Sobre
Shakespeare…
Durante el sexto año del reinado
de Isabel I de Inglaterra, el 26 de abril de 1564, en
Stratford-upon-Avon, un pueblecito del condado de Warwick de menos de dos mil
habitantes, orgullosos todos ellos de su iglesia, su escuela y su puente sobre
el río, un recién nacido fue bautizado como William. El niño era hijo de John
Shakespeare, un comerciante en lana, carnicero y arrendatario que llegó a ser concejal,
tesorero y alcalde. De su unión con Mary Arden, señorita de distinguida
familia, nacieron cinco hijos, el tercero de los cuales, es quien recibiría el nombre de William, de quien nos
ocupará este breve relato.
William Shakespeare,
nació en abril de 1564 y falleció en el mes de abril de 1616. De niño, cursó la
primaria en la escuela de su ciudad, pero no terminó los estudios ni llegó a
inscribirse en una universidad. Se conoce poco o nada se sabe de la niñez y
adolescencia de William Shakespeare. Aprendió
la lengua de Virgilio en la escuela de Stratford, aunque fuera como alumno poco
entusiasta. Es
probable que estudiara en la Grammar School de su localidad natal. Según
un dramaturgo coetáneo suyo, William Shakespeare aprendió “poco latín y menos griego”.
Se cree probable que abandonó la escuela a temprana edad debido a las
dificultades por las que atravesaba su padre, ya fueran éstas económicas o
derivadas de su carrera política.
Cuando contaba trece años la fortuna de su padre se esfumó y el joven hubo de
ser colocado como dependiente de carnicería. A los quince años, según se
afirma, era ya un diestro matarife.
William Shakespeare,
marchó a Londres en el año 1588,
se fue, lejos de su casa y allí inició su carrera como escritor, actor y poeta.
Comenzó a
escribir alrededor de 1589 y en total creó 37 obras teatrales cuyos géneros más
comunes fueron los dramas y tragedias, e igualmente escribió comedias novelescas o
de fantasía y poesía. Shakespeare también escribió 154 sonetos y 4 obras
líricas. Primero
se le conoció como un actor de teatro, luego se dio a conocer cuando se atrevió
a escribir sus propias obras e incluso a interpretar él mismo a los
protagonistas sobre el escenario. Podrían
citarse sus obras más famosas, como “Romeo y Julieta”, que trata del amor
imposible entre dos enamorados, “Hamlet”, que habla de traición, y “Macbeth,
que habla del poder y su peligro, y hablar de sus comedias más famosas “El
sueño de una noche de verano”, “El mercader de Venecia” y “Los
dos hidalgos de Verona”.
Se ha
planteado que su amor por el teatro lo impulsó a unirse a un grupo de cómicos
nómadas de paso por Stratford, y así abandonaría a sus hijos (ver pintura) y esposa y trocándolos por
la sombría pero espléndida capital del reino, y existe una especie de laguna en
la vida de Shakespeare, un período al que los biógrafos llaman "los años
oscuros" hasta que reaparece en 1593, cuando es ya un famoso dramaturgo y
uno los personajes más populares de Londres. Hacia 1589, cuando Shakespeare comenzó a escribir, lo hacía en hojas
sueltas, como la mayoría de los poetas de entonces. De estos años (entre 1589 y
1592) son las obras con las que inaugura su crónica nacional, sus dramas
históricos: las tres primeras partes de Enrique VI y la historia de quien lo asesinó, Ricardo III. La comedia de los
errores, basada en un tema de
Plauto, marca su faceta
burlesca, y Tito Andrónico, tragedia bárbara inspirada en Séneca, fue la primera de
aquellas obras de tema romano.
En 1598
fue posiblemente la etapa más feliz del escritor, la época de las comedias Mucho ruido y pocas
nueces, Como gustéis, Las alegres comadres
de Windsor (que según
la leyenda fue escrita en quince días por encargo urgente de la reina), Noche de Reyes y Bien está lo que
bien acaba, escritas
todas entre 1598 y 1603. De estos años son también (como anticipando su próxima
etapa) Julio César, Troilo y Crésida y su obra más famosa y perdurable, Hamlet.
