Johann Heinrich
Füssli
En el mes de diciembre de 2017, mostré en el blog, la portada del libro “Siete noches y siete conferencias” de
Jorge Luís Borges (https://bit.ly/3czy7IV), libro que
estaba ilustrado en la tapa por una de las pesadillas de Johann Heinrich Füssli (1741-1825) un dibujante, pintor de estilo
manierista, entre el neoclasicismo y el romanticismo, quien fue también historiador
del arte y escritor suizo, establecido en Gran Bretaña, donde sería conocido como Henry Fuseli.
En abril del
año siguiente, 2018 volví a hablar en el blog (https://bit.ly/2RRnUiX) sobre Füssli, esta vez con el
título de “La pesadilla” (The
Nightmare), para referirme al cuadro que mostré en aquella oportunidad
y otra vez hoy (ver),
que estuvo inspirado en el “Sueño de
Hécuba” de Guilio Romano, o en el “Sueño
de Rafael”, de Marcantonio Raimondi. En realidad, “La pesadilla”, también conocida como “El íncubo”, es una de las obras más emblemáticas de Füssli, y refleja uno de los temas
preferidos a lo largo de su obra (satanismo, horror, miedo, soledad, erotismo).
Al fondo
un terrorífico caballo observa
la escena onírica construida en
un ambiente teatral (con esa cortina al más puro estilo David Lynch). Henry Füssli
recrearía un mundo nocturno y teatral, con fuertes contrastes lumínicos, aquel
que inspiraría toda la imaginería satánica del siglo XIX. Su título en alemán
es, “Nachtmahr”, que
precisamente era el nombre del caballo de Mefistófeles.
El pintor hizo varias versiones sobre el tema de la pesadilla, siendo la
más famosa la de 1781, perteneciente al Institute of Arts de Detroit. Se
conocen actualmente seis versiones similares de esta obra, que tal vez parodia
un cuadro de Joshua Reynolds titulado
El sueño, expuesto
unos años antes en la Academia. Existe otra pesadilla, la de 1790-91, la cual se
encuentra en el Goethes
Elternhaus de Fráncfort del Meno. En esa otra “Pesadilla”,
de, 1790-1791(ver), Füssli muestra a la mujer desde un punto
de vista oblicuo donde predomina la contorsión, en medio del desorden, y se
subraya la voluptuosidad. De nuevo, el íncubo indica la posesión demoniaca
sexual y pierde, hasta cierto punto, su carácter pecaminoso anterior para
producir una mezcla de atracción y repugnancia, ambivalencia ésta que se ha
asociado con la máxima de Baudelaire “Yo
soy el cuchillo y la herida”.
En 1763 Füssli se trasladó a
Londres, donde pudo estudiar la pintura de Reynolds. Durante una larga estancia
en Italia (1770-1778), Füssli profundizó en el estudio de la Antigüedad clásica
y de Miguel Ángel. Su producción pictórica, de estilo teatral, se compone de
grandes lienzos con temas extraídos de obras y autores como la Biblia, la Ilíada y la Odisea de Homero, los
Nibelungos o Shakespeare. Sus formas se inspiran en Miguel Ángel,
mientras el colorido liso recuerda el de los flamencos. Está considerado por
estas obras como un precursor del Romanticismo.
Johann Heinrich Füssli realizó
estudios de teología pero se sintió más atraído por los ambientes artísticos y
sus intereses siempre se decantaron por la pintura y la literatura. En 1763 se
trasladó a Londres, donde demostró un gran entusiasmo por la Antigüedad clásica
a través de las obras de John Milton y de William Shakespeare. Esta
última se refleja en sus cuadros de brujas inspiradas en Macbeth. La pintura de Henry Fuseli, se
debatió entre el sexo, el miedo y la violencia, reflejando lo que Burke había
teorizado en su libro Investigación sobre los orígenes de lo sublime, en
el que vio el horror como fuente de sublimidad.
Esta conexión artística en medio
de la pandemia, pudiera reflejar el miedo, la soledad, la violencia; o a modo
de distracción, quizás el sexo, o sospechosas pasiones demoníacas que pudiesen
haber engendrado en mentes perversas una hecatombe como la que vive la
humanidad… Así que bien pudiera tener algún sentido admirar hoy los cuadros de
Füssli, y de cualquier manera, es una oportunidad para regresar al comienzo y
como señalaba, “La pesadilla” presente en la portada de las “Siete noches y siete conferencias” de
Jorge Luis Borges, puede conducirnos desde Füssli a la lectura del genial
invidente.
Maracaibo,
miércoles 22 de abril, 2020.
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