sábado, 11 de abril de 2020

Sobre las vacunas


Sobre las vacunas

En medio de la pandemia por el Covit-19, el tema de las vacunas está en un momento crucial. Las vacunas tan conocidas son, que todos ostentamos en el brazo la marca que en la infancia nos dejó la inoculación de “la antivariólica”. Las “vacunas” se llaman así, por las vacas, pero según nos reveló nuestro colega, José Esparza, originalmente las “vacunas” quizás pudieron ser de naturaleza equina, o sea que su origen no era de vacas sino de caballos. El sábado, 14 de octubre de 2017, en este blog publicaría un artículo sobre este asunto intitulado “Jenner: ¿un virus de vacas y caballos?” (https://bit.ly/34wptIt) y hoy regreso a tocar el tema a propósito de la historia del doctor  Balmis y de la enfermera Isabel Zendal Gómez.

Cuando en 1798, Edward Jenner notó lo poco usual que era hallar casos de viruela entre las lecheras, se le ocurrió pensar que ellas, las lecheras, tal vez se infectaba con viruela bovina, una enfermedad del ganado bovino que produce molestias menores, y Jenner decidió entonces tomar costras y pus de las lesiones de las manos de una de las lecheras infectadas e inocularlo en un brazo a un niño de ocho años, quien quedó protegido contra la viruela.

El 30 de noviembre de 1803 zarpó en la corbeta María Pita desde La Coruña, una expedición dirigida por Francisco Javier Balmis y financiada por el rey Carlos IV, que habría de llevar la vacuna de la viruela a América. La vacuna sería llevada por niños que no hubieran padecido la viruela y se transmitía de uno a otro cada 9 o 10 días. La enfermera rectora del Orfanato de la Caridad de La Coruña, era Isabel Zendal Gómez, quien participó en la Real Expedición Filantrópica con el doctor Balmis. En su infancia Isabel iba a clases particulares con el párroco de su pueblo y desde sus 20 años, comenzó a trabajar en el Hospital de la Caridad de La Coruña. El 31 de julio de 1796 nació su hijo Benito, e Isabel lo crio como madre soltera. En 1778 falleció de viruela su madre, María Gómez. Entre los niños de la expedición que  zarpaba en 1803 con el doctor Balmis e Isabel se encontraba su hijo Benito Vélez, de nueve años…

José Esparza trabajando en la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, en Baltimore, EUA, con varios colegas suyos analizó una vacuna para la viruela preparada en 1902 por la Compañía H-K- Mulford de Filadelfia de Sharpe And Dohme en 1929 y extrajeron el ADN de la vacuna glicerinada realizando una amplificación de su genoma a través de sus secuencias y la secuencia obtenida al ser ensamblada a un genoma ya precisado tras un análisis filogenético del genoma de los orthopoxvirus, evidenciaron que posiblemente era equino y no bovino el virus que se ha utilizado para protegernos contra la viruela. Sin embargo, era posible que la viruela equina también afectase a las vacas… Esparza, nuestro virólogo maracucho, con sus colegas investigadores de Alemania y de Brasil demostraría que este asunto, aún no está totalmente esclarecido y que el virus que se usa modernamente en las vacunas para la viruela quizás no es ni de bovino ni de equino y pudiera ser otro virus que tal vez infecte otras especies animales, quizás roedores, o que posiblemente se ha venido modificando en los laboratorios con el paso del tiempo.  
 
Regresando a la historia de Francisco Javier Balmis, el reconocido cirujano, quien con dos asistentes y tres enfermeras transportaría la vacuna contra la viruela, enfermedad que estaba masacrando a la población de América Latina. Como el medicamento, que había sido descubierto el inglés Edward Jenner en 1796, quizás no iba a aguantar el trayecto del viaje, Balmis ideó trasladar la vacuna dentro del cuerpo de los niños, 22 huérfanos que viajarían con Isabel Zendal Gómez, la rectora de la Casa de Expósitos de La Coruña, pasando las pústulas durante el viaje, de unos a otros. El viaje duró 3 años y desde Santa Cruz de Tenerife en las Islas Canarias, pasarían a Puerto Rico y después a Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, y finalmente a la Nueva España, en Filipinas de manera que terminarían en 1806, salvando miles de vidas. La expedición vacunó directamente a unas 250 000 personas.

En 1950 la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció a Isabel Zendal Gómez como la primera enfermera de la historia en misión internacional, y desde 1974 el gobierno de México concedería el Premio Nacional de Enfermería Cendala Gómez en su honor; la Escuela de Enfermería de San Martín de Texmelucan en Puebla lleva su nombre. El ayuntamiento de La Coruña dio su nombre, Isabel López Gandalia, a una calle de la ciudad, y el 5 de diciembre de 2017 se cambió el nombre a Isabel Zendal Gómez. Con motivo de los 200 años de la expedición, la Casa del Hombre, en La Coruña, le dedicó un monumento con el nombre de los 22 niños de la expedición y una escultura de Acisclo Manzano, que sería inaugurada en La Coruña el 30 de noviembre de 2003 y recuerda la salida desde el puerto de la expedición. Isabel Zendal Gómez fue nombrada hija predilecta del ayuntamiento de Ordes por unanimidad de la corporación local, en sesión celebrada el 30 de noviembre de 2016.

La novelista dominicano-estadounidense Julia Álvarez escribió un relato de ficción sobre la expedición Balmis desde la perspectiva de, Isabel Zendal Gómez, en Saving the World (2006), ISBN 978-1-56512-510-0.   La escritora española María Solar relata en su libro "Los niños de la viruela" (ISBN 978-84-698-3355-1), relata la historia de Isabel Zendal Gómez como directora del orfanato "Casa de Expósitos" y de cómo pasó a formar parte de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna.  El escritor y periodista Javier Moro escribió en 2015 una fantástica novela sobre la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna llamada A flor de piel. Una novela llena de aventuras donde la figura principal es Isabel Zendal y sus viajes por las colonias españolas portando la vacuna de la temida viruela. En 2018 se publicó el cómic "Nuevo Mundo. Isabel Zendal en la expedición de la vacuna" (ISBN , 978-84-94954-91-7) cuyo autor es El Primo Ramón. Actualmente Balmis, el héroe español da su nombre a la operación militar contra el coronavirus.
Maracaibo, sábado 11 de abril, 2020

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