En 1593 publicó Venus y Adonis
y en 1594 La violación de
Lucrecia, dos poemas extensos dedicados a
su joven protector, Henry Wriothesley, conde de Southampton. Cuando Hamnet tenía cuatro años, su padre ya era
un autor popular en Londres, por lo que se cree que el niño fue criado casi en
solitario por su madre, lo mismo que sus hermanas. Anne su esposa vivió
hasta la edad de 77 años, pero su único hijo varón, Hamnet, falleció con sólo 11
años, el 11 de agosto de 1596, y su muerte se debió, casi con total seguridad,
a la peste bubónica, que causaba estragos en las postrimerías del
siglo XVI. Durante la peste de Londres de
1592 (los puritanos aprovecharon para mantener cerrados los teatros hasta
1594), y Shakespeare se retiró a Stratford y en esta época desarrolló sus dotes
poéticas.
Henry Wriothesley, conde de Southampton, fue su
mecenas y le dio tanta ayuda económica y tanta publicidad como pudo para que la
fama de William continuara creciendo y fuera así conocido cada vez más. Después de
conseguir amasar una fortuna como escritor, actor y poeta, ya cercano a los 50
años decidió volver a su pueblo natal, Stratford-upon-Avon, donde se recluyó
hasta su muerte. Su
última obra teatral fue La tempestad, con cuyo estreno en 1611 puso fin a su
trayectoria. Quizá cansado y enfermo, dos años después se retiró a su casa de
Stratford, donde fallecería a la edad de 52 años en la misma fecha que moría en
España Miguel de Cervantes Saavedra.
En su testamento, Shakespeare llamó a su amigo
Sadler "Hamlet" en vez de Hamnet, que era el nombre de su hijo y ese
detalle daría origen a la teoría de que Hamlet
(1599-1601) fue un homenaje al vástago perdido; coincidencia esta que podría
ser más bien casual, ya que las trágicas peripecias del príncipe de Dinamarca
se adaptan a la vieja leyenda escandinava de Amleth (puede que Shakespeare
utilizara a propósito la historia de este personaje por las reminiscencias
fonéticas respecto al nombre de pila de su hijo). Llama poderosamente la
atención que hasta la muerte de Hamnet,
las obras de Shakespeare eran comedias, pero las que compuso después –Hamlet, Noche
de Reyes, Julio César, El mercader de Venecia, Rey Juan,
Romeo y Julieta, La tempestad, El rey Lear, son sus grandes
tragedias y en ellas hay padres que
pierden a sus hijos...
Como las disposiciones contenidas
en el testamento de Shakespeare parecen desafiar la lógica por su decisión de dejarle toda su fortuna a su hija Susanna y dejarle a su esposa tan solo
“su segunda mejor cama” y a su hija Judith únicamente “un tazón de plata”, una
de las novelas de César Vidal “La noche de la tempestad” recorre la
vida de Shakespeare creyendo descubrir una clave oculta, ideando un relato de
amor, de celos y venganzas, y abriendo una puerta a la especulación sobre la
verdadera razón que movió a Shakespeare a dictar su testamento.
En realidad César Vidal (Madrid
1958) es un abogado, periodista y escritor de numerosas obras de divulgación,
artículos, ensayos y novelas históricas. César
Vidal nacido católico, fue desde los 14 años Testigo de Jehová y luego los
persiguió, declarado luego como protestante evangélico,
publicaría "El mito de María"(1994). un libro profundamente
anticatólico. En 2006 llegó a publicar un libro cada 16 días, y se
convirtieron en éxitos en España. César Vidal destacó por sus ataques a la
Iglesia católica, así en 2011 realizó una serie de artículos en los que
sostenía que todos los males de España se debían al catolicismo. Moroso con la Hacienda Pública Española por un
importe de más de dos millones de euros, desde 2012 no ha vuelto a España pero
obtuvo residencia permanente en Estados Unidos, donde vive.
Maracaibo, lunes 5 de abril, 2020
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