domingo, 6 de julio de 2025

Orugas caníbales


La gran mayoría de las polillas y mariposas suelen ser herbívoras: cuando son orugas, se alimentan de tallos u hojas; y cuando alzan el vuelo y maduran, utilizan su trompa para sorber el néctar de las flores. Sin embargo, de entre las casi 200.000 especies de este tipo de insecto, hay una pequeña porción que se alimenta de otros animales en su primera fase de vida.

Esta es la historia de un gusano, u oruga que “se disfraza” con las partes no comestibles de cadáveres, para poder vivir de forma segura junto a las arañas, y se mueven acechando sus redes y robándoles sus presas… (Ver ejemplos). A pesar de este subterfugio, de disfrazarse, no imaginaban las orugas que iban a ser atacadas por unas plantas, ¡las matas de tomate! ¿Cómo? De esto trata este asunto de hoy en lapesteloca.

Un grupo de científicos ha encontrado una nueva especie de oruga que no solo se suma al pequeño grupo de “orugas caníbales”, sino que además muestra un comportamiento totalmente nuevo, ya que “se disfraza” de una forma meticulosa con partes de cadáveres para no ser detectado por sus posibles depredadores. Los resultados de la investigación se publicaron recientemente en la revista 'Science', donde Daniel Rubinoff, de la Universidad de Hawái en Mānoa, y sus colegas descubrieron la oruga mientras investigaban en las montañas Waianae, en la isla hawaiana de Oahu, hace más de dos décadas.

En realidad, Rubinoff y su gente estaban buscando otras especies del mismo género Hyposmocoma, entre las que existen estas 'rara avis' de orugas que se alimentan de carne. Mientras caminaban, vieron una “bolsita diminuta cubierta de trocitos de insecto”, cuenta Rubinoff a Newscientist. “No estábamos seguros de qué era, pero la llevamos al laboratorio y nos dimos cuenta de que había una pequeña oruga dentro”. La sorpresa fue detectar una nueva especie que en estos 20 años ha sido vista por el equipo en muy pocas ocasiones. Hasta la fecha han descubierto que vive en telarañas dentro de los troncos de los árboles, entre rocas y otros espacios cerrados.

“Esa es probablemente la única forma de sobrevivir viviendo con una araña: cubriéndose con trozos de su propia piel mudada y de sus comidas anteriores”, dice Rubinoff. Esto deja a la oruga con un olor y un sabor más a bolsa de basura que a un jugoso bocadillo para su compañera arácnida. Después de unos dos o tres meses, la oruga se metamorfosea en una polilla más pequeña que un grano de arroz. No termina ahí el siniestro comportamiento de esta oruga. Normalmente este insecto vive solo en la telaraña que parasita. Sin embargo, los investigadores probaron juntar dos de estos insectos en la misma jaula en el laboratorio. El resultado fue que la más grande se alimentó de la más pequeña y débil. Mostramos (ver) una oruga recolectora de huesos (izquierda) que usa su 'disfraz' para vivir con una araña (derecha) 

 “Por eso solo se ve un recolector de huesos por telaraña”, dice Rubinoff. Los investigadores han encontrado solamente 62 de estas criaturas en más de 150 estudios de campo realizados durante aproximadamente 22 años, todos dentro de los mismos 15 kilómetros cuadrados de la cordillera de Waianae

Ahora sí, les explicaré como es el asunto de que el tomate es capaz de atacar a estas “orugas del disfraz” y las vuelve caníbales. Esto es algo que sucede como

un mecanismo de defensa, en algunas plantas por el que ellas son capaces de convertir a determinados “insectos herbívoros” en “insectos caníbales”. El estudio fue publicado por la revista Nature, y la investigación, fue desarrollada por la Universidad Wisconsin-en Madison, donde se comprobó que un grupo de orugas acabó comiéndose entre ellas cuando la planta de tomate de cuyas hojas se alimentan habitualmente segregaba un compuesto químico que las transformaba en “orugas caníbales”.

“A menudo, este fenómeno del canibalismo comienza con una oruga mordiendo a otra, la cual supura. A partir de ese momento, todo ocurre muy rápido. Al final, alguien resulta devorado”, esto lo explica John Orrock, el autor de este trabajo, en un comunicado, donde el experto recuerda que “muchos insectos herbívoros recurren al canibalismo cuando las cosas se ponen difíciles, como en el caso del llamado “gusano de la remolacha” o de “alambre” que es la larva de un escarabajo click-elateridae y son larvas delgadas duras y de color marrón o amarillento, un tipo de oruga capaz de causar plagas agrícolas en una amplia variedad de cultivos.

