viernes, 23 de mayo de 2025

Shangri-La

 

En 1933 el escritor británico James Hilton describió a Shangri-La, un lugar ficticio, descrito en la novela Horizontes perdidos (Lost Horizon), publicada, y adaptada al cine dos veces con el mismo nombre, en 1937 dirigida por Frank Capra y en en 1973 dirigida por Charles Jarrott.

El nombre de Shangri-La trata de evocar lo imaginario y exótico del Oriente, y en la novela Horizontes perdidos, se describe como un valle místico y armonioso, guiado dulcemente desde un monasterio budista tibetano, enclavado en el extremo occidental de las Montañas Kunlun. Para crear el término “Shangri-La”, Hilton, probablemente, se basó en la combinación de tres palabras en el idioma tibetano:  (/Shang/) -un distrito de Ü-Tsang, al norte de Tashilhunpo; (/ri/) — cuyo significado es “montaña”; y (/la/) –“paso entre montañas”-. El significado completo sería “Paso entre las montañas de Shang”.

Las personas que viven en Shangri-La viven cientos de años más que el resto de los seres humanos y envejecen muy lentamente, de modo que son casi inmortales. El término se aplica para describir cualquier paraíso terrenal, pero sobre todo a una utopía sobre el Himalaya: una tierra de felicidad permanente, aislada del mundo exterior.  En las antiguas escrituras tibetanas, la existencia de siete de esos lugares se menciona como Nghe-Beyul Khembalung.[]​ Khembalung es uno de los beyul -tierras ocultas similares a Shangri-La- creados, según la tradición, por Padmasambhava en el siglo IX como refugios idílicos y sagrados para los budistas en tiempos de conflicto (Reinhard, 1978).

Horizontes perdidos narra la historia de los supervivientes de un accidente aéreo que consiguen llegar a una lamasería utópica, supuestamente llamada Shangri-La, en los confines del Tíbet. Es un lugar cerrado donde se ven paisajes maravillosos y donde el tiempo se suspende en una atmósfera de paz y tranquilidad. La novela Horizontes perdidos fue publicada simultáneamente el 26 de septiembre de 1933 por la editorial Macmillan (Londres) y por William Morrow & Company (Nueva York). James Hilton recibió el 10 de junio de 1934 el premio Hawthornden por esta exitosa novela y para ese entonces se habían publicado siete ediciones por Macmillan y nueve reimpresiones por William Morrow. El libro se tradujo posteriormente a 34 idiomas y se reimprimió muchas veces bajo licencia por varios editores.

En 1939 la novela fue publicada como Libro de Bolsillo Nº 1 por la Simon & Schuster y a menudo erróneamente se considera como el primer libro de bolsillo. Ciertamente, fue el primer libro de bolsillo que no solo podía guardarse en el bolsillo para leer sobre la marcha, sino que la gente de medios modestos podía permitirse dado su escaso costo, ya que vendió 2.514.747 ejemplares en un corto periodo de tiempo solo de esta editorial. Con ello, Horizontes Perdidos provocó una revolución en el comercio de libros.

Con el título de Horizontes perdidos se hicieron dos adaptaciones de la novela para el cine: 1-Horizontes perdidos de Frank Capra, estrenada en 1937. La película, ganadora de un Óscar, llevó a una enorme difusión de los medios de comunicación y contribuyó significativamente al mito de Shangri-La a finales de la década de 1930. ​ 2-Horizontes perdidos de Charles Jarrott, estrenada en 1973. protagonizada por Peter Finch, Liv Ullmann, Sally Kellerman, George Kennedy, Michael York, Olivia Hussey, Bobby Van, James Shigeta, Charles Boyer y John Gielgud. La música fue compuesta por Burt Bacharach y las letras de las canciones por Hal David, su colaborador habitual durante la década de los años 60. Fue un fracaso de crítica y público.

El nombre de Shangri-La, como lugar místico del Tíbet, no existía antes de 1933. Está relacionado con una fantasía del mundo occidental. Con todo, el Shangri-La de James Hilton se basa en la antigua leyenda oriental de Shambhala, que se menciona como fuente de sabiduría en las antiguas escrituras budistas, mito que fue introducido en Occidente en el siglo XIX. Según la leyenda, Shambhala es un paraíso profundamente oculto y el centro espiritual de la tierra, que solo volverá a ser asequible cuando la humanidad esté preparada para ello, y solo cuando unos pocos tengan la madurez espiritual para comprender y preservar sus enseñanzas.

En 1936, Hilton afirmó en una entrevista al New York Times, que usó “material tibetano” del Museo Británico, en particular el diario de viaje de dos sacerdotes franceses, Evariste Regis Huc y Joseph Gabet, para ilustrar la inspiración cultural tibetana y espiritual budista para Shangri-La. Huc y Gabet hicieron un viaje de ida y vuelta entre Pekín y Lhasa entre 1844 y 1846 en una ruta de más de 250 kilómetros (155,3 mi) al norte de Yunnan. Su famoso diario de viaje, publicado por primera vez en francés en 1850,]​ fue editado muchas veces en muchos idiomas. Una “traducción condensada” popular fue publicada en el Reino Unido en 1928.

También se ha afirmado que Hilton se enteró de su existencia por los escritos sobre la zona del explorador austriaco-estadounidense Joseph Rock para la revista estadounidense National Geographic a finales de la década de 1920 y comienzos de la de 1930. Vaill realizó una película basada en su investigación, Finding Shangri-La, que se proyectó en el Festival de Cannes en 2007.

Unos años antes de que se publicara Horizontes perdidos, James Hilton visitó el valle de Hunza, situado en el territorio paquistaní de Gilgit-Baltistán, cerca de la frontera entre China y Pakistán, de ahí que popularmente se piense que fue el origen de la descripción física de Shangri-La que hizo Hilton. Al tratarse de un valle verde aislado y rodeado de montañas, encerrado en el extremo occidental del Himalaya, coincide con la descripción de la novela, si bien en una inversión de la historia, se ha dicho que, debido a la mayor exposición a la radiación ultravioleta, los habitantes de las partes altas del valle parecen envejecer rápidamente.

La descripción ficticia del Shangri-La de Hilton ha tenido un impacto duradero en las perspectivas occidentales sobre el Tíbet y el lamaísmo. En muchos países, el término Shangri-La, rodeado de nociones confusas (diferentes de su significado en la novela) desarrolló una vida propia que perdura en tiendas y restaurantes de todo el mundo que llevan el nombre de Shangri-La; un grupo musical femenino estadounidense se autodenominó The Shangri-Las(1963), entre 1963 y 1973, un piloto de carreras italiano compitió regularmente en carreras internacionales de coches bajo el seudónimo de Shangri-La y para finalizar, el musical de Broadway de 1956, Shangri-La, que está considerado como uno de los “peores musicales de todos los tiempos”. 

Maracaibo, domingo 25 de mayo del año 2025

 

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