Guerra a la homeopatía
La reciente decisión de la
Universidad de Barcelona de suprimir de su plan académico el Máster en Medicina Homeopática ha
vuelto a poner la homeopatía en el punto de mira. El centro alude a la “falta
de evidencia científica” que, según sostiene, define a este método terapéutico. Lo cierto es que
la homeopatía es prescrita por más de 10.000 médicos en España y los pacientes
que recurren a este tipo de medicamentos se cuentan por miles. La Sociedad
Española de Medicina Homeopática (SEMH) apela a los más de 200 años de experiencia clínica de médicos homeópatas en
todo el mundo y a los trabajos de investigación que se realizan en este campo
para reclamar su carácter científico pero… ¿Qué
es exactamente la homeopatía y para qué se utiliza?
La homeopatía es una herramienta terapéutica que se basa en
la ley de similitud o de los semejantes, que dice: “Una sustancia que provoca determinados
síntomas en una persona sana, en pequeñas cantidades, es capaz de curar los mismos síntomas o
síntomas semejantes en una persona enferma”. Quienes critican la
homeopatía dicen que se trata de agua con azúcar y que no tiene ningún tipo de
efecto más allá del placebo, pero quienes apoyan este tipo de terapia insistirán en señalar que:
La homeopatía descubierta por el doctor Samuel Hahnemann (1755-1843) a finales del siglo XVIII es
desconocida todavía hoy por muchos profesionales médicos; la homeopatía brinda
la capacidad de hacer un abordaje
individualizado de la medicina para cada persona, y como cualquier otra
terapia, no es infalible, pero pautándola con conocimiento y rigor, puede
resolver problemas que los fármacos convencionales no habían conseguido
solucionar.
Ahora
en español, homeopatía, no significa un remedio que cura. Las noticias nos informan que, La Real
Academia Española “le quitó a la homeopatía la capacidad de
curar”; es una pseudoterapia y por tanto pasa de ser
"sistema curativo" a simple "práctica" en la nueva
definición.
La RAE siempre había
considerado en su definición que esta pseudoterapia curaba. Ahora en su
nueva definición, la homeopatía pasa de ser un sistema curativo a una simple:
"Práctica que consiste en administrar a alguien, en dosis mínimas, las
mismas sustancias que, en mayores cantidades, producirían supuestamente en la persona
sana síntomas iguales o parecidos a los que se trata de combatir".
Se ha señalado que el fundamento
de la homeopatía es el de la similitud. Los remedios homeopáticos son
elaborados mediante sucesivas diluciones en agua o alcohol. "Con
una infusión de la planta Belladona
podrías desencadenar entre otras cosas, fiebre alta con rubor facial,
convulsiones y alucinaciones, pues ante un paciente con un cuadro similar a
éste la misma planta pero en forma de gránulos/glóbulos homeopáticos, podrían
frenar el proceso"…"A partir de lo que conocemos como tintura
madre (materia prima) obtenida de animales, vegetales o minerales, se producen
los procesos de dilución (según
diferentes escalas) y dinamización
(agitación mecanizada) para finalizar con la impregnación en el soporte, el más
conocido es el gránulo, pero también se presenta en glóbulos, comprimidos o
jarabes".
Lo cierto es que la situación de
la época cuando se inició la homeopatía es una realidad muy diferente a la
actual: “La biomedicina, la estadística y la transferencia tecnológica nos han
llevado a donde Hanemann ni siquiera podía soñar"…"La homeopatía
viene de una época muy distinta a la nuestra. Cuando Hahnemann la creó la medicina tradicional tenía casi tan poco de ciencia como la homeopatía"…"Las
sangrías, y la falta de higiene acababan con más vidas de las que salvaban,
pero con los años la evidencia científica ha ido filtrando los conocimientos
médicos hasta hacer de las medicinas una de las mayores herramientas de la humanidad.. "La evolución de la biomedicina garantiza una
seguridad y efectividad que la homeopatía no puede prometer. Durante sus 200
años de existencia ha cambiado poco y mantiene los mismos principios
fundamentales y la misma evidencia que cuando surgió (ninguna)".
Lo cierto es que hoy día,
existe una ciencia sobre la pseudociencia. Empiricamente se ha investigado
sobre la forma en que se propagan el engaño y la fábula a costa de la razón y
llama la atención el hecho de que las personas que más utilizan y defienden las
pseudociencias, incluidas las pseudoterapias, no encajan en el estereotipo de
la persona ignorante; son gente de clase media por lo general con estudios
universitarios y a menudo con un perfil progresista. Hay médicos que se dedican
a prescribir homeopatía y, sabemos que en España, hay universidades deseosas de
ofrecer cursos y maestrías sobre pseudoterapias, incluyendo a la homeopatía.
Por último tenemos mucha gente que prefiere informarse por YouTube antes que
por los periódicos de calidad. En YouTube hay cientos y miles de vídeos bien
documentados, interesantes y valiosos para la educación y la formación
continua, pero luego hay millones de pura basura tóxica y engañosa. La
atención primaria a este fenómeno se debe localizar más que en “los Medios”, en
el entorno social y familiar, en el ambiente político, la presión religiosa y
la educación en la escuela. Entre los estudiantes, los más escépticos con las
pseudociencias son los de medicina y los de periodismo.
Maracaibo sábado 12 de noviembre, 2019
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