Margarita Salas
A los 80 años de edad la semana pasada, falleció una
de las investigadoras más importantes de la historia de España: Margarita Salas, quien fue sin duda, una de
las mayores científicas españolas del siglo XX. Margarita Salas nació el
30 de noviembre de 1938 en Canero, Asturias. "No hace falta ser un genio para ser buena científica, yo soy una
persona normal" comentaba ella, y sin embargo, muchos científicos
piensan que Margarita era mucho más que, simplemente "una buena científica".
Hablar de Margarita Salas es
hablar de una parte importantísima de la historia de la ciencia en España. Fue discípula de Severo Ochoa
en la década de los 60 y hasta el día de su fallecimiento, el 7 de noviembre de
2019, mantuvo su pasión por la ciencia e iba cada día regularmente al
laboratorio donde trabajaba. "No
concibo la vida sin investigación”,
explicó Salas al recibir el pasado mes de junio en Viena, el Premio Inventor
Europeo concedido por la Oficina Europea de Patentes y
Marcas.
Después de su graduación en Ciencias Químicas, Margarita Salas ingresó en el
laboratorio de Alberto Sols, pionero de la bioquímica en
España. Bajo la dirección de Sols, realizó su tesis doctoral sobre la
especificidad anomérica de la glucosa-6-fosfato isomerasa, y una vez finalizada, marchó
durante cuatro años (1963-1967) a Estados Unidos con su marido, Eladio Viñuela.
Ante la falta de financiación en España, emigró al Departamento Científico de
la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, donde trabajaron junto a Severo Ochoa hasta 1967. Ella siempre afirmó
que trabajar como investigadora en la Universidad
de Nueva York junto a Severo Ochoa, fue una de las mejores etapas de su vida desde el
punto de vista científico y cultural.
Volvieron el año 1967 a España,
donde Margarita fundó el primer grupo
de investigación en genética molecular del país. Entre los logros
de su carrera, Salas cuenta con el
descubrimiento de la ADN polimerasa del virus bacteriófago phi29,
que tiene una aplicación crucial en biotecnología: permite amplificar el ADN de
manera sencilla, rápida y fiable, ensamblando moléculas de ADN mucho más rápido
y con mucha más precisión que otras moléculas. Por ello se usa entre otras
áreas en medicina forense, oncología y arqueología.
“Esta polimerasa se usa en todo el mundo y se aplica en análisis
genético, forense y paleontológico, entre otros”, explicó en una entrega de
premios la propia Margarita Salas. “Cuando uno tiene cantidades pequeñas de
ADN, como un pelo hallado en un crimen o unos restos arqueológicos, esta ADN
polimerasa amplifica millones de veces el ADN buscado para poder ser analizado,
secuenciado y estudiado”, añadió. Por ejemplo, a nivel médico, permite
a los oncólogos ampliar pequeñas poblaciones de células que podrían dar lugar a
tumores y así estudiarlos con más facilidad y rapidez.
Entre sus aportes científicas más
importantes, destacaría la determinación de que la lectura del mensaje genético
transcurre en la dirección 5' a 3'; la demostración de que la p6, proteína de tipo histona, coopera
con la proteína p4 en la represión del promotor temprano A2c y en la activación
del promotor tardío A3; la demostración de que el triplete sin sentido UAA da lugar a la terminación de la cadena
polipeptídica en un sistema de Escherichia coli; el descubrimiento de una glucoquinasa específica para la fosforilación de glucosa en hígado
de rata cuya síntesis depende de insulina; y en particular su investigación
ya mencionada acerca de la ADN
polimerasa del virus bacteriófago Φ29.
El currículum vitae de Margarita
Salas cuenta con más de trescientas cincuenta publicaciones en revistas o
libros internacionales y unas diez en medios nacionales. Es, además, poseedora
de ocho patentes, y realizaría unas cuatrocientas conferencias. Margarita
Salas también opinaría sobre el feminismo, así: "Yo no quiero cuotas, no
quiero que a las mujeres se nos dé nada por el hecho de ser mujeres. Que se nos
dé si lo valemos, pero que no se nos quite por el hecho de serlo".
A lo largo de su carrera, Margarita Salas recibió numerosos premios
internacionales y nacionales, entre los que se encuentran la Medalla Mendel, el Premio Rey Jaime I, el
Premio Nacional Ramón y Cajal, el Premio L’Oreal UNESCO y la Medalla Echegaray
otorgada por la Real
Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (fue la primera mujer en
recibirla). Salas fue además en mayo de 2007, nombrada miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, convirtiéndose así en la
primera mujer española que entra a formar parte de la institución.
Maracaibo, lunes 11 de noviembre, 2019
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