Orinoco y Caroní

 

El río Orinoco es el más caudaloso de Venezuela y el tercero en el mundo, mide 2.140 Kms y por otra parte, el río Caroní a pesar de no ser tan amplio ni tan caudaloso como el Orinoco, es uno de los principales ríos del país, en realidad es el segundo de mayor caudal y alcanza los 952 Kms de largo; ambos ríos pertenecen al Estado Bolívar.

Ciudad Guayana

, está rodeada por estos dos imponentes ríos, Orinoco y Caroní. En esta ciudad se observa el fenómeno en la confluencia entre ambos ríos, como algo que es visualmente impresionante. El fenómeno también puede verse entre otros ríos del mundo como en el Mississippi y el Ohio en Estados Unidos, el río Thompson y el Fraser en Canadá, y en otros ríos en India, China, Alemania, Croacia y en otras naciones.

Lo que sucede en la confluencia del Orinoco y el Caroní los científicos lo consideran un fenómeno ya que es debido a la composición química de las aguas de cada uno, que a su vez crea la diferencia de tonalidades entre ambos. La coloración amarillenta del Orinoco es causada por los sedimentos acumulados provenientes de otros ríos, mientras que el Caroní presenta un tono más oscuro porque contiene altas concentraciones de ácidos fúlvicos que son bioestimulantes de plantas irrigadas por sus aguas para mejorar su crecimiento.

Los ácidos fúlvicos son solubles en medios alcalinos y ácidos, tienen un bajo peso molecular con una gran acidez total, debida a un mayor número de grupos carboxilos y a su mayor capacidad de absorción e intercambio catiónico. Los ácidos fúlvicos, quelan los nutrientes como el hierro y pueden moverlos, junto con otros micronutrientes, a través de membranas. Esta es la explicación científica, pero la historia fantástica de estas aguas de ambos ríos, tratan de un mito indígena muy interesante sobre un amor imposible.

La leyenda indígena dice que Orinoco (Hombre) y Caroní (Mujer) se enamoraron, habían nacido en sitios y en tribus diferentes, que además eran enemigas y por ello, los dioses se opusieron a su amor enviando trabas y pretendientes a Caroní para enamorarla, pero luego de un encuentro apasionado en una noche de besos entre las aguas dulces de un río, acordaron encontrarse lejos de la montaña y juntos, desafiando todos los obstáculos, escapar al inmenso mar azul. Cuando consumaron su amor en las corrientes oceánicas, terminarían convirtiéndose en parte de ellas y así, la confluencia de los ríos simboliza a estos dos amantes condenados a estar juntos, pero nunca a mezclarse.

También tenemos uno de los mitos de esta confluencia, y es que las especies mueren cuando pasan la Frontera del río al que pertenecen. Aunque hay especies propias de cada río, como lo es la Sapoara del Orinoco y el Bocachico del Caroní, existen especies como el Coporo que pueden vivir en ambas aguas.

Para ser testigos del triunfo del amor entre estos dos amantes, quienes quieran ver la unión entre el río Orinoco y el río Caroní, pueden acudir al “puente de la Angosturita”, que es un punto elevado dónde se permite observar la confluencia de estas dos masas de agua cuya temperatura es muy diferente, generando una diferencia de densidad entre las aguas de estos dos ríos que no pueden mezclarse hasta que se resuelve o se disuelve, esa diferencia térmica y nace el fenómeno hídrico tan curioso como espectacular. 

El río Caroní es mujer y posee frío en su interior con sentimientos que se manifiestan en el color azul de sus aguas, mientras que el río Orinoco es hombre fuerte y pasional, de cuyas aguas oscuras emana el calor de su corazón. Antes de convertirse en ríos, los aborígenes se enamoraron pese a pertenecer a diferentes etnias, pero el amor fue tan fuerte que decidieron enfrentarse a sus propias familias, aunque las rivalidades entre ellas no permitían que ese amor floreciese.

 En un lago de agua dulce, la pareja decidió un día sellar su amor con un beso y la promesa de escapar de sus familias para poder vivir su amor sin impedimentos. El océano Atlántico, enternecido por el cariño de los dos amantes, decidió llevarlos en su corriente para ayudarlos a huir, fundiéndolos con el agua y así acabaron convirtiéndose en los dos ríos que tanto camino han de recorrer hasta unirse.

En Maracaibo, el día sábado 10 de mayo del año 2025