El ADN de Jean-Paul Marat
El
domingo, 9 de julio de 2017 hablé en este blog sobre “Marat: su
muerte y dos óleos”. Jean-Paul Marat
(1743-1793), (https://bit.ly/36IH68t) quien fue
un científico francés de origen suizo, era un personaje carismático de la revolución
francesa, amado por los sectores más
desposeídos de la sociedad y detestado por los aristócratas y burgueses, se le
conocía como “El amigo del pueblo”. El día de su muerte, Marat quien también
era médico y padecía
de una enfermedad de la piel que le comenzó en las ingles y se extendió por
todo el cuerpo causándole terribles picores y dolorosas úlceras que solo
conseguía aliviarlas en la bañera. Marat había dispuesto una tabla obre la
bañera que le servía como escritorio para continuar llenando las páginas de su
periódico que él mismo escribía y dirigía. Aquel
día, estaba leyendo su periódico cuando Carlota
Corday (una conservadora encubierta) a quien le había concedido una
entrevista, en el momento cuando él enumeraba para ella la lista de sus peores
enemigos, como es sabido, la mujer le apuñaló por sorpresa debajo de la
clavícula derecha, una herida mortal que le seccionó la aorta y le perforó un
pulmón.
En
el blog en 2017 hablaba de dos óleos, el del pintor francés Jacques-Louis David (1784-1825)“La
muerte de Marat”(1793) que inmortalizaría el escenario fatal, y el del
venezolano Arturo Michelena
(1863-1898)“Carlota Corday” (1889), y del destino de los mismos pues tras
la caída y ejecución de Robespierre el cuadro de David le fue devuelto en 1795,
pero siendo él perseguido por su participación en el Terror como amigo de
Robespierre, tendría que esperar al auge de Napoleón para convertirse de nuevo
en un artista prominente; el óleo de Michelena que plantea el destino de
Carlota antes de dirigirse a ser guillotinada, se expone permanentemente en la
Galería Nacional, en Caracas.
Sin
embargo el tema de hoy no es sobre la pintura sino acerca de la enfermedad de
Marat. Recientemente su padecimiento crónico ha sido investigado por el
profesor Lalueza-Fox, genetista del CSIC en el instituto de Biología Evolutiva
de Barcelona y uno de los mayores expertos del mundo en recuperar ADN antiguo,
quien con su equipo, tras un año de trabajo, acaba de
publicar los resultados del análisis
genético hecho con una muestra de sangre extraída del periódico que leía el
difunto Marat. Los resultados que se ofrecen en el repositorio público Biorxiv,
han recuperado más de 500 millones de secuencias de ADN, de la cuales 72
millones son humanas y la mayoría pertenecen a Marat; el ADN más antiguo que se
ha recuperado de un documento de papel, resalta el estudio. Los investigadores
han conseguido reconstruir su genoma mitocondrial y parte del nuclear y han
confirmado detalles de su árbol genealógico, como la procedencia de sus padres:
una francesa y un sardo.
Sin embargo, lo más interesante parece hallarse en
las secuencias no humanas. Los investigadores han encontrado ADN de virus,
bacterias y hongos en la sangre. El equipo ha hallado otros dos microbios cuyo
ADN también indica que pueden ser de la época: Staphylococcus aureus,
que es conocido por causar eczemas, y es la bacteria del acné. Estas
infecciones secundarias podrían haber contribuido al prurito (la comezón) que
persiguió al revolucionario hasta su muerte. Los investigadores han encontrado
ADN de virus, bacterias y hongos en la sangre. Es muy probable que una muestra
tan antigua que pasó por tantas manos tenga contaminación tanto de aquella
época como de la actual.
Para minimizarla, los investigadores han comparado el
ADN de la esquina del periódico manchada, con otra limpia en la misma página.
No se han hallado rastro ni de sífilis, lepra, o de escrófulas provocada por el
bacilo de la tuberculosis, ni por candida
sp, que pudiese ser secundaria a la diabetes o de ácaros causantes de la
sarna. Estas son las enfermedades que desde la muerte de Marat le han sido
atribuidas por diferentes investigadores. Según el análisis del equipo español
es imposible saber cuál era la enfermedad culpable, pero sí señalan como el
principal sospechoso: Malassezia restricta, un hongo que provoca
dermatitis seborreica, otra de las hipotéticas dolencias de Marat. “Este
hongo habita solo en la piel humana, y es extrañísimo encontrarlo en los
documentos antiguos; su ADN nos dice que es una variante no actual, sino que
puede ser de hace unos 200 años”, explica Lalueza-Fox.
En un caso de genética forense con muestras de hace
226 años es lógico que haya cabos sueltos, y Antonio Alonso, director del
Instituto de Ciencias Forenses, explica que “el principal problema es que no
hay ningún análisis genético comparativo de familiares para demostrar que se
trata de una muestra de sangre de Marat”. “Por otro lado, el método de
muestreo mediante hisopo es muy poco eficiente en comparación con realizar un
recorte de la mancha para extraer ADN, pero es lógico que esto se ha evitado
para conservar intacto el periódico”.
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