Regresando a la mata de tomates, cuando una de estas plantas, detectan la presencia de esta oruga mencionada o de otros depredadores, señalan los investigadores, que ellas segregan ciertas sustancias químicas, como el jasmonato de metilo, el cual no solo actúa como repelente, sino que provoca, además, una transformación en los atacantes. Otras plantas cercanas también pueden percibir el jasmonato transportado por el aire y, a su vez, comienzan a preparase para detener la agresión de los insectos depredadores.

El jasmonato de metilo (MeJA) se ha considerado una alternativa para mejorar la calidad y las propiedades saludables de las frutas frescas. MeJA como compuesto natural no tiene restricciones para aplicaciones postcosecha, y, por lo tanto, se ha probado para mejorar la vida postcosecha de muchos cultivos frutales. Dada su naturaleza volátil y su capacidad de difundirse a través de las membranas biológicas, MeJA se considera una fitohormona importante que puede mediar las comunicaciones intra e interplantas, modulando las respuestas de defensa de las plantas, incluyendo los sistemas antioxidantes. MeJA reduce la actividad de las enzimas que hidrolizan los enlaces glucosídicos entre los componentes de la pared celular para inducir el ablandamiento de la pared celular en las frutas, mejorando así la firmeza y la resistencia al daño mecánico y reduciendo indirectamente el ataque microbiano. 

La oruga del tomate es la larva de varias especies de polillas, pero las más comunes son Manduca quinquemaculata (o polilla del tomate) y Helicoverpa zea (o gusano del tabaco). Estas orugas pueden variar en color, pero generalmente son verdes con rayas blancas y negras, lo que les permite camuflarse perfectamente con las hojas de tomate. Entender su ciclo de vida es crucial para controlarlas. Las polillas ponen huevos en la parte inferior de las hojas de tomate. Estos huevos eclosionan en unos pocos días, dando lugar a orugas que se alimentan vorazmente durante 2 a 4 semanas antes de convertirse en pupas en el suelo. En unas semanas, emergen como polillas y el ciclo comienza de nuevo. Esto significa que puedes tener varias generaciones atacando tus plantas en una sola temporada.

Las orugas mastican hojas, tallos y, lo más frustrante, los frutos del tomate. Pueden causar daños significativos en poco tiempo si no se controlan. La prevención es clave. Hay que revisar las plantas regularmente para detectar signos de orugas o huevos. La eliminación manual puede ser efectiva si tienes un pequeño jardín. Simplemente usa guantes y recoge las orugas y huevos de las plantas. Es una táctica que se ha utilizado con éxito, especialmente en las mañanas, cuando estas criaturas son menos activas.

Existen métodos orgánicos para proteger las plantas y el medio ambiente. Uno de los favoritos es el uso de Bacillus thuringiensis (Bt), una bacteria natural (ver) que es segura para los humanos y mascotas pero es mortal para las orugas al ser ingerida. Bt es una bacteria grampositiva que habita en el suelo, y se utiliza comúnmente como una alternativa biológica al plaguicida. También se le puede extraer la toxina Cry y utilizarla como plaguicida. El B. thuringiensis también aparece de manera natural en el intestino de las orugas de diferentes tipos de polillas y de mariposas, así como tambien se puede ver en las superficies de las plantas. Se ha empleado el Bt como insecticida y, más recientemente, para producir organismos genéticamente modificados. Sin embargo, existen cepas de Bt que producen cristales que no tiene la acción insecticida.[

Otra de las formas efectivas y naturales de controlar las orugas del tomate es fomentar la presencia de sus enemigos naturales. Aves, arañas, y ciertos insectos como las avispas parasitarias juegan un papel crucial en este aspecto. Instalar casas para pájaros cerca de tu jardín o mantener un pequeño hábitat natural que atraiga a estos depredadores puede ayudarte a mantener a raya la población de orugas.

Maracaibo, el domingo 6 de julio del año 2025

1 comentario:

Alí Reyes dijo...

Por fin me encuentro con un blog activo, escrito desde Maracaibo.