ahmad, un místico y erudito ismailí de Khorasan, que llegó al Califato fatimí de Egipto en 1014 o 1016 y comenzó a predicar una doctrina Muwaḥḥidūn (“Unitaria”). Hamza es considerado como el fundador de la fe drusa. 2-Al-Hakim bi-Amr Allah, el sexto califa fatimí, quién se convirtió en una figura central de la fe predicada por Hamza ibn Ali ibn Ahmad. 3-Muhammad bin Ismail Nashtakin ad-Darazi, llegó a El Cairo en 1015 o 1017, posiblemente desde Bujará, uniéndose al movimiento druso y se convirtiéndose en un importante predicador.

El origen del drusismo se basa en que: según Hamza, al-Hakim era Dios manifestado. Hamza comenzó a predicar su nueva fe, siendo apoyado por el propio al-Hakim, quien emitió un decreto promoviendo la libertad religiosa, y eventualmente se convirtió en una figura central en la fe drusa. La doctrina seguida por el pueblo druso es conocida como Tauhid, que según Obeid significa en términos aproximados “creencia en la unidad de Dios y la manifestación de esta unidad en la totalidad de la creación”. La concepción drusa de la deidad es la de una unidad estricta e inflexible. La principal doctrina drusa afirma que Dios es a la vez trascendente e inmanente, que está por encima de todos los atributos, pero que al mismo tiempo está presente.

La reencarnación es un principio primordial del drusismo. Las reencarnaciones ocurren de forma instantánea al morir porque existe una dualidad eterna entre el cuerpo y el alma y es imposible que el alma exista sin el cuerpo. Un alma humana solo se puede transferir a un cuerpo humano, en contraste con los sistemas de creencias hindúes y budistas, según los cuales las almas pueden transferirse a cualquier criatura viviente. Un druso varón solo puede reencarnarse en otro druso varón y una drusa sólo en otra drusa. Un druso no puede reencarnarse en el cuerpo de un no druso. Además, las almas no pueden dividirse y el número de almas que existen en el universo es finito.  El ciclo de renacimiento es continuo y la única forma de escapar es mediante reencarnaciones sucesivas. Cuando esto ocurre, el alma se une a la Mente Cósmica y alcanza la felicidad última.

Los drusos siguen siete preceptos o deberes morales que son considerados el núcleo de la fe. Los siete preceptos drusos son: 1-Verdad en el discurso y veracidad en la lengua. 2-Protección y ayuda mutua al hermano en la fe. 3 -Renuncia a todas las prácticas de culto anteriores, así como a las creencias falsas. 4-Repudio al Maligno (Iblis) y a todas las fuerzas del mal. 5-Confesión de la unicidad de Dios. 6-Aceptación de todos los actos divinos, sin importar cuales sean. 7-Absoluta sumisión a la Voluntad de Dios tanto en público como en privado.

Algunos sabios drusos también creen fervientemente en la reencarnación de los humanos miembros de la comunidad, esto es algo totalmente compartido por todos los miembros y forma parte principal de su credo. No aceptan la poligamia, el consumo de tabacoalcohol o cerdo, aunque en muchos hogares no practicantes se come cerdo y se bebe alcohol. La religión drusa no permite el matrimonio interreligioso con otras comunidades (musulmanes, cristianos, judíos, etc.).

El pueblo druso cree en profetas. El reconocimiento de los profetas en la religión drusa se divide en tres tipos de subcategorías, el propio profeta (natiq), sus discípulos (asas) y los testigos de su mensaje (hujjah). El pueblo druso cree en profetas como Adán, Noé, Abraham, Sara, Jacob, Moisés, SalomónJuan el Bautista, ​ JesúsMahoma Isma'il ibn Yá'far. A diferencia de otros credos monoteístas, consideran a Ismael hijo de Abraham (considerado como su legítimo primogénito), y a Jetró, el suegro de Moisés, como profetas de igual nivel que los anteriores. También creen en la sabiduría de la filosofía griega antigua , como Platón  Sócrates. Además, tienen un conjunto de «sabios» que fundaron la religión durante el siglo XI.

