miércoles, 8 de abril de 2020

Remedios Varo


Remedios Varo

Remedios Varo (19081963), fue una escritora, pintora surrealista, y artista gráfica española, quien en 1932 se estableció en Barcelona, donde trabajó como diseñadora publicitaria, sumándose al grupo surrealista catalán. La obra de Varo evoca un mundo surgido de su imaginación donde se mezcla lo científico, lo místico, lo esotérico y lo mágico. En 1941, con la llegada de los nazis a la capital francesa, se exilió a México y nunca regresaría a España

Nació en Anglès, en la provincia de Gerona y creció en Madrid donde su familia trasladó su residencia. Su padre, era un ingeniero librepensador preocupado por las cuestiones sociales y amante de la mineralogía. Su madre, Ignacia Uranga y Begareche, era de ascendencia vasca. Remedios tuvo una vida enfermiza con problemas cardíacos. Debido a la profesión del padre, la familia viajaría frecuentemente a  través de la geografía española y norteafricana con la niña, que ya daba muestras de su talento para el dibujo y la pintura, Era la segunda de tres hermanos, dos varones, Rodrigo y Luis. 

En 1924, a los quince años, alentada por su padre, ingresó en la Academia de San Fernando y fue una de las primeras mujeres estudiantes de la academia. En este periodo compartió tertulias y vivencias con artistas como García Lorca y Dalí. Fue condiscípula de Dalí y de Gregorio Lizarraga, con quien  se casó y marcharon primero a París. En 1932, retornó a España y se estableció en Barcelona desarrollando su trabajo como dibujante publicitaria. En Barcelona vivió el clima político -libertario- y creativo, y se​ integraría en el grupo catalán Logicofobista. En 1935 compartió el estudio con el también pintor surrealista Esteban Francés. Ese mismo año, al estallar la guerra civil española, Remedios rompería su relación sentimental con Gerardo Lizarraga, y retornó a París, donde conoció a Benjamín Peret. En 1937 se unieron sentimentalmente y Peret la introdujo en el círculo de los surrealistas creándose gran empatía y afinidad entre ella y Breton, Eluard, Crevel, Desnos, Miró, Arp y Naville. 

Durante la ocupación nazi de París, su marido Péret fue encarcelado por negarse a participar en la Segunda Guerra Mundial. Remedios también fue encarcelada, aunque finalmente puesta en libertad marchó con un grupo de amigos a Marsella donde convivía con más artistas e intelectuales refugiados, quienes en octubre de 1941 consiguieron llegar hasta Casablanca, en Marruecos, y en noviembre de 1941 partieron hacia México donde gracias a la política del presidente Lázaro Cárdenas de acogida de refugiados políticos, pudieron desarrollar una actividad laboral. Contrariamente a lo que se cree, Remedios Varo nunca adquirió la nacionalidad mexicana, conservando su nacionalidad española, aunque jamás quiso regresar a su tierra natal. 

En 1947, se separó de Benjamin Péret, pero Varo mantuvo el contacto con el poeta apoyándolo económicamente y acompañándolo en su lecho de muerte en 1959. Gracias a sus contactos anteriores y a sus actividades en México, Remedios partió ese año a Venezuela, como integrante de una expedición científica del Instituto Francés de América Latina donde realizó estudios microscópicos de mosquitos como parte de la campaña de salubridad antipalúdica donde además pudo reencontrarse con su madre y su hermano Rodrigo, que trabajaba como médico en el país. En Venezuela, además de su trabajo de ilustradora entomológica, pudo continuar enviando carteles publicitarios para Bayer, así como trabajar un corto lapso para el instituto de malariología venezolano. 



Es curioso poder afirmarlo, pero fue en México, un país reconocido por su machismo, donde paradójicamente floreció la obra de tres mujeres vinculadas al movimiento surrealista: Leonora Carrington, Frida Kahlo y Remedios Varo. Durante su estancia en México, Remedios conoció a artistas como Frida Kahlo y Diego Rivera, pero estableció nexos de amistad más fuertes con otros intelectuales en el exilio, en particular con también pintora surrealista británica Leonora Carrington. Su amistad será fundamental para ambas tanto en la obra pintada como la escrita. ​ En 1952 se casó con Walter Gruen, un político refugiado austriaco devoto de su obra, que la convenció para que se dedicase exclusivamente a la pintura y le proporcionó la estabilidad. En 1955 México acogió su primera exposición. ​ En 1958 Varo obtuvo el primer lugar en el Primer Salón de la Plástica Femenina en las Galerías Excélsior. 

En la obra de Remedios Varo hay que admitir que las tonalidades, el movimiento, la alegría, la luz y los enigmas han hecho de su imaginario una expresión de lo maravilloso, al trastocar los conceptos de tiempo, energía y cosmos, se aleja de la racionalidad de las ciencias, penetra en el reino de la metapsíquica y logra insólitos efectos visuales. Según Luis Martín Lozano los cuadros de Remedios Varo “son como enigmáticas preguntas que no tienen una respuesta específica". La memoria de Varo parece encontrarse en las experiencias infantiles, en los sueños y en las imágenes que pueblan el arte universal, las miniaturas medievales, los cuadros de Giotto y Lorenzetti, en la pintura de Fra Angélico, en Hyeronimus Bosch, Pieter y Jan Breughel, de Lucas de Leiden, y evidentemente en el arte surrealista. Varo parece metaforizar el mundo interior y los cambios existenciales, de ahí que en "Gato-hombre" (1943) logre transmutar un ser en otro. En "Paraíso de gatos" (1955), uno de sus más fascinantes cuadros, se vale de su exquisito humor y lo pone al servicio de la imaginación y el color para burlarse de los humanos.
 
Un servicio al que tuvo acceso fue a la práctica del psicoanálisis, de hecho, el misticismo en sus pinturas estaba influido por el psicoanálisis de Sigmund Freud, Carl Jung y Alfred Adler.. Resulta claramente visible en el cuadro de 1960 Mujer Saliendo del Psicoanalista. Hasta el final de su vida no consiguió vivir de la pintura. Siempre realizó trabajos artísticos de supervivencia, sobre todo como ilustradora publicitaria. Remedios falleció el 8 de octubre de 1963 en la Ciudad de México de un infarto de miocardio. En su estudio se encontraba la última obra que pintó, Naturaleza muerta resucitando, y el boceto del que sería su siguiente cuadro, Música del bosque.   

Muchos de los cuadros de Remedios, están conservados en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, y han sido expuestos en numerosas ocasiones como exposiciones temporales. Junto con la obra de otras mujeres surrealistas se presentaron cuadros populares de Varo en In Wonderland, llevada a cabo en el Museo de Arte Moderno a finales del 2012 y principios del 2013. Su obra ha tenido un gran impacto en el mundo del arte especialmente en México, el país que la acogió y donde la imagen de Remedios Varo se ha popularizado. En España su obra es todavía poco conocida. 

Maracaibo jueves 9 de abril, 2020

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