Remedios
Varo
Remedios
Varo (1908–1963), fue una escritora, pintora surrealista, y artista gráfica española,
quien en 1932 se estableció en Barcelona, donde trabajó como diseñadora publicitaria,
sumándose al grupo surrealista catalán. La obra de Varo evoca un mundo surgido de su imaginación donde se mezcla
lo científico, lo místico, lo esotérico y lo mágico. En 1941, con la llegada de
los nazis a la capital francesa, se exilió a México y nunca regresaría a España.
Nació en Anglès, en la provincia de Gerona y creció en Madrid donde su familia trasladó su
residencia. Su padre, era un ingeniero librepensador
preocupado por las cuestiones sociales y amante de la mineralogía. Su madre,
Ignacia Uranga y Begareche, era de ascendencia vasca.
Remedios tuvo una vida enfermiza con problemas cardíacos. Debido a la profesión del padre,
la familia viajaría frecuentemente a
través de la geografía española y norteafricana con la niña, que ya daba
muestras de su talento para el dibujo y la pintura, Era la segunda de tres hermanos, dos varones,
Rodrigo y Luis.
En
1924, a los quince años, alentada por su padre, ingresó en la Academia de San Fernando y fue una de las primeras mujeres estudiantes de la
academia. En este periodo compartió tertulias y vivencias con artistas como García Lorca y Dalí. Fue condiscípula de Dalí
y de Gregorio Lizarraga, con quien se casó y marcharon primero a París.
En 1932, retornó a España y se estableció en Barcelona desarrollando su trabajo
como dibujante publicitaria. En Barcelona vivió el clima político -libertario-
y creativo, y se integraría en el grupo catalán Logicofobista. En 1935 compartió el estudio con el también pintor
surrealista Esteban Francés. Ese mismo año, al estallar la guerra civil española,
Remedios rompería su relación sentimental con Gerardo Lizarraga, y retornó a
París, donde conoció a Benjamín Peret. En 1937 se unieron sentimentalmente y
Peret la introdujo en el círculo de los surrealistas creándose gran empatía y
afinidad entre ella y Breton, Eluard, Crevel, Desnos, Miró, Arp y Naville.
Durante la ocupación nazi de París, su marido Péret
fue encarcelado por negarse a participar en la Segunda Guerra Mundial.
Remedios también fue encarcelada,
aunque finalmente puesta en libertad marchó con un grupo de amigos a Marsella donde
convivía con más artistas e intelectuales refugiados, quienes en octubre de
1941 consiguieron llegar hasta Casablanca, en
Marruecos, y en noviembre de 1941 partieron hacia México donde
gracias a la política del presidente Lázaro Cárdenas de acogida de refugiados políticos, pudieron desarrollar una actividad laboral. Contrariamente
a lo que se cree, Remedios Varo nunca adquirió la nacionalidad mexicana,
conservando su nacionalidad española, aunque jamás quiso regresar a su tierra
natal.
En 1947, se separó de Benjamin Péret, pero
Varo mantuvo el contacto con el poeta apoyándolo económicamente y acompañándolo
en su lecho de muerte en 1959. Gracias a sus contactos anteriores y a sus
actividades en México, Remedios partió ese año a Venezuela, como
integrante de una expedición científica del Instituto Francés de América
Latina donde realizó estudios
microscópicos de mosquitos como parte de la campaña de salubridad antipalúdica donde además pudo reencontrarse con su madre y su hermano Rodrigo, que
trabajaba como médico en el país. En Venezuela, además de su trabajo de
ilustradora entomológica, pudo continuar enviando carteles publicitarios
para Bayer, así
como trabajar un corto lapso para el instituto de malariología
venezolano.
Es curioso poder afirmarlo, pero fue en
México, un país reconocido por su machismo, donde paradójicamente floreció la
obra de tres mujeres vinculadas al movimiento surrealista: Leonora Carrington,
Frida Kahlo y Remedios Varo. Durante su
estancia en México, Remedios
conoció a artistas como Frida Kahlo y Diego Rivera, pero estableció
nexos de amistad más fuertes con otros intelectuales en el exilio, en
particular con también pintora surrealista británica Leonora Carrington. Su amistad será fundamental para ambas tanto en la
obra pintada como la escrita. En 1952 se casó con Walter Gruen, un político
refugiado austriaco devoto de su obra, que la convenció para que se dedicase
exclusivamente a la pintura y le proporcionó la estabilidad. En 1955 México acogió su primera
exposición. En 1958 Varo obtuvo el primer lugar en el Primer Salón de la
Plástica Femenina en las Galerías Excélsior.
En
la obra de Remedios Varo hay que admitir que las tonalidades, el movimiento, la
alegría, la luz y los enigmas han hecho de su imaginario una expresión de lo
maravilloso, al trastocar los conceptos de tiempo, energía y cosmos, se aleja
de la racionalidad de las ciencias, penetra en el reino de la metapsíquica y
logra insólitos efectos visuales. Según Luis Martín Lozano los cuadros de
Remedios Varo “son como enigmáticas preguntas que no tienen una respuesta
específica". La memoria de Varo parece encontrarse en las experiencias
infantiles, en los sueños y en las imágenes que pueblan el arte universal, las
miniaturas medievales, los cuadros de Giotto y Lorenzetti, en la pintura de Fra
Angélico, en Hyeronimus Bosch, Pieter y Jan Breughel, de Lucas de Leiden, y evidentemente
en el arte surrealista. Varo parece metaforizar el mundo interior y los cambios
existenciales, de ahí que en "Gato-hombre" (1943) logre transmutar un
ser en otro. En "Paraíso de
gatos" (1955), uno de sus más fascinantes cuadros, se vale de su exquisito
humor y lo pone al servicio de la imaginación y el color para burlarse de los
humanos.
Un servicio al que tuvo acceso fue a la práctica
del psicoanálisis, de hecho, el misticismo en sus pinturas estaba
influido por el psicoanálisis de Sigmund Freud, Carl Jung y Alfred Adler..
Resulta claramente visible en el cuadro de 1960 Mujer Saliendo del
Psicoanalista. Hasta el
final de su vida no consiguió vivir de la pintura. Siempre realizó trabajos
artísticos de supervivencia, sobre todo como ilustradora publicitaria. Remedios falleció el 8 de octubre de 1963 en la Ciudad de México de un infarto de miocardio. En su estudio se encontraba la última obra que
pintó, Naturaleza muerta resucitando, y el boceto del que sería su
siguiente cuadro, Música del bosque.
Muchos de los cuadros de Remedios, están
conservados en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México, y han sido expuestos en numerosas ocasiones como
exposiciones temporales. Junto con la obra de otras mujeres surrealistas se
presentaron cuadros populares de Varo en In Wonderland, llevada a cabo
en el Museo de Arte Moderno a finales del 2012 y principios del 2013. Su obra
ha tenido un gran impacto en el mundo del arte especialmente en México, el país
que la acogió y donde la imagen de Remedios Varo se ha popularizado. En España
su obra es todavía poco conocida.
Maracaibo
jueves 9 de abril, 2020
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