El cinco es un número sagrado para los drusos pues consideran que los profetas llegan en grupos de cinco, en la Grecia antigua estos fueron Pitágoras, Platón, Aristoteles, Parménides y Empédocles. En el siglo I, los cinco estaban representados por JesúsJuan el BautistaMarcosLucas y Mateo. En el momento de la fundación de la fe, los cinco eran Hamza ibn Ali ibn Ahmad, Muḥammad ibn Wahb al-Qurashī, Abū'l-Khayr Salama ibn Abd al-Wahhab al-Samurri, Ismāʿīl ibn Muḥammad at-Tamīmī y Al-Muqtana Baha'uddin. Los drusos creen que Hamza ibn Ali fue una reencarnación de muchos profetas, incluidos Jesús, Platón y Aristóteles. ​ La tradición drusa honra y venera a Salman el persa como “mentor” y “profeta”, y se cree que son reencarnaciones de la idea monoteísta.

Uno de los libros sagrados drusos es el Libro de Hikma o libro de la sabiduría, que fue compilado en gran medida por una figura misteriosa llamada al-Muqtana. Está dividido en varios capítulos, cada uno de los cuales cubre un tema específico. El materialismo está condenado, especialmente el materialismo relacionado con la religión. Los lugares de oración drusos suelen ser muy modestos y sus figuras religiosas suelen llevar modos de vida humildes. La oración se suele realizar de forma discreta, entre amigos y familiares. Las figuras religiosas son admiradas por su sabiduría y su modo de vida.

La sociedad drusa cuenta con una estructura dualista dividida entre los intelectuales hombres y mujeres familiarizados con la doctrina religiosa. Los hombres `uqqal llevan bigote, se afeitan la cabeza y llevan ropa negra y turbante blanco. Entre un 10 y un 15 % de los drusos son intelectuales `uqqal. El otro grupo, recibe apoyo espiritual de los intelectuales y no tiene acceso a la literatura sagrada secreta drusa. El resto son ŷuhhal que cuentan solamente con conocimientos básicos de la religión. Se considera que las mujeres son especialmente adecuadas para ser `uqqal, y aceptan que son espiritualmente iguales a los hombres, una creencia que contrasta notablemente con las comunidades musulmanas en las que se enmarcan los drusos. Las mujeres drusas que son `uqqal pueden optar por vestir un mandīl (un velo blanco transparente), especialmente en presencia de figuras religiosas. El pueblo druso respeta y reconoce tanto la liturgia musulmana como la cristiana y sus miembros pueden practicar cualquiera de ellas si la situación lo requiere.

La ciudad de As-Suwayda fue fundada por los nabateos con el nombre de Suada, después se la llamó Dionysiás, durante la época helenística y romana nominada en honor a Dionisos, el dios del vino; la ciudad está situada en una famosa región productora de vino desde la Antigüedad. Suwayda tiene algunas excavaciones arqueológicas de los antiguos nabateos, helenística, romana y bizantina; en particular de la ciudad helenística y del ágora, se encuentran los restos de una iglesia bizantina del siglo VI. La ciudad alberga muchos vestigios de la época romana: casas antiguas que están habitadas por la población local, un estanque cónico y un anfiteatro romano. Todos estos elementos están protegidos por la ley siria y no pueden ser demolidos.

Los habitantes de la ciudad de As-Suwayda son en su mayoría drusos, con una prominente minoría cristiana greco-ortodoxa. De acuerdo con estimaciones de la Embajada de Venezuela en Damasco, la población de la Gobernación de As-Suwayda es de 313 231 (censo 2004). El 60 % de la población nació en territorio venezolano y posee la doble nacionalidad; ​ es por eso que como ocurre con el condado de Weston en Miami “Westonzuela”, la ciudad de As-Suwayda al sur de Siria, es conocida como la “Pequeña Venezuela”. Asimismo, es de resaltar que, fuera de Asia Occidental,  Venezuela es el país con mayor cantidad de drusos en el mundo.

Esta es una de las razones por la que esta curiosidad geográfica detectada en una publicación de mi amigo Moisés Flores, estaremos conversando sobre los drusos hoy y mañana en lapesteloca.

Maracaibo, martes 22 de Julio del año 2025

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